RENOVACIÓN DE PROMESAS MONICIÓN Sabemos que nuestra existencia es un camino hacia el Padre; que Cristo nos ha llamado seguirlo en la vida cotidiana y que intentamos responder a su llamada como lo hicieron María y Marcelino Champagnat. SACERDOTE: Miembros de la Fraternidades Maristas en (país), ¿están ustedes dispuestos a renovar hoy su adhesión al Movimiento Champagnat de la Familia Marista? TODOS: Estamos dispuestos a seguir creciendo en Fraternidad, animándonos unos a otros en todo momento. SACERDOTE: Sin la ayuda de Cristo y de su gracia es difícil conseguir lo que se proponen. TODOS: Convencidos de ello, venimos hoy a presentarnos al Señor, pidiéndole el auxilio de su Santo Espíritu y la oración y corrección fraternal de todos aquellos que nos acompañan. SACERDOTE: ¿Han reflexionado sobre lo que supone y exige la Fraternidad en su plan de crecimiento, vivencia y compromiso cristiano? TODOS: Conocemos lo que significa pertenecer a la Fraternidad Marista; es para nosotros un camino de crecimiento espiritual, que nos exige alimentar nuestra fe en la formación, la vivencia fraterna, la oración personal y comunitaria y el compromiso solidario. SACERDOTE: Si es así, los invito a pronunciar su promesa. TODOS: Yo, ____________________ en presencia de Dios que es Amor y ante esta comunidad cristiana, consciente de mi fragilidad y de la fortaleza que encuentro al participar en el Movimiento Champagnat de la Familia Marista, me comprometo a continuar en el seguimiento del Señor Jesús en mi entorno familiar, social y laboral, acrecentando mi vida espiritual, participando de la misión evangelizadora de la Iglesia y cultivando un amor preferencial por los niños y jóvenes, especialmente los más necesitados, a ejemplo de Marcelino. María, Buena Madre, ayúdame a ser fiel a mis promesas como lo fuiste tú. Así sea.