03-c.qxd 6/15/02 9:01 PM Página 1 Política La Plata, domingo 16 de junio de 2002 3 El mundo contra mí Los siete países más poderosos lanzaron un duro cuestionamiento a la Argentina Desde Canadá, la cumbre del G-7 enfocó hacia el Gobierno de Duhalde. “Es necesario hacer mucho más. Debe haber un plan creíble”, evaluaron. También dijeron que no se están cumpliendo ciertas condiciones para el salvataje. El Ministro de Economía español pidió apurar la ayuda del FMI Eduardo Duhalde está empantanado en un corralito propio, con características propias y diferentes a las del que cobró fama en los últimos seis meses. En su caso, el corralito está dado por el escaso margen de maniobra con el que cuenta, a partir de las constantes y alternadas críticas que llueven desde el interior y desde el exterior. Ayer no fue Anne Krueger, ni el Gobierno de Estados Unidos, ni la Iglesia Católica, ni los partidos de oposición, y ni siquiera el pueblo argentino. Esta vez, el dedo acusador partió del Grupo de los Siete (G-7), que agrupa a los países más industrializados del mundo. Ayer, en la segunda jornada de debate, los ministros de Finanzas de Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Canadá, Francia, Italia y Japón pidieron a la Argentina que haga “mucho más” en sus sistemas monetario y bancario para que el Fondo Monetario apruebe una ayuda financiera. “La forma de avanzar es que el Gobierno desarrolle un plan para construir una recuperación económica creíble y sostenible”, señalaron al término de una reunión celebrada en Halifax (Canadá). Mientras la administración Duhalde negocia con el FMI un salvataje urgente, estas palabras Desde Canadá se hizo hincapié en tres aspectos: la cuestión monetaria, la reestructuración del sistema bancario y la seguridad jurídica cayeron como una bomba. Sin embargo, no hacen más que confirmar lo que se dijo hasta ahora: el Fondo no liberará ningún préstamo hasta tanto estén cumplidas todas y cada una de las exigencias que le solicitan. La crisis argentina fue uno de los asuntos centrales del encuentro del G-7, que ayer recibió el informe del director gerente del FMI, Hörst Koehler, y del vicepresidente segundo español y ministro de Economía, Rodrigo Rato, quien pidió que la ayuda para Argentina se apruebe “lo antes posible”. Los países más poderosos del planeta avisaron que Argentina “necesita hacer mucho más, especialmente en lo referente al marco monetario y a la reestructuración bancaria”. Asimismo, le pidieron al Gobierno de Duhalde que trabaje con el FMI “en un nuevo programa para poner en marcha ese plan”. En su exposición, Rato consideró que “ha habido una evolución positiva” en cuanto a las exigencias planteadas por el G-7 en abril, pero estimó que “todavía hay que hacer muchas cosas”, como la clarificación de la situación de los mercados financieros, y puso el acento en la necesidad de que los inversores internacionales cuenten con una seguridad jurídica que ayude a recuperar la confianza. Siempre están. Aunque esta vez no fueron tan directos como antes, los norteamericanos Paul O’Neill y John Taylor (atrás) firmaron un duro comunicado del G-7. Este grupo es el referente político del Fondo Monetario al momento de decidir si resulta conveniente otorgar ayuda monetaria a los países pobres y emergentes Necesidad de un acuerdo Rodrigo Rato (España): “Tenemos que ser conscientes del costo social que está teniendo esa crisis en Argentina y de la necesidad de que ese acuerdo (con el FMI) se produzca lo antes posible”. Hay esfuerzo, no hay plan John Manley (Canadá): “Reconocemos las difíciles circunstancias que enfrenta el pueblo de Argentina. Pero la manera de ir adelante es un plan para una recuperación económica creíble y sustentable”. La furia y el efecto tango En Halifax, alrededor de 200 manifestantes se pronunciaron contra el G-7. En el cónclave, los ministros hablaron del efecto tango, referido al contagio que podría ocasionar la crisis argentina en la región. Tal vez haya sido Pedro Solbes, comisario europeo para Asuntos Económicos, quien describió de manera más clara cuál es la pretensión del Primer Mundo hacia la Argentina. “Todo el mundo quiere ayudar a aquel país y que se llegue cuanto antes a un acuerdo con el FMI, pero todo el mundo también es consciente de que hay unas condiciones mínimas que hay que cumplir, y esas condiciones mínimas los argentinos las conocen bien”. Teniendo en cuenta que esto se sabe desde hace tiempo, ¿por qué la declaración del G-7 golpeó tan duro en el ánimo de Duhalde y su entorno? Simplemente, porque las asistencias financieras del FMI dependen de las decisiones políticas de los siete países más ricos del mundo, que dominan el poder de voto en el Directorio del organismo multilateral. Solbes también despejó las dudas en cuanto a que “no se añaden exigencias cada vez, lo que sucede es que no se han cumplido todavía. Una cosa son las intenciones y otra son los compromisos”. En esta dirección, Rato se mostró algo más flexible y consideró: “Tenemos que ser conscientes de los costos sociales que está teniendo esa crisis en Argentina y de la necesidad Las asistencias del FMI dependen de las decisiones políticas del G-7, que domina el poder de voto en el Directorio del organismo de que ese acuerdo (con el FMI) se produzca lo antes posible”. En el comunicado final de su reunión, el G7 pretendió suavizar las críticas y dijo estar “alentado” por el “significativo progreso” del Gobierno para reformar “el marco fiscal de las provincias y hacer frente a sus leyes de quiebras y de subversión económica”. Antes de que lo planteara el FMI, estas exigencias fueron lanzadas por el Grupo de los Siete en su pasada reunión de abril y Duhalde considera que ya las cumplió prácticamente en su totalidad. Por estos días, la misión del Fondo que se encuentra en Buenos Aires continuó exhibiendo el rigor mostrado desde que el país se declaró en cesación de pagos. Y, de acuerdo a lo que ayer expresó el ministro del Interior, Jorge Matzkin es coherente con lo que plantea el G-7: “La negociación ha comenzado sobre temas específicos como la política monetaria y la fiscal”, y “no (debería) incluir otros aspectos”. Entre el templado clima que reina en el este de Canadá y el frío polar que hace tiritar a la Argentina, hay miles de kilómetros de distancia. Sin embargo, siempre es menos de la que se necesitaría para comprender hasta qué nivel de profundidad cayó la Argentina. Hoy, el fondo de un precipicio jamás explorado aún continúa en penumbras. DURA CRITICA DEL LIDER CUBANO Según Fidel Castro, el país ”no sale nunca más” Como si no fuera suficiente con las críticas que la Argentina recibe de los países y las organizaciones más poderosas del mundo, también el presidente cubano, Fidel Castro, se sumó a los duros cuestionamientos. Dijo que se atreve a asegurar que Argentina “no saldrá más nunca de la crisis económica y social”. Evaluó que el país “está en una situación crítica” y disparó: “Es un desastre, es insoluble. Ni acabarán con el hambre, ni acabarán con el analfabetismo. Es terrible”. Las declaraciones hechas en La Habana llegaron a los oídos del Gobierno argentino, que optó por el silencio. Según Castro, su país “no tiene Fondo Monetario Internacional ni Banco Mundial, y está bloqueado, pero puede hacer cosas que no pueden hacer ninguno de esos países”. Y recalcó: “Hicimos un capital que es un capital humano y podemos sacar las cuentas exactas del Producto Interno Bruto de este país que no se contabilizan”. El líder cubano suscribió una propuesta de reformas constitucionales y comenzó ayer una campaña de recolección de firmas en la isla.