Colegio Antil Mawida Departamento de Historia Profesor: Marco Quezada Magíster© Historia de Occidente Guía Pedagógica 4º Medio B Guía Nº 21 Unidad Nº Sub. Unidad Núcleos temáticos de la clase Objetivos Una sociedad en Transformación la Sociedad de la Información Fundamentalismos religiosos Mundialización del terrorismo Comprender la importancia de la sociedad de transformación en los proceso de construcción histórica moderna y su vinculo con la conformación de las regiones del mundo El Fundamentalismo El fundamentalismo es un concepto moderno que surge como reacción cuando la sociedad moderna empieza a guiarse por leyes humanas y deja de lado las divinas, afectando a los hábitos y al estilo de vida . El término nació a principios del siglo XX en los EE. UU. y rápidamente pasó a definir ideologías cristianas protestantes que, enarbolando la infalibilidad de la Biblia, pretendían un regreso a las posturas fundacionales del cristianismo, basándose en muchos casos en nociones reaccionarias. De ahí se ha extendido la denominación a otros muchos movimientos recientes de casi todas las religiones del mundo que predican en contra de la corriente principal de sus respectivos credos, aseverando que ésta se ha desviado de sus fundamentos, o que se resisten a aceptar ideas progresistas que han sido admitidas por una gran parte de la comunidad. En el ámbito hispanohablante, su uso es más reciente aún que en el anglosajón: la edición del DRAE de 1992 todavía no lo recogía. Tampoco una enciclopedia de referencia como la Larousse lo incorpora hasta su revisión de 1984, y únicamente aplicado al fundamentalismo islámico. En el corpus de la RAE, un banco de datos que recoge textos de todas las épocas, no aparece hasta 1950, en un tratado jurídico, y la mayoría de ocurrencias son de la última década. A diferencia del ámbito anglosajón, su introducción y popularización viene asociado exclusivamente al resurgir del integrismo musulmán. La última edición (2001) del RAE ya recoge fundamentalismo, aplicado tanto a las lecturas literalistas de la Biblia como del Corán. El término tradicional en español es integrismo, que no solo se refería a la religión sino a algunas corrientes políticas tradicionalistas nacidas en el siglo XIX. Por último, el DRAE recoge también una tercera acepción más general y no necesariamente estar asociada a alguna religión: Exigencia intransigente de sometimiento a una doctrina o práctica establecida. En este sentido, el sociólogo Peter L. Berger sostiene que el fundamentalismo no procede sólo de la religión: Generalmente se cree que el fundamentalismo es malo para la democracia porque dificulta la moderación y la disposición al compromiso que hace posible la democracia (...) Pero es importante comprender que hay secularistas tan fundamentalistas como los religiosos: unos y otros coinciden en no estar dispuestos a cuestionar sus opiniones, así como en su militancia, agresividad y desprecio hacia los que discrepan de ellos. Las bases del fundamentalismo En muchos casos, el concepto del fundamentalismo viene irremediablemente atado a la interpretación de una Sagrada Escritura (Biblia, Corán, Torá...), sobre la que, no obstante, se sostiene que es infalible, atemporal y universalmente válida. Así, en oposición al proceso de relativización de las "verdades absolutas" contenidas en los Libros Sagrados que se venía dando hasta ahora, encontramos una rotunda afirmación del valor de cada versículo de los mismos y una apología de su aplicación literal, en algunos casos más allá de lo que jamás se hizo. Por supuesto esto supone la asunción de dos supuestos: que Dios otorgó a sus Profetas una visión unívoca de su voluntad y que ésta está recogida y es disponible de manera directa a los seguidores de la doctrina fundamentalista. Fundamentalismo religioso El científico y escéptico Richard Dawkins apunta directamente al fundamentalismo religioso como una fuente de violencia y de irracionalidad. Poco después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, cuando le preguntaron en qué podría haber cambiado el mundo, Dawkins respondió: Muchos de nosotros veíamos a la religión como una tontería inofensiva. Puede que las creencias carezcan de toda evidencia pero, pensábamos, si la gente necesitaba un consuelo en el que apoyarse, ¿dónde está el daño? El 11 de septiembre lo cambió todo. La fe revelada no es una tontería inofensiva, puede ser una tontería letalmente peligrosa. Peligrosa porque le da a la gente una confianza firme en su propia rectitud. Peligrosa porque les da el falso coraje de matarse a sí mismos, lo que automáticamente elimina las barreras normales para matar a otros. Peligrosa porque les inculca enemistad a otras personas etiquetadas únicamente por una diferencia en tradiciones heredadas. Y peligrosa porque todos hemos adquirido un extraño respeto que protege con exclusividad a la religión de la crítica normal. ¡Dejemos ya de ser tan condenadamente respetuosos!2 Además, incluso cuando los fundamentalistas forman una mayoría numérica, su posición inalterable es la de víctimas de la corriente principal De este modo, siempre se aseguran una distancia exculpatoria con los problemas que sus enseñanzas y métodos no abordan o son incapaces de resolver. El fundamentalismo se ve a sí mismo como la clave para acabar con los problemas de la sociedad moderna, pero evita afrontar muchos de ellos porque ni siquiera los reconoce como tales, p.ej.: las enfermedades y otros desastres son castigo de Dios y un Gobierno fundamentalista o, mejor dicho, con elementos fundamentalistas (Irán, Arabia Saudí) siempre podrá argumentar que una catástrofe que afecta al pueblo sucede porque éste no sigue al pie de la letra las prescripciones divinas el logro de objetivos políticos. A partir del decenio de 1970 hubo un desbordamiento de atentados terroristas organizados por diferentes grupos en busca de la consecución de objetivos políticos. Había desde atentados perpetrados por el Ejército Republicano Irlandés en busca de la independencia de Irlanda hasta atentados al parecer sin sentido, sin un enemigo al frente, como la explosión de avión inglés de la TWA planeada por terroristas musulmanes. El terrorismo es principalmente utilizado por grupos políticos que han abandonado el camino de la legalidad para enfrentarse a sus opositores. Son grupos por lo general demasiado débiles como para enfrentarse directamente contra su enemigo, que generalmente es el Estado. Se podría identificar un terrorismo dentro de las ronteras de un Estado (España y la Eta, Irlanda y el ERI, Turquía y la Hermandad Roja, Perú y Tupac Amaru, etc.) y el terrorismo que trasciende las fronteras de un Estado y que no está dirigido en contra del Estado soberano de donde provienen los terroristas sino contra un tercer país. Los EE.UU. se ven afectado por los dos tipos de terrorismo, tanto el interno como el externo. El terrorismo motivado en contra del régimen norteamericano y efectuado por ciudadanos norteamericanos es de reciente aparición Pese a este surgimiento de terrorismo interno, EE.UU. se preocupa más por las amenazas del exterior, por los terroristas extranjeros que pudiesen afectar los intereses o a los ciudadanos norteamericanos. Y la amenaza es aún latente a pesar del fin de la guerra fría. Se pensaba durante la guerra fría que la U.R.S.S. y sus aliados fomentaban al terrorismo. Se acusaba a menudo a la U.R.S.S. y a sus aliados de pertrechar y entrenar terroristas como parte de su estrategia para propiciar la revolución socialista a lo largo del mundo. Se señalaba a Corea del Norte y Cuba como países en los cuales se entrenaban "terroristas" (pero que más bien eran revolucionarios que peleaban por la libertad de sus países) para que sirvieran en las guerras de liberación nacional del Tercer Mundo. Así, durante la Guerra Fría Se entendía al terrorismo como otro frente de batalla en el conflicto bipolar; muchas veces era así, pero no en todas. Algunas veces el terrorismo era resultado más de condiciones de opresión que de un conflicto entre potencias. Había regiones, por ejemplo el mundo árabe, en donde no precisamente el terrorismo se explicaba a partir del conflicto EE.UU.- U.R.S.S. Ahí, las condiciones de dominación y la inspiración religiosa inaguraron un período de guerra santa, guerra contra los infieles. El mundo árabe se convirtió en la nueva fuente de terrorismo internacional, identificando a Irán y Libia como los principales promotores de estos actos. La política de contraterrorismo de EE.UU. está encaminada a prevenir, desbaratar y derrotar las operaciones terroristas antes de que estas ocurran y, si llegase a ocurrir alguna, buscar por todos los medios posibles hacer pagar a los perpetradores. La política norteamericana de contraterrorismo descansa en 4 principios fundamentales: 1. No ofrecer concesiones a los terroristas, no negociar con ellos 2. Presionar a todos los estados que patrocinen actividades terroristas 3. establecer convenios y alianzas internacionales contra el terrorismo 4. ayudar a otros países en su lucha antiterrorista Actividades 1. Explica las bases teóricas del fundamentalismo mormón 2. Ejemplifica el fundamentalismo Mormón 3. Explica Las bases teóricas del fundamentalismo judío 4. Ejemplifica el fundamentalismo judío 5. Explica las bases teóricas del fundamentalismo Judío 6. Ejemplifica el fundamentalismo Judío 7. Explica las bases teóricas del fundamentalismo indù 8. Ejemplifica el fundamentalismo indù 9. Explica las bases teóricas del fundamentalismo chino 10. Ejemplifica el fundamentalismo Chino 11. Explica las bases teóricas del fundamentalismo Cristiano 12. Ejemplifica el fundamentalismo cristiano