LA VANGUARDIA 47 DOMINGO, 4 MARZO 2012 OBITUARIOS La estirpe Milá Católica en Cuba ANGELITA CASTRO RUZ (1923-2012) JOSÉ LUIS MILÁ SAGNIER (1918-2012) Hermana de Fidel y Raúl Castro V ivió a la sombra de sus dos poderosos hermanos Fidel y Raúl. Y murió del mismo modo: bajo el silencio oficial del régimen cubano. A los 88 años, Ángela Castro Ruz, la mayor del clan de los seis vástagos que alumbró a los líderes de la revolución isleña, fallecía el pasado día 28 en La Habana, sumida en la demencia senil a causa del alzheimer. La prensa del régimen no informó del deceso. Sí lo hizo, en cambio, su hermana Juanita, exiliada en Miami desde 1964, si bien aclaró que no acudiría al sepelio de Ángela. “Murió al amanecer de este martes, llevaba mucho tiempo muy enferma en una clínica. (...) Ella nunca salió de Cuba y yo nunca más la vi desde que abandoné el país. Es la tragedia que ha tocado a todas las familias cubanas divididas”, se lamentó Juanita. La primogénita de la familia Castro Ruz nació en 1923 y, como sus seis hermanos, vino al mundo en la casa solariega de Birán, en la provincia oriental de Holguín, donde sus restos descansan tras ser incinerados. Se decidió celebrar allí, en la finca familiar convertida ahora en museo, un funeral íntimo y católico. Porque Angelita, como era conocida entre sus familiares y amistades cercanas, profesaba un profundo fervor por el credo de Roma. El mismo que sus hermanos hostigaron sin tregua en Conde de Montseny los primeros años de la revolución, tras declarar el carácter ateo de su régimen marxista-leninista. Una ruta que a su hermano Fidel le costó la excomunión en 1962, pero que a partir de la década de los ochenta fue suavizándose hasta alcanzar un franco entendimiento con el Vaticano. Así, en 1998, Angelita pudo celebrar la visita a La Habana y Santiago del papa Juan Pablo II, la primera de un pontífice a la isla. Ya no podrá sin embargo pre- La muerte fue anunciada por la hermana exiliada en Miami, ante el silencio de La Habana senciar la de su sucesor, Benedicto XVI, que viajará a Cuba a finales de mes. “Fue una mujer extremadamente decente y una católica de corazón, consecuente con sus convicciones religiosas hasta el último momento de su existencia”, según testimonios próximos. A Angelita Castro le sobreviven cinco hijos y seis hermanos menores: Ramón Eusebio (1924), Fidel Alejandro (1926), Raúl Modesto (1931), Juana de la Caridad (1933), Emma Concepción (1935) y Agustina del Carmen (1938). ELISABET SABARTÉS #"%$&!'#!%(' Quinto aniversario Joaquín Royo Payá (5-1-1942/2-3-2007) Papá quería decirte que la vida que vivimos juntos con tanta intensidad permanece intacta, pienso y rezo por ti cada día. No pude despedirme ni decirte cuanto te quería antes de que te fueras, tu generosidad y honor en la vida permanecerá siempre con nosotros donde quiera que estés, no te olvidaremos jamás. Joaco. Cinquè aniversari MARGARIDA ARAGÓN I FELIU El teu espòs Antoni Sansó Tudela, fills Dani i Cristina, néts Mireia i Arnau, fills polítics Maite i Oscar, família i amics. Et recordarem sempre Maria Espinet i Fusellas Miquel Prats i Masó Montse Cervantes Valladares Mª Angels Marcet Martínez Pablo García Cobos Pere Castellá Guillaumet Purificación Moya Sánchez Ramón Planell Cuadros Redosinda Álvarez López Ricard Moreno i Andrés Rolando Porta Serrano Rosalia Nocito Sánchez Ruperto Hernandez Salguero Salvador Argemi Pascual Teresa Bras Ponsa Teresa Capell Farreny Victorina Lázaro García Listado publicado por cortesía de Serveis Funeraris de Barcelona. pera incluyó un artículo sobre la huelga de tranvías de 1951. El quinto publicó la carta que el 12 de septiembre de 1943 habían dirigido a Franco destacados colegas de armas como los generales Orgaz, Kindelán, Dávila, Solchaga, Ponte, Saliquet y Varela solicitando una rápida restauración monárquica. La policía irrumpió en la imprenta barcelonesa donde se editaba la revista. José Luis Milá Sagnier fue detenido en su despacho de abogado, pasó dos noches en los calabozos de Vía Layetana, fue juzgado por propaganda ilegal e injurias al jefe del Estado y condenado a cuatro años de cárcel, que nadie le reclamó que cumpliera, hasta el indulto aplicado con motivo del Congreso Eucarístico Internacional de 1952. Apenas tres años más tarde heredaba el título de conde de Montseny y también la secretaría del consejo de administración de Bayer en España, así como de La España Industrial y de Montesa. En 1950 se casó con Mercedes Mencos y Bosch. Al año siguiente nació la primera de sus seis hijos, Mercedes Milá. El benjamín sería Lorenzo Milá, también periodista. Según me contó en la casa familiar de Esplugues mientras elaboraba mi libro Els últims aristòcrates catalans, por acuerdo familiar el título recaerá en el cuarto hermano y primer varón, José M.ª Milá Mencos. Al año siguiente fue entrevistado por Víctor-M. Amela en La Contra de La Vanguardia, al cumplir los 90 años, y exclamaba: “¡La vida me ha dado tanto que no puedo pedirle más!”. XAVIER FEBRÉS GIULIO GIRARDI (1926-2012) ENRIC CARRERAS BURRULL Juntament amb els teus fills, Enric i Maria, et recordem i t'enyorem. GUILLERMINA PUIG Cristiano y marxista Sisé aniversari Hoy hace un año Aida Mª Zurdo Pérez Antònia Campoy Pérez Antònia Tusquellas i Vilardebó Antonio Figueroa Redondo Benet Rins i Julià Candelaria Mata Tobeña Carmen Peral Requena Conrad Laparra Arroniz Dolors Vicens Miralles Genís Ferrer Heredia Joan Espuña Fierro Joan Navarro Villalba Joaquina Martínez Navarro José Marín Moncada Juan Rodríguez Parra Juanjo Cao Buergo Julia Gil Rodrígo Marcel Rodon Badia L os aristócratas son atípicos por naturaleza, pero sin duda José Luis Milá Sagnier, conde de Montseny, lo fue con creces. Heredero del título que Alfonso XIII concedió a su padre, José María Milá y Camps, se distinguió no sólo como campeón de España de motos en 1948, aviador y esquiador, sino también como conspirador monárquico contra Franco. Le conocí a raíz de esta última faceta, cuando quiso saludarme al saber que había publicado la biografía del coronel republicano exiliado Frederic Escofet, el hombre que como responsable de Orden Público de la Generalitat en julio de 1936 salvó la vida de su padre y la suya propia tras ser detenidos por una patrulla de control. Aquel joven que en 1936 contaba 19 años tuvo ocasión de devolver el gesto al escribir en 1979 una carta personal al rey Juan Carlos en favor de la rehabilitación del coronel Escofet, residente en Bruselas. Al recibir el título de conde de Montseny en 1955, ya se había hecho merecedor de una imagen poco acomodaticia. Tras luchar durante la guerra civil en la batalla del Ebro con el tercio Nuestra Señora de Montserrat y alcanzar el grado de teniente de aviación con el número 1 de la promoción de pilotos de caza de la base de Jerez, en la posguerra pasó a militar en favor de la restauración monárquica, por ejemplo mediante la edición en Barcelona de la revista clandestina La Víspera, con la aquiescencia de don Juan de Borbón, a quien Milá Sagnier visitaba con regularidad en Estoril como miembro de su consejo privado. El primer número de La Vís- Teólogo de la liberación G iulio Girardi fue un cristiano que, en los convulsos años de la guerra fría, creyó con pasión que el análisis marxista era un complemento idóneo del mensaje del Evangelio para transformar el mundo y luchar contra las injusticias. El pensamiento de este teólogo italiano, fallecido a los 86 años, incluyó en toda una generación de jóvenes creyentes crecidos después del concilio Vaticano II. Nacido en El Cairo en el seno de una familia muy cosmopolita –raíces italianas y siriolibanesas–, Girardi vivió con su familia en Beirut y en París. Ordenado sacerdote salesiano en 1955, Girardi pronto se sintió atraído por la problemática social, por los movimientos de base y también por el fenómeno del ateísmo contemporáneo. Participó en el concilio Vati- cano II en calidad de perito y trabajó en las labores preparatorias de lo que luego sería la constitución pastoral Gaudium et spes (alegría y esperanza), promulgada por Pablo VI, sobre el papel de la Iglesia en el mundo. Más adelante, sin em- El teólogo italiano abrazó numerosas causas, desde la revolución cubana hasta el sandinismo bargo, las posiciones netamente marxistas de Girardi, que se convirtió en uno de los máximos exponentes de la teología de la liberación y promotor del movimiento Cristianos por el Socialismo, lo alejaron cada vez más de la Iglesia oficial. Su radicalismo hizo que lo expulsaran como docente de varias universidades católicas, hasta que lo suspendieron también como sacerdote, en 1977. Tuvieron mucho impacto libros de Girardi como Marxismo y cristianismo (1966) o Cristianismo, liberación humana y lucha de clases (1971). Icono de la izquierda global, el teólogo abrazó numerosas causas, de la revolución cubana al sandinismo nicaragüense y el chavismo venezolano. Fue arduo defensor de la cultura y la espiritualidad de pueblos indígenas. Una de las últimas cruzadas de Girardi fue oponerse a la beatificación de Juan Pablo II, el papa que derrotó al comunismo y que fue implacable con los teólogos que coqueteaban con ideas del mismo signo. EUSEBIO VAL