El sentido intuitivo Por Cyril S. Esty, Jr., F.R.C. Revista El Rosacruz A.M.O.R.C. El término intuitivo, como se usa en los muchos y variados campos del conocimiento, es uno bastante vago. Nuestro propósito es revisar algunas de estas definiciones o ideas concernientes a la intuición, como ésta se aprecia en la psicología, ciencia, filosofía y artes. Veremos que mientras estas ideas difieren en su expresión, el concepto que las respalda es casi el mismo. Empecemos, pues, con una mirada a lo que los psicólogos llaman intuición. Dicen ellos, que la intuición es equivalente al instinto o percepción interior. El instinto se dice que es una especie de trauma o shock experimentado por el individuo en su largo proceso de evolución desde los más bajos niveles de existencia. Se dice que estos shocks se imprimieron sobre la memoria y tienen su impresión en los genes de las células, lo que tiende a hacer actuar al individuo a través del reflejo. Por ejemplo, cuando una cierta circunstancia ocurre, tal como la posibilidad de quemarse la mano en el fuego, la memoria residente dentro de las células hace que reaccionemos por reflejo. En otras palabras, reaccionamos instintivamente hacia tales circunstancias. Es esta acción refleja lo que la psicología denomina como instinto o como intuición. En la psicología también encontramos el término percepción interna, término que se intercambia con intuición, y esto puede ser, desde nuestro punto de vista, una palabra algo más apropiada. La percepción interior se dice que es un juicio al que se llega sin aparente referencia a nuestros sentidos exteriores, y sin referencia a nuestra razón. La percepción interna es, por lo tanto, llamada conocimiento no razonado. Filosóficamente, casi siempre se dice que la intuición es una facultad de la mente humana, que es diferente de la consciencia de las impresiones sensorias y conclusiones a las que se llega a través de la razón. El filósofo Emmanuel Kant confirmó sobre la intuición una cualidad que llamó conocimiento "a priori". Pensó que existía una síntesis o poder combinado de la mente que arreglaba o ponía en orden nuestras experiencias, de lo que podíamos discernir la verdad real. Por su parte, John Locke, filósofo inglés, implicó que no había conocimiento innato. Dijo: "Cuando los hombres han encontrado ciertas proposiciones generales de las que no pudieron dudar apenas las entendieron, fue un camino corto y fácil el inferirlas innatas". Existe una idea más que quisiéramos presentar, proveniente del muy conocido filósofo Descartes. Dijo él que la intuición era “la percepción de un espíritu atento, tan definida y clara que ninguna duda permanece en ella en cuanto a lo que entiende y que es más segura que la razón porque es más simple que la deducción en sí”. Creo que podemos ver a través de esto que en el sentido filosófico la intuición es la inmediata y repentina comprensión del conocimiento total y llevando aquella cualidad que denominamos auto evidencia. La ciencia, ahora, divide la intuición en categorías a través de las cuales la facultad se manifiesta. Entre los usos más frecuentemente aceptados del término están la intuición como percepción rápida, imaginación, razón y evaluación abreviada o juicio correcto. Un sabio puede no tener ninguna concepción clara del mecanismo de la intuición, pero es bastante evidente en los diferentes descubrimientos científicos. En la primera categoría: la intuición como percepción, la mente capta rápidamente la naturaleza del objeto o el evento percibido. La palabra clave, aquí es rápido, porque se siente que el reconocimiento del objeto o evento previene a la razón, dada la rapidez con que podemos identificarlo. El eminente matemático, Karl Gauss, dijo: "He tenido mis soluciones por un largo tiempo, pero no sé aún cómo he de llegar a ellas". Sentimos que sabemos una cosa cuando ésta gana nuestro asentimiento legítimo en términos de nuestra aprobación intuitiva. La ciencia dice que la intuición como imaginación es la habilidad representativa, o, en otras palabras, la habilidad de crear imágenes mentales en la pantalla de la consciencia. El doctor Mario Bunge, en su libro Intuición y Ciencia, dice: “Hablamos de la imaginación creativa (como intuición) cuando nos referimos a la introducción de nuevos conceptos, cuando tenemos una nueva idea, aun si la idea es nueva solamente en relación con nuestro "stock" de ideas. Esto, ciertamente, no es la intuición de los filósofos, que según se dice agarra algo que se asume ya existió antes del tema” parece ver aquí solamente la nueva idea e ignora el mecanismo a través del cual se manifiesta. La intuición, como razón, se dice que es el poder de síntesis por el cual la mente combina elementos desiguales o cosas anteriormente desperdigadas, a un total unificado o armonioso. El ingeniero Rudolf Diesel habló acerca del proceso creativo en relación a su invento. Dijo: "Un invento consiste en dos partes: la idea y su ejecución. ¿Cómo se origina la idea? Puede ser que a veces surja como una centella; pero, usualmente, después de laboriosa búsqueda se llenará de innumerables errores; y, a través del estudio comparativo, gradualmente separará lo esencial de lo no esencial, y lentamente impregnará los sentidos con una aún más grande claridad, hasta que al fin se convertirá en una clara imagen mental". La última de estas categorías es la intuición como valuación. En este sentido, la intuición es vista como el llamado juicio firme, un discernimiento o percepción interior y el rápido y correcto juicio de la importancia y valor de un problema o idea. Cuando un juicio de valor es formulado después de un rápido examen de dos o más alternativas, hipótesis o técnicas, y si prueba ser exitoso para el sabio, entonces él habla de la intuición. Estos son algunos de los modos en los que la literatura de la ciencia usa el término intuición. Notamos que en casi todos los casos es la rápida o repentina aprensión, percepción o valuación del conocimiento, lo que en verdad se dice que es intuitivo. Los budistas Zen, en sus esfuerzos por pasar más allá del intelecto, han puesto énfasis en la experiencia del momento. Aborrecen la idea de la deliberación, en este sentido, y sienten que la reflexión no debería interferir con lo inmediato de la respuesta. Del mismo modo que el sonido no espera ser escuchado cuando el badajo golpea la campana, el hombre debería desarrollar esa consciencia de la mente que enfoca la experiencia infinita en intuición instantánea. De esta manera la intuición salta a una acción inmediata. Un excelente ejemplo de esto se puede ver en la película de AMORC, "El Arte Místico del Japón". El artista, Takahito Mikami, un adherente de la escuela Sumiye de pintura, trabaja con una velocidad y precisión que parecen imposibles. El trabajo es llevado a cabo sobre papel de arroz, tan delgado, que la más leve duda puede originar que se rasgue. Los brochazos son rápidos y decisivos y no puede haber retoques. Los temas son siempre una personificación del movimiento que muestra la constante transformación de la naturaleza y la libre expresión de las impresiones intuitivas del artista. En su libro Intuición Creativa en el Arte y Poesía, el filósofo Jacques Mantain, dice: "En el arte, música y poesía, el sentir y la intuición no son pasadas al público, sino más bien son evocadas dentro de él. El lenguaje poético causa una disposición de ánimo. Observamos su encanto en un poema, pintura, sinfonía o ballet". Él parece sentir que el significado, la realización de la belleza, se alza dentro del que mira, como una intuición. Ahora, procediendo desde estas consideraciones, nosotros miramos nuestro propio punto de vista que concierne con la naturaleza de la intuición, y de cómo puede ser desarrollado. Pero, antes de que nos fijemos en este principio, sería sabio darnos cuenta de que la intuición no es más que uno de los muchos principios básicos, operativos, de la mente del hombre. Usted puede preferir llamarlos facultades o funciones de la mente. En cualquier caso, repasemos estos principios de manera que podamos colocarlos en una correcta perspectiva. ¿Cuáles son estos principios varios, básicos a la organización del hombre? Primero está la consciencia objetiva del hombre, el director, el iniciador, el conductor de la personalidad humana a través de las varias experiencias de la vida. Este es nuestro usual estado de auto-consciencia de todos los días. Luego, está la subconsciencia, con su completo almacén de memoria. La mente subconsciente en el hombre es un mundo interior vasto y generalmente desconocido, que está en contacto con la Mente y el Alma Universal al igual que con todo otro ser humano. El atributo principal de esta fase de mente es un potencial o propensión no crítica hacia crear. Siempre es amena a la sugestión. Por no crítica queremos significar que cualquiera que sea la sugerencia presentada por la mente objetiva, ésta es aceptada sin preguntas y llevada a cabo. Por ameno significamos que la mente subconsciente siempre está lista como lo está un campo recién arado para aceptar cualquier semilla que quiera plantarse. El tercer principio operativo dentro del hombre es aquel de la imaginación creativa, una fase de la mente subconsciente. La imaginación creativa es aquel campo fértil de ideas que se levanta dentro de la mente subconsciente cuando está estimulada por las ideas puestas por la consciencia objetiva exterior. La manera en que esto se consigue, se dice que es el razonamiento deductivo. Deducción significa, por lo tanto, que el resultado o conclusión depende de la premisa original. El proceso deductivo también se dice que es transmisible, es decir, que la aparente multiplicación de ideas resulta de la subdivisión de las ideas plantadas y las muchas elaboraciones de cada subdivisión. El cuarto principio en el hombre es aquel de la razón, una fase de la mente objetiva exterior, el origen, el productor o el inventor. Es aquella facultad que pone las cosas en orden y coloca las ideas en un sistema lógico. Una de las actividades de esta fase de la consciencia es definir y limitar ideas. Es esta facultad la que hace a cada hombre una ley en sí mismo y es como si la razón fuera la programadora del gran computador llamado subconsciente. Es la razón la que inventa, cuyo funcionamiento es llevado a cabo por el subconsciente y la experiencia es nuestra experiencia de la vida. El quinto principio o función de la mente es aquel de la síntesis o la unión de los opuestos. Esto es la relación armoniosa entre la mente objetiva externa y la subconsciencia interna. El sexto principio operativo dentro del hombre es aquel que llamamos voluntad o volición. La facultad de volición es generalmente considerada como una fuerza extremadamente positiva, una que quizás puede ser descripta por la palabra determinación. Nada, sin embargo, podría estar más lejos de la verdad. La voluntad se dice que es verdaderamente fuerte cuando tiene voluntad. Cuando tiene voluntad de permitir que fuerzas del Cósmico fluyan a través de nosotros. Esta especie de voluntad se alcanza a través de la relajación y receptividad y por medio de una singular concentración y atención mental a la presencia interior. La última de estas es la facultad de la intuición, la respuesta Cósmica a la operación de la razón. La intuición es la expresión de la inteligencia universal para el hombre a través de su entonamiento con su ser interno. Podemos luchar para perfeccionar el proceso de entonamiento para la recepción del conocimiento intuitivo, pero no la facultad de la intuición. Un modo de darle ímpetu al sentido intuitivo es con una cierta actitud de receptividad. Recuerdo nuevamente a Jacques Mantain, que dijo: “En cuanto al ejercicio operativo de la intuición poética, puede ser mejorada por una cierta humildad; no lo digo en conexión con el hombre, sino más bien en conexión con esta intuición en sí misma”. Debemos recordar, sin embargo, que un período de pensamiento activo y concentrado, usando de la facultad de la razón, tiene que preceder a nuestro período de receptividad.