MEDITEMOS La paciencia hace más llevadero lo que no tiene remedio S Por LAUREANO LÓPEZ, L.C. e pierde, se cansa, se agota, se debili- pequeño llora, cuando el adolescente es rebelde, ta, se satura, se irrita, se quiebra, se cuando la hija es respondona, cuando la esposa acaba, se recobra, se sofoca, se agobia, grita, cuando el marido se enoja, cuando el abuese troncha, se restablece, se quebran- lo chochea, cuando otra vez han dejado entrar al ta, se abruma, se termina, se encuentra, se mue- perro en la casa y ha llenado todo de pelos… nos le, se hastía, se consuma, se rescata, se liquida, se llevamos las manos a la cara y exclamamos: ¡Seremata, se molesta, se sufre, se desborda, se recu- ñor, dame paciencia… pero ya! pera, se destruye, se atosiga, se extenúa, se harta Es cierto, la paciencia es un fruto del Espíriy se colma la paciencia. Si has llegado a esta lí- tu Santo y debemos pedirlo constantemente. Esta nea sin que te reviente la paciencia, habrás dado virtud es la primera perfección de la caridad, un paso importante para conseguir esta virtud. como dice san Pablo: «La caridad es paciente, es La paciencia es la virtud por la cual se sabe su- servicial; no es envidiosa, no es jactanciosa, no se frir y tolerar los infortunios y adversidades con engríe; es decorosa, no busca su interés; no se irrifortaleza, sin lamentarse. También significa ser ta; no toma en cuenta el mal; no se alegra en la capaz de esperar con injusticia; se alegra serenidad lo que taren la verdad. Todo lo da en llegar. excusa. Todo lo cree. Vivimos en un Todo lo espera. Todo mundo frenético. La lo soporta». (1 Co marabunta de la tec13,4-7) nología y el progreso La vida familiar de las comunicacioaquí en la Tierra es nes nos han traído un gimnasio para enormes beneficios entrenarnos en esta y comodidades. Sin virtud. Las adverembargo, nos han sidades diarias nos hecho olvidar la painvitan a sufrir con ciencia y la serenipaciencia la ignorandad. Hoy todo es urcia, el error, los degente. Te mandé un fectos e imperfecciosólo ios basta mail y no lo viste. Te nes de los miembros llamé cinco veces y de la familia. Sufrir no me contestaste. Te envié un mensajito por el con paciencia se convierte en una hermosa obra de celular y no me respondiste. Te estuve esperan- misericordia espiritual. ¡Cuánto más paciente ha do quince minutos y no llegaste. ¿Dónde te has sido Cristo con nosotros! metido? ¿Por qué no me avisaste inmediatamenSeñor, enséñanos a orar en familia como santa te? ¡Date prisa! ¡Al grano! ¡Apúrate! ¿Qué estás Teresa: «Nada te turbe. Nada te espante. Todo se esperando? pasa. Dios no se muda. La paciencia, todo lo alPor estas circunstancias es importante que se canza. Quien a Dios tiene, nada le falta: sólo Dios aprenda a formar virtud de la paciencia desde el basta». seno familiar. Las dificultades cotidianas vividas con amor y paciencia nos ayudan a prepararnos para la venida del Reino de Dios. Cuando el niño Señor, enséñanos a orar en familia como santa Teresa: «Nada te turbe. Nada te espante. Todo se pasa. Dios no se muda. La paciencia, todo lo alcanza. Quien a Dios tiene, nada le falta: D ». Tercer trimestre, 2015 Amor y Vida 4