ALEXANDER SERGUÉIEVICH PUSHKIN (АЛЕКСАНДР СЕГЕЕВИЧ ПУШКИН-ALEKSANDR SERGUEEVIČ PUŠKIN) 26.05 (06. 06).1799 –29.01 (10.02).1837 Por Roberto Monforte Dupret VIDA Y OBRA Poeta, novelista, crítico literario y publicista. Es considerado unánimemente como el mayor genio de la poesía rusa de todos los tiempos. Nació en Moscú el 26 de mayo de 1799. Su padre era militar retirado y pertenecía a una de las familias más antiguas de la nobleza, cuya aparición data del s. XI, pero que a finales del s. XVIII estaba empobrecida y alejada de la corte. La madre de Pushkin era nieta del príncipe etíope Abraham Hannibal, que fue regalado por el sultán turco a Pedro el Grande. El bisabuelo de Pushkin con el tiempo se convirtió en ahijado y protegido del zar y acabaría emparentando con la nobleza rusa. La educación que recibió en su casa fue bastante caótica; parece ser que los padres, siempre ocupados con su vida social, hacían muy poco caso a sus hijos. Hasta los 7 años estuvo al cuidado de su abuela paterna y su aya, una humilde campesina hacia la que sintió un amor y predilección incondicionales hasta el fin de sus días. La abuela le enseñó a leer en ruso y el aya le inculcó un profundo amor por los cuentos, las leyendas y la poesía popular. Durante su infancia, el niño no mostró mucho interés por estudio, no así por la lectura, pasándose días enteros en la biblioteca de su padre de unos 3.000 volúmenes, casi todos en francés. Además de ello su casa era escenario de numerosas veladas literarias donde se reunían la flor y nata de la literatura del momento (Karamzín, Batiushkov, Dmitriev, etc.) En 1811 Pushkin ingresó en el Liceo de Tsárskoie Seló, situado en la residencia veraniega del zar. Creado ese mismo año por Alejandro I como institución exclusiva para los hijos de la nobleza, estaba concebido para preparar futuros diplomáticos, políticos y militares que pudieran ocupar los cargos más altos. El programa del Liceo era extenso y variado (esgrima, lenguas clásicas y modernas, derecho, religión, economía, política, estética, geometría, álgebra, danza y retórica) y se destacaba por su espíritu liberal y humanístico. El tipo de enseñanza fomentaba los ejercicios literarios, se realizaban tertulias literarias y se editaban varias revistas manuscritas en las que Pushkin participó desde muy pronto. En el Liceo había un verdadero culto a la amistad, inseparable de la tradición prerromántica, de ahí que Pushkin hiciera grandes amigos que conservó durante toda su vida. En cierto modo el ambiente de la escuela sustituyó para él a la familia, tan frío en su caso, y los poemas que escribió sobre aquella época ocupan en su obra el lugar de los recuerdos de la infancia. Dos de los mejores ejemplos de su poesía más temprana son las poesías A Natalia (1813) y A mi amigo el poeta (1814). En 1815, en un examen público del Liceo, recitó uno de sus poemas Recuerdos de Tsárskoie Seló ante Derzhavin, el poeta más famoso de la época, quien se quedó impresionado por la frescura y la elegancia de sus versos, donde alaba el culto al vino la amistad y la libertad. Poco después, fue admitido en la sociedad literaria “Arzamás”, que reunía a rebeldes jóvenes escritores románticos, decididos a instaurar en la literatura rusa una nueva corriente estética. En 1817 salió del Liceo, fue adscrito nominalmente al ministerio de Asuntos Exteriores y se instaló en la capital. La vida de Petersburgo deslumbró y absorbió al joven poeta; iba a la ópera, a las bulliciosas cenas, hacía amistad con actrices y mujeres, jugaba a las cartas, etc. El ambiente de esa época era de gran efervescencia, pues la victoria sobre Napoleón de 1812 despertó en la sociedad una sensación de euforia y los jóvenes estaban sedientos de actividad y de acción. Proliferaron las reuniones, la creación de círculos de toda clase y empezaron a surgir sociedades secretas. Muchos de los amigos de Pushkin eran liberales activos que tomaban parte en las conspiraciones contra el gobierno que desembocaron en la insurrección de diciembre de 1825. Pushkin frecuentó diversos grupos, aunque, siempre celoso de su independencia, no se comprometió con ninguno, y entre los poemas y epigramas de esa época escribió algunos de tipo político, como La aldea y la oda A la libertad, que inmediatamente empezaron a circular en forma manuscrita. El tono rebelde e independiente de la oda A la Libertad molestó a las autoridades y al propio zar Alejandro I, que pensó desterrar al poeta a Siberia o al monasterio de Solovkí, en el extremo norte. La intervención de sus amigos (Karamzín, Gnedich, conde Milorádovich, Engelhardt y otros) consiguió aplacar las iras del zar, que finalmente desterró a Pushkin a Yekaterinoslav, al servicio del general Inzov. Una vez allí, Pushkin enfermó de fiebres y fue acogido por la familia del general N.N. Rayevski y marchó con ella al Cáucaso y Crimea. El viaje por Crimea y por el Cáucaso, la riqueza del paisaje y sus habitantes, así como la lectura de Byron, le permitieron iniciar un nuevo género en la literatura rusa: el poema narrativo byroniano. El prisionero del Cáucaso, Los hermanos bandidos y La fuente de Bajchisarai tuvieron un éxito inmediato entre los partidarios del romanticismo. En 1820 se trasladó, siempre a las órdenes del general Ínzov, a Kishiniov, donde residió un tiempo. El general Ínzov, que lo recibió cariñosamente y trató de no abrumarlo con tareas burocráticas. Aquel verano se publicó Ruslán y Liudmila, un poema libre de los rígidos cánones del clasicismo, en el que la ironía se mezcla con la sensualidad, y el lenguaje poético con el coloquial. El público reaccionó con entusiasmo y la crítica más conservadora con escándalo. El gran poeta Zhukovski, al leer el poema, le envió al joven Pushkin su retrato con la siguiente dedicatoria: “Al discípulo vencedor, de su maestro vencido”. Aunque en la obra de Pushkin era también una parodia de su poema Vadim, Zhukovski supo apreciar el talento poético del joven Pushkin, con el que a partir de ese momento lo unió una sincera y mutua amistad. Durante su estancia en Kishiniov, Pushkin también ingresó en una logia masónica y comenzó a llevar una vida disoluta de correrías, juergas, amoríos, duelos y naipes, llegando incluso a convivir durante varios meses con una tribu de gitanos, lo que colmó la paciencia de Ínzov y Pushkin fue enviado a Odessa, a las órdenes del general Vorontsov Odessa, que en comparación con Kishinev era una gran ciudad cosmopolita, con ópera, restaurantes y una sociedad joven y ávida de diversiones. Allí Pushkin trabajó en la oficina del gobernador del Cáucaso, el conde Vorontsov, un anglófilo frío y ambicioso totalmente indiferente a la literatura, a quien desagradó la desenvoltura del poeta y su claro desinterés por los asuntos cancillerescos. Las relaciones, tensas desde el principio, se agravaron debido a varios epigramas de Pushkin sobre el conde, como Semi-lord, Semi-tendero, y a su enamoramiento de la hija de Vorontsov, parece ser que correspondido. Vorontsov envió un informe a Petersburgo tachando al poeta de peligroso librepensador. Después de ello, en julio de 1824, Pushkin fue automáticamente separado del servicio y trasladado bajo arresto domiciliario a la finca de su padre en la provincia de Pskov. Su despedida de Odessa aparece reflejada en la poesía titulada Al mar, 1824. En Mijáilovskoie recibe una severa reprimenda de su familia que consideraba su destierro una deshonra. El padre comienza a controlar sus movimientos y correspondencia, lo cual causa violentos enfrentamientos entre los dos. Las continuas disputas entre padre e hijo terminan con la marcha de la familia de Mijáilovskoie y Pushkin se queda solo con la única compañía de su vieja niñera. El poeta lee, da grandes paseos a caballo y escribe incansablemente: Boris Godunov, un drama shakespeareano; los capítulos tercero y cuarto de Yevgueni Oneguin, su gran novela en verso, ya iniciada en Kishiniov; El conde Nulin, un poema narrativo cómico; Los gitanos, un poema inspirado por su estancia en Besarabia, donde se suscita el tema romántico del héroe rebelde e inconformista en busca de una vida libre de trabas y condicionamientos sociales; así como mucha lírica. Además, prepara la edición de su primera colección de poemas, que se publicó en 1825 y se agotó en dos meses. En diciembre de 1825 se produjo un acontecimiento que tendría grandes repercusiones para la historia rusa y para la vida del poeta: el fracaso del levantamiento de los decembristas, un movimiento de jóvenes oficiales, que influidos por las ideas de liberalismo europeo, formularon proyectos para la transformación social y política del imperio. La represión de Nicolás I, el nuevo zar, fue implacable. Cinco de los insurgentes fueron ahorcados y otro muchos desterrados a Siberia, entre ellos había muchos amigos de Pushkin, quien tuvo que quemar todos los escritos comprometedores –cartas, manifiestos, poemas- relacionados con ellos y con la causa decembrista. En septiembre de 1826 recibió la orden de presentarse inmediatamente ante el nuevo zar. Éste, consciente de la enorme popularidad del poeta, consideró que era preferible no tenerlo como enemigo, lo recibió amablemente, le comunicó el fin de su exilio, le permitió vivir en Moscú y Petersburgo, y le concedió “el gran favor” de ser su censor personal. Realmente, de quien dependía ahora la obra de Pushkin era del conde Benckendorff, jefe de los gendarmes y director de la recién creada III Sección de la oficina del zar (policía secreta). A pesar de la incómoda obligación de presentar cada obra al conde, en los siguientes años, Pushkin escribió numerosos poemas líricos, continuó publicando capítulos de Yevgueni Oneguin, escribió el poema histórico Poltava y empezó El negro de Pedro el Grande, su primera novela histórica. En 1829, siempre rebelde, viajó al Cáucaso sin permiso (por lo cual fue severamente reprendido por Benckendorff), donde fue testigo de una parte de la campaña ruso-turca y volvió a reunirse con viejos amigos. Las impresiones de este viaje las plasmo en su obra titulada Viaje a Arzerun. Al volver a Moscú conoció a Natalia Goncharova, de dieciocho años, una de las grandes beldades de la época, a la que pidió en matrimonio, pero su proposición fue rechazada. En 1830 volvió a solicitar su mano, esta vez con éxito, pese a la reticencia de los padres. Abrumado por los preparativos de la boda, en septiembre de 1830, se retiró unos meses a la finca de su padre en Bóldino, para hacerse cargo de la vecina finca de Kisteniovo, que le había cedido su padre como dote, pero una epidemia de cólera le obligó a quedarse allí hasta diciembre. El otoño de Bóldino ha pasado a la historia de la literatura rusa como la época más sorprendente y fecunda del poeta. Escribió ocho capítulos de Yevgueni Oneguin, compuso sus mejores poemas líricos, elegías, baladas y sonetos, los Cuentos de Belkin, la Historia del pueblo de Goriújino y las Pequeñas tragedias (El caballero avaro, Mozart y Salieri, El convidado de piedra y El banquete durante la peste) y La casita de Kolomna. En 1831 se casó con Natalia Goncharova. Parece que los primeros meses del matrimonio fueron felices. Pushkin solicitó y obtuvo la reincorporación al ministerio de Asuntos exteriores, con un sueldo especial de cinco mil rublos, el acceso a los archivos del Estado, muy importante para él debido a sus investigaciones históricas, así como fue elegido miembro de la Academia. El matrimonio aumentó considerablemente los gastos, pues además de que nacía un hijo cada año, en la casa vivían dos hermanas de la esposa. La pasión de la esposa por las fiestas, los bailes y las recepciones, así como la afición al juego del poeta, ponía en apuros económicos a la familia. Las deudas crecían y Pushkin se vio obligado a solicitar un préstamo. Durante sus escapadas al campo, el poeta siguió trabajando intensamente. Continuó con sus estudios históricos, fascinado por la figura de Pedro el Grande, y por Yemelián Pugachov, rebelde campesino que puso al imperio en jaque. Además de la Historia de Pugachov y El caballero de bronce escribió Dubrovski, La dama de picas, algunos de sus poemas líricos más importantes, Noches egipcias y La hija del capitán. En 1836, pensando mejorar la situación económica emprendió la edición de la revista literaria El Contemporáneo, destinada a convertirse con el tiempo en una de las publicaciones más brillantes del siglo XIX. Sin embargo, la revista, por desgracia, no gozó en sus inicios de mucho éxito, pues tan sólo contaba con 600 suscriptores, lo que la hacía deficitaria y apenas podía cubrir los gastos de sus colaboradores. Pushkin publicó en las páginas de su revista muchas de sus obras, pero la mayoría de ellas de forma anónima. Por aquellas fechas esbozó una comedia sobre un hombre a quien toman en provincias por un funcionario importante y le cedió la idea a Gógol, que más tarde se basó en ella para El inspector. A Gógol también le acabaría “regalando” gentilmente el tema de Almas muertas. En 1834 el zar le nombró gentilhombre de cámara, grado que por lo general se concedía a los jóvenes de la nobleza que empezaban su carrera. Pushkin se sintió ofendido por ese “favor”, pues no sólo era una posición ofensiva para un hombre de su edad y fama, sino que era evidente que se debía al deseo del zar, seducido por la belleza de su mujer, de verla en todas las funciones de palacio. El poeta de carácter impulsivo y lengua mordaz no hizo nada para disimular su disgusto; los cortesanos lo recibieron con hostilidad y él, a su vez, los ridiculizó en innumerables y despiadados epigramas. A la habitual hostilidad de la crítica oficial se unían las nuevas voces “democráticas” que acusaban a Pushkin de aristocratismo y de haberse vendido a la corte. La reputación del poeta más insigne de toda la historia de la literatura rusa no consiguió salvarle de los ataques de sus muchos y acérrimos enemigos, incapaces de perdonarle ni su franco desprecio ni su afilada y sarcástica pluma. En otoño de 1836 recibió una carta anónima en la que se insinuaba que su mujer lo engañaba con Georges D’Anthes, un apuesto oficial francés, ahijado del embajador holandés, que había sido bien recibido en la corte de Nicolás I y llevaba algún tiempo cortejando a Natalia Goncharova. El poeta lo desafió, pero los amigos de Pushkin lograron impedir el duelo. En enero de 1837 D’Anthés se casó con la hermana de Natalia, pero la boda no consiguió acallar los rumores y Pushkin volvió a desafiarlo sin que nadie lo pudiera impedir. El duelo tuvo lugar el 27 de enero de 1837 y Pushkin fue herido de muerte. Tardó tres días en morir, entre atroces dolores. Un nutrido grupo de médicos, entre ellos el médico personal del zar, doctor Arent, intentaron en vano salvar la vida del poeta. Murió el 29 de enero en San Petersburgo. Todo el país lloró su muerte, el zar ordenó la cancelación de las deudas contraídas por el poeta, una asignación de diez mil rublos para las exequias fúnebres, otros cincuenta mil rublos para una edición completa de todas sus obras, cuyos derechos irían a parar a sus hijos. Sin embargo, no se permitió la entrada de los restos mortales del poeta en la catedral del Almirantazgo para el oficio religioso, y el cuerpo fue trasladado, de noche y premeditadamente, a la pequeña iglesia parroquial de Koniúshennaya, muy cerca de su casa, donde se llevó a cabo el funeral. Fue sepultado, en el monasterio de la Asunción, en Sviatogorsk, próximo a la finca familiar de Mijáilovskoye.