CRISIS Y TENTATIVAS DE REFORMA Y CONTRARREFORMA EN LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE ZACATECAS Efraín Arteaga Domíguez Raúl Delgado Wise Héctor Rodríguez Ramírez∗ En el marco de una profunda crisis institucional y fuertes presiones internas y externas para el cambio, en noviembre de 1998 la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) inicia un proceso de reforma integral. El objetivo del presente trabajo es ofrecer un panorama general de dicho proceso, intentando profundizar en: i) las características particulares del contexto en el que emerge; ii) su forma de conducción y el contenido fundamental de los resolutivos alcanzados; iii) la contrarreforma impulsada desde las altas esferas del gobierno estatal y la burocracia universitaria, y iv) los principales desafíos que plantea el reencauzamiento del proceso de reforma en el corto, mediano y largo plazos. En el corazón de nuestro análisis subyace una interrogante que reviste particular interés para la reflexión acerca del futuro de la universidad pública en México: ¿hasta qué punto es posible promover y concretar una reforma de naturaleza endógena, nacionalista, democrática y popular, en el marco de la institucionalidad impuesta por el poder neoliberal y los intereses de control político de los gobiernos locales? Breve Contextualización Zacatecas figura entre las entidades de mayor pobreza y marginación del país. En la actualidad, entre 8 y 9 de cada 10 zacatecanos se ubican por debajo de la línea de pobreza y 5 de cada 10, en la pobreza extrema.1 Estas condiciones guardan una estrecha relación con la ∗ Docentes investigadores del Centro de Estudios del Desarrollo de la Unidad de Posgrado en Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Zacatecas. 1 Plan Estatal de Desarrollo 1999-2004, Zacatecas, 1999, pp. 29-32. 2 precariedad del aparato productivo estatal, el cual se distingue por: a) contar con un muy limitado y desarticulado núcleo de actividades propiamente capitalistas, cuyo sello característico es la reducida demanda interna de trabajo asalariado, y b) el predominio, en contrapartida, de las actividades orientadas a la subsistencia de la población, fincadas principalmente en el binomio producción campesina/migración. A tal grado se expresa la debilidad productiva de la entidad, que en 1999 su PIB per cápita registró el cuarto nivel más bajo del país (apenas arriba de Oaxaca, Chapas y Guerrero), al tiempo que los ingresos o remesas familiares derivados de la migración internacional alcanzaron en 2000 su nivel histórico más alto: 369 dólares por habitante.2 La implantación del modelo neoliberal en el país, lejos de mitigar los desequilibrios estructurales referidos, ha venido a acentuarlos, desencadenando una marcada tendencia al éxodo definitivo de los zacatecanos. De hecho, en 2000, 33 de los 57 municipios de la entidad registraron tasas de crecimiento negativas, que en conjunto implicaron una pérdida poblacional neta de 26,159 personas por año en el curso de los últimos cinco años.3 A tono con lo anterior, en 2000 la entidad registró el sexto nivel de escolaridad más bajo del país (con un promedio de 6.5 años) y el índice de calificación laboral más precario: 2 Se trata, con mucho, del nivel más elevado del país. Para dar una idea de la relevancia que en la actualidad tienen las remesas para la entidad, tómese en consideración que éstas representan poco más del 20% del presupuesto total asignado a Zacatecas y que, de acuerdo con los archivos de la muestra del 10% del Censo General de Población y Vivienda 2000, el 17.5% de los hogares zacatecanos recibió remesas y en el 69% de los casos éstas representaron el principal sostén familiar. En ningún otro estado de la República las remesas tienen tanta importancia relativa para la economía y la subsistencia de la población. Para una discusión conceptual sobre estos puntos, véase Raúl Delgado Wise, Víctor Figueroa y Margarita Hoffner, Zacatecas. Economía, Sociedad, Política y Cultura, colección: Biblioteca de las entidades federativas, CIICH, UNAM, segunda edición, corregida y aumentada, México, 1994. 3 Para profundizar en torno a estas cuestiones, véase Raúl Delgado y Héctor Rodríguez, "Perspectivas regionales ante las nuevas tendencias de la migración internacional. El caso de Zacatecas", Comercio Exterior, abril de 2000 y Raúl Delgado Wise, Rodolfo García, Miguel Moctezuma y Héctor Rodríguez, “Una agenda económica para la democratización de Zacatecas” en Manuel Ibarra (coordinador), La transición política de final de siglo. El caso Zacatecas, coed. Ayuntamineto de Zacatecas, El Sol de Zacatecas y STUAZ, Zacatecas, 1998. 3 apenas 9.9% de los zacatecanos de 15 años y más cuenta con estudios posteriores a secundaria (casi tres veces menos que la media nacional: 27.7%). En la cúspide de la pirámide educativa, el panorama se torna aún más crítico. De cada 100 niños que ingresan a primaria, apenas dos logran egresar de licenciatura. Otros rasgos significativos que caracterizan a la educación superior de la entidad, son: a) baja cobertura, con una atención a la demanda potencial del grupo poblacional situado entre los 20 y 24 años de tan sólo el 11.7% en 2000, cifra correspondiente al sexto nivel más bajo del país; b) excesiva concentración de la matrícula en cuatro carreras: Derecho, Medicina, Ingeniería civil y Contaduría y administración; c) escasa integración de egresados al aparato productivo, pues aproximadamente el 40 % de los [de por sí reducidos] profesionistas que trabajan en empresas de la entidad, han sido formados por instituciones de educación superior de otros estados; d) la mayoría de los planes y programas de estudio son tradicionales y de gran rigidez; e) tan sólo el 28.2% de los docentes cuenta con estudios de posgrado, y, como consecuencia de todo lo anterior, f) la calidad de la enseñanza superior tiende a ser baja y exiguamente 4 relacionada con las necesidades de la entidad. De lo hasta aquí expuesto, queda claro que el contexto local ofrece pocos estímulos inmediatos (en un sentido estrechamente mercantilista) para el avance de la educación 4 Plan Estatal de Desarrollo 1999-2004, p. 37. 4 superior y, paradójicamente, reclama que la universidad pública desempeñe un papel cada vez más activo en el proceso de desarrollo y transformación democrática. Es importante agregar que en 1998 se produjo un cambio de gobierno en la entidad. Tras haber sido uno de los estados con mayor predominio del partido oficial en el país,5 la gubernatura de Zacatecas queda en manos de la oposición, específicamente del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Independientemente de la manera como se produce este cambio (con un candidato proveniente de una fractura de las filas del oficialismo) y del balance crítico que se pudiera hacer de esta gestión, hay una cuestión importante a resaltar para los fines de nuestro análisis: la elaboración del Plan Estatal de Desarrollo del nuevo gobierno perredista fue comisionada a un grupo de investigadores de la Maestría en Ciencia Política y la Facultad de Economía de la UAZ. Por su contenido, la perspectiva de desarrollo y transformación trazada en dicho Plan, es de carácter nacionalista, democrático y popular; cuestión que entraña la asunción de una postura diametralmente opuesta a la lógica neoliberal y de poder imperantes: Los principios rectores expresan los fundamentos que orientan cada una de las acciones e iniciativas de cambio plasmadas en este Plan Estatal de Desarrollo, recogiendo las opiniones y demandas de la ciudadanía. Su contenido ha sido construido en la crítica tanto del sistema de relaciones políticas autoritarias y de ejercicio centralizado del poder que han prevalecido en el país, como del modelo económico concentrador, excluyente y ajeno al interés nacional, impuesto en los últimos años.6 Un aspecto fundamental de ruptura, que ocupa un sitio neurálgico en la estrategia de cambio prevista en el mencionado documento, consiste en: “La apertura de bases para una industrialización que fortalezca y dinamice la economía estatal, 5 Véase Efraín Arteaga y Manuel García, "Zacatecas, las elecciones presidenciales de 19994", en Alicia Bazarte y Eligio Meza (compiladores), Temas de Historia, Sociedad, Política y Cultura en Zacatecas, Coed. Maestría en Ciencia Política-Ayuntamiento de Zacatecas, Zacatecas, 1998, pp. 177-205. 6 Plan Estatal de Desarrollo 1999-2004, op. cit., p.49. 5 sustentada en una sólida formación de recursos humanos y en el desarrollo de capacidades científicas, tecnológicas y organizacionales.”7 El papel que desde esta perspectiva le corresponde desempeñar a la universidad pública desentona, clara y abiertamente, con cualquier estrategia mercantilista de adaptación pasiva al entorno, reclamando de ésta un fuerte compromiso social así como una participación activa en el proceso de desarrollo y transformación democrática de la entidad. Dimensiones de la Crisis Institucional Antes de examinar los detonantes exógenos y endógenos del proceso de reforma iniciado en noviembre de 1998 en la UAZ, permítasenos apuntar algunos referentes generales acerca del lugar que la institución ocupa en el concierto de la educación superior del estado. Se trata, con mucho, de la más importante institución educativa de nivel superior de la entidad: en 1990 absorbía el 80% de la matrícula estatal de licenciatura y el 85% de la de posgrado. Y si bien las cifras correspondientes a la matrícula de licenciatura han venido disminuyendo como consecuencia de las políticas restrictivas impuestas desde el gobierno federal, en 2000 su presencia en este nivel fue de 63% y en posgrado de 70%. En el plano de la educación media superior su participación ha sido también significativa, aunque no dominante: en 1990 atendía al 33% de la matrícula y en 1998, al 19% de la misma. Cabe agregar que en la última década su matricula global se incrementó en un 28%; 7 Ibid. p. 5. 6 mientras su planta académica lo hizo en un 34%.8 Por el número total de alumnos atendidos en todos sus niveles (18,166 en 2000), la UAZ se ubica —tomando como referente los parámetros nacionales— entre las universidades públicas de menor tamaño del país. Asimismo, en atención a la extracción social de la mayoría de sus estudiantes, es una de las pocas instituciones de educación superior que, a contracorriente de la política restrictiva del gobierno federal, mantiene una línea institucional de apoyo asistencial a estudiantes de bajos recursos.9 Entrando propiamente en materia, no debe perderse de vista que la UAZ, al igual que el resto de las universidades públicas, se haya inmersa en la marea neoliberal que conmociona al país. Arrastrada a una supervivencia cada vez más difícil mediante la asignación de presupuestos precarios, subestimada su función por el predominio del criterio de rentabilidad, ahogado su quehacer por la exaltación del interés privado, ha sido empujada a una grave crisis de su vieja estructura, en especial en lo que atañe a su misión social y sus tareas de apoyo a la formación de jóvenes de bajos ingresos. De este modo, el Estado, en sus esfuerzos de autoempequeñecimiento, intenta privar a la sociedad del goce pleno de un patrimonio cultural formado en las mejores tradiciones del país. Para ser más precisos, es conveniente destacar que la UAZ ha sido sometida por el gobierno federal, en sintonía con las recomendaciones de la OCDE, a la fórmula para el ordenamiento institucional (o proceso subrepticio de Reforma) que Eduardo Ibarra Colado caracteriza como: "evaluación + financiamiento = autonomía regulada".10 En efecto, bajo el estigma de la "excelencia" académica, contrapunteando demanda con oferta y cantidad con 8 La plantilla académica en 2000 ascendió a 18,166, de los cuales, 27.4% corresponde a personal de tiempo completo. 9 Entre otras cosas, la institución dispone de una significativa red de comedores y casas estudiantiles. 10 Eduardo Ibarra Colado, "Evaluación + financiamiento = autonomía regulada, o de cómo la universidad le vendió su alma al diablo", El Cotidiano, No. 95, mayo-junio de 1999, p.95. 7 calidad, se han promovido nuevos esquemas restrictivos de financiamiento diferenciado (ordinario y extraordinarios) asociados a mecanismos autoritarios y selectivos de evaluación externa, cuyo propósito ha sido reducir los márgenes de maniobra interna de las universidades públicas autónomas, para someterlas a una lógica de mercado. Este esquema también ha servido para deshomologar y flexibilizar las relaciones laborales y segmentar la planta académica, conformando un reducido, cerrado y privilegiado nicho de "excelencia".11 Los resultados de este conjunto de políticas y programas implementados en los últimos años,12 como bien lo destaca Axel Didiksson: ...han generado una lógica contradictoria, e inversamente diferente a los objetivos que se plantearon, en el sentido de mejorar la calidad del servicio y la vinculación con las empresas, a partir de lo cual se orientarían recursos frescos y se diversificarían las fuentes de financiamiento. Por el contrario, las nuevas fuentes de financiamiento se mantuvieron estancadas y las inversiones hacia la educación pública disminuyeron, y no impulsaron nuevos campos de conocimiento, u ocurrió la posibilidad de una nueva expansión de la demanda y la oferta.13 En el fondo, la agenda oculta del neoliberalismo en materia de educación superior ha consistido en transformar a la universidad pública en: "...un reducto conservador, individualista, subordinado a la dependencia científica y tecnológica con los centros del poder mundial, e irresponsable socialmente."14 Dicho en otras palabras, el reordenamiento institucional neoliberal, nada tiene que ver con la asignación de un papel estratégico al conocimiento en tanto palanca de desarrollo, confiriendo a la universidad pública un rol 11 Eduardo Ibarra Colado, "Las rutas de la excelencia. Impactos de la modernización en las universidades mexicanas", en La identidad en la educación superior en México, coed. UNAM-UAM, México, 1997, pp.7680. 12 Estas políticas y programas inician con el Programa para el Desarrollo de la Educación Superior (PROIDES) promovido por el régimen de Miguel de la Madrid, pasando por el Programa para la Modernización de la Educación Superior de Carlos Salinas, hasta cristalizar en los programas FOMES, PROMEP, PROADU, CONAEVA, CENEVAL, SNI y el Padrón de Posgrados de Excelencia del CONACYT del actual régimen. 13 Axel Didriksson, "La mercantilización de la Universidad Pública", El Cotidiano, No. 95, mayo-junio de 1999, p. 95. 8 muy restringido en cuanto a la calificación de la fuerza laboral (desprovisto de todo compromiso social) y dejando en manos de las universidades privadas la formación de los cuadros dirigentes de la sociedad. Como podría esperarse, el impacto de las políticas neoliberales, que por su naturaleza (opuesta a un federalismo compensatorio y solidario) tienden a acentuar las desigualdades y desequilibrios existentes en el sistema de universidades públicas del país, ha sido particularmente desastroso en el caso de una institución con las características de la UAZ. A esto se agrega, dando como resultado una mezcla todavía más devastadora, el curso que ha seguido la dinámica interna de la institución, donde, por cierto, la política oficial ha sido particularmente permisiva y perniciosa:15 1. Desde mediados de los setenta y por espacio de casi una década, la UAZ estuvo fuertemente vinculada a los movimientos populares, transitando, bajo la conducción del Frente Popular de Zacatecas (FPZ), por la senda de lo que se ha dado en llamar el proyecto de Universidad Crítica, Democrática y Popular. 2. En 1984, con el arribo del M.V.Z. Francisco Flores Sandoval a la Rectoría, se abandona dicha ruta (signada por un compromiso social combativo, pero desvinculado de la esencia académica de la institución) y se avanza por un nuevo derrotero que en otro sitio caracterizamos como la senda del estatalismo pasivo.16 14 Convocatoria al Taller Latinoamericano: En defensa de la universidad pública contra el neoliberalismo, Managua, 17 al 19 de febrero del 2000. 15 Es pertinente destacar, con Eduardo Ibarra Colado (1999), "...la evaluación condujo muchas veces, más a una cultura institucional de simulación, que a la elevación de la calidad y el cambio institucional. En estos casos, los mecanismos de evaluación fueron utilizados para justificar decisiones derivadas de negociaciones o componendas políticas adoptadas de antemano. Uno de los resultados más graves de este diabólico proceder ha sido el daño en la base moral en la que se sustenta la universidad, que ha debido vender sus finalidades y su ethos para asumir, a cambio de unas cuantas monedas, un comportamiento pragmático en el que el fin justifica los medios." (p. 24). 16 Por estatalismo pasivo se entiende "...a la oposición que define el Estado como su campo preferente de acción y adopta los métodos de lucha permitidos por él mismo como sus propios métodos principales, aunque no necesariamente como los únicos. Esto significa que el Estado determina en definitiva cuáles serán las 9 Las riendas de la universidad, en lo formal, quedan ahora en manos del Partido Socialista Unificado de México (PSUM) local, que apoyándose en el gobierno del estado, logra desplazar al FPZ de la conducción institucional. De esta manera, la UAZ pasa a cumplir una nueva función: la de servir al Estado para sus fines de control político. El Rector (que, por cierto, era de extracción priísta) se convierte en un simple vocero de la política oficial y las orientaciones de la Secretaría de Educación Pública se imponen, pasiva y acríticamente, aunque de manera ineficaz, como normas de conducción. 3. Ante la fuerte polarización de fuerzas reinante y la urgencia del PSUM de encontrar un mecanismo de legitimación interna, se impulsa un simulacro de Reforma Universitaria, la cual no tardó mucho en mostrar su verdadera intención: lograr un acuerdo político sobre pluralidad en la conformación de la administración central. Se abre así la puerta para la integración, en 1988, de la corriente universitaria identificada con el FPZ —conocida bajo las siglas ABCD— al aparato administrativo; misma que no tarda mucho en asumir, como suyos, los métodos del estatalismo pasivo. De hecho, una parte muy significativa del FPZ se incorpora, un año más tarde, al Partido del Trabajo (PT), recibiendo desde entonces un fuerte apoyo del salinismo. 4. Esta visión de la pluralidad como “reparto del pastel” más que como expresión de un auténtico avance democrático, trajo consigo una hipertrofia del aparato prácticas dominantes de la organización, así como el calendario de actividades públicas trascendentes." Véase Raúl Delgado, Víctor Figueroa y Margarita Hoffner, Zacatecas: Economía, Sociedad, Política y Cultura, Centro de Investigaciones Interdisciplinaria en Ciencias y humanidades, UNAM, Segunda Edición corregida y aumentada, México, 1994, pp. 122-123. 10 administrativo y un distanciamiento creciente de la "clase política universitaria" respecto de las bases e intereses académicos de la institución. 5. Las contradicciones derivadas de la ruta estatalista se acentúan con el triunfo del candidato del PT a la Rectoría, en las elecciones de 1992. A partir de este momento se impulsa el proyecto de universidad-partido en la UAZ, esto es, se instrumentaliza la vida institucional en función de los intereses particulares del PT. Y esto no viene sino a empujar hacia una todavía mayor deformación y perversión del quehacer universitario: pragmatismo e irresponsabilidad en la conducción, ausencia total de un proyecto de desarrollo institucional, corporativización de las relaciones laborales, desbordamiento de la burocracia universitaria —hacia 1998 el número de trabajadores administrativos (1,470) era equiparable al de la planta académica (1,719)—, uso clientelar de las prestaciones estudiantiles, manejo oscuro y arbitrario de las finanzas universitarias (coronado con un déficit superior a los 90 millones de pesos a fines de 1997), ilegalidad, corrupción, pérdida de pertinencia social y, en general, mediocridad y desvalorización del mérito y la función académica. La dinámica autodestructiva hacia la que estaba siendo empujada la UAZ, a través de la imbricación contradictoria del reordenamiento impuesto desde los círculos oficiales y las pugnas por el control político-burocrático en la institución, acabaron por chocar, como era inevitable, con el sector académico ajeno a las disputas internas por el poder. Entre otras cosas, los núcleos con mayor formación académica, muchos de los cuales acababan de regresar de posgrados en el extranjero, se encontraban en las filas de los excluidos. Tómese en consideración que en 2000 el 21.4% de la planta académica contaba con estudios 11 superiores a la licenciatura, entre los que se cuentan 132 doctores y 264 maestros en ciencias (incluyendo candidatos).17 Lo importante a destacar de todo esto es que hacia 1998, con la crisis institucional tocando fondo, un muy frágil equilibrio de poder interno, crecientes presiones externas para reformar a la institución (sociales y gubernamentales) y, sobre todo, un sector de universitarios interesado en impulsar el cambio, se generan las condiciones para el inicio del proceso de reforma universitaria. El Proceso de Reforma Universitaria El 23 de noviembre de 1998, el Consejo Universitario lanza la convocatoria para llevar a cabo un proceso de Reforma Integral de la UAZ. En ella se plantean seis temas básicos: docencia, investigación, extensión, estructura administrativa, política financiera y legislación. Para abordar dichos temas se prevén seis fases sucesivas: i) diagnóstica; ii) propositivo-deliberativa; iii) de formulación preliminar de puntos de acuerdo; iv) resolutiva; v) ejecutivo-operativa, y vi) de seguimiento y evaluación. Una premisa básica en la que se fundamentó la organización del proceso, fue la de impulsar la mayor participación posible de la comunidad universitaria. Así, para las dos primeras fases, se realizaron foros temáticos por centros, escuelas, facultades y dependencias, seguidos de encuentros por áreas del conocimiento y generales. En la tercera fase se emprendió un esfuerzo de síntesis por las seis comisiones temáticas designadas por el Consejo Universitario, en el que se detectaron puntos de consenso y disenso. A su vez, éstos fueron sometidos, para su precisión y enriquecimiento, a la consideración de las 17 Jaime Santillán Rojas, “La UAZ frente a las reformas neoliberales en materia de educación superior”, Tesis de Maestría, Unidad de Posgrado en Ciencia Política de la UAZ, Zacatecas, 2001, p. 171. 12 comunidades de cada centro, escuela, facultad y dependencia a través de un precongreso. La fase del Congreso General de Reforma (i.e. la cuarta), se diseñó de modo tal que posibilitara una amplia representación de los sectores estudiantil, académico y administrativo, sin dejar fuera a ninguna unidad y/o programa académico. Todos los delegados fueron electos por sus respectivas comunidades. Para la culminación de esta fase se contó con la sanción por el Consejo Universitario de los resolutivos del Congreso y la realización de una consulta masiva a la comunidad para la ratificación de los consensos y la resolución de los disensos. Sobre esto último, es pertinente señalar que el Congreso acordó someter a plebiscito los puntos cuya aprobación no contara con el voto de al menos dos tercios de los delegados. Para dar una idea de los alcances del proceso (que, como veremos más adelante, fue prácticamente suspendido al inicio de la quinta fase), los siguientes datos resultan más que elocuentes: • Se reprodujeron 60 materiales de consulta con un tiraje de 500 ejemplares cada uno, en apoyo a las fases diagnóstica y propositiva. • En la segunda fase se presentaron 252 ponencias, en cuya elaboración participaron 450 universitarios: 41 acerca del tema de docencia, 56 de investigación, 63 de extensión, 43 de estructura administrativa, 15 de política financiera y 32 de legislación, además de 8 sobre temas generales. Todas estas ponencias se reprodujeron en tirajes de 600 cada una. • Se editaron 6 libros temáticos con el conjunto de las ponencias y uno sobre diagnóstico y temas generales, con un tiraje de 250 ejemplares, en su primera edición. 13 • Producto de la tercera fase, se publicaron dos libros con los documentos base que servirían de insumo al precongreso y Congreso. El tiraje en este caso fue de 5000 unidades. • Se registraron 289 delegados al Congreso. La duración del mismo fue de 52 sesiones con una asistencia promedio de 122 delegados. • Los resolutivos y puntos de disenso del Congreso fueron publicados en un libro, del que se reprodujeron 5000 ejemplares. • En la consulta participaron 13,521 estudiantes, académicos y trabajadores administrativos, que representan el 84% de la comunidad universitaria en su conjunto. Ello, aparte de posibilitar la resolución de los 18 puntos de disenso, se tradujo en una abrumadora ratificación —a pregunta expresa— de los resolutivos emanados del Congreso y sancionados por el Consejo Universitario. De lo hasta aquí señalado, es posible caracterizar la Reforma en la UAZ, como un proceso endógeno, integral y democrático; situación que contrasta con otros procesos de reforma universitaria emprendidos en el país en el curso de los últimos años.18 Aun cuando el método que se diseñó para la Reforma Integral en la UAZ posibilitaba —al menos en principio— la participación de todo universitario que así lo deseara, es justo mencionar que el gran ausente en el proceso fue el sector estudiantil. De las 252 ponencias presentadas, sólo 6 fueron elaboradas por estudiantes, siendo además muy raquítica e irregular su presencia y participación en la fase resolutiva del Congreso: de un total de 180 delegados nominales, el máximo que asistió al evento fue de 48 y en 18 Entre los casos más relevantes a este respecto, sobresalen las reformas de la Universidad de Guadalajara, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y la Universidad de Sonora. En los tres casos el proceso ha sido impulsado desde arriba y existe la duda en los dos últimos, en el sentido de si también desde afuera. Véase 14 algunas sesiones se contó con apenas tres de sus representantes. Este hecho no debe de ninguna manera soslayarse; en él se refleja no sólo la ausencia de condiciones institucionales adecuadas para la participación estudiantil en el Congreso (P. ej. horarios que les posibilitaran la menor pérdida posible de clases), sino, ante todo, el escepticismo acumulado en cerca de dos décadas de sistemática instrumentación de sus demandas para fines políticos e intereses particulares de grupo (muchas veces de naturaleza extrauniversitaria). Es pertinente agregar, para los fines de este balance, que el Congreso inició sus primeras fases con la indiferencia y apatía de los grupos políticos tradicionales y en particular, un sector de las corrientes ABCD y UNIDAD. No sólo no participaron en su promoción, sino que intentaron de diversas maneras boicotearlo. Una vez que tomaron conciencia de la irreversibilidad del proceso, a partir de su avance y aceptación en el seno de la comunidad universitaria, se sumaron a él (sobre todo en la fase resolutiva). Sin embargo, el sentido fundamental de su intervención no ha sido para impulsar el cambio, sino para entorpecer la dinámica de las sesiones y encauzar el proceso hacia el terreno de la negociación política. Quizás lo que mejor sintetiza el rumbo, principios y ejes fundamentales de la transfomación prevista para la UAZ, sean los ocho puntos con los que inicia el libro de Resolutivos del Congreso General Reforma; mismos que por su importancia para nuestro análisis, reproducimos in extenso: 1.- La Universidad Autónoma de Zacatecas es una institución pública comprometida con: a) la formación integral de profesionistas e investigadores de alto nivel; b) la generación y transmisión del conocimiento científico, humanístico y tecnológico; c) la creación y difusión del arte y la cultura, y d) el análisis y la solución de los grandes problemas que aquejan a la sociedad zacatecana. Adrián Acosta Silva, "Cambios en la transición. Análisis de tres procesos de reforma universitaria en México", Sociológica, año 13, no. 36, enero-abril 1998, pp. 100-111. 15 2.- Lo académico debe figurar en el centro de la actividad universitaria, a través de un esfuerzo permanente de superación que contemple: i) la integración efectiva de las funciones de docencia, investigación y extensión; ii) la pluralidad del pensamiento, salvaguardando celosamente las libertades de cátedra e investigación, y iii) la formación integral de los estudiantes, infundiéndoles valores universales y un acendrado espíritu de servicio social, como justa retribución al esfuerzo de nuestro pueblo para mantener la gratuidad de la educación media y superior. 3.- Para el eficaz cumplimiento de sus funciones, la UAZ debe fortalecer su autonomía, entendiéndola como la facultad de los universitarios para: 1. organizar y designar su propio gobierno, con criterios prioritariamente académicos y sin imposición o interferencia alguna de los poderes del Estado u organismos externos (nacionales o internacionales); 2. decidir sobre la mejor manera de cumplir sus obligaciones con la sociedad; 3. diseñar sus planes y programas de estudio; 4. definir la estructura académica y administrativa que mejor sirva a sus propósitos; 5. decidir acerca de sus políticas y estrategias de descentralización; 6. establecer los criterios de acceso, permanencia y egreso de sus estudiantes, y 7. determinar el uso más adecuado de los recursos públicos de que dispone, bajo el principio de rendición de cuentas a la sociedad. 4.- El método de la autonomía no puede ser otro que el de la más amplia democracia, haciendo descansar la responsabilidad del funcionamiento institucional en la comunidad académica, mediante la activa participación de cuerpos colegiados en todos sus niveles. 5.- La democracia es un principio fundamental de la vida universitaria que requiere echar raíces en el salón de clases, elevando al alumno al nivel de sujeto activo de aprendizaje, en vez de simple objeto pasivo del mismo y removiendo todo vestigio de arbitrariedad y autoritarismo en el proceso educativo. 6.- La UAZ debe reafirmar su vocación nacional, participando decididamente en la creación de bases científico-tecnológicas que permitan avanzar hacia la elaboración de propuestas que alienten formas autónomas de desarrollo. El poder del conocimiento acumulado y la capacidad científica y tecnológica constituyen el elemento más poderoso para enfrentar con éxito los procesos de globalización en curso, a partir de la construcción de bases endógenas de desarrollo. 7.- La Universidad se debe al medio en el que se encuentra inserta; de él deriva su razón de ser, sus funciones y sus desafíos. Por ello requiere insertarse de manera eficiente y creativa en su entorno social, concibiéndolo no sólo como campo de estudio, sino primordialmente como objeto de transformación sobre el que se debe actuar crítica e innovadoramente en la perspectiva de ofrecer soluciones a los problemas más urgentes y relevantes de la entidad. 8.- Como institución pública, la Universidad requiere orientar preferentemente sus esfuerzos hacia los sectores populares, sin perder de vista que su compromiso es con la sociedad en su conjunto. Esto no sólo significa garantizar el acceso de la población de bajos recursos a la educación superior, sino priorizar el desarrollo de líneas de investigación y contenidos curriculares encaminados a la búsqueda de alternativas para 16 la superación de los graves rezagos sociales, con una visión de preservación del ambiente que asegure la sustentabilidad.19 Entre los rasgos fundamentales que dan cuerpo al contenido de la Reforma, cabe destacar las siguientes: a) desplazar el papel predominante que antes cumplían las relaciones político-burocráticas, para situar lo académico en el centro de la vida universitaria; b) definir una nueva estructura académica innovadora, flexible y polivalente (a partir de la integración de los programas y unidades académicos en áreas del conocimiento), que articule efectivamente la docencia, la investigación y la extensión, posibilitando la trans, inter y multidisciplinariedad basada en el sistema de créditos; c) crear formas avanzadas y horizontales de conducción, mediante la conformación de cuerpos colegiados por unidades académicas y áreas del conocimiento, que funcionen sobre la base de priorizar las relaciones de cooperación sobre la competencia e individualismo; d) eliminar el peso burocrático del aparato administrativo, profesionalizándolo y colocándolo al servicio de la academia; e) implementar nuevas políticas financieras y mecanismos de administración descentralizada de los recursos universitarios, que aseguren el uso transparente y racional de los mismos, y f) establecer un nuevo marco legal y normativo que garantice la institucionalidad en todos los niveles. Otros aspectos de la Reforma que resulta conveniente destacar: 1. Se trata de un proceso de transformación que abarca integralmente todos los ámbitos de la vida universitaria: estructura académica, administrativa y de gobierno, situando a la primera como pilar y eje articulador. 2. Sin abandonar el compromiso histórico de la UAZ con la sociedad zacatecana (y particularmente con los sectores populares), redefine su forma de relacionarse con ésta. 19 Resolutivos del Congreso General de Reforma 1998-1999, Comisión General Operativa, UAZ, 1999, pp.1- 17 Del activismo solidario de los años setenta, se propone avanzar hacia una nueva forma de relación, mucho más fecunda y constructiva, sustentada en aquello que es propio y específico del quehacer universitario: la actividad académica. 3. Tomando en cuenta la fuerte dispersión poblacional que distingue a la entidad y la importancia de su comunidad migrante en los Estados Unidos, en uno de los resolutivos se plantea: Como una alternativa que permita incrementar la cobertura social de los servicios educativos de la Universidad, se acuerda ampliar su área de influencia ... por medio de los servicios educativos de carácter semipresencial, a distancia y continua ... Como parte de esa estrategia se acuerda establecer los cursos de verano para mexicanos, los cursos de verano para extranjeros y promover el establecimiento de los campus virtuales en California e Illinois.20 4. Un resultado muy significativo de los Resolutivos es haber coronado las transformaciones académicas, administrativas y de gobierno en el cuerpo de un proyecto de nueva Ley Orgánica.21 Entre las innovaciones que presenta este proyecto, aparte de la introducción de nuevos órganos unipersonales y colegiados de conducción (en tanto eslabones de una nueva lógica horizontal de gobierno y toma de decisiones), destaca la incorporación de las figuras democráticas del plebiscito, referéndum y revocación del mandato. 5. En consonancia con el principio de gratuidad de la educación pública, se acuerda, en relación con los estudiantes, "...aumentar y mejorar el sistema de becas....de habitación, alimentos, libros, fotocopias, apoyos para asistencia a eventos académicos, culturales, deportivos, etc."22 3. 20 Ibid. p. 5. En el caso de nuestro país, la aprobación de la nueva Ley Orgánica no es facultad de los universitarios, sino de la Legislatura local. 22 Resolutivos del Congreso General de Reforma 1998-1999, op. cit., p. 9. 21 18 6. Aunque de manera poco desarrollada, a través de varios de los Resolutivos se plantea avanzar hacia lo que Axel Didriksson concibe como dos funciones clave de la Universidad Innovadora23: "la producción de conocimientos y su transferencia hacia la sociedad".24 En otras palabras, se pretende dar un salto cualitativo en las funciones tradicionalmente desempeñadas por la universidad pública bajo el subdesarrollo y que, aunque mínima e ineficazmente, había venido cumpliendo la UAZ: a) calificar fuerza de trabajo, b) producir los cuadros dirigentes de la sociedad y c) producir ideología e incluso contra-hegemonía formando profesionistas efectivamente críticos.25 7. A contra sensu de la ruta progresista trazada por la Reforma, como producto del plebiscito, se resolvió (aunque con un margen muy estrecho de votación) aprobar la prerrogativa del pase automático. Mediante esta medida de corte supuestamente populista, se coartan las legítimas aspiraciones de ingreso a la UAZ de un número muy significativo de jóvenes de bajos recursos provenientes del amplio universo de instituciones de educación media superior que existen en la entidad. 8. En similar tenor, la consulta arrojó otro saldo contrario al espíritu de igualdad y fraternidad que debiera ser consustancial al ethos universitario: la prohibición expresa de que miembros extranjeros (e incluso mexicanos por naturalización) de la comunidad puedan acceder a cargos de importancia en la conducción y representación institucional. 23 i.e. una Universidad capaz de responder a los requerimientos del desarrollo nacional en el marco de la llamada globalización. 24 Axel Didriksson, "La Universidad Innovadora: una propuesta global", material de consulta, Reforma Integral Universitaria, UAZ, marzo de 1999, p. 2. 25 Víctor Figueroa, "Acumulación y Universidad bajo el Subdesarrollo", en Reestructuración social y Universidad, coed. Maestría en Ciencia Política-LII Legislatura del Estado, Zacatecas, 1989, pp. 49-51. 19 En suma, por encima de algunas inconsistencias y limitaciones de los Resolutivos del Congreso General de Reforma en la UAZ, es evidente que a través de ellos se delinea una ruta de cambio sustancialmente distinta a la restrictiva y perversamente selectiva senda neoliberal. La Intromisión del Gobierno Estatal La renovación de autoridades universitarias llevada a cabo entre mayo y junio de 2000 coincide con el inicio de la fase ejecutivo-operativa de la Reforma; motivo por el cual debía apegarse a las nuevas normas colectivamente acordadas. Empero, el proceso electoral, al no ceñirse al espíritu de la transformación institucional que se buscaba, acabó por desvirtuar y truncar los avances logrados hasta ese momento en la perspectiva de la Reforma. En el corazón de este montaje subyace la abierta injerencia del gobierno estatal en contubernio con su partido (en este caso, el PRD) y ciertos grupos político-universitarios; cuestión que evidencia, una vez más, lo nefasto que resulta sacrificar el desarrollo académico institucional de las universidades públicas en aras de satisfacer mezquinos y miopes apetitos de control político extrauniversitarios. La estrategia urdida en esta oportunidad por el gobierno monrealista, puede delinearse como una "jugada a tres bandas". Primera. El gobernador alienta la candidatura de Rogelio Cárdenas Hernández, hermano de Raymundo Cárdenas, ex-Secretario General de gobierno y a la sazón candidato al Senado por el PRD, al permitir el apoyo de algunos funcionarios de su gabinete a dicha candidatura. Esto lo hace, a pesar de que en el mes de febrero de 2000, cuando le fue presentado el proyecto de Nueva Ley Orgánica para la UAZ, se comprometió públicamente a que ningún funcionario de su gobierno intervendría en las elecciones universitarias. Es 20 importante consignar que la candidatura de Cárdenas Hernández contó, además, con el apoyo del Rector saliente, quien no sólo puso a su disposición todo el apoyo institucional y extra-institucional (redes corporativas y clientelares), sino que promovió la trasgresión de la legalidad e institucionalidad universitarias a su favor. Segunda. Mientras los ataques de las fuerzas democráticas se dirigían contra Cárdenas Hernández, el Gobernador promueve subrepticiamente otra candidatura: la de Rafael Medina Briones, primo de Amalia García Medina (y, por lo mismo, inmune a posibles ataques del interior del PRD). Se trata de un personaje gris de la vida universitaria, sin trayectoria académica. La campaña de Medina Briones fue financiada multimillonariamente desde las oficinas de gobierno del estado, con la visible participación del Secretario General de Gobierno y el Secretario Particular de Monreal. Se trató, en esencia, de una campaña "light", sin contenido, de venta de imagen y compra del voto, que arrancó con siete meses de anticipación al inicio formal de la contienda electoral. Con esta maniobra se intentaba colocar a un "títere" en la Rectoría de la UAZ, fácil de controlar, con la pretensión de extender el dominio monrealista hacia el ámbito universitario. No debe soslayarse el hecho de que, en un desliz frente a las cámaras de televisión local, el propio Gobernador reconoció públicamente la participación de sus dos funcionarios más cercanos (ninguno de los cuales tiene relación laboral con la UAZ) en respaldo a la candidatura de Medina Briones. Tercera. Para afianzar su estrategia, Monreal jugó una tercera carta: fomentar, en la víspera del proceso electoral, la creación de la asociación "Francisco García Salinas". Se trataba, claramente, de una movida de ajedrez tendiente a dividir a la oposición real, conformada por las fuerzas democráticas que conviven al seno de la UAZ para cerrar así el paso a la principal fuerza opositora, que a su vez había figurado como la principal 21 impulsara del proceso de Reforma: Cambio Universitario. El gestor de esta acción táctica fue premiado por el gobernador con una candidatura al Senado de la República (impuesta a la base del PRD local) y posteriormente, con la presidencia estatal de dicho partido. La invitación a integrar la asociación se hizo seleccionando cuidadosamente a un sector de simpatizantes de Cambio Universitario. En su acto inaugural la asociación dijo haber sido creada sin fines electorales; sin embargo, muy pronto mostró su verdadero propósito: promover la candidatura a la Rectoría del recientemente electo Secretario General del Sindicato del Personal Académico de la UAZ. Aunque la primera apuesta de Monreal era claramente a favor de Medina Briones, quien finalmente accede a la Rectoría —en medio de serios cuestionamientos a la legalidad del proceso electoral— es Rogelio Cárdenas Hernández. Falto de legitimidad interna, se convierte en presa fácil de las aspiraciones monrealistas de control de la UAZ. Y peor aún, este resultado coloca a la institución universitaria en el epicentro de las pugnas políticas al interior del PRD, reeditando —aunque bajo nuevas siglas— el proyecto de universidadpartido, en una clara regresión que, en los hechos, anula los avances del proceso de Reforma. La Tentativa de Contrarreforma emprendida por la Nueva Administración Desde la toma de posesión de Rogelio Cárdenas Hernández, la injerencia del gobierno monrealista y el partido en el poder en los asuntos universitarios se hace presente, bajo formas tan burdas como ajenas a la dignidad y espíritu universitarios. Entre otros, los siguientes hechos son ilustrativos del nuevo escenario: 22 • La inclusión de la UAZ en el itinerario de “visitas sorpresa” del Gobernador a dependencias oficiales.26 • La presencia del Rector como figura decorativa en actos oficiales poco relacionados con el quehacer universitario. • La entrega “a domicilio” de un Doctorado Honoris Causa a Fidel Castro Rus, en cumplimiento de un compromiso público previo del PT (hasta entonces aliado del PRD) y sin que para el efecto se contara con una reglamentación interna. Se trató del primer reconocimiento de esta naturaleza otorgado por la UAZ. Para el acto protocolario celebrado fuera de los recintos universitarios, viajaron a Cuba, en un vuelo charter especial, un nutrido contingente de universitarios (incluyendo al Rector y al Secretario General), funcionarios públicos (encabezados por el propio Gobernador de la entidad), dirigentes partidistas del PRD y PT, así como representantes del Congreso del Estado y del Poder Judicial. Llamó en especial la atención el discurso incendiario, impropio de un funcionario universitario y desproporcionado, rayando en el ridículo, de Alfredo Femat Bañuelos, Secretario General de la UAZ, el cual: Ante casi 50 mil espectadores mexicanos y cubanos ... llamó a los estadounidenses “ilusos, si es que piensan que para existir y pensar se necesita su autorización. Quién diablos les autorizó a los gringos decir a los demás países como deben ser, si ellos tienen un presidente ilegal, ya que fue un fraude el proceso electoral”. Luego se comprometió, en cuanto regrese a Zacatecas, a solicitar al Consejo Electoral del Instituto Federal Electoral que interponga un “recurso de desaprobación” por los resultados del proceso electoral de los Estados Unidos.27 • El traslado a la UAZ de las pugnas internas del PRD. Un ejemplo claro de ello fue haber impulsado la huelga en la UAZ en el mes de febrero de 2001 (mediante falsas 26 27 Imagen y El Sol de Zacatecas, 22-IX-2000. Imagen, 12-II-2001. 23 promesas e ignorando demandas atendibles del SPAUAZ) con el avieso propósito de enfrentar a los universitarios con el gobierno estatal, en la perspectiva de favorecer posiciones del grupo que lidera su hermano, el senador Raymundo Cárdenas Hernández, en el marco del proceso electoral para la renovación de diputaciones locales y presidencias municipales. • La precandidatura del Secretario General a la Presidencia Municipal de Zacatecas por el PRD, sin haber solicitado siquiera licencia a su cargo en la UAZ. Para garantizar sus fines de instrumentación político-partidaria, tanto el Rector como el Secretario General despliegan una estrategia de control interno en dos vertientes complementarias. Por un lado, crean de facto el colectivo o club de directores (en tanto órgano “suprainstitucional” no contemplado en la nueva estructura de gobierno universitario) y, por el otro, promueven el divisionismo y la dispersión, mediante la alimentación y perpetuación —o creación artificial— de conflictos al interior de las diferentes Unidades Académicas así como en otros planos de la vida universitaria. Se trata, en el fondo, de una tentativa de desarticular los órganos colegiados o colectivos de conducción y crear una nueva base de legitimidad y control internos, que modifica drásticamente la forma de conducción avizorada y sancionada por la comunidad universitaria en el proceso de Reforma. A este respecto, es pertinente subrayar que no se ha avanzado un ápice en el proceso de integración de las Áreas Académicas y sus respectivos Consejos, así como tampoco en la debida integración y funcionamiento de la máxima instancia de gobierno de la UAZ: el Consejo Universitario. Lo anterior viene acompañado de la instauración de un sistema de privilegios a la burocracia: pagos excesivos de sueldos y compensaciones a Directores y funcionarios, a lo que se suma un crecimiento de los puestos administrativos que desborda, con mucho, el 24 organigrama vigente; todo ello sin la autorización del Consejo Universitario. En contrapartida, se da un trato despótico —aunque con cierta selectividad— hacia el sector docente, desmantelando, en la práctica, prestaciones contractuales y, particularmente, aquellas que tienen que ver con el estímulo al desempeño académico. A la sazón, el sector más afectado corresponde a lo que podría considerarse como el “núcleo duro” de la comunidad académica, en el marco de una prolongación de la estrategia divisionista con tintes claramente populistas.28 Muy relacionado con la orientación político-partidaria impresa a la conducción universitaria, es importante destacar que la Rectoría no es portadora ni impulsora de un proyecto académico: el Plan de Desarrollo Institucional ofertado por Cárdenas Hernández en su campaña electoral, además de sus claras debilidades académicas —que, por cierto, fueron agudamente señaladas por la propia SEP—, en la práctica no se aplica. En este plano, la actuación Rectoral se ha limitado a mostrar selectivamente algunos logros de los universitarios, obtenidos sin su respaldo y, las más de las veces, a pesar suyo. Otro rasgo de la conducción ‘rogelista’ es que no concibe a la Rectoría como esfera representativa de los intereses de la comunidad universitaria ante los gobiernos federal y estatal, sino al revés: como emisaria de éstos frente a los universitarios, propiciando una dinámica disgregadora al interior de la institución, en vez de cohesionadora. Esto, desde luego, no es un rasgo nuevo ni ajeno a las autoridades burocráticas de otras universidades públicas del país. Lo que en todo caso resulta inusitado e incongruente, es que sea impulsado por un gobierno y partido que se dicen de izquierda o democrático-populares. 28 Ante el enérgico reclamo de un grupo docentes del pago de siete meses de adeudo correspondientes al Programa de Apoyo a la Carrera Docente, el Rector califico de “excluyente” la demanda y sugirió la distribución equitativa de ese fondo a todos los docentes de la UAZ haciendo a un lado las diferencias en productividad. 25 Finalmente, vale la pena llamar la atención acerca de la función clave, de control político, asignada por la Rectoría y la Secretaria General —siguiendo lineamientos similares a los establecidos por la administración petista anterior— al manejo de los recursos institucionales. En este sentido, la desviación de partidas presupuestales y su utilización oscura, arbitraria e irresponsable, bajo pautas patrimonialistas, se ha convertido en una práctica cotidiana. A esto se aúna la abierta incapacidad de la Rectoría para la gestión académico-administrativa, la cual ha sido reducida al simple usufructo del presupuesto universitario con fines político-partidarios. Es posible concluir, en síntesis, que el sello distintivo de la administración encabezada por Rogelio Cárdenas Hernández ha sido contraria al contenido y espíritu de la Reforma y pertinaz promotora —a extremos oprobiosos— del proyecto de universidadpartido. Como corolario, tal estilo de conducción ha llevado a extremos insostenibles la profunda crisis multidimensional que venía arrastrando la UAZ. La Imposición de un Nuevo Marco Legal Contrario a la Reforma Universitaria Entre los eslabones clave de la estrategia monrealista en el ámbito universitario, figura la imposición de un marco legal ad hoc diseñado, engañosa y calculadoramente, para afianzar y perpetuar sus pretensiones de control e instrumentación político-partidaria de la UAZ. Tal intencionalidad se expresa, desde un primer momento, en la manera como el Congreso del Estado (que en todo momento da muestras fehacientes de estar al servicio del Ejecutivo) manipula la agenda para la discusión, modificación y aprobación del proyecto de Ley Orgánica enviado por el Consejo Universitario. Tómese en consideración que por espacio de casi año y medio, se le mantuvo en la “congeladora”, para sacarlo de allí y 26 aprobarlo “al vapor” hasta el 5 de junio de 2001, en un momento de desmovilización de los universitarios (i.e. al inicio del periodo de exámenes semestrales).29 Los artífices de esta maniobra y de las modificaciones sustantivas realizadas al proyecto original de Ley Orgánica fueron la tríada: Ejecutivo-Congreso del EstadoRectoría. No puede negarse, en este sentido, la responsabilidad del Rector en el papel de “negociadores” que la Legislatura otorgó —como se desprende del texto de la exposición de motivos de la Ley que finalmente fue aprobada— a la comisión designada por el Consejo Universitario, la cual estaba autorizada sólo para escuchar y hacer aclaraciones, nunca para acordar o negociar modificaciones a nombre de los universitarios. Con ello se violenta, asimismo, el artículo tercero Constitucional, al imponerse a la UAZ —al margen y sin el consentimiento del Consejo Universitario— una forma de gobierno diametralmente distinta a la planteada por la comunidad universitaria en los Resolutivos del Congreso Integral de Reforma. Los aspectos nodales que dan cuerpo a la Ley que finalmente fue aprobada por el Congreso del Estado y que difieren diametralmente del proyecto enviado a la Legislatura por el Consejo Universitario, son: 1. Eliminar el principio de revocación del mandato (artículo 22) a fin de fortalecer a la burocracia universitaria y, en especial, al “club de directores”. En similar tenor apunta la inclusión de la posibilidad de reelección (artículos 16, 18, 38, 42, 46 y 51) y, en general, el abandono de los principios de la democracia directa, que son consustanciales al quehacer académico. 29 Es importante consignar la desinformación, desinterés e incluso apatía con la que la mayoría de los universitarios, incluso quienes participaron activamente en la Reforma, enfrentaron este proceso. 27 2. Relegar a los responsables de los Programas Académicos a un papel totalmente subordinado frente a los directores, minando con ello la capacidad de autogestión de la comunidad académica y desvirtuando el papel de tales entidades en tanto células básicas —conforme a la concepción plasmada en los Resolutivos del Congreso Integral de Reforma— de la organización universitaria (artículo 53 fracción III). Esta modificación apunta también al fortalecimiento del “club de directores”. 3. En sentido similar se restringe a los consejos académicos de Unidad la facultad de asignar cargas de trabajo, al condicionar, en última instancia, su aprobación a la sanción del Rector, con la mediación del Director (artículo 47 fracción VII). Aparte del excesivo burocratismo implícito en esta medida, se contribuye mediante ella a una injustificada y desmedida concentración del poder en manos del Rector. 4. Convertir al Tribunal Universitario en una instancia suprainstitucional, situándola por encima del Consejo Universitario y convirtiéndola en coto exclusivo de los abogados (artículo 27). 5. Otorgar al Rector atribuciones exclusivas para la contratación y rescisión de las relaciones laborales del personal académico y administrativo, en abierta violación a los contratos colectivos de trabajo (artículo 21 fracción XIII). Entre otras cosas, mediante esta atribución se acredita al Rector para llevar a cabo eventuales recortes de personal. 6. Facilitar el acceso de funcionarios públicos a cargos de representación y conducción universitaria (artículos 20 fracción I, 41 y 50). 28 Queda evidenciada así la manera como, a través del conjunto de modificaciones referidas, se aprueba una Ley ajena por completo a la perspectiva de transformación institucional delineada en los resolutivos de la Reforma, que favorece el enquistamiento de una clase político-burocrática universitaria escindida de los intereses académicoinstitucionales. Asimismo, faculta al Rector para realizar operaciones de “cirugía mayor” al seno de la comunidad, al tiempo que abre las puertas para la consolidación del proyecto universidad-partido. Un fantasma recorre la Universidad... Hacia fines de septiembre de 2001 se suscitó una guerra de declaraciones protagonizada principalmente por el Rector de la UAZ, Rogelio Cárdenas Hernández, y el Secretario General del Gobierno, Arturo Nahle García. Dada la falta de disposición del gobierno del estado para aportar a la universidad la parte que le corresponde (12%) en concurrencia con los apoyos extraordinarios provenientes del gobierno federal (que representan el 88% restante), el Rector señaló: La coyuntura política actual de los precandidatos al Gobierno de Zacatecas, de todos los partidos, ha desbordado a sus instancias y se empieza a manifestar en la UAZ y en la sociedad; tiene un impacto mayor porque uno de los precandidatos tiene relaciones familiares conmigo (Raymundo Cárdenas, mi hermano), lo que ha provocado que por intentar golpear su candidatura se golpea a la institución, por lo que hemos denunciado este juego vil”. Denunció igualmente, la insensibilidad política del Ejecutivo del Estado, Ricardo Monreal, hacia la institución que se supone es su Universidad.30 La respuesta del secretario general de gobierno, en un tono inusualmente agresivo, no se hizo esperar: Las palabras del rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas Rogelio Cárdenas Hernández carecen de veracidad y sustento, ya que Gobierno del Estado está cumpliendo sus compromisos y el dinero no se aporta por tintes políticos; los esfuerzos 30 El Sol de Zacatecas, lunes 1º de octubre de 2001. 29 financieros de la entidad y la federación hacia la institución debieran reflejarse en su mejoramiento, tomando en cuenta que es importante una reestructuración integral, ya que [la UAZ] no puede seguir siendo una fábrica de desempleados... Insistió en que: Es importante que en la educación, y sobre todo en educación superior, se haga un trabajo sin telarañas [...] La UAZ está urgida de una reestructuración profunda, seria, una revisión a fondo tanto de su situación tanto académica como financiera y en ello no hay pretextos, se sabe que los recursos siempre resultan insuficientes pero también se entiende que hay muchas cosas que se pueden hacer no necesariamente con dinero.31 El principal mérito de esta guerra de declaraciones radica en haber evidenciado, ante la opinión pública, la crítica situación financiera por que atraviesa la UAZ así como la urgencia de atacar a fondo el problema. En esta perspectiva resulta crucial tener presente lo siguiente: 1. Desde que se implanta el proyecto de universidad-partido en la UAZ, los intereses de control político del grupo (o alianza de grupos) en el poder han sido un factor determinante en la conducción universitaria, especialmente en lo referente a: i) la política de crecimiento de las plantillas de docentes y administrativas; 32 ii) las decisiones relativas a la apertura de nuevos centros o la eventual desconcentración geográfica de los ya existentes, y iii) la proliferación de puestos burocráticos. 2. Tal forma de conducción, además de erosionar profundamente la institucionalidad —en la medida que supone la cotidiana trasgresión de la legislación y normatividad universitarias—, ha venido a agravar los ya de por sí devastadores efectos de las políticas restrictivas del gobierno federal hacia las universidades públicas. En efecto: 31 El Sol de Zacatecas, martes 2 de octubre de 2001. Así por ejemplo, de un total de 1,846 profesores que en 2000 integraban la plantilla docente la UAZ, únicamente 1,207 estaban respaldados por la SEP. 32 30 l Mientras que el financiamiento a las universidades públicas estatales provino, en promedio, en un 60% del gobierno federal, 29% de los gobiernos estatales y 11% de ingresos propios entre 1994 y 1999, en el caso de la UAZ las proporciones fueron de 86.3%, 12.6%, y 1.1%, respectivamente.33 AÑO 1994 1995 1996 1997 1998 1999 Total 100 100 100 100 100 100 MÉXICO: DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DE LOS INGRESOS DE LAS UNIVERSIDADES PÚBLICAS ESTATALES Y LA UAZ, 1994-1999 N A C I O N A L U A Z Federal Estatal Propios Total Federal Estatal 59.7 28.7 11.7 100 85.4 11.6 58.8 27.3 13.9 100 85.0 11.2 58.4 28.1 13.5 100 85.6 11.7 58.4 28.1 13.5 100 86.5 11.8 57.4 28.2 14.4 100 86.8 11.8 59.6 29.4 11.0 100 86.3 12.6 Propios 2.9 3.8 2.7 1.7 1.3 1.1 Fuente: Cálculos propios con datos de Rubio Oca Julio, Ma. del Carmen Silva Espinosa y David Torres Mejía, Acciones de Transformación de las Universidades Públicas Mexicanas, 1994-1999, ANUIES, Libros en Línea, México, 1999 l En correspondencia con lo anterior, las universidades de Nayarit, Durango, Colima, Sinaloa y Zacatecas, fueron las que menos apoyo recibieron de sus gobiernos estatales. l Por su parte, la universidad Nicolaíta y la de Zacatecas fueron las que menos recursos propios generaron. l Más aún, entre 1994 y 1999 los ingresos de la UAZ, no sólo no crecieron, sino que disminuyeron en términos reales, en un 9.7 %. Se trata del único caso de esta naturaleza en todo el país. 33 Jaime Santillán Rojas, Op. Cit., p. 159. 31 MÉXICO: EVOLUCIÓN REAL DEL INGRESO PÚBLICO ORDINARIO DE LAS UNIVERSIDADES PÚBLICAS ESTATALES, 1994-2000 (EN MILES DE PESOS DE 1994) 2000 TMC 1994-2000 4.7 AÑO I N S T I T U C I Ó N 1994 1995 1996 1997 1998 1999 Universidad Autónoma de Aguascalientes 60923 53548 51132 57587 70598 77492 81162 Universidad Autónoma de Baja California 218351 174959 162772 193911 198680 214759 228909 0.7 Universidad Autónoma de Baja California Sur 37346 30602 28633 31991 33052 36211 39102 0.7 Universidad Autónoma de Campeche 49601 42104 38508 43757 50426 54905 56813 2.1 3.7 Universidad Autónoma del Carmen 27889 24544 22675 26263 29997 33976 35084 Universidad Autónoma de Coahuila 206690 165547 154098 167437 190485 203380 214962 0.6 Universidad Autónoma de Colima 121750 96452 91063 104289 116452 130734 139653 2.1 Universidad Autónoma de Chiapas 83364 71902 64312 72115 83085 88358 94039 1.8 Universidad Autónoma de Chihuahua 104350 87254 82543 87580 98547 108199 115694 1.6 Universidad Autónoma de Ciudad Juárez 88204 73367 73965 78936 87961 98615 104012 2.6 Universidad Juárez del Estado de Durango 79231 66606 66761 75772 73039 78616 84339 0.9 Universidad de Guanajuato 122338 106739 102909 115550 133378 143220 151377 3.4 Universidad Autónoma de Guerrero 151519 125463 121191 142095 138399 147533 157793 0.6 Universidad Autónoma de Hidalgo 73886 61810 61415 70237 78781 91527 98601 4.8 Universidad de Guadalajara 619371 528223 540900 617337 660104 689115 727104 2.5 Universidad Autónoma del Estado de México 186722 165529 160434 182218 205765 229290 240074 4.1 Universidad Michoacana de San Nicolás de H. 168764 144822 148789 161155 178158 196477 206783 3.2 Universidad Autónoma del Estado de Morelos 79998 64275 58106 65768 75118 88490 90726 1.9 Universidad Autónoma de Nayarit 91357 74886 71674 77258 84994 90099 97011 0.9 Universidad Autónoma de Nuevo León 642463 519531 503306 547705 583513 615590 642924 0.0 2.0 Universidad Autónoma B.J. de Oaxaca 67027 55100 50898 56807 64553 73604 76192 Universidad Autónoma de Puebla 295846 249018 253470 289411 317899 339982 361615 3.2 Universidad Autónoma de Querétaro 84082 73138 73456 84746 91201 98375 105558 3.6 Universidad Autónoma de San Luis Potosí 176040 143599 132750 144819 154826 171529 187203 0.9 Universidad Autónoma de Sinaloa 326597 274743 264912 296879 322155 336015 354098 1.2 Universidad de Sonora 143746 123561 113469 130115 146199 160446 169433 2.6 Instituto Tecnológico de Sonora 52734 44319 40914 47760 56058 61725 64897 3.3 2.0 Universidad “Juárez” Autónoma de Tabasco 95580 78125 71630 82011 93588 102153 108864 Universidad Autónoma de Tamaulipas 305263 258326 239537 267783 287754 306428 325544 0.9 Universidad Autónoma de Tlaxcala 45490 37351 36178 42667 47478 51322 55742 3.2 Universidad Veracruzana 404811 340572 331135 367063 407671 436172 458148 1.9 Universidad Autónoma de Yucatán 151578 129286 124968 132112 143821 151741 161649 0.9 Universidad Autónoma de Zacatecas 135283 109459 102562 110659 115525 124357 130920 -0.5 22973 24243 26331 6.0 6192354 1.7 Universidad de Quintana Roo TOTAL 18584 18134 16649 19362 5516779 4612897 4457715 4991156 5442231 5854675 Fuente: Cálculos propios con datos de SEP, Estadísticas Educativas, Página Electrónica, México, 2001. l En el mismo periodo, el promedio nacional del ingreso de las universidades públicas les fue proporcionado, en un 88 %, por la vía del subsidio ordinario, y sólo el 12 % restante a través de los distintos programas de apoyo extraordinario, en 32 tanto que la UAZ recibió el 95 % de sus ingresos por concepto de subsidio ordinario, y sólo el 5 % restante por la vía de apoyo extraordinario, lo cual pone de manifiesto asimismo su limitada capacidad para concursar por este tipo de fondos.34 3. Todo lo anterior se traduce en una creciente incapacidad financiera de la institución para soportar el normal desarrollo de sus actividades académicas, a grado tal que los incumplimientos en el pago de prestaciones contractuales se ha convertido en una práctica cotidiana, que amenaza con poner en entredicho la capacidad de la institución para solventar, incluso, los salarios del personal docente y administrativo. 4. Por si fuera poco, el delegado del ISSSTE en el estado informó recientemente acerca de una supuesta decisión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en el sentido de descontar de las ministraciones correspondientes al subsidio federal que recibe la UAZ, el pago del adeudo acumulado desde 1991 por 300 millones de pesos que ésta tiene con ese instituto de seguridad social. En aquel año, el entonces gobernador, Genaro Borrego Estrada, negoció, con la anuencia de las representaciones sindicales, el ingreso de los docentes y trabajadores administrativos al régimen del ISSSTE, bajo el supuesto compromiso de que el gobierno del estado cubriría las aportaciones de los trabajadores al instituto. En la medida que tal acuerdo no se hizo constar por escrito, no fue reconocido por los sucesivos gobernadores, Arturo Romo Gutiérrez y Ricardo Monreal Ávila. Esto —siguió diciendo Navarro Munguía—, ocasionaría a la casa de estudios una crisis financiera que derivaría [en la eventual] cancelación del pago completo de salarios a maestros y trabajadores, ...hasta una parálisis en las actividades docentes por falta de recursos.. 34 Jaime Santillán Rojas, Op. Cit., pp. 129-174, passim. 33 En todo caso, la supuesta decisión de la SHCP no ha sido notificada oficialmente a la universidad, ni, afortunadamente, puesta en práctica. Pero como es de suponerse, si esta información se viera confirmada por los hechos, pondría en riesgo, ya no sólo el rumbo, sino la viabilidad misma de la UAZ. Con todo, queda claro que los universitarios zacatecanos enfrentan hoy día la delicadísima responsabilidad de convertir en realidad el proyecto académico e institucional contenido en los resolutivos de su proceso general de reforma y, al mismo tiempo, conjurar el fantasma del colapso financiero. Los Escenarios Previsibles De lo hasta aquí expuesto, es posible prever que se está creando un contexto al interior de la UAZ propicio para “legitimar” y/o “justificar” —sobre todo externamente— la asunción de medidas radicales de “cirugía mayor”35 y convertir al Rector en el brazo ejecutor de las reformas impulsadas desde arriba y desde afuera por la SEP. Bajo este escenario el Rector se colocaría como vanguardia de las reformas neoliberales en la UAZ en dos vertiente: a) reducción de personal (aunque pensando tal vez en una operación quirúrgica con lente político-partidista) y b) desmantelamiento de prestaciones laborales. Todo esto con la intención de “hacer méritos” que lo proyecten hacia una carrera política extra-universitaria. Este escenario subestima, sin embargo, la posible reacción de la comunidad universitaria y particularmente del núcleo “duro” de los académicos, que es uno de los sectores que, en los cálculos políticos de la Rectoría, es apático y puede ser fácilmente neutralizado. No debe perderse de vista tampoco que la SEP tiene también una cierta 35 En declaraciones al Sol de Zacatecas, el Gobernador del Estado, Ricardo Monreal Ávila, expresó: “Creo que la universidad requiere una cirugía mayor” (14-VII-2001). 34 intencionalidad académica, aun sea en los estrechos horizontes de la política neoliberal, que en el escenario rogelista es desdeñada o, al menos, no tomada en cuenta con la debida seriedad. Para valorar los posibles escenarios que se abren a partir de la actual coyuntura, debe tenerse presente que el Secretario General acaba de renunciar al PRD para reintegrarse al PT. Esta situación plantea, al menos, dos interrogantes: ¿hasta qué punto dicho viraje enfila a la UAZ hacia una disputa entre partidos? o ¿dicha mudanza puede considerarse como un elemento que precipitó la decisión de Cárdenas Hernández de lanzarse a fondo en su proyecto personal y político-partidista? Los Desafíos Actuales Más allá de los escenarios perfilados, es temprano aún para precipitar vísperas sobre cuál será el derrotero final de la UAZ. La moneda está en el aire y la disyuntiva continúa siendo: permitir que continúe su instrumentación partidaria —lo que sólo augura un mayor grado de hundimiento y degradación institucional— o retomar crítica y creativamente la senda prefigurada en los resolutivos del Congreso General de Reforma. En está última perspectiva, varios son los desafíos a enfrentar: A corto plazo • Contrarrestar la política divisionista y disgregadora impulsada desde la Rectoría, mediante —entre otras medidas— la construcción y re-construcción de rasgos de identidad que posibiliten cohesionar, desde abajo, y movilizar a la comunidad universitaria en torno al reencauzamiento del proceso de Reforma. • Muy relacionado con lo anterior, impulsar liderazgos académicos y la conformación de cuerpos colegiados, aprovechando los márgenes de maniobra concedidos por la 35 nueva Ley Orgánica. Para el efecto, resulta fundamental avanzar en el proceso de integración de las Áreas Académicas y la debida conformación y funcionamiento de los cuerpos colegiados en todos los niveles, comenzando por el Consejo Universitario. • Acotar, al menos en lo que marca la nueva Ley, las funciones del Rector en relación con el manejo del presupuesto universitario. Resulta fundamental, en esta perspectiva, evitar que continúe haciéndose un manejo discrecional de los recursos universitarios, recurriendo a las instancias internas y judiciales a que haya lugar. • Limitar, a través del Estatuto General y otras esferas de reglamentación interna, las atribuciones de la Rectoría en materia contractual y de rescisión de relaciones laborales. A mediano y largo plazos • Propiciar una participación más activa de los estudiantes en tanto agentes de la transformación institucional. No debe perderse de vista que las conquistas democráticas más importantes de la UAZ así como de la mayoría de las universidades del país y de Latinoamérica, han sido producto de movimientos estudiantiles. • Superar el falso dilema entre lo cualitativo y cuantitativo introducido por la lógica neoliberal. En este sentido, resulta fundamental que la UAZ avance simultáneamente en una cruzada por la calidad y por el crecimiento, procurando alcanzar la meta de la universalidad, formando crítica, competente y creativamente a un número cada vez mayor de jóvenes zacatecanos. • Contrarrestar la férrea institucionalidad fincada en la fórmula "evaluación + financiamiento = autonomía regulada" impuesta desde las esferas oficiales federales. 36 Para el efecto, es necesario remontar el elevado aislamiento e indefensión frente al Estado Neoliberal en el que se encuentran las universidades públicas, promoviendo su organización independiente, tanto en el plano nacional como internacional. • Finalmente, resulta imperioso avanzar en la construcción del complejo tejido social e institucional que haga posible que la creación científica y tecnológica cristalice en innovaciones que impacten efectiva y eficazmente en la esfera productiva. En este desafío se expresa una de las tareas más importantes que la universidad pública está llamada a cumplir en la perspectiva de contribuir al desarrollo nacional.36 36 La experiencia Sudcoreana representa un referente práctico acerca de las posibilidades de avanzar en esta dirección. Entre otros, ver Linsu Kim, "National System of Industrial Innovation: Dynamics of Capability Building in Korea", en Richard Nelson (ed.), National Innovation Systems. A Comparative Analysis, Oxford University Press, New York, 1993, pp. 357-383.