Desgaste dentario Lesiones no cariosas

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Código 2.01.06 DOSIS-27110-0811-0
Nuevos avances en salud bucal
Módulo 1
Desgaste dentario
Lesiones no cariosas
Primera entrega del curso que aborda las últimas novedades en problemáticas de
salud bucal que se presentan en la farmacia. Serán cuatro módulos especiales.
Junto con la cuarta entrega (junio 2011), el cuestionario de evaluación.
Por Dr. Vicente Aránguiz F. *
C
.
natural se denomina “atrición dentaria“.
En estos casos, el diente va perdiendo
paulatinamente el esmalte y se pueden observar cambios en algunas características
anatómicas de los dientes, especialmente
en reducción de su altura, nivel de las cúspides de los premolares y molares o de los
bordes incisales de los dientes anteriores.
Esto hace que los dientes se observen más
pequeños o cortos, situación que se puede
hacer más evidente en los casos de personas que presentan una patología denominada bruxismo, es decir, rechinamiento de
dientes, ya sea nocturno o diurno. En esta
s
s
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ontacto Los dientes están sujetos a un proceso continuo de desgaste de
la superficie del esmalte y también de la
dentina, especialmente cuando esta última se encuentra expuesta al medio bucal,
como en los casos de retracción de la encía
o cuando se ha perdido el esmalte.
La primera causa del desgaste de los
dientes obedece a situaciones naturales
propias del uso y función de éstos, al establecerse el contacto entre los dientes
del maxilar superior con los mandibulares inferiores durante el proceso de masticación de los alimentos. Este proceso
situación, hay un aumento del número de
contactos entre los dientes y también un
exceso de frotamiento entre éstos, especialmente en la noche, considerándose un
hábito que puede llegar a producir alteraciones, no sólo funcionales de los dientes
sino también de tipo doloroso a nivel muscular, articular y la aparición de la sensibilidad dentaria. Este último síntoma es uno
de los más frecuentes de encontrar en la
población. En este mismo grupo de hábitos parafuncionales que generan desgaste
de los dientes está la onicofagia (morderse
las uñas) y el morder objetos, como por
ejemplo lápices.
Erosión. La segunda causa de desgaste
dentario corresponde a la denominada
erosión, la cual es un desgaste o pérdida
de estructura dentaria de tipo irreversi-
ble. Su nombre se origina en referencia a
que uno de sus factores etiológicos es la
acción de ácidos de naturaleza endógenas (reflujo gastroesofágico, vómitos) o
exógenas (alimentos y bebidas ácidas y
gaseosas) sobre los dientes. La ubicación
de estos desgastes o lesiones pueden ser
observadas a nivel de la superficie vestibular o cara del diente que mira hacia
la mejilla y labios, la superficie oclusal
o triturante de los alimentos, incisal o
superficie cortante de los dientes incisivos y caninos y también la superficie
de los dientes que mira hacia el paladar
y lengua, llamadas superficie palatina y
lingual, respectivamente.
El desgaste generado por la erosión ácida
se inicia con un proceso de desmineralización del esmalte y la dentina, provocando
un reblandecimiento del tejido duro, lo que
permite que, asociado a procesos abrasivos
como el cepillado dental, se produzca la
pérdida de tejido.
Se debe aclarar que actualmente se considera la etiología del desgaste erosivo
como multifactorial y se han establecido
diversos tipos de asociación, según los
factores involucrados. Por ejemplo, se ha
establecido una fuerte asociación entre
la mayor ingesta de alimentos y bebidas
ácidas y el aumento de la progresión de
los desgaste. También se considera que
la forma como se consumen estas dietas
ácidas es más relevante que la cantidad.
En este aspecto, es bueno destacar que
la mantención o retención por periodos
Abrasión. La tercera causa de desgaste es
la denominada abrasión. Este fenómeno
se refiere a la acción de desgaste mecánico generado por elementos no dentarios,
como el cepillo de dientes, los piercing bucales o linguales y también por la lengua.
El factor más relevante en la abrasión es
el cepillo dental y el tipo de cepillado
efectuado por el paciente. Es así como
cepillos de consistencia dura y mangos
muy rígidos, usados con exceso de presión o fuerza de cepillado, o también en
casos de una frecuencia de cepillado superior a tres veces al día, pueden contribuir a aumentar el riesgo de pérdida de
estructura dentaria. Se ha encontrado un
mayor desgaste en las zonas cervicales o
del cuello de los dientes, entre dos a tres
veces más en pacientes que realizan un
cepillado de tipo horizontal.
Lesiones. En resumen, por un lado existen
desgastes naturales o fisiológicos y, por
otra parte, hay desgastes asociados a patologías que pueden conducir a la producción de lesiones, denominadas lesiones no
cariosas, así como la aparición de síntomas
como la sensibilidad dental.
Las lesiones no cariosas se caracterizan
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prolongados de alimentos o bebidas ácidas prolonga la exposición al ácido de los
dientes y aumenta el riesgo de erosión.
Otro ejemplo es el aumento del riesgo de
desgaste en aquellas personas que ingieren
en la mañana jugos de frutas cítricas y después se cepillan sus dientes.
También el riesgo de erosión aumenta considerablemente cuando se ingieren frutas
citicas más de dos veces por día y se toman
bebidas gaseosas diariamente. Por otra
parte, el consumo de dulces ácidos combinados con presencia de bajo flujo salival
podría agravar las lesiones erosivas.
El alcoholismo, en tanto, ha sido señalado
como posible causa de lesiones erosivas.
En un estudio en Inglaterra en 37 alcohólicos crónicos se observó mayor desgaste
erosivo que en los grupos control.
En estos pacientes, el síntoma de sensibilidad de los dientes es muy frecuente y,
además de indicar pastas especializadas en
base a compuesto como arginina y carbonato de calcio en soluciones alcalinas, se
deben hacer recomendaciones al paciente
para que disminuya la ingesta o contacto
con alimentos y bebidas ácidas.
mentos y bebidas y, finalmente, los factores del comportamiento, como los hábitos
de alimentación, cepillado, regurgitación,
vómitos y consumo de drogas.
por destrucción de los tejidos dentarios, al
igual que la caries dental, pero sin la intermediación de bacterias acidogénicas provenientes de la placa bacteriana. En estas
lesiones, uno de los factores etiológicos
iniciales es la acción de desmineralización,
ya sea del esmalte, cemento y/o dentina por
ataque de ácidos sobre estos tejidos.
No obstante, en la actualidad se ha establecido que es muy probable que los
desgastes o lesiones no cariosas sean el
efecto de un conjunto de factores que se
suman en su etiología, como los denominados factores biológicos, específicamente el nivel de flujo salival y la capacidad
buffer de la saliva, factores químicos
como el pH y tipos de ácidos de los ali-
Atención. Como conclusión general, se
puede decir que los desgastes dentarios de
tipo patológico se observan en aumento en
cuanto a su prevalencia, y es necesario definir estrategias para prevenir y controlar
su aparición y progresión en los diversos
grupos de riesgo de la población.
Se consideran claves las siguientes medidas, independientemente de los factores etiológicos:
1) Medida para disminuir la frecuencia y
severidad de los ataques ácidos.
2) Medidas para aumentar los mecanismos
de defensas del cuerpo. Por ejemplo, flujo
salival y formación de la película salival.
3) Medidas para aumentar la resistencia
al ataque ácido, aumentar la remineralización y reendurecimiento de la superficie del diente.
4) Medidas para proveer protección
química contra el desgaste y la sensibilidad dental.
5) Medidas para reducir la influencia de
factores abrasivos.
6) Medidas para proveer protección mécanica.
* Asuntos Científicos
Colgate Cono Sur
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