Anticonceptivos a favor de la vida BAJA LA BOLSA, SUFRE EL CORAZÓN (AP) L as caídas de las bolsas podrían doler más que la contracción de los ahorros. Nuevas investigaciones sugieren que podrían causar ataques cardíacos. Los investigadores de la Universidad Duke descubrieron una relación entre la actuación de los índices bursátiles clave y el número de ataques cardíacos atendidos en su hospital de Carolina del Norte poco después de comenzar la recesión en diciembre del 2007 hasta julio del 2009, cuando aparecieron los primeros indicios de recuperación. La tendencia se debilitó tras un segundo análisis teniendo en cuenta las temporadas del año. Algunos investigadores sugieren que los ataques son más comunes en el invierno, por lo que las primeras conclusiones podrían haber sido una coincidencia estadística. Empero, científicos de renombre no relacionados con el estudio dijeron que encontraron los razonamientos creíbles y merecedores de una nueva investigación a nivel nacional. “Creo que su conclusión de la primera ronda tiene mérito”, dijo el doctor James McClurken, de la Universidad Temple, en Filadelfia. Es presidente de la conferencia anual del Colegio Estadounidense de Cardiología, en la que fueron difundidos los resultados del estudio. La doctora Janet Wright, vicepresidenta de calidad y ciencia del Departamento de Cardiología de esa universidad, concordó plenamente. “Es un estudio interesante y un ejemplo más de cómo el estrés puede afectar la salud cardíaca de una persona, agregó. “Es importante saber que las causas del estrés personal — en este caso una razón económica — pueden causar acontecimientos cardiacos”. Estudios anteriores descubrieron mayores índices de problemas cardíacos tras los partidos de la Copa Mundial de futbol, terremotos, el huracán Katrina y otros acontecimientos estresantes. VACUNA VOLADORA (EFE) U n grupo de científicos japoneses ha desarrollado una técnica para modificar genéticamente a los mosquitos que transmiten enfermedades infecciosas para que su picadura se convierta en una vacuna, según publica la revista científica “Insect Molecular Biology”. Los expertos han conseguido modificar, en primer lugar, al díptero que transmite la leishmaniasis, enfermedad que produce dolorosas úlceras, fiebre y pérdida de peso y que puede llegar a destruir el bazo y el hígado de quien la padece. Una vez modificado genéticamente, este parásito, en lugar de transmitir la enfermedad, inyecta en la corriente sanguínea de quien recibe la picadura una vacuna que él mismo genera de forma natural. DOCTOR EN CASA | Relacionan la pastilla de hace décadas con un menor riesgo de muerte (AP) L as mujeres que tomaron pastillas anticonceptivas a finales de los años 60, vivieron más que aquellas que no usaron ese método, señala un nuevo estudio. Investigadores británicos observaron a más de 46,000 mujeres por casi cuatro décadas desde 1968 y, luego, compararon las muertes de aquellas que tomaron la píldora con las que no la usaron. En el estudio, la mayoría de las mujeres consumió las pastillas por cuatro años. Los expertos concluyeron que este método anticonceptivo redujo el riesgo de morir de cáncer intestinal en un 38% y de cualquier otra enfermedad, en un 12%. Los resultados fueron publicados en la revista médica británica, BMJ. Índices de muerte un poco más elevados se detectaron en mujeres con menos de 30 años que usaban la píldora pero al alcanzar los 50, la tendencia ya se había revertido. Los doctores no saben exactamente por qué las pastillas anticonceptivas podrían alargar la vida. Éstas contienen hormonas sintéticas que suprimen la ovulación, lo que podría influir en la prevención de ciertas enfermedades. El experimento ha sido probado con éxito en un ratón, al que han logrado inmunizar contra la citada leishmaniasis. Ahora los científicos esperan poder aplicar la misma técnica con el mosquito anofeles, que transmite la malaria, y así conseguir de él una vacuna natural que inmunice a la población contra esta otra enfermedad. Sin embargo, el artículo de “Insect Molecular Biology” no deja de lado el problema que plantearía el hecho de que para combatir enfermedades habría que liberar en masa mosquitos genéticamente modificados, que “vacunarían” a los pacientes sin su previo consentimiento y sin la supervisión de un facultativo. 45 | marzo 2010 Estudios anteriores habían descubierto que la píldora no aumenta el riesgo de muerte. También apuntaron a que podría proteger a las mujeres del cáncer de ovarios y de endometrio, pero aumentar levemente el riesgo de desarrollar células cancerígenas en los senos y el cuello uterino. Además, es posible que quienes las consumen sean más saludables que aquellas que no la toman. Los investigadores no pudieron desarrollar ninguna hipótesis de causa y efecto, porque el estudio sólo comparó a las mujeres que estaban usando las pastillas con aquellas que nunca las tomaron. “A largo plazo, los beneficios a la salud de la píldora contrarrestan sus riesgos”, señaló Richard Anderson, un ginecólogo de la Universidad de Edimburgo. El experto no participó en el estudio publicado en BMJ. Sin embargo, Anderson advierte que los resultados de la investigación no se pueden aplicar a lo que ocurre con las mujeres que toman las pastillas anticonceptivas de hoy, las cuales podrían presentar riesgos distintos a las de sus predecesoras. Los peligros también pueden aumentar dependiendo del momento en el que se inicia el tratamiento anticonceptivo y el tiempo que se tomen las pastillas.