MÁRTIRES DE LA DIÓCESIS DE CARTAGENA QUE SERÁN BEATIFICADOS EL 13 DE OCTUBRE EN TARRAGONA D. Fulgencio Martínez García, sacerdote diocesano nacido en el pueblo de Ribera de Molina (Molina de Segura), el 14 de agosto de 1911. Recibió el orden sagrado del presbiterado en 1935. El día 18 de julio de 1936 fue arrestado en el pueblo de La Paca (Lorca), donde era párroco. Le trasladaron a Murcia el 2 de octubre. Fue condenado con la falsa acusación de traición, aunque en realidad lo fue porque era sacerdote de Cristo. En la última carta a sus padres, les manifestaba su serenidad en morir por Cristo “ofreciendo la vida en reparación de mis pecados y para que cuanto antes termine esta lucha que está ensangrentando a España”. El 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís, a cuya Orden Tercera Franciscana Seglar pertenecía desde el seminario diocesano, fue fusilado en el lugar conocido por “Campo de Tiro”, en las cercanías de la pedanía murciana de Espinardo, mientras a cara descubierta pronunciaba sus últimas palabras: “¡Viva Cristo Rey!”. D. Pedro Sánchez Barba, sacerdote diocesano, nació el 1 de julio de 1895 en la pedanía murciana de Santa Cruz (próxima a Llano de Brujas). Recibió el presbiterado en 1919. Después fue párroco en la ciudad de Murcia e ingresó en la Tercera Orden de San Francisco. Con las primeras luces del 4 de septiembre del año 1936, fue detenido por un grupo de milicianos y llevado al lugar del martirio junto con su hermano Fulgencio y Fr. Buenaventura. Una primera descarga de fusil hirió gravemente a los tres prisioneros que cayeron a tierra, siendo nuevamente fusilados y solamente Fulgencio logró sobrevivir milagrosamente, convirtiéndose así en testigo privilegiado del martirio de los Siervos de Dios D. Pedro y Fr. Buenaventura. Fr. Buenaventura Muñoz Martínez, clérigo profeso de la Orden de Frailes Menores. Nació el 17 de diciembre de 1912 en el pueblo de Santa Cruz, próximo al lugar de Llano de Brujas, (Murcia). Fue bautizado con el nombre de Baltasar Mariano. En 1930 ingresó en el noviciado de los Frailes Menores, adoptando el nombre de Buenaventura, y el año 1935 profesó los votos solemnes. El 24 de julio de 1936, a causa de la incipiente persecución religiosa, se refugió en la casa de su familia. En las primeras horas del 4 de septiembre fue arrestado en casa de sus padres y conducido al lugar del martirio, junto con D. Pedro Sánchez Barba. Su cuerpo ensangrentado y con la sonrisa en el rostro fue encontrado por sus hermanos, algunas horas después, en la carretera de Espinardo, en el lugar conocido por Cuello de la Tinaja. P. Antonio Faúndez López, sacerdote profeso de la Orden de Frailes Menores. Nació en el pueblo de La Hiniesta (Diócesis de Zamora), el 23 de julio de 1907 y fue bautizado a los dos días con el nombre de Miguel. Emitió la profesión perpetua en la Orden de Frailes Menores en 1928 y fue ordenado sacerdote el 8 de febrero de 1931. El 11 de marzo de 1936, los milicianos asaltaron el convento de Cehegín, obligando al Siervo de Dios a buscar su salvación en varios pueblos. Pero en la tarde del 11 de septiembre, mientras estaba hospedado benignamente en una casa, fue sacado de ella por los milicianos con un pretexto. Una vez en la calle, se dio cuenta de que era conducido a otro lugar para ser asesinado y comenzó a gritar “¡Viva la Virgen del Rosario!”, “¡Viva Cristo Rey!”. Alcanzado por los tiros de los milicianos, el Siervo de Dios enrojeció con su sangre las calles del pueblo de Bullas.