Conferencia Quiero agradecer a la Universidad de Montevideo el haber sido invitada a los efectos de poner en conocimiento de todos ustedes cuál es la idea del Ministerio de Salud de cómo debemos procesar los cambios para transitar hacia un sistema nacional integrado de salud y, posteriormente, hacia un seguro que financie este sistema. Nosotros entendemos que debemos consagrar para todos los uruguayos la salud como un derecho independiente de la condición socioeconómica de los ciudadanos. Para esto, creemos que debemos hacer tres cambios imprescindibles. Debemos cambiar el modelo de atención vigente, ya que es un modelo de atención hospitalcéntrico y medicocéntrico muy costoso para el país, que utiliza tecnología de alto nivel y que, además, tiene muy poca expresión en las tareas de promoción y prevención de la salud. Este modelo de atención no lo cambiamos exclusivamente los médicos ni los administradores de salud, sino que se cambia desde la oferta y desde la demanda. Nosotros decimos que concebimos la salud como un derecho, pero también decimos que para todos los derechos humanos deben existir las vías por las cuales accedan los ciudadanos a ellos; y también debe existir la información para que los ciudadanos sepan cuál es el deber que les corresponde y cuál es la cuota parte de ese derecho al que tienen, en el caso de los servicios de salud y cobertura. Cuando decimos que debemos hacer cambios en el modelo de atención, hacer énfasis en la promoción y prevención de la salud y desmedicalizar, estamos entendiendo que hoy llevamos un modelo de salud sumamente costoso que para el Uruguay consume el 11% del Producto Bruto Interno. El PBI en Uruguay ha bajado, es cierto; en términos reales, esa masa de dinero es menor, pero de todas maneras es una masa de dinero importante en un país de Latinoamérica que es pobre. Por esto, tenemos que hacer el esfuerzo de concentrarnos todos en una redistribución al interior del sistema. Esta redistribución va desde la carrera funcional y los salarios, hasta las prestaciones y las necesidades que tenemos de enfocar la demanda de prestaciones de otra manera. O sea, cambiar el modelo de atención significa promover y prevenir la salud, pero también significa una práctica del equipo de salud destinado a fomentar, en la población uruguaya, una demanda diferente a la actual. El uso y el abuso de la medicalización de la alta tecnología generalmente es inducido y creemos que la práctica de los servicios de salud, y en especial la integración mutidisciplinaria de equipos de salud, va a llevar a un abordaje que haga énfasis en el primer nivel de atención y en qué ocurre luego de que un ciudadano visita un servicio de atención médica de segundo o de tercer nivel. Creemos que se deben mantener aquellos hábitos o prácticas saludables, aquellos emprendimientos o actos que el colectivo social le ha dado y que han significado un costo de todo el país. Por eso es de primera importancia tratar de educar y concientizar en la responsabilidad de mantener posteriormente la salud. Recientemente, el Fondo Nacional de Recursos está haciendo una política fuerte de trabajar en la prevención secundaria porque se ha visto que muchos ciudadanos que hoy acceden a tratamientos costosos posteriormente repiten y requieren otros tratamientos del mismo o mayor costo; con el problema económico financiero que implica ésto para el país. Por lo tanto hablar de cambio en el modelo de atención de salud no es sólo hablar del cambio en el primer nivel de atención, no es sólo hablar de estrategias de atención primaria de salud, sino también hablar de una referencia y contrarreferencia y un uso apropiado de todos los niveles de atención. Hablar de cambio de modelo de atención es también para nosotros pensar que no podemos seguir medicalizando e institucionalizando todas las etapas naturales de la vida. Es verdad que por necesidad de atención y de tecnología hemos institucionalizado los nacimientos, pero no podemos pensar y seguir ahondando en el costo que nos significa institucionalizar la muerte, que es una etapa natural de nuestras vidas. Decimos también que debemos hacer cambios en el modelo de gestión. En esto quizá corresponde que frente a un auditorio como este me detenga un poco más porque realmente creemos que el modelo de gestión no puede estar basado exclusivamente en el equilibrio económico financiero de la administración, pero que sí debe tener en cuenta las buenas prácticas de las sustituciones y la transparencia en el manejo de los dineros, tanto en el sector público como en el sector privado que maneja dineros públicos. Como muchos de ustedes saben, nosotros venimos de hacer un largo pasaje por instituciones públicas en las que se prestaban concesiones a otras empresas como los medios de transporte colectivos y, en términos de salud, también concedemos a instituciones del sector privado la atención de los usuarios que con ello pagan una cuota. Por lo tanto creemos que el sistema de gestión debe ser transparente, con conocimiento para los usuarios, con calidad en la prestación, pero que fundamentalmente deben ser económicamente sustentable, y para ser económicamente sustentable tenemos que ser capaces de retomar principios y valores humanos y entender la muerte como proceso natural de la vida, y como proceso natural de un país que tiene que tener, para sus derechos humanos, para el derecho a la salud, para el derecho a la vivienda y para el derecho a la libertad de comunicación, un espacio esencial en la economía de ese país. Por lo tanto no podemos decir que gestionamos servicios de salud sin tener en cuenta que hay un marco económico restrictivo que el Uruguay tiene, que el mundo tiene y que va a seguir teniendo. Por lo cual la ética y la bioética se transforman en una necesidad cada vez mayor a la hora de dar a conocimiento publico cuándo no se puede y cuándo un país no debe poner a prueba determinadas innovaciones porque no le son sostenidas. Este es un desafío para los nuevos administradores del siglo XXI: el saber informar y restringir. Tenemos que apoyar desarrollos de ciencia y tecnología pero también tenemos que poder fundamentar cuando no se puede hacer frente a procedimientos de altísimo costo que redundan en pocos meses de vida y que no han sido lo suficientemente probados. Este es un desafío que el nuevo modelo de gestión debe arbitrar para las instituciones y para el país . Desafío ético profesional que debe incluir a todo el equipo que trabaja dentro de una institución de salud Este modelo de gestión debe contemplar la participación del usuario, ya que sólo con usuarios debidamente informados se puede cambiar el modelo de gestión y transformar las instituciones desde una constante demanda de cada vez mas tecnología en salud a una constante demanda en prevención y promoción para una vida sana, para una posibilidad de sanidad a largo plazo como plan de vida. El cambio en el modelo de gestión debería incluir también el hecho de que el Ministerio de Salud retome el rol de rectoría. Se trata de recentralizar la salud pública y fortalecer el control para que la calidad de los servicios sea pareja, equitativa e impartida con justicia. La gestión de servicios de salud no es sólo responsabilidad de los médicos o del Ministerio sino de todo el equipo que trabaja en la institución. Una institución bien administrada donde trabajadores y médicos interactúan y son conscientes de sus limitaciones, sus necesidades y de la calidad de los servicios brindados es una institución educadora; y no sólo hacia sus afiliados sino hacia todos los entornos de sus afiliados. Queremos instituciones que brinden asistencia integral desde el nacimiento hasta la muerte. Y asistencia que implica desde la prevención contra la enfermedad hasta su atención, en el caso de que esta ocurra. Es por esto que no estamos actualmente habilitando seguros parciales; porque estamos discutiendo la incorporación de todo lo que en el país existe a efectos de brindar atención integral. Esto no quiere decir que no se habiliten nunca, o que haya un marco restrictivo para los que estén fuera del sistema Quiere decir que queremos tener una legislación que incluya todos los servicios integrales dando a todos los servicios privados que existan hoy en Uruguay, la posibilidad de tener un marco de integralidad, para incluirse en un sistema integrado y para incluirse, posteriormente, en un Seguro Nacional de Salud. Hemos interrumpido la habilitación de seguros parciales, aun conscientes de haber causado nerviosismo, porque nuestra la intención es discutir los modos de otorgar integralidad a la salud. Nuestra intención es transitar hacia un Seguro Nacional de Salud. Para eso debemos cambiar el modelo de gestión y el modelo de financiamiento para lograr un sistema nacional que integre lo público con lo privado, que de libertad de elección al ciudadano y que sea sustentable para el Uruguay y equitativo para todos. Por lo tanto este financiamiento va a estar en el marco de una reforma tributaria. El Estado va a recaudar y pagar, pero no va a prohibir solicitar servicios especiales a aquellos ciudadanos que así lo deseen. Esto quiere decir que hay instituciones que brindan asistencia integral que se integran a un sistema integrado de salud y que perciben un pago por ese seguro y habrá, por otro lado, instituciones que posteriormente quieran estar en Uruguay brindando servicios de salud absolutamente privados que los uruguayos puedan contratar de acuerdo a sus psoibilidades. Actualmente hemos implementado tres mesas de trabajo sobre estos temas en el Ministerio de Salud Pública para asegurar la mayor participación posible a partir de hojas de ruta propuestas por el Ministerio. Lo que sí consideramos imperativo es la necesidad de establecer un marco legislativo. Pero no contamos con uno no ya redactado porque la idea es contar con el proceso de participación ciudadana. Sostenemos que es oportuno que participen la dirección de instituciones, los sectores trabajadores organizados tales como el sindicato médico y otros sindicatos y delegaciones del ámbito público y privado. También contamos con grupos de trabajo para recibir aportes con los seguros parciales, con las emergencias móviles y con la industria del medicamento en sus distintas expresiones, desde asociaciones de laboratorios, instituciones productoras de medicamentos, la gremial de químicos farmacéuticos y la facultad de química; que está, por cierto, trabajando una propuesta que estudia lo deberíamos producir en el país, sobre el relacionamiento con países vecinos y sobre lo que necesitamos fuera del MERCOSUR. Tratamos así, de que el gran peso que tiene el consumo de medicamentos en el país y dentro de las instituciones, pueda disminuirse para que sea un costo menos. Consideramos imperativa la necesidad de conformar un sistema nacional de emergencias con la cual tengamos la posibilidad de poseer, en instituciones públicas y privadas, un nexo con las emergencias importantes y coordinar así, un sistema nacional de emergencias que brinde cobertura oportuna y eficaz en el momento en que cada uruguayo lo necesite. Se está discutiendo también, las maneras de abatir los gastos innecesarios o excesivos. Los grupos de trabajo, entonces, trabajan estos tres temas, el sector medicamentos, los seguros parciales y el tema de las emergencias. Existe una cuarta mesa, solicitada por la Federación Uruguaya de Salud, que debate sobre la tecnología y para la cual se tiene material recogido a partir de experiencias del Fondo Nacional de Recursos. Los grupos de trabajos son abiertos y han formado mesas de trabajo surgidas del Consejo Consultivo de Salud para el Estado que ha sido formalizado por un Decreto. Este Decreto restringió la participación por agremiación para darle un marco real de trabajo a los debates planteados. En él participan el Sindicato Médico, la Federación Uruguaya de la Salud, la Federación de Funcionarios Públicos, la Universidad de la República. Queremos también que tengan su representación las instituciones educadoras en áreas de salud. Pero no podemos abrir la representación del Consejo Consultivo si no podemos dar marcos de legitimidad de debate entre distintas instituciones. Sin embargo, nos interesó incluir también a las asociaciones gremiales de odontólogos y sicólogos ya que creemos que un Sistema Nacional de Salud integrado debe tener especial consideración con la salud mental y buco-dental, que han sido relegadas en las prestaciones tanto públicas como privadas Estos sectores hacen también a la integralidad de la atención en salud. Por otro lado, el gremio de Químico- farmacéuticos también cuenta con una mesa de trabajo. Es necesario, aunque difícil, que estas representaciones contengan también las necesidades de los ámbitos académicos (en cuanto a sus sectores de salud). Este Decreto que he mencionado ha generado polémica por parte de los que no están incluidos, pero el Consejo Consultivo abarca también grupos de trabajo que estudian el cambio de modelo de atención; éstas son abiertas a la participación de todas las instituciones y profesionales. Existen, además, mesas de trabajo sobre el estatuto de los trabajadores de salud; ya que el cambio que transite hacia un sistema y hacia un seguro, conlleva necesariamente un estatuto nuevo de trabajadores de salud. Por otro lado, en el “Grupo 40” (Laudo), Uruguay no participa. Y en este grupo no está contemplado el nivel de atención, ni la medicina familiar ni una medicina diferente en este sistema remunerativo. Tenemos, por tanto, que discutir sobre las condiciones y calidad y la necesidad de pautar de otra manera la participación de profesionales de salud. Por eso la necesidad de un estatuto que regule la actividad de los trabajadores de la salud. Por último, estamos discutiendo el tema del seguro, discusión ésta en la que participan contadores de instituciones de asistencia médica colectiva y de los seguros parciales. Se discute aquí sobre un sistema de financiamiento para el sector de la salud en el marco de la reforma tributaria a la que el país se aboca. Quiero hacer notar que muchos colegas sentados aquí participan en las mesas de trabajo mencionadas. Agradecemos a las autoridades de la Universidad de Montevideo por su invitación, y a ustedes por su presencia. El desafío, entonces, es que con el trabajo que realicen y los conocimientos que adquieran podamos, entre todos, brindar mejor calidad de atención a los uruguayos. Muchas Gracias