1. El fascismo El fascismo hace referencia al modelo

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TEMA 9: DEMOCRACIAS Y TOTALITARISMOS: LA ITALIA FASCISTA (1922-1939), LA REPÚBLICA DE WEIMAR (1918-1933), LA ALEMANIA NAZI (1933-1939)
1. El fascismo
El fascismo hace referencia al modelo político de Italia y Alemania en el periodo de entreguerras. Se sustenta en los
siguientes principios:
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Nacionalismo exacerbado: defiende la preservación de la raza como una garantía de la unidad nacional.
Justifica la eliminación de otros grupos o pueblos así como el derecho a expandirse territorialmente.
Exaltación del Estado: los derechos y libertades de los individuos están subordinados a los intereses del
Estado.
Rechazo del liberalismo y de la democracia: en contra del principio de igualdad de los ciudadanos, la
soberanía popular y el sufragio, la separación de poderes y el parlamentarismo. Por el contrario, apuesta
por una sociedad dirigida por las élites y los escogidos.
Culto al líder (Duce, Führer): exaltación de la figura de un líder carismático que concentra todos los
poderes, encarna al Estado y es jefe del partido único. Asimismo queda asociado a un aparato de
propaganda y de una escenografía grandilocuente.
Exaltación del fanatismo, obediencia ciega, rechazo del pacifismo y defensa de la legitimidad de la violencia
y de la guerra como instrumentos de selección de pueblos, naciones y razas.
2. La Italia Fascista (1922-1939)
2.1. Italia en la posguerra
En Italia, tras la Primera Guerra Mundial, el coste de la vida ascendió por encima de los salarios, esto se tradujo en
un deterioro de las condiciones de vida. En este contexto, las organizaciones obreras reivindicaron la recuperación
del poder adquisitivo de los trabajadores. En 1919 se produjeron más de 1800 huelgas, y en 1920 los obreros
ocuparon numerosas fábricas en el norte de Italia. En el centro del país se produjo la ocupación de tierras de los
grandes propietarios. Estos hechos fueron reprimidos por las autoridades ante la amenaza de la bolchevización.
La monarquía constitucional en Italia atravesó una fuerte inestabilidad, sucediéndose hasta cinco gobiernos entre
1919 y 1922. A ello se sumó el descontento por no haber logrado ninguna de sus aspiraciones tras la Gran Guerra: la
costa dálmata1 siguió bajo el control de Yugoslavia, Fiume2 quedó bajo el control de la SDN aunque en 1924 fue
anexionada después de la ocupación de un grupo de excombatientes nacionalistas liderados por el poeta fascista
Gabriele d´Annunzio.
2.2. La formación del Partido Nacional Fascista
Benito Mussolini fue un ex militante socialista que tras ser expulsado del partido fundó en 1919 los llamados Fasci di
Combattimento. Este movimiento populista-nacionalista que agrupó a antiguos combatientes se transformó en
1921 en el Partido Nacional Fascista, cuyo fin sería el de frenar la amenaza del comunismo y bolchevización de Italia.
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La Dalmacia es una región histórica-geográfica que se encuentra en la costa del mar Adriático que pertenece a Croacia, y en
pequeña medida continúa hacia Montenegro, hasta la ciudad de Kotor y la bahía homónima.
2
La ciudad está emplazada sobre las costas del Mar Adriático. Originariamente puerto de Hungría, Fiume fue objeto de disputas
territoriales entre el Reino de Italia y el Reino de Yugoslavia tras la Primera Guerra Mundial. Con el ascenso de Mussolini al
poder, tras el golpe de 1922, el Estado libre de Fiume fue ocupado por tropas fascistas. Dos años más tarde, la ciudad fue
anexionada a Italia. Fiume padeció un intenso bombardeo por parte de los aliados durante la Segunda Guerra Mundial. Con la
retirada de Italia del Eje, las tropas alemanas ocuparon la ciudad. El 3 de mayo de 1945, los yugoslavos ocuparon Fiume
expulsando a los nazis. En 1947, la ciudad fue cedida a Yugoslavia tras el Tratado de París, con la expulsión de la población de
origen italiano y fiumano. A partir de entonces, Fiume pasó a ser la ciudad yugoslava de Rijeka en lo que actualmente es Croacia.
TEMA 9: DEMOCRACIAS Y TOTALITARISMOS: LA ITALIA FASCISTA (1922-1939), LA REPÚBLICA DE WEIMAR (1918-1933), LA ALEMANIA NAZI (1933-1939)
En su programa político defendió la propiedad privada, el nacionalismo y el expansionismo. Los fascista se
identificaban por su indumentaria -vestían camisas negras como uniforme- y por su saludo a la romana con el brazo
alto.
Los militantes del Partido Fascista provenían principalmente de la pequeña burguesía y en menor medida de los
sectores obreros descontentos. Pronto recibieron el apoyo de los industriales, los grandes propietarios de tierras,
parte del ejército, e incluso del propio Gobierno, que vio en el partido un instrumento para frenar la amenaza
comunista. Confindustria, la mayor patronal de Italia, prestó su apoyo financiero a este nuevo partido.
Las escuadras fascistas protagonizaron castigos contra políticos, ayuntamientos y periódicos de izquierda, con el fin
de controlar cualquier tipo de oposición. La policía fue cómplice de estas escuadras, actuando ante sus acciones sin
contundencia. Por su parte, la justicia dictó contra ellos penas simbólicas que no se correspondían con los daños
causados. En 1922 el Partido Nacional Fascista ya contaba con 700.000 afiliados.
2.3. La marcha sobre Roma y la llegada al poder
La huelga de agosto de 1922-convocada por las fuerzas de izquierda- fue una oportunidad para el Partido Nacional
Fascista que demostró su capacidad organizativa: mantuvieron en funcionamiento el servicio de correos, trenes y
autobuses. En octubre de 1922 los fascistas anunciaron que si el gobierno era incapaz de restablecer el orden y la
autoridad, ellos realizarían una marcha sobre Roma en la que reclamarían el poder. Así, miles de “camisas negras”
ocuparon edificios públicos de la ciudad con el fin de tener bajo su control tanto las instituciones como las
comunicaciones del norte del país. Aunque el gobierno quiso declarar el estado de excepción el 28 de octubre, el rey
se negó a firmar el decreto, provocando la dimisión del propio gobierno. De este modo, Víctor Manuel III pidió a
Mussolini que se encargase de formar un nuevo ejecutivo. El ejército tuvo un papel esencial en este traspaso de
poderes, puesto que advirtieron al rey de que parte de los militares no estarían dispuestos a reprimir a los fascistas.
El primer gobierno fue de coalición y mantuvo formalmente la vida parlamentaria, así como la libertad política y
sindical. Sin embargo, el asesinato en 1924 del diputado socialista Matteotti -que denunció los crímenes cometidos
por los fascistas y el fraude electoral- y la sospecha de que los fascistas eran responsables, provocó que Mussolini
asumiese plenos poderes.
2.4. La dictadura fascista
Desde 1925 el Duce (Mussolini) inició el proceso hacia la conversión de Italia en un régimen totalitario en el que el
Estado y el Partido Nacional Fascista quedaron identificados. Mussolini fue nombrado jefe de Gobierno otorgándose
todos los poderes. La Ley Rocco prohibió todos los partidos y sindicatos, salvo los fascistas. Asimismo el Parlamento
pasó a depender del Gran Consejo Fascista (órgano superior del partido), encargado de elegir a sus miembros. No
obstante, el Parlamento acabaría siendo sustituido por la Cámara de los Fasci y de las Corporaciones (un órgano
consultivo integrado por los dirigentes de las corporaciones fascistas)
Las autoridades provinciales y municipales eran nombradas directamente por el gobierno y elegidas entre los
fascistas. La recién creada Organización de Vigilancia y Represión del Antifascismo (OVRA) se encargó de perseguir
a los opositores.
Los Pactos de Letrán (1929) reanudaron las relaciones entre la Iglesia y el Estado, tras la ruptura de 1870. El Papa Pio
XI reconoció el Reino de Italia, al tiempo que el Estado se comprometía a conceder al Vaticano una renta anual. El
apoyo del papado al fascismo constituyó uno de los apoyos más sólidos al régimen.
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La popularidad del fascismo fue en aumento gracias a su política nacionalista y expansionista. Se promovió la
remilitarización y se llevó a cabo una campaña para recuperar los territorios irredentos (que no se anexionaron a
Italia durante la unificación). La política expansiva se materializó en la posesión de territorios coloniales en Europa
(islas del Dodecaneso y Albania) y en África (Eritrea, Somalia, Libia, Abisinia-actual Etiopia-)
2.5. La economía fascista
El fascismo se caracterizó por el intervencionismo estatal, el proteccionismo a la industria nacional, y por la
autarquía. La creación del Instituto para la Reconstrucción Industrial (IRI) tuvo como objeto ayudar a las empresas
con dificultades mediante la compra de sus acciones a los grandes bancos a través de empresas filiales públicas. Así,
el Estado se hizo con el control de importantes sectores económicos (electricidad, siderurgia, construcción naval,
química…). El IRI logró poseer el 45% del total de las acciones cotizadas en Bolsa.
El Estado sólo autorizó aquellas importaciones que eran imprescindibles. La autarquía impulsó en cierto modo una
renovación de la industria nacional, pese a los elevados costes de producción y la baja calidad. Se llevaron a cabo
inversiones en obras públicas con el fin de hacer descender el desempleo. También se diseñó un programa agrario
dirigido a fomentar la producción. Por último, se aprobó un plan para incentivar la natalidad.
La oligarquía asociada al Partido Nacional Fascista fue la gran beneficiaria del vínculo entre el sector privado y el
estatal. Por el contrario, el nivel de vida de los italianos se situó por debajo del de los europeos. Los salarios reales
disminuyeron mientras que el paro aumentó de 80.000 personas a 964.000 personas entre 1926 y 1934.
2.6. La sociedad fascista
El fascismo promovió la afiliación al partido o a los sindicatos fascistas. En el campo de la educación, los maestros
debían vestir la camisa negra, mientras que en la Universidad, debían prestar juramento de fidelidad al régimen. El
catolicismo fue declarado religión oficial, se prohibió el divorcio. La enseñanza religiosa se convirtió en obligatoria,
exaltándose el papel de la maternidad y la familia. Por otra parte, todos los medios de comunicación quedaron
impregnados del fascismo y del control de su censura.
3. La República de Weimar (1918-1933)
Tras la abdicación del Káiser Guillermo II (1918) en Alemania se proclamó la República de Weimar. Ésta se basaba en
una Constitución ampliamente democrática. La república tuvo que hacer frente a los intentos de insurrección tanto
de la derecha como de la izquierda:
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1919: levantamiento de la Liga Espartaquista (comunista) cuyo objetivo fue proclamar un gobierno de
consejos obreros, siguiendo el modelo ruso. Esta insurrección fue reprimida por el gobierno.
1920: Intento de golpe de Estado por parte de grupos nacionalistas radicales con el apoyo del ejército.
Acusaron al gobierno de traición por haber aceptado las condiciones del Tratado de Versalles.
1923: Putsch nacionalista y antidemocrático en Múnich encabezado por Adolf Hitler y apoyado por el
general Ludendorff.
La inflación y la depreciación del marco alemán fueron algunos de los signos de una crisis que alcanzó su cénit en
1923, cuando Alemania no pudo hacer frente a pago de las deudas de la guerra contraídas con Francia. Ante esta
situación las tropas francesas ocuparon la región minera del Ruhr.
TEMA 9: DEMOCRACIAS Y TOTALITARISMOS: LA ITALIA FASCISTA (1922-1939), LA REPÚBLICA DE WEIMAR (1918-1933), LA ALEMANIA NAZI (1933-1939)
Aunque entre los años 1924-1929 le situación económica mejoró, a finales de la década la producción disminuyó de
forma acelerada, mientras que el desempleo alcanzó los seis millones de parados en 1931. Paralelamente los
partidos que formaban la Coalición de Weimar (Partido Socialdemócrata, Centro Católico y Partido Demócrata)
fueron perdiendo parte de su apoyo social, en especial el de los trabajadores y el de la pequeña burguesía. Desde
1930 los diferentes gobiernos de coalición no contaron con el suficiente apoyo, conllevando el recurso a la disolución
del Parlamento.
3.1. El partido nazi
Adolf Hitler –perteneciente a un pequeño grupo político extremista, racista y anticapitalista- se puso al frente del
Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP) en 1921. A través de la SA (Sección de Asalto)
Hitler ejerció la amenaza y la coacción contra sus adversarios. Asimismo adoptó emblemas similares a los del
fascismo, como la camisa parda, el saludo a la romana o la cruz gamada. Tras el intento fallido del “Putsch de
Múnich” Hitler pasó seis meses en prisión. Aprovechó este periodo para escribir su obra “Mein Kampf” (Mi lucha)
en la que manifestó su desprecio por la democracia parlamentaria o el bolchevismo. La defensa de la superioridad
de la raza aria y el antisemitismo fueron otros de los pilares fundamentales de su pensamiento. Otro de los objetivos
de su programa político fue el de la expansión territorial.
Al salir de la prisión en 1925 Hitler, que ya era conocido como Führer (jefe del partido), creó su propia milicia, la SS
(Grupo de Protección). Aunque desde 1925 la situación económica mejoró, en 1929 una nueva coyuntura económica
provocó el deterioro político.
3.2. La llegada al poder del nazismo
En las elecciones de 1932 fueron elegidos 196 diputados nazis y 100 diputados comunistas. Ante la amenaza del
comunismo las fuerzas conservadoras llegaron a un acuerdo con Hitler que, en enero de 1936 fue nombrado
canciller en un gobierno de coalición.
El éxito electoral de los nazis se debió al apoyo que recibieron de las clases medias (especialmente campesinos y
obreros), entre la que sobresalió la desesperación ante la miseria el paro. La propaganda del nacionalismo radical
también les hizo ganar adeptos entre los militares y antiguos combatientes. El sector industrial y financiero también
apoyó al nazismo, destacando las ayudas económicas de empresarios como Thyssen, Stinnes o Krupp. Para buena
parte de la sociedad alemana Hitler fue visto como un acérrimo defensor del orden frente al comunismo.
En 1933 Hitler logró que el presidente Hindenburg disolviese el Parlamento y convocase nuevas elecciones.
Asimismo un decreto del gobierno prohibió la prensa y las reuniones de los opositores. Los registros y las
persecuciones se generalizaron en la calle, mientras que los “camisas pardas” sembraban el terror. El 27 de febrero
se produjo el incendio del Reichstag, del que fueron acusados falsamente los comunistas. Este incidente fue una
excusa para suspender las libertades individuales, suprimir el control judicial sobre las detenciones y restablecer la
pena de muerte.
En las elecciones del 5 de marzo el partido nazi no obtuvo la mayoría absoluta, sólo consiguió el 43% de los votos.
Por su parte, la izquierda (socialistas y comunistas) alcanzó el 30%. Con el apoyo de los diputados del Centro
Católico, Hitler logró que el Parlamento le concediese plenos poderes así como la facultad para promulgar leyes sin
necesidad de trámites. Coincidiendo con la muerte de Hindenburg en 1934, Hitler asumió las funciones de canciller y
presidente, proclamándose Führer y canciller del Reich (Reichsführer).
3.3. El régimen totalitario alemán
En pocos meses Hitler y el partido nazi controlaron las instituciones, la sociedad y los individuos. En 1934 se decretó
la disolución de los partidos (salvo el NSDAP) y los sindicatos (salvo el Frente del Trabajo Nacionalsocialista).
Asimismo se suprimieron las libertades y garantías individuales
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La Administración Pública contó con una ley que autorizó el despido por razones políticas y raciales, mientras que el
poder judicial quedó sometido al partido. Además, se crearon tribunales excepcionales para juzgar delitos políticos.
Por otra parte, los poderes locales de los diversos Estados (Länder) fueron suprimidos y transferidos al Reich. Así,
Alemania quedó constituida como un Estado unitario y centralizado.
La policía fue sustituida por las formaciones paramilitares, fundamentalmente por las SS, dirigida por Heydrich. La
Gestapo, policía secreta dirigida por Himmler, fue el órgano encargado de reprimir a los opositores. En 1934 ya
existían más de 50 campos de concentración. En ellos muchos prisioneros alemanes perdieron su vida, siendo
obligados a realizar trabajos forzados.
Un sector de la SA liderado por Röhm mantuvo diferencias con el Führer, considerando que había que alcanzar las
consignas anticapitalistas propugnadas en el programa inicial. Durante la Noche de los cuchillos largos (1934) fueron
asesinados más de 300 dirigentes de la SA, entre ellos Röhm.
3.4. La política económica y militar
Goering fue el encargado del relanzamiento económico alemán. Para lograrlo implantó un fuerte dirigismo estatal
cuyo objetivo fue alcanzar la autarquía económica (Plan Cuadrienal). El Estado ejerció un fuerte control sobre los
precios y los salarios con el fin de poner freno a la inflación. Para disminuir el desempleo se elevó el gasto público
destinado a obras públicas e infraestructuras. La industria pesada fue la prioridad de los planes económicos, su
desarrollo fue auspiciad por el programa armamentístico.
En 1939 Alemania se convirtió en la segunda potencia industrial del mundo. Mientras que el sector de
equipamientos creció un 156%, el de bienes de consumo sólo lo hizo un 19%. Para alcanzar la plena ocupación se
mantuvieron unos bajos salarios, largas jornadas laborales (de hasta 10 horas), la anulación de los derechos
sindicales. Como signo negativo destaca la paralización del comercio exterior
Lejos de cuestionar o poner en peligro el capitalismo, en Alemania se produjo un proceso de concentración del
capital. Los beneficios de las empresas y de la banca aumentaron considerablemente. La clase obrera asistió a la
desaparición del grave problema del paro, a pesar del empeoramiento de sus condiciones salariales y laborales.
TEMA 9: DEMOCRACIAS Y TOTALITARISMOS: LA ITALIA FASCISTA (1922-1939), LA REPÚBLICA DE WEIMAR (1918-1933), LA ALEMANIA NAZI (1933-1939)
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