* El acting-out en la sesión psicoanalítica <H> Eugenio Gaddini (Roma) "El acento puesto aquí en la importancia de las más tempranas experiencias no implica subestimar la influencia de las experiencias posteriores." S. Freud (1919) Así como el acting-out durante la sesión puede ser un buen indicador de la forma en que se desarrolla el proceso psicoanalítico, el estudio del acting-out en las sesiones en términos del proceso psicoanalítico puede ser muy útil para esclarecer problemas que conciernan al desarrollo temprano de la mente. De hecho, el acting-out forma parte integral del desarrollo temprano y, junto con los otros modelos del funcionamiento temprano, se integra otra vez en modelos más evolucionados en el camino hacia un modelo adulto de la acción. Como quiera que se conciba el modelo adulto, considero que todos estamos de acuerdo en que la acción implica un desarrollo satisfactorio de la prueba de realidad, la identificación y la relación objetal, con todo lo que ello implica, y de que en el acting-out infantil aún no se han logrado estos objetivos. Así, no existe un acting-out adulto, sino adultos que recurren al acting-out. Por tal razón, en el proceso psicoanalítico a veces debemos establecer un distingo entre el acting-out que se utiliza como defensa, que actúa contra el proceso hasta el punto de anularlo o interrumpirlo, y el acting-out en términos del proceso, que reproduce el acting-out, que mantiene y estabiliza el modelo infane oo Título original: "Acling-out in Ihe Psychoanalytic Session". Dirección: Via Sebastiano Canea, 13, 00197, Roma, Italia. 1132 til original de acting-out y, en realidad, opuestas Eugenio Gaddini defensivo, pero con metas que son distintas a las originales. En términos del desarrollo temprano, el acting-out es anterior a la acción, a la actividad y al pensamiento, de modo que, parafraseando la cita de Goethe que menciona Freud, "1m Anfang war die Tat", esto es, "En el comienzo fue el Acto" (Freud, 1913), podríamos decir: "En el comienzo fue el acting-out". El acting-out tiende a apartar del individuo y, por lo tanto, de la mente, todo aquella que le resulta imposible contener y elaborar en su interior. En el desarrollo temprano y en el proceso psicoanalítico esto puede servir como un buen indicador de las tensiones que acompañan los procesos de integración y, por ende, contribuir a la organización de un Self separado con su propio espacio interno. Cuando el acting-out funciona como una defensa contra el desarrollo (y contra el proceso psicoanalítico) tiende, al contrario, a eliminar las tensiones y no a regularlas; a mantener un estado de "no integración" (Winnicott, 1974), contrarrestando así el proceso de integración; a impedir el reconocimiento objetivo de uno mismo y de la separación y el reconocimiento y la organización de un espacio interno. Tiende, por último, a evitar el reconocimiento de la propia autonomía y la propia dependencia real. El acting-out deja fuera la realidad, pues es mágico y omnipotente. Considerado como una suerte de funcionamiento, se podría definir el acting-out como el representante de una organización mental temprana, que tiende en primer lugar a permanecer inalterado. Las necesidades están destinadas a este fin y, por ende, son prioritarias y perentorias, sin consideración alguna por la realidad. El acting-out se utiliza sobre todo al servicio de las necesidades y mucho menos al servicio de los deseos. Esta organización mental forma originalmente parte del desarrollo primario. Se organiza durante los primeros meses de vida y precede al funcionamiento estructural. Es la organización mental fragmentada y no integrada que existe en el momento crucial de la experiencia de separación. Tal experiencia tiene menos que ver con el momento en que la madre deja de amamantar al bebé que con el momento abrumador en que el nii'lo debe tomar consciencia de su existencia separada y con la capacidad para enfrentar este cambio. Esta experiencia, que parece repetir en el desarrollo temprano la caesura del nacimiento (Freud, 1926), de hecho señala el primer cambio, que es sin duda más profundo y aterrador que todos los cambios futuros. Además, indica el comienzo de los procesos mentales que son fundamentales para el desarrollo ulterior. En realidad, se comporta como una "ceesure mental" en el desarrollo temprano de la mente. En otros trabajos me he ocupado en forma detallada de estos procesos fundamentales tempranos (Gaddini, 1969, 1981, 1981a). En El acting-out en la sesión 1133 psicoanalítica pocas palabras, la tendencia inmediata más fuerte tiene como meta restablecer mágicamente la situación perdida pero, como esto no basta para anular el cambio atemorizante, el fenómeno más importante que no tarda en producirse en el estado de separación es la ansiedad ante la posible pérdida del Self. En mi opinión, esta ansiedad debe entenderse como un fenómeno normal en el desarrollo individual temprano en cuanto existe un Self separado. "La ansiedad respecto de la pérdida del Self está vinculada con la supervivencia, que constituye una necesidad imperiosa, y aparece por primera vez en el momento de la separación." "La ansiedad se relaciona con la fragilidad y la inconsistencia del limite que se acaba de adquirir { ... ] y con la imposibilidad de mantener unidos los fragmentos restantes del Self (después de la separación) y de impedir que se dispersen en el espacio externo ilimitado [ ... ] En la medida en que la ansiedad ante la pérdida del Self resulta soportable y no provoca defensas patológicas, constituye un fuerte estimulo para la formación de otras defensas, útiles para iniciar una organización del Self dentro de su limite efectivo" (Gaddini, 1981). La tendencia a restablecer la perdida unidad original se ve contrarrestada por la ansiedad ante la posible pérdida del Self, cuya meta esencial es preservar la supervivencia del Self separado. También debemos tener en cuenta que una separación patológica puede provocar un monto excesivo de ansiedad respecto de la pérdida del Self, lo que puede ejercer efectos desastrosos sobre las tendencias autónomas fundamentales. Así se experimentan como muy peligrosos para la supervivencia del Self no sólo los procesos de integración, sino cualquier cambio en general. Esto refuerza la tendencia de la organización fragmentaria a permanecer inalterada. Además el estado fragmentario no integrado es causa, a su vez, de la ansiedad ante la posible fragmentación y dispersión en el espacio. Desde el punto de vista clínico, "por ende, puede resultar útil diferenciar estos dos aspectos contrastantes y coexistentes de la ansiedad patológica ante la pérdida del Seft: la ansiedad por la no-integración y la ansiedad por la integración. Sin duda esta última es la que representa el verdadero aspecto patológico: es más fuerte que la ansiedad por la no-integración, impide el proceso natural del desarrollo y contribuye decisivamente a mantener el estado no-integrado como una defensa extrema" (Gaddini, 1981a). Una organización patológica del Self origina efectos patológicos en la estructura in fieri. El Yo, cuya función consistiría en estructurar y promover las tendencias autónomas, y en desarrollar las relaciones objetales, puede sufrir una coerción tal que lo lleve a ponerlas al servicio -de manera predominante o exclusivade las necesidades del Self. El Superyó puede convertirse en un feroz perro guardián, que permite sólo la satisfacción Yo experimentar de las necesidades todo deseo relacionado del Self y prohíbe con un objeto. al La vida instin- 1134 Eugenio Gaddini tiva misma puede verse forzada a satisfacer las necesidades de' Self. El acting-out, estabilizado como defensa, se utiliza para poner todo el aparato ejecutivo, incluyendo la consciencia, al servicio de la autarquía mágica y omnipotente del Self, en lugar de servir a la autonomía. Como se sabe, el Self que rige omnipotentemente la estructura en desarrollo es, en realidad, un Self que se niega a reconocer su propia fragilidad, su propio estado de necesidad, su propia ansiedad ante la integración y la ansiedad de fragmentarse y dispersarse en el espacio (ansiedad de no-integración). Empero, esta última constituye un mal menor que puede contrarrestarse mediante la omnipotencia mágica con mayor eficacia que la ansiedad relacionada con la integración. La necesidad de reforzar los límites peligrosamente precarios del Self siempre busca satisfacción que pueden intercambiarse fácilmente pero en los que el objeto el límite del Self. intentando establecer contactos por una relación con un objeto, no existe realmente como tal sino sólo como El continuo acting-out durante la sesión de una paciente (A.) consistía en una extraordinaria movilidad en el diván, con frecuentes cambios de posición y permanente tendencia a exhibir su cuerpo, fuera levantándose la falda muy por encima de las rodillas y moviendo las piernas desnudas en varias direcciones, o tratando de hacer resaltar sus pechos. En contraste con esta obvia erotización aparente de la sesión analítica, no había signos de una transferencia erótica. Por el contrario, la paciente parecía imponerme un estado de anonimato: no me permitía ser alguien. A todas luces, el acting-out seudosexual en sesión tenía su equivalente en el acting-out seudosexual externo, en el que la paciente recaía una y otra vez y que constituía una defensa masiva contra la relación. Mostrar su cuerpo equivalía a ampliarlo y extenderlo hasta que podía sentir sus fronteras, los límites seguros de su Self. Los continuos cambios de posición en el diván y los movimientos de las piernas encerraban idéntico significado y respondían a la misma necesidad. En consecuencia, no se me permitía existir como un objeto separado, sino sólo para servir a esta necesidad. Esta paciente me había enseñado que su acting-out sexual constituía una suerte de sexualidad imitativa, a través de la cual trataba de aparecer ante los demás y ante sí misma como una mujer adulta, cuando en realidad solía defenderse de las relaciones objetales y hacía lo posible por evitarlas (Gaddini, 1977); un tipo de sexualidad puesta en marcha por la necesidad, y no por el deseo, aun cuando conscientemente la necesidad podía confundirse con el deseo. De una manera caracteristica, esta paciente prefería el contacto físico a la penetración en sus relaciones sexuales. A través de las sensaciones físicas de su acting-out sexual, esta paciente realizaba la fantasía inconsciente de un contacto nutricio y de una contención del Self, y así producía mági- El acting-out en la sesión 1135 psicoanalítíca camente en su cuerpo una sensacion de mismidad que su mente no poseía y que no tenía intenciones de poseer. Lo que esta paciente en realidad no podía tolerar era el reconocimiento subjetivo de su propia separación y autonomía. Del mismo modo, le resultaba imposible reconocer la existencia de un objeto externo como algo distinto y separado de sí misma. Lo que podría haber sido un objeto se convertía en una parte de sí misma en su acting-out sexual, en los límites de sí misma, dentro de los cuales experimentaba una sensación eufórica de su propio Self. Junto con su acting-out sexual, esta paciente mostraba la misma tendencia al acting-out con respecto a la ingestión de alimentos. No comía para alimentarse sino para llenarse. No sabía qué significaba sentir apetito ni tampoco saciedad. A través de su ingestión compulsiva creaba en su cuerpo una sensación de plenitud del Self, destinada a remplazar, pero también a mantener, la sensación mental de un Self vacío y falto de consistencia. Por tal razón, la incapacidad para la introyección y para una internalización estructurante correspondía a la ingestión compulsiva de alimentos y al exceso de peso. Todo esto estaba representado en la sesión psicoanalítica, que la paciente solía experimentar como un contacto físico, lo cual le permitía sentirse contenida y llena. En marcado contraste con el acting-out que apunta a anular el proceso psicoanalítico, existe, como ya señalé, un acting-out en términos del proceso. Este es por lo general más amortiguado, menos evidente que el primero. El problema radica en que la labor psicoanalítica puede despertar en el Yo esclavizado por la necesidad del Seft un gran temor a sufrir un ataque desde el interior de la estructura. La participación en la labor analítica sólo puede tener lugar en secreto, en una suerte de clandestinidad. Si el psicoanalista no está bastante alerta como para comprenderlo, puede tener la impresión de que nada sucede, y el paciente no hará nada para corregir esa impresión. Más aun, precisamente lo que se propone es dar la impresión de que nada sucede. Los mensajes que envía el Yo del paciente se asemejan al que coloca el náufrago en una botella cerrada que arroja al mar. Además de no estar abiertamente dirigidos al analista, por lo general aparecen disfrazados y disimulados, como el contenido latente de los sueños. Son mensajes codificados destinados a quien pueda descifrarlos. El acting-out puede emplearse en un caso como éste como un continente que no da origen a sospechas, gracias a lo cual el mensaje secreto puede abrirse camino hacia el mundo exterior, evadiendo la censura. Tal situación requiere patía. Es cierto llegar a ser cómplice del analista que, sometido un extraordinario constantemente de las defensas grado de em- a la frustración, puede organizadas alrededor del Self 1136 Eugenio Gaddini y aceptar que nada sucede y que nada importante puede ocurrir. Pero, si logra percibir a través de signos indirectos (en los sueños, la conducta, las asociaciones) que un cierto grado de labor se lleva a cabo en forma inconsciente, se siente complacido y con deseos de comunicar la buena noticia a su paciente. Con sorpresa, comprueba que éste se refugia en el silencio y, si insiste, se encontrará con un ataque sardónico y despectivo. En realidad, es como si el paciente dijera: "Y bien, ¿qué es lo que usted entiende? Usted cree entender cosas que no existen, que usted inventa en su imaginación. ¿Se cree muy inteligente?", etc. Sin duda, lo peor que el analista puede hacer en ese momento es sentirse herido y tratar de demostrar que tiene razón. En otros casos, en los que el Yo del paciente de pronto comprueba que su labor clandestina ha dejado de serlo, se puede producir una reacción terapéutica negativa mediante la cual el Yo tiende a mostrar a sus poderosos enemigos internos que lo que ha surgido no es cierto, que nada ha ocurrido, lo cual resulta obvio si se tiene en cuenta que el paciente no sólo se siente mal sino que está peor. Creo que esto es lo que sucede cuando oímos decir que se produjo una reacción terapéutica negativa después de una interpretación del psicoanalista destinada a señalar - algún - progreso:- Paraaójicamente~-cüantorriáscorrecta - sea la interpretación, más negativa será la reacción del que la interpretación revela precisamente aquello debe impedi r que se conozca en su interior o. Lo que se requiere tancia esencial. del psicoanalista Debe representar para esa parte inconsciente terapéutica. Debe contribuir y, por el contrario, descubrir los mensajes emitidos, unilateral. En otras péutica clandestina. y protegerlo, adulto tanto terror. alguien aceptar es que su aliado alguien ejemplo debe aprender se refiere una alianza clandestino tera- ileque a de comprenderlo cuando, adecuadamente sin experimentar a un caso en supervisión, la paciente públi- a esperar que esto suceda. cuyo matrimonio parte del análisis a no menos cautelosa capaz con quien puede contar aprender que es, y debe seguir pueda salir de su clandestinidad mujer (B.) casada, En la primera debe Debe la única respuesta, que existe El psicoanalista El siguiente una joven palabras, A cambio, que puede esperar y fortalecido, y confiable pero sin hacerlos siendo, en él, a decidir accesible su clandestinidad. una clase de comunicación confiar por- paciente no es fácil, pero sí de impor- un elemento coso Debe aceptar y silenciosa, el del paciente que sí participa en la labor a que esa parte no se ponga de manifiesto a proteger y a descifrar paciente que el de no se había consumado. se mostró visiblemente • Parafraseando a Glover (1955), esto se podria describir terapéutico de la interpretación correcta". ate- como "el efecto anti- El acting-out en la sesión 1137 psicoanalítica rrada y durante más de un año no pudo acostarse en el diván. Con todo, desde el comienzo el analista tuvo la impresión de que, más allá de lo que la paciente expresaba, de ella emanaba un desesperado pedido de ayuda. Al cabo de algunos meses, cuando le pareció que la paciente esperaba con anhelo cada sesión y que el vínculo con el análisis era bastante fuerte, B. comenzó a llegar con retrasos, incluso de treinta minutos, y a veces a faltar. Se necesitó algún tiempo para comprender que este acting-out estaba abiertamente destinado a reducir la duración de la sesión y, a veces, a eliminarla por completo, respondiendo a la necesidad interna de subestimar el vínculo con el análisis y a mostrar que el tratamiento no le importaba en absoluto. Así la paciente lograba proteger y mantener su apego al análisis sin despertar sospechas internas. Como es natural, hubiera sido fácil cometer el error de interpretar el acting-out como una defensa contra el análisis, pero el problema radica en que revelar el contenido latente del actingout por medio de una interpretación hubiera constituido un error mucho más nocivo". En el proceso psicoanalítico existe a veces una fase crucial en la que el paciente comienza a tomar consciencia de que el psicoanalista es distinto (separado) de él mismo y, en consecuencia, de que el paciente es distinto (separado) del analista. Se requeriría otro trabajo para describir lo que sucede en esta etapa; aquí bastará tener en cuenta que, por primera vez en esta fase del proceso, se puede experimentar un derrumbe de la omnipotencia y puede surgir ansiedad por la pérdida del Self. man la decisión Hay pacientes que, al acercarse a esta fase, toPor ejemplo, una paciente (C.) soñó en esta etapa de su terapia que estaba hablando por teléfono conmigo Entonces me enseguida". Al dijo: interna de interrumpir cuando "Discúlpeme el tratamiento. sonó el timbre un momento, abrir la puerta, se encontró vaya de la puerta. abrir y vuelvo con el marido (la paciente parecía conven- cida de que debía separarse de él). Regresó al teléfono y dijo: "Lo siento, tengo que dejarlo. Mi marido acaba de llegar y debo estar con él". Pocos meses después Desde acting-out luego, esa en la sesión pero incapaz fue necesario decisión interna psicoanalítica. de tener relaciones interrumpir se puede Otra sexuales el análisis. manifestar mujer joven con el marido (D.), casada desde el mo- mento mismo de la boda (a pesar de que antes las habían forma ocasional), activa. parecía En realidad, omnipotencia una mujer y del acting-out. poco antes de comprometerse; 9 decidida, esto se debía en gran Se había segura parte tenido de sí misma a su empleo succionado sin embargo, como el pulgar su esposo en y de la hasta había notado Evidentemente, en la sesión psicoanalítica también existe el acling-out del analista, que los límites de este trabajo no me permiten examinar. Eugenio 1138 Gaddíní que seguía haciéndolo mientras dormía. Durante el cuarto año del análisis, cuando nos acercábamos a lo que he llamado la fase crucial, la paciente me pidió cierto día que cambiara el horario de una sesión. Le dije que lo lamentaba pero que me resultaba imposible. Aceptó mi respuesta con evidente desagrado. Unos diez días después me hizo un pedido similar, pero esta vez se trataba de cambiar el día. Cuando le dije que, aunque lo lamentaba, no podía complacerla, reaccionó con violencia, me acusó de no tener en cuenta sus actividades externas y me anunció su decisión de interrumpir el análisis, dicho lo cual se puso de pie y salió sin despedirse. Algunos días más tarde me llamó por teléfono. Estaba de muy buen humor y se mostró muy simpática. Me dijo que lamentaba lo sucedido y me pidió que la disculpara. Con todo, pensaba que por el momento sería mejor interrumpir el análisis. Podíamos volver a hablar después del verano. Desde luego, hasta ahora no he tenido noticias de ella. Cuando el análisis no se interrumpe entra en la fase crucial, uno de los fenómenos bio en la forma en que el paciente Antes de llegar sión), durante a este punto, casi todo se percibe E. (paciente un año recurrió el analista, hasta el punto de despertar posibilidad de continuar. En la siguiente sentido: y el proceso importantes de un análisis al acting-out en supervi- dirigido contra serias dudas con respecto volvió a referirse que el psicoanalista es el cam- a sí mismo y al analista. Cierto día el problema la paciente psicoanalítico se examinó a su en sesión. al tema y dijo lo que había había cambiado, que parecía distinto, que ya no era como lo había conocido, alguien que la mantenía a distancia, lo que le provocaba a ella hostilidad hacia él, y la impresión de que el antagonismo entraba en era recíproco. En la sesión una habitación donde había siguiente una especie y, entre otros amigos, veia a una persona importante trajo un sueño: de recepción que había conocido arios antes y que cierta vez había llevado a recorrer la ciudad durante todo un día, ya que ese hombre no la conocía bien. Ella so acercó, cordial, a saludarlo, e indiferente un año. La paciente alguna relación asociaciones con la sesión Luego En ese momento nuevamente. previa, pero se mostró con él durante frío casi se lanzó a una serie de con el mundo exterior. abruptamente par de minutos. el hombre comunicado tenía una vaga idea de que el sueño debía encerrar relacionadas se interrumpió nuca. pero, inesperadamente, y la acusó de no haberse y permaneció levantó pareció El psicoanalista callada, En cierto inmóvil, la mano y se acarició volver momento, durante a la vida y empezó prestó más atención un suavemente-la a hablar a su súbito silencio que a ese gesto. Pero en la próxima para la autopercepción, sesión, demostrando la paciente se refirió una inesperada a algunas capacidad decisiones que El acting-out en la sesión 1139 psicoanalítíca había tomado y que pondrían fin a ciertas situaciones que duraban desde hacía aproximadamente un año, entre las cuales se encontraba terminar con una relación que había mantenido durante ese período con un hombre, a quien en realidad sólo la unía un vínculo sexual y sobre el que casi nunca hablaba en análisis. Luego volvió a referirse a la sesión anterior, porque tenía que informarme, según dijo, de algo muy extraño que le había sucedido entonces: cuando se interrumpió de pronto y permaneció inmóvil, lo que sucedió fue que experimentó la clara sensación de que el psicoanalista extendía la mano hacia ella y estaba a punto de tocarla. Todo le había parecido tan real y se había sentido tan segura que permaneció quieta, esperando el contacto. Cuando, al cabo de unos minutos, comprendió que lo que esperaba no se producía, se llevó automáticamente la mano al cuello, donde esperaba que el psicoanalista la tocara. La paciente había llegado al umbral, por así decirlo, de la fase crucial casi un año antes, pero sólo ahora comprendía en su interior que todo el acting-out en el mundo externo durante ese período había servido para salvarla de los problemas cruciales de su mundo interno. El sueño mostraba que la paciente ahora podía desprenderse de esas defensas y regresar a sí misma, y enfrentar el doloroso problema de la separación, que experimentaba como diversidad y cambio. No fue una sorpresa que, en el curso de esa sesión, al hablar sobre el sueño la paciente se sintiera dominada por la ansiedad ante la pérdida del 8elf y que el impulso a restablecer en la sesión un contacto unificador con el psicoanalista tuviera la fuerza de una alucinación. Pero, aun así, la paciente tuvo que reconocer objetivamente una separación, en la que el analista seguía estando a su lado, pero fuera de ella, y en la que ella quedaba contenida dentro de los límites reales de su propia piel. Empero, el silencio es uno de los fenómenos constantes en esta fase del proceso psicoanalítico. Lo que por lo general sucede es que los pacientes que durante años no han tenido problemas para hablar en la sesión comienzan ahora a experimentar esa dificultad, que por lo general está relacionada con un incremento de la tensión. A estos silencios iniciales subyace el sentimiento de estar separado y la ansiedad por la pérdida del 8elf y también la sensación de que el uso de las palabras como un vínculo unificador -el acting-out del lenguajeya no produce sus habituales efectos mágicos. Ahora las palabras pueden tener su significado, capaz de revelar lo que el paciente jamás se propuso reconocer. El súbito silencio de la paciente E. y el remplazo del lenguaje por una fantasía dolorosos sentimientos. En dos casos sucedió distintos, alucinada separados que, en una etapa avanzada se negó a acostarse tenían algo que ver con estos por varios del análisis, años en el tiempo, cierto día la paciente en el diván y se sentó en una silla frente a mí. Eugenío 1140 Gaddíní En uno de estos casos (F.) esto sucedió durante la sesión, y la paciente permaneció callada durante algunos minutos. Estas largas pausas o silencios habían comenzado poco antes, acompañados por perturbadora tensión. De pronto, la paciente se levantó del diván y se sentó en la silla. La otra paciente (G.), en cambio, entró en el consultorio cierto día, se dirigió como de costumbre al diván pero, en lugar de acostarse, se detuvo un instante para mirarlo, luego se volvió y se sentó en el sillón. También esta paciente, que antes hablaba mucho, había comenzado poco antes a permanecer callada durante la sesión, pero. a diferencia de F., algunas sesiones antes de su acting-out G. había dicho algo sobre el silencio que me llamó la atención y que ahora recordé. En esa sesión permaneció callada durante algunos minutos y de pronto, con irritación insólita en ella, dijo: "Quizá mi silencio sea una reacción ante el hecho de que usted no hable". Le dije que comprendía cuán doloroso le resultaba el silencio y agregué que, cualesquiera que fueran los motivos por los que no hablaba, el hecho de que hubiera roto el silencio quizás importaba más que si yo lo hubiera hecho. Al cabo de un momento, la paciente dijo: "Para usted, el silencio es distinto, nunca es total, como lo es para mí". Le pregunté qué quería decir. "Cuando permanezco en silencio, y usted tampoco habla, aun así puede verme. Por lo tanto, para usted el silencio nunca es total. Pero yo no puedo verlo y si, cuando callo, usted también calla, todo desaparece y el silencio se vuelve abrumador. Es horrible. Siento como si desapareciera en él.' Lo que en realidad describía la paciente era su ansiedad ante la pérdida del Self. Como sus silencios persistieron, se vio obligada a actuar. Así, el fin consciente del acting-out era impedir que se repitiera esa experiencia intolerable. Ahora, mirándome, ya no corría peligro de disolverse en el silencio total. Creo que era importante que pudiera expresar sus sentimientos con palabras. La misma clase de ansiedad, pero más intensa, subyacía al acting-out de la paciente F., pero ésta carecía de palabras para describirla. Dicha ansiedad había originado en ambas pacientes el mismo tipo de acting-out en la sesión, pero la organización mental básica era muy distinta en cada una de ellas. Con todo, tanto en F. como en G., el acting-out en la sesión significó una modificación del marco, por lo cual, formalmente, parecía dirigido contra el proceso psicoanalítico, cuando, en realidad, en ambos casos, su fin era el de permitirles proseguirlo. G. continuó usando el sillón unas diez sesiones más. Hasta que, cierto día, sin decir palabra, se acostó espontáneamente en el diván. La paciente F. jamás volvió a hacerlo. La ansiedad respecto de la pérdida del Self aumentó en forma gradual y el padecimiento mental de la paciente se convirtió en un fenómeno estable durante largo tiempo, impidiendo toda labor El acting-out en la sesión 1141 psicoanalítica interior. De hecho, a pesar de las apariencias y de lo que ella misma tendía a mostrar, pude comprender que la labor clandestina que describí antes seguía adelante. La estructura narcisista de esta paciente apareció claramente representada en un sueño algunos años después, cuando estaba a punto de encontrar una salida. En el sueño, estaba junto a otra mujer joven, al pie de una colina redondeada. La otra mujer le mostraba una casita en la cima de la colina y le explicaba que era su casa y se jactaba de sus ventajas. Entre otras cosas, le dijo: "Allí arriba estoy a salvo de toda perturbaclan. Nadie podría alcanzarme jamás". Con cierta incredulidad, la paciente le pidió una explicación. "Me parece que cualquiera puede subir por la ladera y llegar a tu casa." "No, no pueden, es imposible", respondió la otra con tono triunfal. "Mira allí abajo", dijo, señalando el pie de la colina. "Desde el pie de la colina hasta casi la mitad de la ladera está todo cubierto con mierda, que rodea toda la colina, de modo que nadie puede alcanzarme." La paciente se sintió desconcertada durante un momento y luego dijo: "Bueno, al fin de cuentas quizás sea más fácil, y quizás aun mejor, hablar con alguien". Como vemos, la sexualidad infantil de esta paciente, ubicada en el sueño al pie de la colina donde ésta se encontraba en relación con el mundo circundante, no había podido cumplir los fines de la relación y, en cambio, estaba al servicio de un Self que, de manera mágica y omnipotente, tenía que ser una sola y misma cosa con un gigantesco pecho autosuficiente (la colina redondeada). Así, su vida instintiva (su Yo) había perdido su tendencia original a la relación objetal y estaba al servicio de la meta opuesta, que consistía en constituir una barrera frente al mundo externo y proteger la eterna supervivencia del Self. Sólo que ahora algo comenzaba a surgir en la paciente, aparte de las necesidades imperiosas de su Self, esto es, un deseo autónomo con respecto a un objeto. (Traducción de Noemí Rosenblatt) Resumen El autor intenta describir observarse en la sesión algunos El acting-out forma parte un fenómeno normal que precede hacia la realidad integral que por lo común El acting-out defensivo no integrada de la mente, hacia la realidad necesidad parece de sobrevivir. desarrollo al desarrollo En cambio, está centrada vinculado que y las relaciones en desarrollo distintivos puede del proceso temprano y, del lenqua]e, más tarde corno con la patología impedir sino también de las necesidades tal como puede psicoanalítico. tal, constiruve de la acción orientada puede establecerse en el Sel! y es mágica no sólo objetales, al servicio del acting-out y en el desarrollo del y de la actividad. una defensa, capacidades rasgos psicoanalítica en la organización la evolución obligar como y omnipotente. yoica primitiva temprana al Yo a poner del Self y, sobre sus todo, de la 1142 Eugenio Gaddini Summary ACT/NG-OUT I have attempled be observed procesa. Acling-out precedes activity. Later self-oriented, pathology in the and primitive lo compel the -aboye ego it may establish and of towards íts developing capacilies of can a normal IS reality-oriented as a detense, acting-out organization ego development pul all, Ihe need and as such it itsell Defensive as they of the psychoanalytic 01 language, omnipotent. SESSION of acling-out, of early development, non-integrated bul fealures and in the developmenl development on instead, early lo the magic, able not only to pravent needs session is part and parcel which and usually sorne distinclive in the psychoanalylic phonomenon, action lo describe IN THE PSYCHOANALYTIG Ihe seems mind, realily which ls linked lo may be which and object-relationship, in Ihe 01 the self's service lo survive. Résumé L'ACT/NG·OUT Dans tel qu'il ce travail a pu étre du processus et donc analylique. il constitue I'action orientée pourra dans soil I'évolulion dans du du besoin inlégrale dislinctifs evec intégrée pourrant et les progressives plus centrée non précoce, du lanqaqe, En revanche, primitive ses capacilés de I'acting-out, du développement el toute-puissante, la réalité ANALYT/OUE le développement le déroulemenl la pathologie, vers el dans en général. l'orqanisation moi Irails précédanl magique rapport précoce et surtout, fait parlie normal défense que, en quelques LA SCEANCE psychanalylique et de I'activilé le moi El mettre contraindre du Sell, une 11 semble défensif cmpécher de décrire la scéance L' acting-out la réalité comme le Sel!. tente dans un phénoméne vers s'établir vactinq-ou: aussi I'auteur observé DANS de l'esprit, pas d'objet, au service il d'habitude ne seulemenl relalions de tard des mais besoins de survivre. Bibliografía Freud, S. (1913), Totem - (1919), "A - (1926), Inhibitions, Gaddini, Child E. (1969), (1977), and Taboo. is being Beaten". Symptoms "On "Formazione S. E. XIII. S. E. XVII. and Anxiety. del padre e scena Rev. de psicoanálisis, XXXV, (1981), "Note sul problema mente-corpo". choana/. Glover, niauo Winnicolt, Defensive (De próxima E. (1955). "The Fantasies 50, 475-484. Riv. Psicoan., 23:157-18,1. [Trad. 1, 1979.] Riv Psícoan., and the 27:3-29. Psychoanalytic tnt. J. Psy- Process". publicación.) Therapeutic of Psycho-Analysis. D. W. (1974), vol. primaria". cast.: (1981 a). "Early S. E. XX. Inl. J. Psychoanal., Imitation". "Fear Bailliére, Elfect of Tindall of Breakdown", Inexact Interpretation". En The Tech- & Cox, Londres. lnt, Rev. Psychoana/., 1 :103-1 07.