Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Med Clin (Barc). 2012;139(5):215–220 www.elsevier.es/medicinaclinica Diagnóstico y tratamiento Hipertensión pulmonar tromboembólica crónica Chronic thromboembolic pulmonary hypertension Francisco Gabriel Botella a,*, Manuel Labiós Gómez a y Dolores Corella Piquer b a b Servicio de Medicina Interna, Hospital Clı´nico Universitario de Valencia, Valencia, España Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, Facultad de Medicina, Universidad de Valencia, CIBER de Fisiopatologı´a de la Obesidad y Nutrición, Valencia, España I N F O R M A C I Ó N D E L A R T Í C U L O Historia del artı´culo: Recibido el 14 de noviembre de 2011 Aceptado el 23 de febrero de 2012 On-line el 5 de mayo de 2012 La hipertensión pulmonar tromboembólica crónica La hipertensión pulmonar tromboembólica crónica (HPTEC) es un sı́ndrome de disnea, fatiga e intolerancia al ejercicio causado por la obstrucción tromboembólica proximal y el remodelado distal de la circulación pulmonar, lo que provoca una elevación de la presión arterial pulmonar y un fallo ventricular derecho (FVD) progresivo1. Se han postulado distintos mecanismos para explicar esta entidad, lo que incluye la recurrencia embólica después de un episodio tromboembólico pulmonar tratado adecuadamente2, la propagación in situ de un trombo en los vasos pulmonares3 y la incapacidad para disolver el émbolo inicial, lo que lleva a una vasculopatı́a de grandes y pequeños vasos4. Incidencia Su verdadera incidencia es desconocida. En una cohorte2 de 78 pacientes con tromboembolia pulmonar (TEP) aguda estudiados ecocardiográficamente, al año de seguimiento el 43,5 y el 5,1% tenı́an una presión arterial pulmonar sistólica (PAPs) superior a 30 y 40 mmHg, respectivamente. El 75% de los pacientes con PAPs > 40 mmHg sufrió una endarterectomı́a durante los 5 años siguientes, mientras que ninguno de los que presentaron PAPs bajas necesitó cirugı́a. La PAPs disminuyó hasta estabilizarse aproximadamente 38 dı́as después de la TEP aguda, aunque sin normalizarse en ningún momento. También la función ventricular derecha presentó una evolución similar. Todo ello sugiere que la realización de un ecocardiograma a las 6 semanas del episodio embólico agudo podrı́a predecir la posible aparición de una HPTEC1. * Autor para correspondencia. Correo electrónico: fgabrielbotella@hotmail.com (F. Gabriel Botella). Otro estudio3, realizado con una cohorte de 223 pacientes anticoagulados durante los 6 meses posteriores a una TEP aguda y un seguimiento aproximado de 94 meses, en el que la HPTEC fue definida como una PAPs y una presión media de la arteria pulmonar (PMAP) superior a 40 y 25 mmHg, respectivamente, muestra que a los 2 años de seguimiento el 3,8% desarrolló una HPTEC. Estos 2 estudios2,3 sugieren que uno de cada 25 pacientes con un episodio inicial de TEP aguda padecerá una HPTEC. Fisiopatologı́a El tratamiento de la TEP aguda generalmente mejora la situación hemodinámica pulmonar1. Sin embargo, y a pesar de realizarse una anticoagulación adecuada, al año, los trombos residuales pueden persistir hasta en el 50% del total de los pacientes1. Si el episodio agudo no se resuelve en 1 a 4 semanas, el material embólico se incorpora a la pared del vaso, y con el tiempo es remodelado dentro del tejido conectivo y elástico, que contiene células precursoras endoteliales y musculares lisas1. Estudios histopatológicos5 y endoscópicos1 de las arterias pulmonares realizados a las pocas semanas de una TEP aguda, revelan una estenosis del vaso en el lugar de la obstrucción y una respuesta vasoconstrictora que puede llevar a una vasculopatı́a arteriolar de pequeño vaso caracterizada por una excesiva proliferación de células vasculares e inflamatorias alrededor de las arteriolas precapilares de la circulación pulmonar. Factores neurohormonales, incluida la endotelina-1, podrı́an desempeñar un papel central en la HPTEC como potente vasoconstrictor y desencadenante de los cambios microvasculares5. La hipertensión arterial pulmonar (HAP) aparecerá cuando la capacidad del resto del lecho vascular sano no pueda absorber el gasto cardı́aco, ya sea debido al grado de obstrucción primaria por el material tromboembólico y el remodelado adyacente, o a la combinación de una obstrucción proximal y una vasculopatı́a secundaria de pequeño vaso1. 0025-7753/$ – see front matter ß 2011 Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. doi:10.1016/j.medcli.2012.02.016 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 216 F. Gabriel Botella et al / Med Clin (Barc). 2012;139(5):215–220 Clasificación Se han descrito 4 tipos de enfermedad oclusiva pulmonar basados en la localización anatómica del trombo y en la patologı́a de la pared del vaso6. Enfermedad tipo 1 Representa alrededor del 25% de los casos de HPTEC y se caracteriza por la aparición de trombos frescos en las arterias pulmonares principales o lobares. Enfermedad tipo 2 Representa alrededor del 40% de los caso de HPTEC y se define por el engrosamiento y la fibrosis de la ı́ntima con o sin trombos organizados próximos a las arterias segmentarias. Enfermedad tipo 3 Representa alrededor del 30% de los caso de HPTEC y se caracteriza por el engrosamiento y la fibrosis de la ı́ntima, con o sin trombos organizados dentro de las arterias segmentarias distales y subsegmentarias. Enfermedad tipo 4 Representa algo menos del 5% de todos los casos de hipertensión pulmonar tromboembólica. Es una vasculopatı́a microscópica arteriolar distal sin enfermedad tromboembólica visible y es inoperable. Tabla 1 Factores de riesgo para la hipertensión pulmonar tromboembólica crónica Factores especı́ficos de TEP Episodios múltiples de TEP Grandes defectos de perfusión Pacientes jóvenes PAPs superior a 50 mmHg como manifestación inicial de TEP Hipertensión pulmonar persistente detectada ecográficamente 6 meses después de un TEP Enfermedades crónicas Postesplenectomı́a Enfermedades inflamatorias crónicas, incluidas la enfermedad inflamatoria intestinal y la osteomielitis Catéteres intravenosos permanentes Shunts ventriculoauriculares Marcapasos infectados Estomatocitosis hereditaria Sı́ndrome de Klippel-Trenaunay Terapia tiroidea de sustitución Cáncer Factores trombóticos Anticoagulante lúpico Anticuerpos antifosfolı́pido Factor VIII elevado Déficits de antitrombina III, proteı́nas C y S Disminución de los niveles de trombomodulina Anticuerpos antiplaquetarios inducidos por heparina Incremento de la resistencia a la fibrinólisis Factores genéticos Grupo sanguı́neo distinto de O Polimorfismos HLA Fibrinólisis endógena anormal HLA: antı́genos de leucocitos humanos; PAPs: presión arterial pulmonar sistólica; TEP: tromboembolia pulmonar. Fuente: elaboración propia a partir de varios autores1,5. Factores de riesgo En la tabla 1 se incluyen los factores de riesgo para la HPTEC, que en la mayorı́a de los casos no está relacionada con defectos especı́ficos de la coagulación o con enfermedades médicas subyacentes1. Clı́nica Para que la hipertensión pulmonar se manifieste clı́nicamente es necesario que se obstruya entre el 60 y el 70% del lecho vascular, por lo que estos pacientes, inicialmente, suelen presentar una serie de sı́ntomas inespecı́ficos7. El más frecuente es la disnea de esfuerzo progresiva con intolerancia al ejercicio, que no guarda relación con las alteraciones encontradas en la exploración fı́sica. A medida que la enfermedad evoluciona, pueden aparecer sı́ntomas adicionales como el dolor torácico, -hasta en el 50% de los casos-, vértigos, sı́ncopes, o hemoptisis, estas últimas provocadas por los vasos anormalmente distendidos por la presión intravascular7. La distensión abdominal, los edemas periféricos, la hepatomegalia y la ascitis pueden desarrollarse a medida que se instaura el FVD. Cuando este último progresa, pueden encontrarse signos tı́picos de hipertensión pulmonar, lo que incluye las grandes ondas V en el pulso venoso yugular, un ventrı́culo derecho palpable en el borde esternal inferior izquierdo, o un ritmo de galope ventricular derecho7. Diagnóstico A todos los pacientes con historia clı́nica de trombosis venosa profunda, TEP o ambas, que presenten disnea, intolerancia al ejercicio, o evidencia clı́nica de FVD, se les debe descartar/ confirmar una HPTEC. La evaluación diagnóstica de esta entidad tiene 3 objetivos1: 1. Establecer la presencia y gravedad de la HAP y de la disfunción cardı́aca resultante. 2. Determinar su causa. 3. Si la enfermedad tromboembólica está presente, determinar en qué grado puede ser corregida quirúrgicamente. El diagnóstico diferencial de una posible HPTEC obliga a realizar una serie de pruebas para establecer 3 criterios: a) Confirmar la HAP, lo que requiere que la resistencia vascular pulmonar (RVP) en reposo, medida por cateterismo cardı́aco derecho, sea > 3 unidades Wood y que la PAPs, también en reposo, y la PMAP excedan los 40 y 25 mmHg, respectivamente. Un ecocardiograma es útil como exploración inicial, pero insuficiente como prueba diagnóstica8. b) La angiografı́a o la gammagrafı́a de ventilación/perfusión (V/Q) deben demostrar una obstrucción en cualquiera de las arterias principales, lobares, segmentarias o subsegmentarias, a pesar de que el paciente haya sido anticoagulado previamente durante 3 meses. Un angiograma pulmonar o una gammagrafı́a de V/Q normales excluye el diagnóstico9. Puede observarse una angio-tomografı́a computarizada (angio-TC) relativamente normal a pesar de que la gammagrafı́a de V/Q presente anomalı́as sustanciales. De ahı́ la importancia de esta última en la evaluación de la HPTEC10. c) Descartar otras causas de HAP, fundamentalmente las asociadas con enfermedad cardı́aca izquierda o con enfermedad pulmonar parenquimatosa. Para excluir la primera es necesario que la presión de oclusión de la arteria pulmonar sea inferior a 15 mmHg11. En algunos pacientes puede ser más elevada debido a una dilatación del ventrı́culo derecho (VD) importante, a una dependencia interventricular, y al resultante de una disfunción ventricular izquierda. En estos casos, la resistencia vascular pulmonar (RVP) es superior a 600 dinas/s/cm 5 11. Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. F. Gabriel Botella et al / Med Clin (Barc). 2012;139(5):215–220 Las pruebas funcionales respiratorias son necesarias para valorar la disnea y excluir la presencia de una obstrucción de las vı́as aéreas o de una fibrosis pulmonar. La capacidad de difusión de monóxido de carbono puede estar moderadamente reducida y el 20% de los pacientes tendrán defectos restrictivos moderados causados por las atelectasias secundarias a infartos pulmonares previos12,13. La ecocardiografı́a transtorácica es utilizada como prueba inicial para observar la HAP. Los hallazgos adicionales incluyen la regurgitación tricuspı́dea y el crecimiento del VD sobre la cavidad ventricular izquierda con disfunción sistólica y diastólica de esta última14. La ecografı́a con contraste puede mostrar la apertura de una comunicación intraauricular como consecuencia del aumento de la presión auricular derecha15. La gammagrafı́a pulmonar de V/Q es crı́tica para establecer el diagnóstico de HPTEC10. Un hallazgo normal excluye su diagnóstico, mientras que múltiples defectos bilaterales de perfusión lo sugieren5. Sin embargo, puede subestimar la magnitud de los defectos de perfusión debido a la existencia de una recanalización parcial de la luz de los vasos mientras todavı́a hay una obstrucción significativa del flujo sanguı́neo16. Tampoco localiza anatómicamente la extensión de la enfermedad, por lo que no debe emplearse para determinar la accesibilidad quirúrgica5. La angio-TC permite valorar la dilatación del VD y de las arterias pulmonares centrales, ası́ como detectar los trombos organizados en las arterias principales, lobares, segmentarias y subsegmentarias, aunque en estas últimas con menor exactitud5,10. El patrón en mosaico que refleja áreas hiperperfundidas que alterna con otras hipoperfundidas también suele observarse en la enfermedad venooclusiva pulmonar, aunque en esta se asocia con engrosamientos de los septos interlobulares17. En la tabla 2 se recogen las diferencias entre la angio-TC y la gammagrafı́a de V/Q en el diagnóstico de la HPTEC. La angiografı́a pulmonar es la prueba de oro para definir la anatomı́a vascular pulmonar1. No obstante, pensamos que al ser un procedimiento agresivo no exento de riesgos, deberı́a reservarse, al igual que la angioscopia pulmonar18 (con la que puede realizarse conjuntamente), para los casos en los que no exista una certeza diagnóstica de HPTEC, o para definir la ubicación exacta de la obstrucción trombótica, previamente a la realización de una endarterectomı́a19. Las imágenes angiográficas varı́an desde defectos de llenado hasta vasos completamente trombosados. El material trombótico organizado a lo largo de la pared vascular origina un borde luminal dentado o festoneado. El engrosamiento de las paredes y la dilatación de los vasos proximales provoca que su luz llena de contraste tenga un diámetro aparentemente normal20. Tratamiento El tratamiento de elección de la HPTEC es la endarterectomı́a pulmonar. Esta recomendación se basa en el hecho de que es potencialmente curativa, ya que normaliza casi por completo los parámetros hemodinámicos y mejora el estado clı́nico del 217 paciente1. Aquellos con RVP elevadas y obstrucción vascular mı́nima (enfermedad tipo 4) son los que tienen peor pronóstico, ya que la cirugı́a no corrige la hipertensión en esta población6,18. La vasculopatı́a arteriolar precapilar sin tromboembolia de los grandes vasos no es modificada por la endarterectomı́a de las arterias proximales. La mayorı́a de las muertes postoperatorias ocurren en este subgrupo, por lo que los esfuerzos realizados deben dirigirse a identificar mejor a este tipo de pacientes para evitar en lo posible operaciones innecesarias21. En la tabla 3 se recogen los factores pronósticos más importantes a tener en cuenta antes de realizar una endarterectomı́a pulmonar. Los pacientes sometidos a cirugı́a, generalmente presentan una RVP preoperatoria > 300 dinas/s/cm 5, a menudo con un rango de 800 a 1.400 dinas/s/cm 5 22. Aquellos en los que la RVP postoperatoria disminuye por lo menos un 50%, con valores menores a 500 dinas/s/cm 5, tienen mejor pronóstico que los que no lo hacen5. No hay lı́mite superior para la RVP, ni para el grado de disfunción VD o de regurgitación tricuspı́dea que pueda excluir a un paciente de este tipo de cirugı́a en centros con la experiencia suficiente, que por desgracia son relativamente pocos en nuestro paı́s. Las alteraciones hemodinámicas o ecocardiográficas graves no deben utilizarse para etiquetar a un paciente de inoperable23. La presencia de comorbilidades que pueden afectar a la supervivencia a corto y largo plazo debe considerarse en toda evaluación preoperatoria. La edad avanzada (> 80 años), la insuficiencia renal y la disfunción hepática no son contraindicaciones absolutas para la endarterectomı́a1. La única contraindicación absoluta para la cirugı́a es la enfermedad parenquimatosa pulmonar, debido a que la endarterectomı́a puede mejorar los parámetros hemodinámicos, pero no revierte los sı́ntomas y la progresión de la enfermedad pulmonar18. Resultados a corto y a largo plazo de la endarterectomı́a pulmonar A corto plazo, estudios ecocardiográficos14,18 han demostrado una rápida disminución en las dimensiones de la aurı́cula y el VD postendarterectomı́a, ası́ como una mejorı́a significativa de la regurgitación y de la función valvular tricuspı́dea, que retorna a la normalidad en unos pocos dı́as como resultado de la restauración de la geometrı́a anular valvular después de la remodelación del VD. Por otra parte, la recuperación del flujo sanguı́neo de las regiones pulmonares previamente ocluidas provoca una reducción inmediata de la RVP, con el consiguiente incremento del gasto cardı́aco1. La mortalidad peroperatoria en grandes series de pacientes recogidas en centros especializados y con experiencia quirúrgica oscila entre el 2,5 y el 4,7%1. El edema de pulmón que aparece en el 5 al 15% de los casos, y consecuencia de la reperfusión inmediata de nuevas áreas del mismo, es la complicación postendarterectomı́a más frecuente24. Estudios actuales25,26 demuestran que las tasas de supervivencia a los 6 años de la endarterectomı́a oscilan entre el 75 y el 92%, manteniéndose los beneficios hemodinámicos, la mejorı́a del intercambio gaseoso, del estado funcional y de la calidad de vida. Tabla 2 Diferencias entre la angio-tomografı́a computarizada y la gammagrafı́a de ventilación/perfusión en la exploración de la hipertensión pulmonar tromboembólica crónica Angio-tomografı́a computarizada Gammagrafı́a de ventilación/perfusión Normalidad relativa Imprecisión en la detección de los vasos segmentarios y subsegmentarios Localiza la extensión de la lesión Determina la accesibilidad quirúrgica Diferencia con exactitud el modelo en mosaico de la HPTEC del de la enfermedad venooclusiva pulmonar Alteraciones significativas Precisión en la detección de los vasos segmentarios y subsegmentarios No localiza la extensión de la lesión No determina la accesibilidad quirúrgica No diferencia el modelo en mosaico de la HPTEC del de la enfermedad venooclusiva pulmonar HPTEC: hipertensión pulmonar tromboembólica crónica. Fuente: modificada a partir de varios autores1,5,10,17. Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 218 F. Gabriel Botella et al / Med Clin (Barc). 2012;139(5):215–220 Tabla 3 Endarterectomı́a pulmonar: factores pronósticos Resistencia vascular pulmonar Los pacientes con RVP elevadas y obstrucción vascular mı́nima (enfermedad tipo 4) son los que presentan peor pronóstico La vasculopatı́a arteriolar precapilar sin enfermedad tromboembólica de grandes vasos no es modificada por la endarterectomı́a de las arterias pulmonares proximales La mayorı́a de las muertes postoperatorias se dan en este grupo de pacientes Una RVP preoperatoria < 1.200 dinas/s/cm 5 y la ausencia de comorbilidades graves es de buen pronóstico Tipo de HPTEC Los pacientes con enfermedad tipo 3 y 4 tienen una regurgitación tricuspı́dea, PAPs y RVP mayores que aquellos con enfermedad tipo 1 y 2 Los pacientes con enfermedad tromboembólica distal (tipo 3 y 4) tienen mayor mortalidad peroperatoria, requieren más soporte inotrópico y mayor estancia hospitalaria que los del tipo 1 y 2 El grado de mejorı́a en la HP y la regurgitación tricuspı́dea después de la endarterectomı́a es determinado por el tipo y la localización de la tromboembolia pulmonar HP: hipertensión pulmonar; HPTEC: hipertensión pulmonar tromboembólica crónica; PAPs: presión arterial pulmonar sistólica; RVP: resistencia vascular pulmonar. Fuente: modificada a partir de varios autores1,21,32. Tabla 4 Endarterectomı́a pulmonar Resultados a corto plazo Resultados a largo plazo Morbilidad postoperatoria Mortalidad peroperatoria: 2,5-4,7% Supervivencia a los 6 años: 75%. Mortalidad a partir de los 6 años: 7,7-25% Un año después de la endarterectomı́a: el 91,4% de los pacientes son reclasificados como clase funcional I-II de la NYHA Mejorı́a del intercambio gaseoso, del estado funcional y de la calidad de vida de los pacientes. El 62% recupera su trabajo habitual. El 10% necesita oxigenoterapia permanentemente Edema pulmonar: 5-15% Preoperatoriamente: más del 91,3% de los pacientes son clasificados como clase funcional III-IV de la NYHA Desaparición de la hipertrofia y la dilatación de la aurı́cula y ventrı́culo derechos. Recuperación funcional de la válvula tricúspide. Restauración del flujo sanguı́neo pulmonar de las áreas obstruidas, disminución de la RVP, e incremento del gasto cardı́aco Hemorragia pulmonar: 3,8% Tiempo medio operatorio: 6,7 h (3,5-13,1 h). Tasa de infecciones peroperatorias: 2,4% NYHA: New York Heart Association; RVP: resistencia vascular pulmonar. Fuente: modificada a partir de varios autores1,14,32. En la tabla 4 resumimos los beneficios obtenidos a corto y a largo plazo, ası́ como las complicaciones más frecuentes postendarterectomı́a. Se ha investigado la utilidad de distintos marcadores para predecir la mortalidad después de la endarterectomı́a pulmonar. Tanto el brain natriuretic peptide (BNP «péptido natriurético cerebral»)27 como la fracción N-terminal de su propéptido (NT-proBNP)28, las proteı́nas fijadoras de ácidos grasos cardı́acos29, la proteı́na C reactiva30 y la trombomodulina31 han demostrado una buena correlación con la RVP o la función VD en pacientes operados. En la figura 1 se expone el algoritmo diagnóstico de la HPTEC. Tratamiento médico Todos los pacientes con HPTEC objetivamente demostrada, y en ausencia de contraindicaciones, sean o no candidatos a tratamiento quirúrgico, deben anticoagularse indefinidamente con las dosis adecuadas para mantener una ratio internacional normalizada entre 2 y 3, tanto antes como después de la endarterectomı́a32. Sin embargo, este tratamiento se acompaña de una mortalidad a los 3 años del 90%33. Para tratar de reducirla se han añadido a la anticoagulación una serie de medicamentos conocidos genéricamente como terapia médica especı́fica para la HAP (terapia especı́fica-HAP), que incluye los antagonistas de los receptores de la endotelina (bosentan), los inhibidores de la fosfodiesterasa (sildenafilo) y los análogos de la prostaciclina (epoprostenol y treprostinil)34. Solo disponemos de un ensayo clı́nico multicéntrico, aleatorio y controlado con placebo para la terapia especı́fica-HAP en la HPTEC, el BENEFIT35 (Bosentan Effects in Inoperable Forms of Chronic Thromboembolic Pulmonary Hypertension), que evalúa el bosentan. Este estudio, en el que participaron 157 pacientes con HPTEC inoperable o enfermedad residual posquirúrgica, muestra a las 16 semanas de tratamiento una reducción muy modesta de la RVP, en cualquier caso siempre inferior a la experimentada por los pacientes endarterectomizados23. Tampoco hubo mejorı́a en la capacidad funcional ni en la prueba de la marcha de 6 minutos. No existen referencias sobre la terapia especı́fica-HAP que demuestren claramente un beneficio en términos de sı́ntomas, capacidad de ejercicio o supervivencia. Las informaciones sobre este tipo de tratamiento provienen de evaluaciones retrospectivas realizadas sobre series pequeñas y sin controles de distintos fármacos1. Estos datos no definen si una clase de fármaco es superior a las otras, o si la terapia combinada es una aproximación racional. No se ha demostrado que la terapia especı́fica-HAP aumente la supervivencia, ya sea como medicación única o en conjunción con la endarterectomı́a7. Con todo ello podemos establecer que todo paciente con antecedentes de trombosis venosa profunda y/o TEP, con disnea, intolerancia al ejercicio, o evidencia clı́nica de FVD debe ser evaluado para descartar/confirmar una HPTEC. En todo paciente que haya padecido una TEP aguda es aconsejable realizar un ecocardiograma 6 semanas después para confirmar una HAP persistente, ya que puede predecir el desarrollo de una HPTEC. El tratamiento de elección en todo paciente diagnosticado objetivamente de HPTEC es la endarterectomı́a. En ausencia de contraindicaciones, todo paciente diagnosticado objetivamente de HPTEC deberı́a anticoagularse indefinidamente. Solo se recomienda la terapia especı́fica-HAP en pacientes con HPTEC considerados inoperables debido a comorbilidades graves, o por propia elección del enfermo, ası́ como en aquellos con HAP residual postendarterectomı́a que no están en condiciones de repetirla en un centro con más experiencia. La terapia especı́fica-HAP no debe utilizarse en lugar de ni como tratamiento puente de la endarterectomı́a pulmonar, ya que lo único que se consigue es aplazar esta, con el riesgo consiguiente para el paciente. Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. F. Gabriel Botella et al / Med Clin (Barc). 2012;139(5):215–220 219 Paciente con antecedentes de TVP y/o TEP, con disnea, intolerancia al ejercicio, o evidencia clínica de FVD. Ecocardiografía transtorácica Presion media de la arteria pulmonar > 25 mmHg en reposo y > 30 mmHg con el ejercicio Exploración normal Estudio finalizado Angio-TC torácica y/o gammagrafía (V/Q) Hallazgos sugestivos de HPTC Remitir al paciente a un centro especializado Tratamiento médico Confirmación diagnóstica: contraindicación quirúrgica Cateterismo cardíaco derecho y angiografía pulmonar para confirmación diagnóstica y si la enfermedad es subsidiaria de tratamiento quirúrgico Endarterectomía pulmonar Figura 1. Algoritmo diagnóstico de la hipertensión pulmonar tromboembólica crónica. FVD: fallo ventricular derecho; HPTEC: hipertensión pulmonar tromboembólica crónica; Gammagrafı́a (V/Q): gammagrafı́a de ventilación/perfusión; TC: tomografı́a computarizada; TEP: tromboembolia pulmonar; TVP: trombosis venosa profunda. Fuente: elaboración propia a partir de varios autores1,5,17. Conflicto de intereses Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. Agradecimientos Los autores expresan su agradecimiento a RETIC COMBIOMED (RDO7/0067/0006). Bibliografı́a 1. Jaff MR, McMurtry MS, Archer SL, Cushman M, Goldenberg N, Goldhaber SZ, et al. Management of massive and submassive pulmonary embolism, iliofemoral deep vein thrombosis, and chronic thromboembolic pulmonary hypertension: a scientific statement from the American Heart Association. Circulation. 2011;123:1788–830. 2. Ribeiro A, Lindmarker P, Johnsson H, Juhlin-DannfeIt A, Jorfeldt L. Pulmonary embolism: one-year follow-up with echocardiography doppler and five year survival analysis. Circulation. 1999;99:1325–30. 3. Pengo V, Lensing AW, Prins MH, Marchiori A, Davidson BL, Tiozzo F, et al.; Thromboembolic Pulmonary Hypertension Study Group. Incidence of chronic thromboembolic pulmonary hypertension after pulmonary embolism. N Engl J Med. 2004;350:2257–64. 4. Lang IM. Chronic thromboembolic pulmonary hypertension: not so rare after all. N Engl J Med. 2004;350:2236–8. 5. 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