Clarín Deportes 64 5/12/2001 MEDIO SIGLO DESPUES: EN LA SEGUNDA FINAL, EL EQUIPO DE AVELLANEDA GANO 1 A 0, CON GOL DE BOYE, Y SE CONSAGRO TRICAMPEON Aquella histórica definición entre Racing y Banfield Se cumplen hoy 50 años de un partido leyenda. Y le permitió a Racing festejar en el desaparecido Gasómetro de avenida La Plata. Además, fue la primera vez que un equipo chico pudo ser campeón. -------------------------------------------------------------------------------Pedro Uzquiza. DE LA REDACCION DE CLARIN A mí no me parece que hubieran pasado cincuenta años. Me da la impresión que fue ayer. Tengo presente todos los momentos previos y los dos partidos", inicia la charla Alberto Inocencio Rastelli, el primero en llegar a la convocatoria de Clarín para recordar el cincuentenario de una definición histórica: Racing y Banfield, en el viejo Gasómetro de la Avenida La Plata. Habían igualado la primera posición con 44 puntos, pero el equipo albiverde tenía mejor promedio de gol (63 goles a favor y 33 en contra, en tanto que Racing había conseguido 60 goles y le habían marcado 37) y debían jugar dos partidos. Los de Avellaneda, con el objetivo de coronarse primer tricampeón del fútbol nacional, y Banfield, con el sueño de consagrar a un equipo chico primer campeón del fútbol profesional. Los dos encuentros estuvieron rodeados de una clara connotación política. Hubo versiones de todo tipo. A Racing lo llamaban Sportivo Cereijo, por la influencia que tenía Ramón Cereijo, secretario de Hacienda del primer gobierno de Juan Perón (1946-1952) y administrador de la Fundación Eva Perón hasta 1955. Por otra parte, la esposa de Perón se interesó en el tema y no ocultó la simpatía para que un club modesto le ganara a un poderoso. En el primero terminaron 0 a 0. Después se tejieron mil historias. Pero la realidad marcó que Racing se consagró tricampeón, en el definitivo, con un formidable disparo de Mario Boyé, apenas iniciado el segundo tiempo. Después de Rastelli, se fueron sumando a la cita Domingo Capparelli y Héctor D''Angelo, integrante de una línea media de leyenda, con Eliseo Mouriño. Enseguida arribó Miguel Blanco —autor de un gol en el primer partido jugado el 1ø de diciembre, que anuló el inglés Wilbraham— y también Ezra Sued, un legendario puntero que cumplió toda la campaña en Racing (1944-1954). El Cholo Miguel Converti llegó expresamente desde Mendoza, para encontrarse con sus ex compañeros y sus ex rivales. Y, por último, el enorme respeto que mereció de parte de todos la presencia de Adolfo Mogilevsky, preparador físico de aquel equipo de Banfield, con sus "juveniles" 85 años. Los interminables abrazos dejaron lugar al diálogo. Manuel Blanco quiso aclarar antes que nada que "a nosotros no nos regalaron nada. Decían que corríamos con el caballo del comisario. Pero la única verdad es que fue un equipazo, con jugadores de gran jerarquía". "Algunos favores recibieron. Dos fechas antes de las finales, cuando fuimos a la cancha de Chacarita, en la primera jugada Federico Pizarro me dejó la marca de los tapones en el pecho y le anularon un gol a Pepe Sánchez, que nadie nunca supo qué cobró el árbitro", le responde como si todavía le durara la bronca el Cholo Converti, radicado desde 1959 en Mendoza, donde fue un técnico exitoso. "Pero no te olvidés, Cholo, que en la fecha siguiente nosotros jugábamos con Atlanta en Villa Crespo, ustedes quedaban libres y sólo alcanzamos un empate. Si ganábamos quedábamos arriba en la última fecha", recordó Alberto Rastelli. "Debo ser sincero y decir que un par de días antes del partido el plantel comió con Cereijo en el restorán El Sorrentino. No nos dio una orden. Ni siquiera fue una sugerencia, pero nos dijo que Evita prefería que el campeón fuera Banfield. Naturalmente, lo tomamos con naturalidad y salimos a ganar el partido", confesó Sued. "A nosotros nos vino a ver Ramón Apold, que era secretario de Prensa del gobierno, en el bar La Guillermina, de Banfield. Con el tiempo todas esas historias se fueron agrandando", intervino Capparelli. "Pero nosotros no éramos privilegiados. Nos pagaban las primas con vales. A mi me dieron 50.000 pesos para comprarme un Chevrolet 51, que costaba 105.000. El resto lo pagué con mis sueldos. Fue la primera vez que tuve un coche. En 1944, cuando debuté en Racing, salí de la cancha y me tomé el colectivo que iba lleno de hinchas. No sabía como podían reaccionar", aseguró Ezra Sued. Adolfo Mogilevsky trató de sacar el tema político de la charla. Llegó con el cuaderno de apuntes que todavía conserva del trabajo que hizo el plantel de Banfield el primer día de trabajo. Minuciosamente leyó cada uno de los ejercicios. Después, trató de dar las claves del éxito de Banfield: "se armó alrededor de un eje central humano: Eliseo Mouriño. Además se logró unidad en el grupo a través de las canciones. Cantando, el plantel desbordaba de alegría y también estaba vinculado con el ritmo". "Era un gran equipo. Converti y Sánchez se entendían de una manera increíble y Gustavo Albella era un delantero impresionante., con una potencia bárbara. Me comentaba Higinio García que era muy vivo para colocar el cuerpo y le pegaba de media vuelta con una dirección bárbara", apuntó Manuel Blanco. "A Albella lo conocí muy bien porque jugamos juntos en Boca. Venía de Córdoba y era muy pícaro dentro del área. Después fui a Gimnasia y en el torneo de 1949 jugué contra Racing. Pero a los dos o tres partidos me transfirieron y yo tenía miedo que mis nuevos compañeros me recriminaran las patadas que le había pegado. No quería ir a la concentración, pero me recibieron con mucho afecto. Eran todos grandes jugadores. Fue un honor jugar con ellos. Tenía dos laderos formidables: Cachito Giménez y Ernesto Gutiérrez, un verdadero lujo", apuntó Alberto Rastelli. "Ustedes tenían mejores individualidades. Era casi una Selección. Nosotros éramos más modestos. Creo que el año anterior teníamos mejor equipo. Pero, por necesidad, Banfield vendió a Grisetti y a Pizzuti. Recuerdo que ustedes venían para dar la vuelta en nuestra cancha y le ganamos 3-0 con un baile bárbaro. Y por eso estoy seguro que en 1951, con Grisetti y Pizzuti, éramos campeones", dice Converti. "El domingo se va a dar una situación parecida. Racing va por el título y Banfield está buscando salir de la zona de peligro. Espero que no se repita lo de aquella tarde, porque estos pibes de ahora se merecen lo mejor por todo el esfuerzo que ponen. Voy a la cancha y me entusiasma el fervor que despliegan. Seguro que esta vez no le van a hacer tres goles como a nosotros", aventura Ezra Sued. Lo cierto es que un misil de Mario Boyé —en ese entonces se lo conocía como El Atómico— ("Yo te daré, te daré niña hermosa, una cosa que empieza con B: Boyé") definió el partido y el tricampeonato para Racing. Banfield perdió la oportunidad de entrar en la historia. Hoy se cumplen cincuenta años y la coincidencia de que el domingo se volverán a enfrentar. En otras circunstancias, claro. Pero con la rivalidad y el deseo de revancha de la hinchada de Banfield, a pesar del tiempo, que sigue vigente en cada esquina del barrio sur. El número -------------------------------------------------------------------------------187.877 pesos es el monto que se recaudó en el segundo partido. Fue una suma récord para el fútbol profesional argentino. Qué se dijo -------------------------------------------------------------------------------HECTOR D'ANGELO En la concentración teníamos una radio trucha. Dimos la noticia que al DT Zurdo lo quería el Madrid. Casi se muere de emoción. EZRA SUED Jugué 14 años en Racing, doce en Primera. Soy hincha y esta temporada vi todos los partidos que jugó de local. Espero que sean campeones. Es un club que tiene mucho prestigio como para seguir esperando. DOMINGO CAPPARELLI Eliseo Mouriño fue un jugadorazo. Un adelantado a su época. En la cancha era el técnico. Veía todo y lo transmitía con facilidad. ALBERTO RASTELLI Mi reconocimiento en el fútbol es para Severino Varela. Cuando me lesioné, estuvo un largo tiempo cerca mío, cuidándome como a un hijo. El uruguayo era un gran ser humano. MIGUEL CONVERTI Pablo Ferretti fue uno de los mejores defensores del fútbol argentino. Un crack de verdad. Lamentablemente no tuvo el reconocimiento que merecía por sus cualidades excepcionales. MEDIO SIGLO DESPUES: LOS PROTAGONISTAS HABLAN DE LAS FINALES El recuerdo de dos duelos jugados a pura lealtad -------------------------------------------------------------------------------Pablo Cormick. DE LA REDACCION DE CLARIN Qué recuerdan de los dos partidos? —Que no debieron jugarse. Banfield era campeón por gol average y 15 días antes cambiaron el reglamento. Sin dudas fue para favorecer a Racing (Héctor D'Angelo). —Fueron muy parejos. Era claro que el que hacía un gol ganaba. Mario (Boyé) acertó y conseguimos el tricampeonato. En el primer partido me anularon un gol que había sido legítimo. Boyé metió un centro y yo metí el cabezazo, pero el Negro Graneros, que era muy vivo, empezó a revolcarse en el piso (Manuel Blanco). —El partido lo ganaron Rastelli y Guillermo Stábile. Después del gol, este señor (lo señala al Colorado) se pasó todo el tiempo en el suelo y se jugaron muy pocos minutos. Stábile entraba cada rato a la cancha (Adolfo Mogilevsky). —Profesor, yo jugué infiltrado.Estaba lesionado. No podía hace pie y por esa razón me tiraba. No se olvide que no había cambios. Pero nunca fue mi intención hacer tiempo (Alberto Rastelli). —Yo también estaba con un problema. El gol de Boyé se produjo porque yo no lo pude seguir a Gutiérrez. Sentía un pinchazo que me impedía correr. Si cortaba la jugada el partido terminaba cero a cero (Miguel Converti). —¿Recuerdan cómo fue el gol decisivo? —Vino de un saque lateral. Gutiérrez se la dio a Simes, que me la entregó. Tiré el centro, Bravo la dejó pasar y Boyé sacó un remate impresionante desde afuera del área. Fue el delirio (Ezra Sued). —En el primer partido habíamos jugado mejor nosotros, sobre todo en el primer tiempo. El segundo fue muy parejo hasta el gol. Después se perdió mucho tiempo y no pudimos llegar (Domingo Caparelli). Se despidieron. Y hubo coincidencia: "Los dos partidos se jugaron con mucha lealtad. No hubo un solo golpe intencionado. No recuerdo que Capparelli me haya pegado en ninguno de los dos partidos (Ezra Sued). Terminaron abrazados. Rastelli seguía insistiendo: "Me parece mentira que hayan pasado 50 años. Me sigo acordando de todo, como si hubiera sido ayer". Y D''Angelo seguía repitiendo que los campeones debieron ser ellos, por aquello de cambiar la regla del gol average dos semanas antes de la definición. Banfield usará la misma camiseta -------------------------------------------------------------------------------El recuerdo de la gente de Banfield de aquella posibilidad histórica de conseguir un campeonato se verá reflejado el domingo en el Banfield-Racing versión 2001. Cincuenta años después hay un par de detalles que reviven el duelo. A los dirigentes de Banfield se les ocurrió que el equipo juegue con una camiseta lo más parecida posible a la de la final de 1951. Por esto le encargó a Nanque —la empresa que le provee la ropa al club— que prepare una casaca verde con la banda blanca cruzada y botones en el cuello, como la del primera final con la Academia, en la que el equipo de Avellaneda utilizó su clásica remera celeste y blanca. En la segunda cambiaron y Banfield usó una blanca con la banda verde, mientras Racing lució una azul con una guarda blanca y celeste. Otro dato que se repite es que el partido del domingo se jugará en cancha de San Lorenzo, aunque esta vez no será en el Gasómetro de Avenida La Plata como en aquellas dos finales sino en el Nuevo Gasómetro del Bajo Flores. Con estas motivaciones extra y con la sed de revancha intacta, la gente de Banfield ya convulsionó el barrio y le pide a los jugadores que dejen todo, como para vengar la final perdida. "Desde que llegué en el 95 me hablan de esa final. Y ahora que tenemos la oportunidad de arruinarles el campeonato la gente nos pide que ganemos sí o sí" dijo el arquero Cristian Lucchetti.