Dentro de las actividades de la Semana Mundial por la Educación realizadas en el C. E. I. P. General Espartero de Logroño ( La Rioja), los alumnos de 2º de E. Infantil , 4º y 5º de E. Primaria han escrito sendos cuentos con el tema de la educación, valorando la concienciación de la igualdad en la consecución de este derecho universal. Educación para niños y niñas Había una niña, Nerea, de 10 años que vivía en Nueva York. En verano se fue de safari a Cahaeyo, en África. Al llegar vio que el agua era muy escasa. Tenía mucha sed. Va a buscar agua y llama en una casita muy pequeña y con aspecto pobre como una choza y le abre una niña. Nerea le pregunta: -¿Sabes donde podría encontrar agua para beber? -Si, claro. Hay un riachuelo a tres Km. ¿Quieres que te acompañe? -Si, por favor, no conozco está zona y me podría perder. -Vale, espera que cojo un cubo para traer el agua. Van de camino al riachuelo y Nina se presenta y le cuenta como viven en Cahaeyo. Nerea pregunta a Nina: -¿Por qué no vas a la escuela? -Porque tengo que atender a mis hermanos y hacer las labores. -¿Hacer las tareas de casa? ¿Por que no las hacen tus padres? -Porque mis padres tienen que ir al trabajo a ganar algo de dinero. Mis hermanos se quedan solos y alguien los tiene que cuidar. -¿Hay muchos niños y niñas que no van a la escuela? -Claro, la mayoría y sobretodo las niñas… ¡Mira, ya hemos llegado! El lugar en el que están es seco, con muy poca vegetación: algún que otro cactus, pocas hierbas secas… y con muchos insectos, lagartijas, lombrices. Nina exclamó: -¡Cuidado con los escorpiones! La escasa agua que había estaba tibia y no muy limpia. A Nerea le daba un poco de asco beberla, pero Nina le dijo: -Tranquila, puedes beberla, no te pasará nada. Aún así Nerea seguía teniendo un poco de miedo, pero no tenía otra elección y bebía mientras Nina llenaba el cubo. Volviendo a casa de Nina, vieron un edificio viejo y Nerea preguntó: -¿Qué es ese edificio? -Es la escuela. -¿La escuela? ¿Ahí estudian los niños?¿Podemos verla por dentro? Preguntó Nerea extrañada: -Sí, claro, siempre está abierta. -¡Hala! ¡Cuantos niños hay en un aula tan pequeña! ¿No hay sillas ni mesas? Preguntó Nerea cuando vio a los niños en el suelo. -Mira ¿Ves esa mesa de ahí? Es para la maestra. -¿Y la pizarra? -¿No la ves? Está junto a la pared. Nerea se extrañó de la escuela tan pobre, sentados en la arena, sin ventanas, con poco material… -¡Cuántos niños y qué pocas niñas! ¡Sólo dos niñas! -¿Por qué te extrañas? Es lo normal, las niñas tenemos que cuidar a nuestros hermanos, hacer las labores, y la comida… mientras que los chicos pueden venir a la escuela para prepararse para el futuro. Dijo Nina con tristeza. A Nerea se le pasan las vacaciones y cuando vuelve a Nueva York cuenta a todos lo que ha visto, enseña fotos… y en el colegio forman una organización para ayudar sobretodo a la educación de las niñas de Cahaeyo. Y LO ESTÁN CONSIGUIENDO Autores/as: Alumnos/as de 4º de E. Primaria C.E.I.P. General Espartero, de Logroño (La Rioja) del EDUCACIÓN PARA NIÑOS Y NIÑAS Este cuento ha sido redactado y manuscrito en común por todos los alumnos/as de 4º de E. P. en clase y posteriormente cada uno lo ha escrito en soporte digital, siendo éste uno de los ejemplares. Lucía Muro Llorente 5º PRI Rossie Cada día me levanto con un sentimiento: escolarizarme y ser libre. En Nueva Delhi, no dejan a las mujeres escolarizarse y somos tratadas como trapos. Siempre he querido ser como los demás y poder ir a la escuela y sobretodo...¡no trabajar como una adulta! Siento que cada día pasa sin yo haber hecho nada…Lo que hago es trabajar, trabajar y trabajar, ¡y solo tengo diez años! Cuando voy a lavar al río, todos los chicos que están en la escuela se ríen de mí y de todas las demás. Siempre cuando vengo de trabajar le pido a Dios ayuda, y escribo una carta de socorro a otros países. Mi padre se va cada día a la finca en la que trabaja y nunca le veo, en cambio, mi madre no trabaja y siempre está en casa. Esta tarde he escrito esta carta: Querida España, quiero pedirles ayuda, puesto que allí, las niñas pueden ir a la escuela. Quiero que, por favor, las niñas sean tratadas bien y puedan ir a la escuela…una manera de intentar a ser libres. Todos los días voy a lavar al río, todas las ropas del pueblo y no tengo tiempo para estudiar. ¡¡ AYUDA!! Rossie Más tarde recibí una carta: Querida Rossie: Recibimos tu carta y nos emocionó. Si tus padres te dan permiso te ayudaremos a que se cumpla tu derecho de ir a la escuela. Están construyendo un colegio allí, para todas y todos los que quieran escolarizarse. Un beso, Leonor Borbón Ortiz Hija de los Príncipes de Asturias ¡Por fin me han escuchado, ahora puedo escolarizarme y ser libre! ¡¡GRACIAS!! FIN Rossie no existe pero sí lo que cuenta, por eso, siguen sin escolarizarse las niñas allí, es nuestra obligación sembrar una semilla de futuro por ellas ayudando a su escolarización.