PLAGAS Y ENFERMEDADES MÁS IMPORTANTES DE LAS PALMERAS. Las plagas y enfermedades más importantes son las siguientes: Hinchazón de la hoja por causa de Graphiola “falsa quema”. De las hojas de Phoenix, Chamaerops y otros salen pequeñas verruguitas (conidióforos) o hinchazones de color negro, cubiertos generalmente por espiras de 0,25 cm de longitud, de color pardo claro o por cerdas formando pincel. Los hinchamientos proyectan más tarde un polvo amarillo. Los tejidos de la hoja ocupados por los hinchamientos y sus alrededores se vuelven amarillentos. Las hojas mueren prematuramente. En la palmera Phoenix, el hongo Graphiola phoenicis Patt es el agente causal. En otras palmeras, diferentes especies del mismo género. Se aconseja retirar y quemar las hojas atacadas tan pronto como se observan los primeros síntomas de enfermedad. Pulverizar repetidas veces con fungicidas orgánicos, con adición si hace falta de mojantes. Dentro del invernadero tener cuidado que la plantación de palmeras disfrute de ambiente fresco, claro y bien ventilado; cuando en verano se las saca al aire libre, observar lo mismo. No pulverizar la planta con agua. Excluir las palmeras atacadas procedentes del comercio. Manchado de hojas por causa de Exosporium. En las hojas de Phoenix sp aparecen, al principio, manchas pequeñas, redondas, amarillentas, transparentes (“manchas de grasa”), que más tarde aumentan de tamaño y se vuelven pardas, pero rodeadas de una zona amarilla, transparente. Con frecuencia las manchas se juntan unas con otras y se transforman en grandes focos enfermos de contorno irregular y de color gris pardusco. El agente causal es el hongo Exosporium palmivorum Sacc. El método de lucha es similar al caso del hongo Graphiola phoenicis. Otras enfermedades de manchado por causa de los hongos: Colletotrichum kentiae Halst. Produce manchas más o menos grandes, pardas, claramente delimitadas y hundidas. Sobre Kentia sp.: Gloeosporium palmarum Oud., G. nanoti Pril. et del., G. rallescheri Bres. y otros. Manchas similares a las producidas por el hongo anterior; invaden a veces, también, la base del peciolo foliar, provocando la marchitez y la desecación de la hoja. Sobre diversas especies de palmera. Cylindrocladium macrosporum Sherb. Numerosas especies de hasta 2 mm de diámetro, rodeadas de un ribete claro, transparente. Sobre las plántulas de Washingtonia. Dañino en América del Norte. Pestalozzia palmarum Cke., P. phoenicis Grev. otros. Manchas pardo grisáceas, confluyentes. Sobre Phoenix, Chamaerops, Cocos y otras. y Moteado de las hojas y podredumbre del corazón (Thielaviopsis paradoxa (de Sey) V. Höhn, con su forma picnídica Ceratostomella paradoxa Dade). Amarilleo y desecación de las hojas cuyos pecíolos muestran focos de color pardo oscuro a negro que a veces se hunden, se cubren de costra y se secan. El corazón de la palmera, con su yema terminal y las bases de las hojas más jóvenes, también pueden ennegrecerse, pudrirse y morirse. En países cálidos, en especial sobre las palmas datileras. Como método de lucha se deben de cortar las partes muy afectadas y esparcir el polvo fungicida entre las partes basales de la hoja y el corazón. La podredumbre de la yema terminal. Con síntomas de marchitez pueden ser provocados por los hongos del género Phytophthora. Se debe actuar como en el caso anterior. Ácaros (Tetranychus urticae Koch, Brevipalpus phoenicis Geijs. (B. inornatus Banks) y otras). Causan, a veces, una especie de salpicaduras amarillas, amarillez y muerte de las hojas de la palmera. Trips. Chupan la savia de las hojas, que se cubren de salpicaduras amarillentas y se secan. Los más frecuentes sobre las palmeras son los siguientes: Parthenothrips dracaenae Heeg., Heliothrips haemorrhoidalis Bché., H. femoralis Reut. y otros. Cochinillas. De entre muchas cochinillas que invaden las palmeras, mencionamos las siguientes: Chrysomphalus dictyospermi (Morg.) Leon, C. ficus Ashm., Aspidiotus hederae (Vall), A. cyanophylli Sign., Diaspis boisduvali Sign., Pinnaspis aspidistrae (Sign), Eulecanium hesperidum (L.) Burm., E. Oleae (Bern.) Walk., Fiorinia pellucida Sign.; la cochinilla algodonosa Ceroputo nipae (Mask.). Gusanos barrenadores del tallo (larvas de Coleóptero) Rhynchophorus palmarum Como plantas hospedantes primarios se conoce el cocotero y la palma africana. Se considera plaga secundaria de no ser el principal transmisor del nematodos Radinaphelenchus cocophilus causante de la enfermedad anillo rojo/hoja corta en cocotero y en palma africana Abundantes riegos, sobre todo en invierno, provocan con facilidad la podredumbre de la raíz y en consecuencia la coloración parda de la punta de la hoja o de toda la hoja; en verano los mismos fenómenos pueden deberse al empleo de estiércol demasiado caliente. Plantas con raíz putrefacta aún pueden salvarse; para ello se les limpia de toda raíz enferma, espolvoreando los cortes más grandes con carbón vegetal y se las trasplanta rápidamente a un lugar con tierra arenosa. Utilizar para el trasplante macetas cuyo volumen concuerde con el de la reducida raíz, a las palmeras trasplantadas hay que proporcionarles un “pie caliente”. Cuidar siempre una buena percolación del agua. La desecación de las puntas de las hojas se presenta también cuando se trasladan repentinamente la palmeras desde el ambiente húmedo del invernadero al seco de una habitación. Por ello se recomienda lavar con frecuencia las palmeras de las habitaciones. Si se recortan las plantas secas, debe cuidarse de dejar una pequeña franja de tejido seco. La rotura de la palmera por causa de la podredumbre localizada por encima del punto de inserción de las raíces, tiene probablemente su origen en las heridas provocadas en la base de la planta por el violento arranque de las bases de los peciolos foliares. Observado en Kentia belmoreana. No se deben arrancar las bases del peciolo foliar, sino recortarlas si es necesario con una navaja bien afilada. Salpicado amarillo (“aurigo”) de las hojas. Las hojas de las palmeras del invernadero se cubren, sobre todo en otoño e invierno, cuando están dentro del invernadero, con numerosas pequeñas manchas o salpicaduras de color amarillento o amarillo pardo, transparentes o con un ribete transparente (“machas de grasa”), que, a veces, resaltan un poco. En los limbos foliares aparecen también focos algo más grandes de contornos irregulares amarillentos y transparentes. Este fenómeno se achaca al exceso de riego, simultáneo con la reducción de la transpiración y falta de iluminación. Por eso se deben de mantener las plantas en ambiente fresco y seco y colocarlas lo más claras posible. Manchas de quemaduras de sol. En las hojas de las palmeras cultivadas bajo cristal aparecen grandes manchas secas, bien delimitadas, amarillo claro, blanquecinas, con frecuencia con un ribete pardo, que se debe a la fuerte insolación. En EEUU se ha producido una muerte masiva de Phoenix canariensis por el amarilleamiento letal, enfermedad causada, al parecer, por un micoplasma o similar. Deberá evitarse la importación de palmeras de zonas donde se haya confirmado que existe esta enfermedad.