Levante, 21 Abril 2012 La policía desahucia a una familia de Alcossebre por no devolver 100.000 euros El despliegue policial impidió a la Plataforma de Afectados por las Hipotecas ayudar a los vecinos La Guardia Civil acordonó el entorno del domicilio de la familia desahuciada. JORDI MAURA ALCALÀ DE XIVERT Agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil desalojaron ayer a la familia Ibáñez-Escoda de su vivienda en Alcossebre. Se cumplía así, el desahucio ordenado por la jueza instructora del caso. El importante despliegue policial, 10 agentes de la policía y los efectivos de cuatro furgones de la Benemérita, impidieron que los voluntarios de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas pudieran impedir el desalojo. Éstos se quedaron fuera de la zona, al cortar los accesos las fuerzas del orden público, que controlaron los puntos de paso desde la ocho de la mañana hasta que a las cuatro de la tarde se materializó el desahucio entre los lamentos de la familia afectada. Los hechos se remontan a cuando Israel, el hijo de Ramón y Teresa, acudió a Caja Madrid a solicitar un crédito de 100.000 euros a devolver en 20 años para construir su casa. Sin embargo, hace unos meses el banco les obligaba a devolver esta alta cantidad en dos años, cosa inasumible. La demora en el desalojo obedeció a que en la vivienda había una mujer de 87 años que sufrió un ataque de ansiedad, lo que movió a la jueza a requerir el examen de un médico forense que se desplazó desde Castelló. Éste, al final, confirmó que la anciana podía desplazarse. Mientras, Teresa Escoda se lamentaba de que la jueza no le concediese un aplazamiento del desahucio de 15 días para hallar una solución. "No hemos podido ofrecer resistencia ni tampoco nos han dejado pactar con la jueza instructora del caso". Y "ahora sólo contamos con la buena voluntad de nuestros amigos porque no tenemos ningún sitio a donde poder ir. Lo peor de todo es que vivimos con una persona de 87 años que no puede moverse de la cama y que al ver todo esto le ha dado un ataque de ansiedad porque no entiende por qué tiene que irse de su casa", refiriéndose a su suegra. "Con esto han mostrado una vez más su falta de sensibilidad y de humanidad. La justicia está supeditada a los intereses de los bancos, como claramente ha sucedido con nosotros", explicó, disgustado, Ramón Ibáñez, marido de Teresa, que también indicó que "la jueza ha esperado a echarnos hasta que ha tenido el permiso del banco". Poco después de las cuatro de la tarde, la familia se quedó en la calle, sin domicilio, mientras que una ambulancia se llevaba a la anciana, aunque sin saber su destino, ya que, como anotó Teresa Escoda, no tienen vivienda. La familia asegura que seguirá luchando contra la entidad bancaria que los ha desalojado y la decisión judicial de "echar a la gente a la calle", apuntó Escoda, que también añadió que "el daño moral y la vergüenza que hemos pasado no nos lo podrá devolver nadie". La Plataforma Afectados por las Hipotecas de Valencia acudió a apoyar a la familia. "Hemos venido gente de Valencia, Sagunto y Castelló para hacer presión ante esta injusticia", apuntó Jose Luis Meseguer.