Salmos para la Lectura orante Rocío Gª Garcimartín LECTURA ORANTE del SALMO 91 (90) v. 1-2: Invitación a la confianza v. 3-13: Promesas de asistencia y protección v. 14-16: Oráculo divino 1 Tú que vives al abrigo del Altísimo, y habitas a la sombra del Poderoso, 2 di al Señor: «Refugio y fortaleza mía, Dios mío, en ti confío». 3 Él te librará de la red del cazador, y de la peste mortal; 4 Te cubrirá con sus plumas, y hallarás refugio bajo sus alas, su brazo será escudo y coraza. 5 No temerás los terrores de la noche, ni la saeta que vuela de día, 6 ni la peste que avanza en las tinieblas, ni la plaga que arrasa al mediodía. 7 Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu derecha, pero a ti ningún mal te alcanzará. 8 Con sólo abrir los ojos, verás el castigo de los malvados, 9 porque hiciste del Señor tu refugio, y del Altísimo tu defensa. 10 No te alcanzará la desgracia, ni la plaga rondará tu tienda, 11 porque ha ordenado a sus ángeles que te protejan en todos tus caminos. 12 Ellos te llevarán sobre sus palmas, para que tu pie no tropiece en la piedra. 13 Caminarás sobre áspides y víboras, pisarás leones y dragones. 14 Lo libraré, porque me quiere, lo protegeré, pues conoce mi nombre; 15 me llamará y yo responderé, estaré a su lado en la desgracia, lo libraré y lo colmaré de gloria; 16 le saciaré de larga vida, y le haré gozar de mi salvación. Cuando leas " 1ª parte (v. 1-2): El salmista invita a un creyente a que exprese en la oración su actitud vital de confianza absoluta en el Señor. - Observa los cuatro nombres de Dios. El Señor lo ocupa todo. Contrasta con las cuaternas que van a venir y que acechan al creyente (v. 5-6 y 13). - Detente en la actitud del orante (v.2). Mira las imágenes que utiliza para referirse a Dios, en quien confía y a quien recurre. Salmos para la Lectura orante Rocío Gª Garcimartín " 2ª parte (v. 3-13): El salmista se entrega a describir las “ventajas” de confiar en el Señor. Las expresa como acto de fe, no para convencer. - Las imágenes utilizadas para expresar la protección de Dios son muy ricas y están tomadas de diversos ámbitos de la vida: del mundo militar, de la caza, de enfermedades y otras desgracias. - Fíjate en las cuaternas de que hablamos más arriba (v. 5-6 y 13). Al creyente le acechan amenazas constantes, día y noche; peligros que no comprende ni controla. Pero no tiene por qué temer: Dios mismo le lleva en sus palmas; incluso si el ser humano va de camino, el Todopoderoso encarga este cuidado a sus mensajeros (v. 11). - Como en otros salmos, y según la mentalidad de gran parte del AT, aparece el tema de la retribución (v.8). Dios opta por el justo. " 3ª parte (v. 14-16): Dios se reserva la última palabra, confirma lo que ha dicho el salmista y se compromete a seguir realizando lo que ya está obrando. - Reconoce los verbos que expresan lo que va a hacer Dios. - El v. 16 expresa la convicción veterotestamentaria de que una larga vida es señal de la bendición de Dios. No te pierdas los verbos: Dios no sólo llena: sacia; no sólo muestra la salvación, sino que además permite experimentarla y gozar de ella. " Antes de dar el siguiente paso, vuelve a leer detenidamente el salmo e intenta comprender el mensaje. Pueden ayudarte estas preguntas: ¿Cuál es la imagen de Dios que refleja este salmo? ¿Qué dice respecto a Dios, a su ser, a su actuar para con el ser humano? Cuando medites Æ ¿Cuál es la experiencia del salmista? ¿En qué medida me siento identificado con ella? Æ Recogiendo la experiencia del salmista, S. Agustín dice: “Dios te protegerá, es decir, te colocará delante de su pecho para protegerte con sus alas. Reconoce ahora, como débil polluelo, tu flaqueza y huye a esconderte debajo de las alas de la madre para que no te arrebate el milano”. ¿He experimentado en mi vida a este Dios protector? ¿En qué circunstancias? Æ Son muchas las imágenes que se utilizan en este salmo para hablar de este rostro de Dios. ¿Con cuál plasmo yo hoy mi confianza en él? Æ Recordando este salmo, dice Lutero: “Amplísima promesa y consuelo: no sólo estarás seguro, sino que caminarás con Dios y vencerás todos los males”. ¿A qué me compromete la lectura, meditación, oración y contemplación de este salmo? Cuando ores y Hazte consciente de la protección de Dios, de su compañía, cuidado y protección. Da gracias. y Recuerda que Jesús te invitó a confiar en la providencia del Padre, en su cuidado sobre toda la creación, pero particularmente sobre las personas (cf. Lc 12,24-30). y Recuerda a quienes, por circunstancias de la vida, ya no saben confiar. y Pide ver, contemplar, experimentar, gozar de la salvación de la que Dios, en Jesucristo, nos ha hecho partícipes. y Alégrate y camina seguro por la vida. Puedes vencer todo temor, porque “si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?” (Rom 8,31).