ESTRATEGIA PEDAGÓGICA PARA OPERATIVIZAR EL SISTEMA DE ADMINISTRACIÓN DE CRÉDITOS ACADÉMICOS, A LA LUZ DE LA POLÍTICA DE FLEXIBILIZACIÓN Y ORGANIZACIÓN EN LAS INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR. FASE I ANÁLISIS DESCRIPTIVO DE LA POLÍTICA DE FLEXIBILIZACIÓN DESDE EL ESCENARIO INTERNACIONAL Y NACIONAL Gonzalo Alzate González José Manuel Castiblanco Quintero Jenifer Paola Castillo Rodríguez Ivonne Edith Castro Torres Oscar Darío Hidalgo Díaz Alirio Alfonso Osorio Gutiérrez ESPECIALIZACIÓN EN PEDAGOGÍA Y DOCENCIA UNIVERSITARIA FACULTAD DE EDUCACIÓN UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA BOGOTÁ, D.C. 2007 ESTRATEGIA PEDAGÓGICA PARA OPERATIVIZAR EL SISTEMA DE ADMINISTRACIÓN DE CRÉDITOS ACADÉMICOS, A LA LUZ DE LA POLÍTICA DE FLEXIBILIZACIÓN Y ORGANIZACIÓN EN LAS INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR. FASE I ANÁLISIS DESCRIPTIVO DE LA POLÍTICA DE FLEXIBILIZACIÓN DESDE EL ESCENARIO INTERNACIONAL Y NACIONAL Gonzalo Alzate González José Manuel Castiblanco Quintero Jenifer Paola Castillo Rodríguez Ivonne Edith Castro Torres Oscar Darío Hidalgo Díaz Alirio Alfonso Osorio Gutiérrez Trabajo de grado presentado como requisito parcial para optar al titulo de Especialista en Pedagogía y Docencia Universitaria Asesora AURA ALVAREZ LARA ESPECIALIZACIÓN EN PEDAGOGÍA Y DOCENCIA UNIVERSITARIA FACULTAD DE EDUCACIÓN UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA BOGOTÁ, D.C. 2007 Nota de aceptación ____________________________ ___________________________ Presidente del Jurado ____________________________ Jurado 1 ____________________________ Jurado 2 Bogotá D.C. Julio de 2007 AGRADECIMIENTOS Los autores expresan sus agradecimientos a las siguientes personas, quienes con su gestión, orientación y asesoría hicieron posible la realización del presente trabajo: BERTHA CECILIA HERRERA DE PEÑA Decana de la Facultad de Educación de la Universidad de San Buenaventura Sede Bogotá D.C. PADRE ALBERTO ECHEVERRI Director de la Especialización en Pedagogía y Docencia Universitaria de la Facultad de Educación de La Universidad de San Buenaventura, Sede Bogotá D.C. TERESA ARBELÁEZ Coordinadora de Investigación de la Facultad de Educación de la Universidad de San Buenaventura Sede Bogotá, D.C. AURA ESTHER ÁLVAREZ LARA Asesora del trabajo de grado. A NUESTRAS FAMILIAS por su paciencia y comprensión. RAE RESUMEN ANALÍTICO EDUCATIVO UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA FACULTAD DE EDUCACIÓN ESPECIALIZACIÓN EN PEDAGOGÍA Y DOCENCIA UNIVERSITARIA TÍTULO: ESTRATEGIA PEDAGÓGICA PARA OPERATIVIZAR EL SISTEMA DE ADMINISTRACIÓN DE CRÉDITOS ACADÉMICOS, A LA LUZ DE LA POLÍTICA DE FLEXIBILIZACIÓN Y ORGANIZACIÓN EN LAS INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR. FASE I: ANÁLISIS DESCRIPTIVO DE LA POLÍTICA DE FLEXIBILIZACIÓN DESDE EL ESCENARIO INTERNACIONAL Y NACIONAL AUTORES: Gonzalo Alzate González, José Manuel Castiblanco Quintero, Jennifer Paola Castillo Rodríguez, Ivonne Edith Castro Torres, Oscar Darío Hidalgo Díaz, Alirio Alfonso Osorio Gutiérrez. PUBLICACIÓN: Bogotá, l – 2007, páginas: 108, Figuras: 7 TIPO DE DOCUMENTO. Trabajo de Grado ACCESO AL DOCUMENTO. Universidad de San Buenaventura. Número topográfico no asignado. LUGAR: Universidad de San Buenaventura Sede Bogotá, D.C. AÑO: 2007 PALABRAS CLAVES: Flexibilización, flexibilización pedagógica, flexibilización curricular, flexibilización académica, flexibilización administrativa, Sistema de créditos académicos, estrategia pedagógica, Educación Superior, competencias. DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA: En un sentido amplio la flexibilidad en las Instituciones de Educación Superior – IES - presupone, entre otras cosas, una mayor diversificación de una gama amplia de posibilidades de educación y adquisición de saberes que favorezca un acceso equitativo a este nivel educativo. Dicho presupuesto implica, prospectivamente, una mayor diversificación de sus instituciones, transformaciones en sus estructuras, mayor adecuación a las necesidades sociales, incremento de la movilidad dentro del sistema; nuevas expresiones curriculares de la formación académica y profesional (abiertas o integradas), transformación de las relaciones sociales de aprendizaje a partir del redimensionamiento de las prácticas pedagógicas, cada vez más flexibles y basadas en principios autorregulativos. Para lograr este propósito de flexibilidad curricular en el cumplimento de las políticas educativas debe considerarse una serie de aspectos básicos, dado que son éstos los que orientan las preguntas de la investigación, según los presupuestos de la globalización: ¿Cómo se entiende el concepto de flexibilización?, ¿Cuáles son las condiciones, los lineamientos y los alcances de las actuales políticas educativas que contemplan la flexibilización en la Educación Superior?, ¿Cuál es el impacto de la política de flexibilización para la Educación Superior? y ¿Cual es la estrategia pedagógica que permite operativizar el Sistema de Créditos en las Instituciones de Educación Superior?. OBJETIVO GENERAL DE LA INVESTIGACIÓN. Proponer una estrategia pedagógica que dinamice la operativización del Sistema de Administración de Créditos Académicos en las Instituciones de Educación Superior IES. OBJETIVO DE LA I FASE. Realizar un análisis descriptivo desde el escenario Internacional y nacional de la política de flexibilización y organización de las Instituciones de Educación Superior y del Sistema de Créditos que permite dinámicas de innovación pedagógica, administrativa y de gestión. LÍNEA DE INVESTIGACIÓN: Pedagogía y desarrollo humano. TIPO DE INVESTIGACIÓN: Es Histórica – descriptiva: Histórica: estudia los hechos ocurridos en el pasado, reconstruyendo los acontecimientos y explicando su desarrollo según el contexto y la cultura. Descriptiva: estudia los fenómenos tal como aparecen en el presente. FUENTES: Total referencias: 34, referencias desde 1972 – 2006. METODOLOGÍA: El proyecto general está previsto en tres fases. En esta primera fase del proyecto de investigación se pretende realizar un análisis descriptivo desde el escenario internacional y nacional de la política de flexibilización y organización en las Instituciones de Educación Superior y del sistema de créditos que permite dinámicas de innovación pedagógica, administrativa y de gestión. Fase I: Elaboración de los marcos de referencia internacional y nacional sobre la política de flexibilización y organización en las Instituciones de Educación Superior y del sistema de créditos que permite dinámicas de innovación pedagógica, administrativa y de gestión. ASESORA DEL TRABAJO DE GRADO. Aura Esther Álvarez Lara. CONTENIDO PÁG. INTRODUCCIÓN 13 1. PROBLEMA 16 1.1. DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA 16 1.2. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA 17 2. JUSTIFICACIÓN 19 3. OBJETIVOS 22 3.1. OBJETIVO GENERAL DEL PROYECTO GLOBAL 22 3.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS SEGÚN FASES 22 4. MARCO DE REFERENCIA 24 4.1. HACIA UNA POLÍTICA DE FLEXIBILIDAD Y ORGANIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN COLOMBIA 24 4.2. FORMACIÓN FLEXIBLE 27 4.2.1 Flexibilidad administrativa 31 4.2.2 Flexibilidad académica 38 4.2.3 Flexibilidad curricular 48 4.2.4 Flexibilidad pedagógica 55 4.3. IMPACTO DE LA FLEXIBILIDAD 59 4.4. FLEXIBILIDAD Y FORMACIÓN ACADÉMICA INTEGRAL 61 5. SISTEMA DE CRÉDITOS 64 5.1. ANTECEDENTES INTERNACIONALES Y NACIONALES 64 5.2. ANTECEDENTES LEGALES Y PROPÓSITOS FUNDAMENTALES 66 5.3. ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DEL SISTEMA DE CRÉDITOS 71 5.4. LA UNIVERSIDAD Y FORMACIÓN PARA EL MUNDO GLOBAL 6. EN EL SISTEMA DE CRÉDITOS 79 LAS COMPETENCIAS 84 6.1. EL CONCEPTO DE COMPETENCIAS DESDE EL PRINCIPIO DE FLEXIBILIDAD Y EL SISTEMA DE CRÉDITOS ACADÉMICOS - 84 SCA 6.2. EL SUJETO DE LAS COMPETENCIAS 88 7. DISEÑO METODOLÓGICO DE LA INVESTIGACIÓN 96 7.1 CATEGORÍAS DE ANÁLISIS. 96 7.2. TIPO DE INVESTIGACIÓN 97 8. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 99 8.1. CONCLUSIONES 99 8.2. RECOMENDACIONES 102 BIBLIOGRAFÍA 105 LISTA DE TABLAS Pág. Tabla 1. El tipo de flexibilidades en la Universidad 47 LISTA DE FIGURAS Pág. Figura 1. Principio flexibilidad y sistema de créditos académicos. 73 Figura 2. Mentefacto conceptual competencias profesionales. 74 Figura 3. Mentefacto conceptual homologación. 75 Figura 4. Mentefacto conceptual intensidad de formación académica. 76 Figura 5. Mentefacto conceptual transferencia. 77 Figura 6. Mentefacto conceptual movilidad. 78 Figura 7. Mentefacto conceptual inspección y vigilancia. 79 INTRODUCCIÓN Lo que hoy se le demanda a las Instituciones de Educación Superior – IES - es mayor compenetración con desempeños genéricos, capacidad productiva y de conversión laboral flexible, personas formadas, que sean capaces de redefinir lo que tienen que hacer. Para esto se viene fortaleciendo la cultura de la formación flexible que desde el punto de vista de quien aprende podría definirse como una práctica de formación en la cual se tiene la posibilidad de escoger o seleccionar la forma, el lugar y el momento de su aprendizaje, según sus intereses, necesidades y posibilidades. El potencial semántico de la flexibilidad, que es vasto y multidimensional, puede tener un impacto importante sobre los contextos propios de la educación superior en la medida en que puede afectar la pertinencia, cobertura y calidad de sus instituciones; las formas de organización y gestión institucional, así como la división del trabajo del conocimiento académico y las formas de su transmisión. Desde el punto de vista institucional, la formación flexible se refiere a la gama de formas o medios, apoyos, tiempos y espacios que una institución ofrece para responder a las demandas de formación y para generar, igualmente una mayor cobertura y calidad del servicio educativo. Identifica el impacto de la flexibilidad a nivel académico, curricular, pedagógico, administrativo y de gestión, manifestando estrategias de innovación. En esta línea se busca dar a los estudiantes una formación integral donde sus intereses sean plenamente identificados, generando el escenario propicio para que sientan que sus requerimientos y proyectos se puedan pensar y realizar. Ello implica, estructurar currículos abiertos y flexibles donde los estudiantes adquieran dominios cognitivos, praxiológicos y axiológicos, y puedan escoger la modalidad 13 (presencial, semipresencial) el tiempo (ciclos, niveles, períodos, créditos), el lugar (espacios abiertos, cerrados, ambientes naturales, sociales) de acuerdo con sus intereses y necesidades particulares. Eso significa que la universidad debe pensar no solo en la adquisición de la ciencia, el saber, la investigación, sino también en el desarrollo humanístico integral a través de formación ciudadana, del hombre culto y del sujeto que se comporta éticamente, en comunión con unas formas y tiempos apropiados a las condiciones y posibilidades de los estudiantes. Esta propuesta de flexibilización conduce a que el estudiante adquiera habilidades intelectuales que le permitan seguir aprendiendo por sí mismo (menos presencialidad del maestro), manejar los procesos y habilidades mediante los cuales produce conocimiento para poder actuar e intervenir en el contexto en el cual se encuentra. La presente investigación desarrolla la primera fase del proyecto general denominado: Estrategia pedagógica para operativizar a la luz de la política de flexibilización y organización, el sistema de administración de créditos académicos en las Instituciones de Educación Superior. Esta fase realiza un análisis descriptivo desde el escenario internacional, latinoamericano y nacional de la política de flexibilización y organización en las Instituciones de Educación Superior que permite dinámicas de innovación pedagógica, administrativa y de gestión al interior de las I. E.S. La segunda y tercera fase que se abordarán en otros proyectos de investigación, comprenderán las estrategias de innovación pedagógicas implícitas en la propuesta del Sistema de Créditos Académicos - SCA - y los lineamientos del sistema de evaluación, respectivamente. 14 El tema de flexibilización es analizado e interpretado rigurosamente desde las categorías definidas: flexibilización curricular, académica, pedagógica y administrativa. Desde esta perspectiva se hace una relación con el Sistema de Créditos Académicos (SCA). Esta investigación se limita al contexto de Educación Superior ya que es en este nivel educativo donde por norma se adopta el Sistema de Administración por Créditos Académicos, en los diferentes programas de pregrado y postgrado. 15 1. PROBLEMA 1.1. DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA. En un sentido amplio la flexibilidad en la Educación Superior presupone, entre otras cosas, una mayor diversificación de una gama amplia de posibilidades de educación y adquisición de saberes que favorezca un acceso equitativo a este nivel educativo, dicho presupuesto implica, prospectivamente, una mayor diversificación de sus instituciones, transformaciones en sus estructuras; mayor adecuación a las necesidades sociales incremento de la movilidad dentro del sistema; nuevas expresiones curriculares de la formación académica y profesional (abiertas o integradas), transformación de las relaciones sociales de aprendizaje a partir del redimensionamiento de las prácticas pedagógicas, cada vez más flexibles y basadas en principios autorregulativos. La situación actual muestra que aún no se ha analizado en la operacionalización de estos propósitos de una manera precisa y adecuada. Adoptar la política y el SCA implica necesariamente generar alternativas académicas y administrativas de fondo en las IES. El cambio propuesto por el Decreto 808 del 2002, significó una ruptura en la forma de pensar y de actuar; lo que implica una mirada más universal de la manera como se hace la pedagogía en cada institución. Todas las IES, están reflexionando sobre si a los estudiantes en ciertos momentos del aprendizaje, se les garantiza un determinado saber y en consecuencia, los créditos otorgados, son su pasaporte para circular por otras instituciones. Junto con ello, la mayoría de instituciones que vienen implementando el Sistema, señalan como elementos comunes para su adopción: la importancia de definir políticas institucionales para su apropiación, seguimiento, evaluación y control; cambios de la concepción pedagógica tradicional hacia una centrada en el 16 estudiante, que los concibe más autónomos, más creadores, más innovadores, con más juicio crítico, con mayor capacidad de análisis, de decisión y de elección para acceder a rutas de formación, campos de cultura y fuentes de información diferentes al docente; previsión de las implicaciones académicas y administrativas que acarrea la adopción del sistema, clasificación de las asignaturas, núcleos o proyectos en: formación básica, complementaria y electiva u opcional; cooperación entre unidades académicas para definición de necesidades de diferente orden y disertación de la importancia relativa que tienen las “asignaturas” dentro de los planes de estudio. Teniendo en cuenta que el crédito académico constituye la unidad de valoración del trabajo académico total del estudiante expresado en horas en las que se integran las actividades de enseñanza y de aprendizaje, tanto de trabajo independiente como de trabajo con acompañamiento, los lineamientos presentados para un Sistema Institucional de Créditos deben abarcar una serie de consideraciones que respondan a las directrices dadas por la normatividad vigente. Por tanto, la asignación de créditos no se define, únicamente, a través de un ejercicio matemático; para calcularlos, es necesario que se valore el tiempo que el estudiante requiere con acompañamiento directo de su profesor y el necesario para la realización de las labores académicas orientadas al logro de los objetivos formativos. Ello es diferente para cada módulo, o proyecto, dependiendo de la naturaleza del mismo, de los objetivos, los contenidos, el modelo pedagógico y el sistema de evaluación. 1.2. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA Para lograr este propósito de flexibilidad curricular en el cumplimento de las políticas educativas se debe considerar una serie de aspectos básicos, que a su 17 vez se constituyen en las preguntas orientadoras de la investigación, desde los presupuestos de la globalización: ¿Cómo se entiende el concepto de flexibilización?, ¿Cuáles son las condiciones, los lineamientos y los alcances de las actuales políticas educativas que contemplan la flexibilización en la Educación Superior?, ¿Cuál es el impacto de la política de flexibilización para la Educación Superior? y ¿Cuál es la estrategia pedagógica que permite operativizar el Sistema de Créditos en las instituciones de Educación Superior?. Al formalizar estas preguntas se plantea el objetivo general de la investigación. 18 2. JUSTIFICACIÓN La Constitución Política de Colombia C.P.C. (1991) consagró tanto la autonomía universitaria como la inspección y vigilancia por parte del Estado. Esta tarea apunta a garantizar la prestación de un servicio de calidad. Muchos decretos han sido expedidos y derogados en estos años de vigencia de la Ley General de Educación. Durante los años 2001 y 2002, el Gobierno Nacional expidió una serie de decretos que establecieron los llamados "estándares de calidad" para algunos programas de pregrado y postrados en todas las ciencias y disciplinas. Es importante resaltar que en éstos se estableció un "registro calificado" otorgado por el Ministerio de Educación Nacional (MEN) que, dicho en otros términos, es la autorización de funcionamiento la cual se otorga una vez se ha verificado físicamente, mediante evaluación de pares, el cumplimiento de los condiciones mínimas de calidad. Al obtenerse este registro, se produce la inscripción del programa en el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (SNIES). En consideración a que uno de los estándares de calidad estableció la obligatoriedad de expresar el trabajo académico de los estudiantes en créditos académicos, se promulgó también el correspondiente decreto reglamentario. Antes de analizar el sistema de créditos es pertinente establecer que los créditos surgen como instrumento que permite romper la rigidez del sistema educativo. No obstante este primer acercamiento a un sistema institucional de créditos, implica para su adopción transformaciones de fondo en las instituciones universitarias relacionadas con la administración de los currículos, las pedagogías, metodologías de enseñanza, el sistema de evaluaciones, los sistemas de información, los reglamentos y sobre todo, en el proceso de formación centrado en el estudiante. Por ello se hace necesario establecer una serie de criterios que respondan a aspectos de orden cuantitativo y cualitativo a fin de unificar juicios para la implementación de los mismos en las diferentes ofertas educativas. 19 Para lograr los hábitos de adquisición del conocimiento y de actuación autónoma en su entorno, hay que tener en cuenta en la construcción de los programas la posibilidad de facilitarles la toma de decisiones (sobre el tiempo y lugar de los aprendizajes), en este sentido, la formación trascenderá los espacios del aula tradicional. Incrementar los apoyos a los estudiantes por medio de tutorías que favorezcan todas las posibilidades del aprendizaje autónomo, negociar los propósitos y contenidos de formación, constituye un avance fundamental con respecto a las formas clásicas e institucionales de aprendizaje; pues le permite al estudiante involucrarse de una manera activa en su formación y actualización permanente y la posibilidad de ajustar sus aprendizajes de acuerdo con su ritmo y con sus necesidades. La presente investigación se articula a la línea de pedagogía y desarrollo humano, responde a directrices de una política educativa que demanda respuestas de la Educación Superior y en especial la adopción de un sistema de créditos académicos, sus implicaciones pedagógicas para operativizarlo, que le permitan estar a tono con los procesos de modernización y mundialización planteados. En este sentido le corresponde a la investigación analizar a la luz de la política de flexibilización y organización en las IES, la propuesta del sistema de créditos y plantear una estrategia pedagógica que responda a las necesidades reales del sistema; de igual manera, al obtener la congruencia social, esta debe ir acompañada de pertinencia académica, entendida como la relación existente entre el currículo y los fines educativos, las necesidades del medio, el desarrollo social e individual. En suma, se exige por parte de las IES el ingreso al sistema de créditos y el desarrollo de unas competencias básicas que garanticen profesionales de calidad, 20 currículos orientados hacia el logro de objetivos claros y concretos que respondan específica y particularmente a los diversos contextos educativos y a las necesidades sociales, buscando así la formación de profesionales integrales y competitivos en un mudo global. 21 3. OBJETIVOS 3.1. OBJETIVO GENERAL DEL PROYECTO GLOBAL Proponer una estrategia pedagógica que dinamice la operativización del Sistema de Administración de Créditos Académicos en las Instituciones de Educación Superior IES. 3.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS SEGÚN FASES DE LA FASE I: REALIZAR UN ANÁLISIS DESCRIPTIVO DE LA POLÍTICA DE FLEXIBILIZACIÓN DESDE EL ESCENARIO INTERNACIONAL Y NACIONAL • Situar en el marco de las actuales políticas de Educación Superior el concepto de flexibilización mostrando los componentes que lo constituyen. • Analizar la normatividad vigente en el país para el funcionamiento de la propuesta y las posibles barreras o restricciones establecidas en las regulaciones del sistema de créditos. • Determinar los componentes que constituyen el concepto de flexibilización en los presupuestos de la globalización. • Precisar el impacto del concepto de flexibilización en lo relacionado con la transformación curricular, pedagógica, investigativa y administrativa. • Elaborar el marco de referencia que sustente las exigencias pedagógicas, los aspectos académicos y los elementos constitutivos para la implementación del Sistema de créditos. 22 DE LA FASE II: REVISAR Y ANÁLIZAR ESTRATEGIAS PEDAGOGICAS QUE PERMITAN DINAMIZAR EL SISTEMA DE CREDITOS. • Determinar la estrategia pedagógica que dinamiza la construcción autónoma y reflexiva del conocimiento en la dinámica de autorregulación propuesta por el Sistema de administración de créditos. • Analizar el papel de las tecnologías de información y comunicación en los ambientes de aprendizaje dentro de la propuesta del Sistema. • Elaborar una propuesta sobre la estrategia pedagógica que facilite la operatividad en el marco de la política nacional del Sistema de administración de créditos académicos en la Educación Superior. FASE III: DEFINIR LOS LINEAMIENTOS DEL SISTEMA DE EVALUACIÓN DESDE LA PROPUESTA PEDAGÓGICA QUE OPERATIVICE EL SISTEMA DE CREDITOS ACADEMICOS. • Identificar la estrategia de evaluación desde la propuesta pedagógica. • Diseñar la propuesta de evaluación pertinente desde la perspectiva del SCA. 23 4. MARCO DE REFERENCIA 4.1. HACIA UNA POLÍTICA DE FLEXIBILIDAD Y ORGANIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN COLOMBIA. Desde la década de los años ochenta, la Educación Superior ha estado sometida a las presiones de las transformaciones sociopolíticas, económicas, científicas y tecnológicas que ha impuesto el nuevo orden mundial. Lo que se ha denominado las cuatro dimensiones del cambio estructural, propias de las sociedades modernas, “…la generación de nuevos avances científicos y, especialmente la difusión de nuevas tecnologías de la información y de las comunicaciones; la profunda transformación en el reparto de la actividad económica entre los distintos sectores de la economía y la consiguiente redistribución de las ocupaciones; la aceleración de la internacionalización de las sociedades y de sus economías y el aumento del nivel de educación y de la base de conocimiento en las sociedades avanzadas” 1 han implicado el desarrollo de tres tendencias básicas que hoy están al orden del día en la Educación Superior en el mundo: el desarrollo del conocimiento, los procesos de innovación y la capacidad de aprender. En dichas tendencias, los procesos de innovación juegan un papel central. “Estas tendencias han afectado profundamente la vida de las Instituciones de Educación Superior y les han demandado una mayor flexibilidad en su organización y en sus relaciones internas, una mayor apertura o permeabilidad y proyección al denominado entorno social y una mayor dinámica en sus cambios e innovaciones. En otros términos les han demandado la producción de una cultura institucional que trascienda los estrechos criterios curriculares, académicos y 1 Véase informe Universidad 2000, en Revista Vivat Academia. Trascripción en formato HTML. Disponible en: http://www2.alcala.es/vivatacademia/baasedatos/universidad2000.htm 24 administrativos con los cuales han asumido sus tres funciones clásicas o tradicionales: la docencia, la investigación y la extensión”2 LA FLEXIBILIDAD nace como una respuesta pertinente a todos estos cambios y “es un proceso de apertura, adecuación y/o redefinición de las interacciones entre los aspectos del currículo y los actores del evento educativo. Su objetivo es articular el desarrollo del conocimiento con la acción facilitando una mayor interacción entre la teoría y la práctica; la flexibilidad supone estructuras y formas de relación abiertas, organización de los contenidos, implementación del sistema de créditos, contextos de aprendizaje flexibles (sitios de práctica, participación en eventos regionales, nacionales e internacionales, proyectos de investigación, seminarios complementarios) y estrategia metodológica flexible”. 3 En un sentido amplio la flexibilidad en la Educación Superior presupone, mayor diversificación y ampliación de una gama óptima de posibilidades de educación y adquisición de saberes que favorezca un acceso equitativo a este nivel educativo. Dicho presupuesto implica, prospectivamente, una mayor diversificación de sus instituciones, transformaciones estructurales, mayor adecuación a las necesidades sociales, incremento de la movilidad dentro del sistema, nuevas expresiones curriculares de la formación académica y profesional (abiertas o integradas), transformación de las relaciones sociales de aprendizaje a partir del redimensionamiento de las prácticas pedagógicas, cada vez más flexibles y basadas en principios autorregulativos. Es importante considerar que si bien la flexibilidad ha conducido a un complejo proceso de cambios estructurales en las Instituciones de Educación Superior en Colombia, éstos solo se han desarrollado parcialmente en una pocas instituciones 2 http://www.puj.edu.co/vice/academica/documentos/doc%20jir%20xxi/flexibilidad_diaz.doc 3http://www.unisimonbolivar.edu.co/index.php?option=com_content&task=view&id=212&Itemid=2116#flexibilid ad 25 sin afectar a otras dominadas por los rígidos y estrechos criterios de la formación profesionalizante centrada en contenidos enciclopédicos y en la docencia directa y magisterial.4 La flexibilidad en la Educación Superior en cualquiera de sus expresiones, significa ante todo la generación de interdependencia entre sus funciones, las necesidades de la sociedad y los procesos académicos y curriculares. Igualmente, exige mayor articulación entre la formación, la investigación y la proyección social, el incremento de la autonomía en el aprendizaje, la ampliación y diversificación de ofertas; la “democratización de las oportunidades de acceso” y de rutas de formación. Así mismo, implica mayor articulación o integración de las unidades y agentes responsables de la dirección y gestión de todos estos procesos. En este sentido, exige igualmente, acciones y concertación política y académica alrededor de compromisos establecidos y de tareas de innovación y cambios propuestos. Considerando la flexibilidad, como posible proyecto académico para las Instituciones de Educación Superior, debe ser materia de conceptualización, desarrollo y evaluación. Cualquiera que sean las orientaciones y realizaciones que se tengan en la organización de las instituciones y en las formas de relación que en ellas se promuevan, la flexibilidad debe conducir a una redefinición de sus principios, políticas, estrategias y formas organizativas, operativas, de gestión y de los medios e instrumentos de las Instituciones de Educación Superior, que hagan de ellas escenarios de formación, investigación y proyección social, más dinámicos, abiertos, democráticos e innovadores. 4 Se usa aquí magisterial en lugar de magistral. Esta última, si bien procede de magisterio se refiere a lo que se hace con maestría, con perfección. 26 Si se quiere alcanzar el propósito, la Educación Superior – como lo plantea la UNESCO: “debe cambiar profundamente haciéndose orgánicamente flexible, diversificándose en sus instituciones, en sus estructuras, en sus estudios, sus modos y formas de organizar sus estudios (...) y poner al día los conocimientos y las competencias, para actualizar, reconvertir y mejorar la cultura general de la sociedad y de los individuos”5 El análisis de la cultura institucional es importante, pensando en la introducción de la flexibilidad en las IES como un principio innovador de los sistemas académicos, administrativos, pedagógicos e investigativos. La cultura institucional, en sus dimensiones organizacional y simbólica, en sus relaciones horizontales y verticales, habrá de tenerse en cuenta, entonces, como factor que inhibe, favorece o condiciona el cambio y la innovación a la luz de nuevos principios. 4.2. FORMACIÓN FLEXIBLE. La flexibilidad está asociada a - o recibe una de sus expresiones en otra noción- la idea de formación flexible, la cual está generalmente relacionada con la generación de nuevos procesos socioeconómicos y culturales y puede considerarse como una consecuencia de la multiplicidad de innovaciones tecnológicas, organizativas y de gestión introducidas en muchas instituciones educativas y en los diversos escenarios de ejercicio profesional. La noción de formación flexible que ha recibido también la denominación de “formación abierta”, implica un redimensionamiento cultural y, fundamentalmente, una apertura cualitativa de todos los componentes de la formación convencional o tradicional. 5 UNESCO Informe Final. Tomo I. Pág. 4 27 Desde el punto de vista de quien aprende, la formación flexible podría definirse como una practica de formación en la cual se tiene la posibilidad de escoger o seleccionar la forma, el lugar (espacio) y el momento (tiempo) de su aprendizaje, de acuerdo con sus intereses, necesidades y posibilidades. Desde el punto de vista institucional, la formación flexible se refiere a la gama de formas o medios, apoyos, tiempos y espacios que una institución ofrece para responder a las demandas de formación y para generar, igualmente, una mayor cobertura y calidad del servicio educativo. La formación flexible es una noción amplia que implica un cambio fundamental en las prácticas educativas centradas en el profesor y en los contenidos de las prácticas centradas en el estudiante. Este cambio conlleva necesariamente la generación de alternativas educativas en cuanto a oportunidades, tiempos, espacios y modalidades de formación. Estas alternativas presuponen una amplia flexibilidad y autonomía en las decisiones formativas de los usuarios de la educación. Para re-significar el sentido tradicionalista de las Instituciones de Educación Superior se debe tener en cuenta que el enfoque de la formación flexible tiene una serie de características que son fundamentales, tanto para la organización de las instituciones de formación como para los participantes y usuarios de ésta. Entre otras características pueden considerarse las siguientes: • Posibilidad que los estudiantes tomen decisiones sobre el tiempo y el lugar de sus aprendizajes. En este sentido, la formación puede trascender los espacios del aula institucional. • Incremento de los apoyos a los estudiantes por medio de tutorías y de los diferentes medios posibles que favorezcan todas las posibilidades del aprendizaje autónomo. 28 • Posibilidad de los estudiantes de negociar propósitos y contenidos de formación. Esto constituye un avance fundamental con respecto a las formas clásicas e institucionales de aprendizaje, pues le permite al estudiante involucrarse de una manera activa en su formación y actualización permanente. • Mayor posibilidad de los participantes de acceder a diferentes rutas de formación, de incrementar su movilidad dentro del sistema de formación, de conformidad con sus intereses y expectativas. • Posibilidad de acceso de los estudiantes a diferentes opciones estratégicas que ofrezca la institución para el logro de los propósitos de formación. • Posibilidad de que los estudiantes ajusten el tiempo de sus aprendizajes de acuerdo con su ritmo y con sus necesidades. Una importante consecuencia de la formación flexible es la posibilidad de ampliar la cobertura de programas, medios de aprendizaje y servicios de apoyo a un mayor sector de la población que demanda equidad en el servicio educativo. En síntesis, la formación flexible sugiere la idea de apertura, de equidad y de creación de mayores oportunidades de formación para aquellos individuos y grupos que, en virtud de sus condiciones de existencia, no pueden acceder al sistema de formación regular o convencional ni, dentro de éste, a niveles superiores de formación. La formación flexible, al introducir nuevas modalidades de aprendizaje, al estimular la formación a lo largo de toda la vida como forma de supervivencia, al hacer énfasis en la revalorización permanente de las competencias para responder a los nuevos conceptos y formas de trabajo, profesión e, incluso de 29 vida, demanda a la Educación Superior profundas transformaciones políticoculturales, organizativas y administrativas que signifiquen nuevos modos de articulación del sistema, redimensionamiento de las formas organizativas y de distribución del conocimiento, integración de sus niveles, diferentes itinerarios o rutas de formación, valoración de las competencias de los estudiantes con independencia del lugar y el tiempo de su aprendizaje y, sobre todo, mayores oportunidades de acceso a sectores tradicionalmente excluidos del sistema de Educación Superior. Al realizar el abordaje de los aspectos conceptuales y metodológicos de la flexibilidad en la Educación Superior, se señalan algunos principios entre los cuales se destaca: La flexibilidad es un principio relacional que puede estar presente en un tipo de organización, clasificación o distribución y en un tipo de relación social. En este sentido podrían considerarse las relaciones verticales dentro del sistema de Educación Superior y las relaciones horizontales entre las instituciones. ¿Cómo transformar la rigidez de la distribución y estratificación vertical del sistema de Educación Superior y cómo lograr mayor flexibilidad y apertura horizontal entre las instituciones que lo constituyen? La flexibilidad no es un contenido en si mismo, sino una forma de relación; la flexibilidad afecta la forma y contenido de las relaciones entre y dentro de un sistema, una organización, un grupo o incluso un individuo. Díaz Villa, en su documento “Flexibilidad y Educación Superior en Colombia” considera que los resultados alcanzados por la flexibilidad en la educación superior han impactado dentro de las instituciones (lo denomina impacto interno o institucional), así mismo han influido en la construcción de nuevas relaciones entre las instituciones, otros ámbitos y contextos. 30 El impacto de la flexibilidad dentro de las instituciones se da en las prácticas académicas, curriculares, pedagógicas, administrativas y de gestión. De esta manera clasifica la flexibilidad según las categorías y prácticas que se ven afectadas dentro de la institución y que significan requerimientos básicos para perfilar nuevos discursos, nuevas prácticas y formas de relación. En este sentido distingue la flexibilidad en cuatro categorías: Flexibilización Administrativa. Flexibilización Académica. Flexibilización Curricular. Flexibilización Pedagógica. 4.2.1. Flexibilidad administrativa. El principio de flexibilidad aplicado a los programas académicos y las Instituciones de Educación Superior se entiende como la interacción y articulación sistémica y organizada entre las agencias y agentes propios de las instituciones educativas, que produce mayor eficiencia en los procesos académicos, administrativos, investigativos, de proyección social y de gestión financiera. Igualmente, genera una cultura que tiende a superar las tradicionales prácticas académicas; en contraposición a la estructura rígida y jerarquizada de las instituciones, en donde estos procesos son interferidos por la alta burocratización y la falta de articulación entre las facultades, departamentos, institutos, etc. ¿Cuáles debían ser los principios que orientan la búsqueda de la flexibilidad administrativa en la Educación Superior? ¿Cómo puede el sistema administrativo y los métodos de administración, ser más dinámicos y flexibles en las Instituciones de Educación Superior (IES)? ¿Cómo pueden apoyar diferentes expresiones de flexibilidad institucional? ¿Pueden transformarse los límites rígidos entre el campo académico y el campo administrativo en las IES? ¿Es posible generar estructuras administrativas flexibles? 31 La administración flexible parece un término de moda en el campo de la Educación Superior, en el cual ya se comienza a aceptar que las instituciones deben flexibilizarse. Sin embargo, desde el punto de vista administrativo ¿qué significa flexibilizarse? ¿Qué se entiende por una administración flexible? En la Educación Superior, la flexibilidad administrativa parece asociarse a la introducción de nuevos ordenamientos horizontales y verticales en una institución, que transforman las relaciones de poder y las formas de comunicación entre sus diferentes agentes, entre y dentro de las unidades. En este sentido, la flexibilidad administrativa puede tener impacto sobre los ordenamientos de los profesores, de las unidades académicas, sobre sus prácticas de formación, de investigación, de proyección social; sobre la asignación de los recursos; sobre las relaciones entre la dirección central y las instancias subordinadas; sobre las formas de gestión y las formas de participación. Ella puede estimular, igualmente, la exploración, la creatividad, la innovación, inclusive, más allá de los límites de la legitimidad académica. La flexibilidad administrativa también puede permitir abrir el abanico de posibilidades en la oferta educativa, en la investigación y en todas las acciones de las Instituciones de Educación Superior, al favorecer el ajuste de éstas a una diversidad de necesidades, e incrementar sus oportunidades de servicios y de participación en múltiples proyectos de desarrollo con agencias de diferentes campos. En este sentido, la flexibilidad administrativa implica menos niveles jerárquicos, la limitación de la dirección central de una institución a lo estratégico y el empoderamiento de las unidades periféricas (académicas o administrativas) para tomar, en el marco de las políticas generales, decisiones pertinentes, oportunas, útiles y relevantes. La noción de flexibilidad administrativa es pues, congruente con un tipo de organización, en la cual los diferentes agentes y agencias institucionales definen 32 nuevas maneras de interacción que suponen la redefinición de las posiciones, de los agrupamientos y el reordenamiento de las diferentes instancias. Como instrumento de innovación, la flexibilidad administrativa puede alentar a los diferentes segmentos de una institución a desarrollar sus expectativas e intereses y ampliar su capacidad de acción y gestión para conseguir determinados objetivos. De esta manera, se puede configurar un sistema relacional abierto, dinámico y prospectivo con referencia a los procesos que orientan la vida institucional (comunicación, participación, toma de decisiones, entre otros). De hecho, la flexibilidad administrativa, sus grados y sus posibilidades están condicionados por las características, historia y perfiles de una institución, por la trayectoria institucional y la del propio sistema de Educación Superior. Juegan, igualmente un papel activo o reactivo las características de los agentes, las tensiones existentes entre los objetivos individuales, los de los grupos (jerarquías, poderes) y los de la organización, así como las estructuras, que permanecen o evolucionan muy lentamente. No pueden quedar al margen de este condicionamiento las determinaciones de la política educativa, social o económica definida por las agencias del Estado. En este sentido, las posibilidades de incorporar la flexibilidad administrativa en una institución pueden ser un efecto de las tensiones entre la autonomía de ésta y las decisiones políticas externas. Desde esta perspectiva adoptada, la flexibilidad administrativa en las IES constituye, en sí misma, un principio de innovación. Ella plantea el problema de la permeabilidad de las instituciones al cambio no como un simple problema técnico, sino como un asunto cultural. Bajo las condiciones de los nuevos paradigmas, social y económico, definidos por la globalización que ha transformado las relaciones entre lo mundial y lo local, lo tradicional y lo moderno y que ha ampliado la competencia en los mercados laborales y la igualdad de oportunidades educativas y producido un profundo 33 desarrollo del conocimiento científico y tecnológico como lo plantea Jacques Delors (1996)6 el panorama para las IES se ha vuelto mucho más complejo y les ha planteado la necesidad de asumir nuevos retos en todos los ámbitos de su quehacer académico y administrativo. Estas ya no pueden seguir funcionando dentro de la lógica administrativa tradicional. La globalización se presenta hoy como un fenómeno histórico que ha transformado sociedades, culturas, formas de educación y, por qué no decir, la vida misma. La liberalización del mercado mundial y la revolución de las nuevas tecnologías de la comunicación y de la información y la masificación de la Educación Superior, han conformado nuevas formas de ser y de hacer en los mercados económicos y culturales cada vez más competitivos. Con la globalización, los estados, las sociedades y sus instituciones educativas, deben reformular sus capacidades productivas e incorporar la ciencia, la tecnología, los medios de comunicación, los servicios a su desarrollo, pues la ciencia, la tecnología, el conocimiento y la información, como fuentes de poder, son los determinantes. En este escenario, los sistemas nacionales de Educación Superior no pueden tener la estabilidad; han entrado en una época de confusión a la que se le ve un fin próximo. Este autor manifiesta que existe una extensa corriente de demandas a las que no pueden escapar, y pesan sobre el sistema de Educación Superior particularmente en: • Más y diferentes tipos de estudiantes buscan y obtienen acceso a diferentes tipos de educación durante la vida. 6 DELORS, Jacques. La educación encierra un tesoro. Santillana y ediciones UNESCO. Madrid. 1996. 34 • Más segmentos de la fuerza de trabajo demandan graduados universitarios capacitados para puestos altamente especializados. • Los patrocinadores viejos y nuevos esperan más de la Educación Superior y los que están en el gobierno esperan que se haga más con menos costos en las unidades. • El desarrollo del conocimiento excede los recursos. Las IES se encuentran limitadas en su capacidad de respuesta a esta sobrecarga de demandas: las fuentes de sus fondos son limitadas, su infraestructura tradicional es una restricción a posibilidades de respuestas, la dirección central es débil, la toma de decisiones es lenta a causa de las múltiples autoridades institucionales, las unidades básicas son entidades separadas con privilegios individuales, los recursos se destinan más para el mantenimiento que para inducir y apoyar el cambio. Para intentar abordar estos problemas se puede acudir a diferentes soluciones. Una de ellas es que las IES se replanteen administrativamente, experimentando e introduciendo esquemas organizativos y administrativos flexibles que impliquen la apertura a la experimentación, a la innovación y al cambio. La flexibilidad administrativa supone afrontar un conjunto de desafíos fundamentales en lo que se refiere, por ejemplo, a la gestión, la planificación y la organización del trabajo académico de formación, investigación y proyección institucional. En todos estos ámbitos, la puesta en marcha de políticas y prácticas de flexibilidad exigen un esfuerzo consistente de innovación que enfrente las inercias y resistencias de diferente índole. Para que la flexibilidad tenga éxito se requiere reformas en el diseño organizativo y el desarrollo de enfoques antiburocráticos y descentralizadores que permitan fortalecer las capacidades innovadoras de los grupos académicos y administrativos. 35 También se requiere de la apertura al cambio cultural, a la deconstrucción de modelos mentales e ideológicos sedimentados y al posicionamiento en valores alternativos sobre los cuales se fundamente el nuevo significado de las IES. Otras estrategias para fortalecer la flexibilidad administrativa son las de incentivar la educación por ciclos, ampliar la cobertura, diversificar la oferta educativa y asegurar la calidad de los programas para garantizar la equivalencia entre los programas ofrecidos en el país, con los demás sistemas educativos del mundo. La flexibilidad administrativa debe entenderse entonces como una nueva forma de guiar y gestionar los procesos de funcionamiento institucional, redireccionando el ordenamiento interno (docentes, estudiantes, personal administrativo, relaciones interinstitucionales), las relaciones de poder y los sistemas de comunicación. Esto afecta los procesos académicos, pedagógicos, investigativos, de proyección social y participación. Una administración flexible debe apoyar el desarrollo de la creatividad, la innovación y la investigación como labores institucionales, ampliar la oferta educativa y de servicios complementarios y la participación en proyectos interinstitucionales. La sociedad del conocimiento unida a la mundialización económica, crean la demanda de profesionales altamente especializados, por consiguiente la demanda educativa también crece a un ritmo acelerado. Más aún, en países en donde los recursos económicos son escasos, el gobierno exige a las instituciones mayor eficiencia administrativa a bajos costos; como respuesta a estas solicitudes, las instituciones deben superar la burocracia, la desarticulación interna de estamentos, procesos y los altos costos administrativos y de mantenimiento. Otra alternativa para lograr estas acciones, es la de reorganizar sus procesos administrativos de una forma innovadora y revolucionante, lo que algunos autores 36 denominan “la respuesta innovadora”7 la cual consiste en flexibilizar las relaciones entre la dirección central y entidades periféricas, introducir valores administrativos a las practicas pedagógicas y valores pedagógicos a la administración, mejorar la gestión de recursos institucionales, crear agencias encargadas de mantener relaciones exteriores a la institución, buscar alternativas de financiamiento para los planes, programas y proyectos, estimular los núcleos académicos por sus resultados y propiciar la participación y difusión de proyectos y propuestas para crear ambientes positivos al cambio. Igualmente, las Instituciones de Educación Superior logran flexibilidad administrativa, si responden de forma innovadora y consiguen: “(…) mejores medios para redefinir su alcance, para incluir más aprendizajes valiosos, para moverse con mayor facilidad y apertura en el tiempo de un programa a otro y, finalmente, construir una identidad y un centro de atención organizacional” 8 En síntesis, la flexibilidad administrativa puede ofrecer múltiples fórmulas para el desarrollo institucional. Es, interpretando en términos de Clark citado por Díaz Villa, una respuesta innovadora que brinda a las Instituciones de Educación Superior mejores medios para redefinir su alcance, para incluir más aprendizajes valiosos, para moverse con mayor libertad y apertura en el tiempo de un programa a otro y, finalmente, construir una identidad y un centro de atención organizacional. 7 “Creando universidades innovadoras: Estrategias organizativas para la transformación”, 8 DÍAZ VILLA, Mario. “Flexibilidad y educación superior en Colombia”. Instituto colombiano para el fomento de la educación superior. Bogotá D.C. 2002. P.114 37 4.2.2. Flexibilidad académica. Es un modelo organizativo más abierto y dinámico que permite transformar las estructuras académicas rígidas y producir nuevas formas de organización mediadas por la interdisciplinariedad, el incremento de las actividades que articulan las funciones de docencia, investigación y proyección social. En la Educación Superior, la organización académica – hoy comúnmente denominada académico-administrativa – parece ser una expresión o realización con múltiples variaciones de la organización del conocimiento. Esto significa que el tema de la flexibilización académica en la Instituciones de Educación Superior no puede discutirse al margen del replanteamiento de las formas de organización y de la relación entre los conocimientos. La naturaleza del conocimiento es la materia prima alrededor de la cual se organiza la actividad de la Educación Superior. Según Burton Clark9, es alrededor de las especialidades del conocimiento que cada sistema nacional desarrolla una división del trabajo que deviene tradicional y fuertemente institucionalizado; es además, de gran influencia en el futuro. La organización del conocimiento tuvo su primera expresión formal en la Universidad medieval que dio origen al Trivium (lógica, matemática y retórica) y al Quadrivium (aritmética, geometría, astronomía y música). La institución universitaria, a partir del siglo XIII, confía a la facultad de artes la gestión de los sistemas de las artes liberales, es decir, las disciplinas que permitían desarrollar la libertad del espíritu. El Trivium se articulaba con el Cuadrivium en el seno de un conjunto unificado que integraba las letras y las ciencias. Para Zabala (1999)10, 9 CLARK, R. Burton. The Higher Education System: Academia Organization in Cross-National Perspectiva. Los Angeles. University of California Press. Introducción. Y Capítulo I. 1983. 10 ZABALA VIDIELLA, Antoni. Enfoque Globalizador y pensamiento complejo. Una respuesta para la comprensión e intervención de la realidad. Barcelona. Editorial GRAO. 1999. 38 este sentido holístico del conocimiento se renueva sin ruptura hasta el renacimiento, bajo la forma de humanismo tradicional. La noción de programa tradicional propio de la herencia Greco-romana es considerada de gran importancia por Comenio (1592-1670) quien considera que existe una estrecha relación entre los diversos campos de saber. Este modelo de estudios medievales se recontextualiza en el siglo XIX, cuando con la reorganización del sistema de enseñanza en Francia se crea la Universidad imperial o napoleónica la cual, por primera vez, diferencia entre las facultades de letras y las facultades de ciencias. El modelo de facultades dio origen a las denominadas escuelas profesionales o profesionalizantes. A este modelo se opuso el modelo investigativo de la universidad prusiana la cual incorporó la investigación como actividad fundamental de la nueva universidad. Como lo expresa Edgar Morin (1988) “la reforma de Humboldt introdujo las ciencias en los departamentos que creó. En lo sucesivo, la universidad hará coexistir, desgraciadamente sólo coexistir y no comunicar las dos culturas, la cultura de las humanidades y la cultura científica”11 . Sin embargo, como anota el autor “al crear los departamentos Humboldt vio claramente el carácter transecular de la integración de las ciencias en la universidad. Para él la universidad no podía tener por vocación directa una formación profesional (que convenía a las escuelas técnicas) sino una vocación indirecta para la formación de una actitud investigativa”12 Como puede observarse, la tradición académica del siglo XIX está marcada principalmente por la disciplinarización y profesionalización del conocimiento, es 11 MORIN, Edgar. Sobre la reforma de la universidad. En: Porta, Jaume y Lladonosa, Manuel. Universidad en el cambio de siglo. Madrid. Alianza Editorial. 1998. p.20 12 Ibíd. 39 decir, por la creación de estructuras institucionales permanentes, diseñadas tanto para la producción como la reproducción del conocimiento13. Las formas de organización del conocimiento heredadas del siglo XIX han influido en la organización interna de las instituciones, al punto que se puede decir que, en gran parte, la organización del conocimiento – en disciplinas y profesiones – tiende a ser estructuralmente homóloga de la organización académica de las instituciones. Independientemente de que las dos concepciones, la de la universidad napoleónica y la de la universidad investigativa, sobreviven en la universidad colombiana, la estructura organizativa en facultades, escuelas y departamentos con sus diferentes variaciones no ha trascendido las relaciones aisladas entre los campos disciplinares y entre estos y los demás campos o regiones del conocimiento. La forma genérica de organización del saber en disciplinas y profesiones ha conllevado en la Educación Superior colombiana a la conformación de unidades organizativas que, de mayor a menor, tienen funciones especializadas. Por lo general, las formas organizativas que intentan ser homólogas de las formas clásicas de organización del saber derivadas del siglo XIX son las facultades, los departamentos y las escuelas. Así la Facultad representa un amplio campo de conocimiento y de práctica (Facultad de ciencias sociales, Facultad de ciencias naturales, Facultad de humanidades, etc.); el departamento es el espacio representativo propio de la disciplina, y la escuela es el espacio representativo propio de la profesión. Predominan en todo caso, modalidades mixtas en las 13 Véase, WALLERSTEIN, Inmanuel. Coordinador del Informe Gubelkian. (1998) Abrir las ciencias sociales. México: Siglo XXI Editores. En ese momento el informe describe cómo en el curso del siglo XIX las diversas disciplinas se abrieron para cubrir toda una gama de posiciones epistemológicas. En un extremo se hallaba la matemática y a su lado las ciencias naturales experimentales (física, química, biología) y en el otro extremo estaban las humanidades y las ciencias sociales. 40 cuales coexisten formas de organización propiamente departamentales como organismos ideados en el seno de la estructura de facultades y escuelas. Existen otras unidades menores, como el grupo de trabajo, que poco son considerados. Estas alternan con otras formas organizativas como los colectivos, las sesiones, las divisiones. En cierta manera la organización académica tiende a producirse hoy con relativa autonomía de la organización del conocimiento. Tradicionalmente, las facultades o las escuelas se han organizado alrededor de una profesión de modo que diversos contenidos curriculares que provienen de campos diferentes, se agrupan en torno a la enseñanza de la carrera. Esta forma, señalan algunos, implica una rigidez extrema con la cátedra, condiciona la incomunicación entre facultades y propicia un desperdicio de recursos académicos y administrativos, ya que los docentes se dedican a impartir las mismas cátedras en un centro. Esto supone una limitación del conocimiento pues la estructura administrativa no propicia el desarrollo de investigaciones por áreas de conocimiento. El departamento por su parte, corresponde a una forma organizativa que alterna con la estructura de escuelas y facultades. En muchas universidades de América Latina, el sistema de organización departamentalizada fue incorporado como consecuencia de la influencia de la política de los Estados Unidos sobre las instituciones. En el departamento se concentran los investigadores y docentes de diversos niveles y categorías que provienen de un campo disciplinario. El departamento desarrolla tareas de docencia, investigación y servicios, en un campo de conocimiento determinado. De allí que todos los cursos y las investigaciones que corresponden a esa área de contenido, se ubiquen en el espacio de acción del mismo. El departamento puede contar con un área física precisa (local) donde cada agrupación de docentes de una especialidad, presta 41 servicios a toda la universidad, concentrando para este efecto todos los recursos de docencia, investigación y servicios auxiliares. Como unidad académica administrativa, el departamento puede asumir diferentes papeles según el contexto en el que se ubique. Así, es posible hablar de una organización departamental de una universidad, de una escuela o de una facultad. En el primer caso la estructura corresponde a la división de las ciencias, en el segundo y tercer caso, a los campos de contenidos más específicos de una disciplina. De hecho, esto depende del tipo de institución, de su tamaño, orientación, misión y visión. De las tres unidades organizativas, es el departamento el que ha sido objeto de mayores debates. En la literatura sobre departamentalización es frecuente encontrar posturas favorables y posturas críticas. Así, mientras para unos, el departamento significa la capacidad de incrementar la investigación, promover la interdisciplinariedad y flexibilizar el currículo, para otros, su naturaleza no resuelve los múltiples problemas estructurales de la Educación Superior14. Desde este punto de vista, las ventajas de esta forma organizativa dependen más de las políticas y estrategias que se generen en la institución que de la naturaleza misma de la forma de organización académica, que al decir de los expertos presenta serias desventajas. Friedman (2001), por ejemplo, describe, entre los problemas básicos de la estructura departamental de muchas universidades: “la duplicación de cursos a lo largo de las disciplinas, la excesiva profundización en muchas áreas, la necesidad de hacer de los departamentos grandes territorios, la dificultad de crear la interdisciplinariedad a causa de disputas artificiales, las batallas entre la vieja guardia y las nuevas posiciones cuando la disciplina cambia” 15 . 14 MENESES, E. (1971) La organización departamental de las universidades, en Revista del CEE, Número 3, México; ZAMANILLO, E. La organización departamental en las instituciones de educación superior, en revista de la Educación Superior, ANUIES, Número 35, México. 1980. 15 http://radicalpedagogy.icaap.org/content/issue3_2/friedman.htmlg 42 Concluye con varios autores, tales como Jonathan Smith, Fred Harrington, James Duderstadt, entre otros, que los departamentos sirven como organizaciones que exhiben todas las políticas descritas por los antropólogos: segmentación, oposición entre ellos, resistencia a las instancias superiores, que estimulan mayor lealtad a la disciplina que a la institución. Lo que se denomina unidad académico-administrativa parece hoy tener su énfasis en la dimensión administrativa en detrimento de la dimensión académica. Esto es lo que hace que exista una especie de gramática organizativa – por no decir administrativa – de lo académico y lo curricular que produce en las Instituciones de Educación Superior diversas formas administrativas de estos campos. Por ello es fácil encontrar una organización en facultades y programas, o en facultades y carreras; en decanaturas y programas, o en decanaturas y áreas de formación. La forma de organización académico-administrativa dividida en departamentos, facultades y escuelas, cada una con funciones especializadas y aisladas del resto de las otras unidades académicas, ha generado, la creación de las fronteras rígidas tanto entre los campos de conocimiento como de las unidades académicas, lo cual ha llevado a que los programas académicos tengan su propio personal que finalmente genera una imposibilidad para la innovación, el cambio y la interdependencia en la organización. La división de las unidades académicas ha generado una serie de problemas al interior de las facultades, de los cuales podemos citar los siguientes: • La centralización de las áreas de conocimiento por parte de algunos los docentes que pertenecen exclusivamente a un programa académico, los cuales se creen no sólo dueños de la asignatura sino también del programa. Para este caso surge un debilitamiento de la organización ya que no va a permitir un progreso académico con relación a los docentes y su entorno. 43 • La ejecución de funciones específicas como docencia e investigación desvinculando una de la otra, impide la interacción de los docentes con diferentes áreas • Poca o ninguna movilidad, colaboración y comunicación, entre los diferentes docentes de las diferentes unidades. • La asignación a docentes de dobles responsabilidades, genera la duplicación de planes de y entre programas. • La tendencia cada día más marcada a la burocratización de los docentes y baja en la innovación de contenidos y contextos de aprendizaje • El aislamiento de los docentes en las unidades académicas genera el aislamiento de las asignaturas en los programas. • La jerarquización de las disciplinas y entre las áreas de conocimiento, genera un aumento de las relaciones de Poder. La flexibilidad académica permite un modelo organizativo más abierto, organizativo y dinámico, que rompe las estructuras rígidas de las instituciones y permite la interdisciplinariedad y el trabajo integrado, permite la generación de trabajo participativo, socializado y cooperativo, coherente con las formas flexibles de organización del conocimiento. Así, la forma de lograr una estructura académica flexible parece ser contar con una estructura curricular flexible. Por lo anterior, si se quiere generar flexibilidad académica en una IES se pueden considerar acciones como: 44 • Una reorganización alrededor del conocimiento entre unidades académicas y no de Programas. • Enlazar dentro de las funciones de Docente, la Investigación, lo cual permite mayor interacción, vinculación, y comunicación del personal académico dentro y entre las diferentes unidades académicas. Esto debe conducir a generar fuertes vínculos entre la formación, la investigación y la proyección social. • Permitir una mayor colaboración, comunicación y movilidad entre los Docentes de los diferentes programas académicos. Lo que conlleva a una mayor interacción entre las unidades académicas centradas en los campos y subcampos disciplinarios y profesionales. • Apoyar y fomentar la capacidad innovadora en cuanto a formación e investigación, lo que conlleva a la generación de nuevos entornos y comunidades de aprendizaje alrededor de proyectos de investigación. • Articulación estructural de los cursos, tanto dentro como entre programas académicos. • La capacidad de crítica y autocrítica para el debilitamiento de las jerarquías corporativas que subyacen a la vida de las unidades académicas. • La descentralización institucional, para permitir a las unidades académicas consolidar de manera autónoma los proyectos propios o integrados, para el beneficio tanto institucional, como de la sociedad. En la flexibilidad académica, se tienen en cuenta cuatro variables16: 16 http://acreditacion.unillanos.edu.co/contenidos/Planes_mejoramiento/administracion.pdf 45 • Interdisciplinariedad: es parte del currículo cuando profesores de varios programas y de varias disciplinas profesionales aportan sus conocimientos en los diferentes cursos del plan de estudios. Esta interdisciplinariedad permite el abordaje, estudio y análisis de un problema desde la perspectiva de diversas disciplinas o áreas de conocimiento, la relación dinámica de las disciplinas en torno a un tema o problema determinado con objetivos de formación, investigación o proyección social, la interrelación de disciplinas para generar soluciones a problemas complejos de la sociedad. • Dinámica: En los grupos de estudio porque a ellos pueden pertenecer estudiantes y profesores de distintas disciplinas. En las prácticas de proyección social, a través del consultorio empresarial, se da nuevamente la flexibilidad e interdisciplinariedad porque en él interactúan profesores y estudiantes de los diferentes programas de la Escuela. • Implementación de créditos: Los créditos le dan flexibilidad al currículo bajo la metodología pedagógica de la gestión y autoconstrucción del conocimiento. • Prerrequisitos: Se eliminaron del plan de estudios una serie de prerrequisitos no indispensables, lo que le da la oportunidad al estudiante de adelantar cursos. Si se analiza el significado de la flexibilidad académica para la universidad, como ya se ha expresado, es necesario un cambio o por lo menos una revisión en aquellos aspectos que denotan rigidez en el modelo de organización de la institución, para responder a la dinámica del conocimiento, la cual se tiene que orientar a la problemática humanística, social, política, cultural y económica. Se considera la posibilidad de flexibilizar académicamente a la universidad y superar las barreras dominantes impuestas por la institucionalización del conocimiento con base en disciplinas. 46 Hablar de flexibilidad académica también implica reconocer a las distintas flexibilidades que la integran. Otra postura y categorización de las flexibilidades la presenta la tabla 1. Tabla 1. El tipo de flexibilidades en la universidad Flexibilidad Definición Consideración Objetivo(s) Ampliar la cobertura educativa. Es la liberación de la oferta educativa tanto a Numérica Elaborar en cada ciclo escolar la oferta La oferta educativa más que educativa interna con base en los recursos nivel general (acceso a la obedecer a criterios únicamente humanos, técnicos y materiales población demandante de económicos tiene que regularse necesarios. un espacio de formación) por la demanda social y por el Lograr la movilidad horizontal del como particular (libertad progreso del conocimiento. estudiante: elección de su propio perfil cubriendo créditos de su carrera en más de elección de acuerdo al interés vocacional de la de un espacio académico. población escolar). Lograr la movilidad vertical del estudiante: elección de los tiempos y ritmo de sus estudios. Se pretende superar la Facilitar la movilidad interna: circulación estructura curricular de intra- universitaria según la estructuración conceptos inamovibles y el curricular del estudiante con la asesoría Es la adecuación de los distanciamiento entre profesor y estudios universitarios a Curricular estudiante. Para ello, la tutoría del docente-tutor. Flexibilizar el tiempo de duración de los los intereses y hacia el educando es estudios: cubrir requisitos de los disposiciones de los imprescindible en la orientación programas académicos por cursos y no estudiantes, la búsqueda y la elección de su trayectoria por bloques cerrados de semestre o año. de una formación integral de formación. La flexibilización Estrechar la colaboración entre docente y y la apertura a los curricular permite una alumno. Diversificar los requisitos de progresos del reorganización acorde al egreso: tesis, tesinas, prácticas progreso del conocimiento y profesionales, estancias académicas y de conocimiento. vinculada a las necesidades del investigación, etc. entorno. Introducir el sistema de créditos. Flexibilizar los contenidos en los programas: equilibrio entre la teoría y la práctica. Transformación de la práctica educativa y del aprendizaje. Insertar la academia en áreas de Es la desregulación de los Funcional conocimiento. controles administrativos La academia tiene que des- Establecer cuatro tipos de academia: y la superación de las burocratizarse, flexibilizando su competencias generales (materias que inercias en la promoción organización en función a una proporcionen habilidades y destrezas 47 numéricas, lingüísticas, simbólicas y de las innovaciones en visión que facilite la las prácticas de los comunicación interdisciplinaria, metodológicas); profesional básica actores universitarios. multidisciplinaria y (materias que dotan de identidad a una transdisciplinaria. profesión); disciplinaria (materias que definen los distintos campos de trabajo de la profesión), y transversal (materias que tocan temas transversales). Es la democratización de A la academia debe otorgársele Gobierno los espacios de poder y poder real de decisión. decisión. en la toma de decisiones. Es la des-burocratización El proceso administrativo tiene Administrativa Apertura de las instancias de poder. Participación de la comunidad universitaria del control y la des- que hacer más eficiente el tramitología académica. control escolar. Instrumentación de sistemas de información institucional. El trabajo académico y Tecnológica Es el uso intensivo de administrativo tiene que estar Generación de redes tecnológicas y de nuevas tecnologías en el basado en circuitos de conocimiento. proceso administrativo y comunicación para lograr la Generalización de las nuevas tecnologías académico. optimización y eficiencia de los en la vida universitaria. intercambios de información. Fuente: http://www.anuies.mx/servicios/p_anuies/publicaciones/revsup/res119/txt7.htm 4.2.3 Flexibilidad Curricular La noción de flexibilidad curricular es una noción amplia que tiene diferentes significados. Mientras para unos, se relaciona con una oferta diversa de cursos,17 para otros se relaciona con la aceptación de una diversidad de competencias, ritmos, estilos, valores culturales, expectativas, intereses y demandas, que pueden favorecer el desarrollo de los estudiantes. También puede significar la capacidad de los usuarios del proceso formativo de poder escoger el contenido, el momento y los escenarios de sus aprendizajes. La noción de flexibilidad curricular o de currículo flexible se ha ido convirtiendo en una herramienta metodológica para otorgar un nuevo sentido a los diferentes 17 La oferta puede tener diferentes realizaciones y considerarse obligatoria o electiva, básica o profesional, de un programa o de diversos programas, la oposición ente obligatorio y electivo es clave para establecer los grados de flexibilidad. 48 aspectos que plantean las reformas académicas en la Educación Superior. Desde este punto de vista, la noción de flexibilidad curricular está asociada, como marco general, a reformas de la Educación Superior en aspectos tales como la reorganización académica, el rediseño de programas académicos y de sus planes de estudio (contenidos y actividades), la transformación de los modelos de formación tradicional, la redefinición del tiempo de formación, una mayor asociación de la formación a las demandas del entorno laboral.18 Para Orozco (2000)19, esta perspectiva aboga por una concepción más social de la flexibilidad curricular que, si bien no excluya lo económico, no se limite, ni se cierre o subordine a ello exclusivamente. Cualquiera que sea la definición de flexibilidad curricular esta implica considerar el análisis del currículo, esto es, de los conocimientos, experiencias y prácticas institucionalmente seleccionados, organizados y distribuidos en el tiempo para efectos de la formación. Aquí es importante recordar que la estructura clásica de la Universidad descansa sobre dos pilares fundamentales: la organización en función de la estructura del conocimiento y la participación de los agentes en su producción. A esto hay que agregarle que la división del conocimiento está profundamente influenciada por la clasificación histórica de las ciencias en disciplinas aisladas, las cuales, a su vez, tienen una fuerte influencia en la estructura organizativa de las instituciones. Por lo general, las diferentes consideraciones sobre el currículo lo asocian con la selección, organización y distribución del conocimiento, experiencias prácticas a partir de diferentes intereses, propósitos y valores. En este sentido, el currículo se asocia, también, a un tipo de organización y de cultura institucional, la cual tiende 18 OROZCO FUENTES, Bertha. Currículo flexible: rasgos conceptuales desde la perspectiva antiesencialista. 2000. 19 En http://.secver.gob.mx/artículos/bertha.html 49 a expresarse en unas estructuras – curricular y académica – específicas que implícita o explícitamente interpretan los patrones dominantes de organización del conocimiento. La selección, organización, distribución del conocimiento y prácticas generalmente se materializan en lo que cotidianamente se define como el plan de estudios de un programa académico y eso depende, por lo general, de los propósitos e intereses de formación que un programa suscribe. Con referencia a la Educación Superior el currículo implica todos los contenidos informativos y formativos que la institución busca intencional y organizativamente transmitir o trabajar con los estudiantes dentro de los propósitos fijados y relativamente compartidos con la comunidad universitaria. También contiene, las relaciones con todos los actores (académicos y administrativos) y otros componentes institucionales que directa o indirectamente están implicados en las prácticas de formación. Igualmente, incluye todos los componentes interinstitucionales que pueden contribuir al desarrollo de la formación dentro de un currículo flexible. En este sentido la flexibilidad curricular genera otras formas de flexibilidad que se articulan con la organización académica, administrativa y de gestión y con las prácticas pedagógicas. Sintetizando, la flexibilidad curricular puede entenderse como un proceso de apertura y redimensionamiento de la interacción entre las diversas formas de conocimiento – u objetos de aprendizaje – que constituyen el currículo. Esta apertura tiende a afectar los patrones tradicionales de organización y de práctica de los actores académicos. Según los expertos, el objetivo de la flexibilidad curricular es articular el desarrollo del conocimiento con la acción, como forma de consolidar en el curso de la 50 formación una mayor interdependencia entre el saber y el saber hacer.20 Esto implica la adecuación permanente de los nuevos conocimientos a los procesos de formación, fomentando la capacidad de decisión del estudiante sobre la selección y combinación de contenidos y planes de trabajo, así como sobre las consecuencias de las rutas y ritmos de su formación. Para esta investigación es importante distinguir aquí por lo menos, dos formas de flexibilidad curricular, las cuales están interrelacionadas. La primera se refiere a la apertura de los límites y, por consiguiente, de las relaciones entre los diferentes campos, áreas, o unidades de conocimiento o contenidos que configuran un currículo. La segunda se refiere al grado de apertura de la oferta de cursos, actividades académicas y de la diversificación de áreas de conocimiento- práctica; está orientada a satisfacer las demandas e intereses de los usuarios (los estudiantes), y facilitar a cada vez más segmentos de la sociedad el acceso a la formación. Es importante aclarar que aquí la flexibilidad no se limita a la posibilidad o libertad del estudiante de escoger entre una gama de ofertas. La flexibilidad de selección tiene un amplio sentido formativo y es compatible con el principio de autonomía. En ambos casos la flexibilidad implica en las instituciones de Educación Superior una reconceptualización de sus discursos, prácticas y estructuras organizativas tradicionales y una mayor articulación de los conocimientos que en ellas se producen y reproducen con los intereses estudiantiles y las demandas del entorno social. La primera forma de flexibilidad curricular se refiere al cambio en los patrones organizativos del conocimiento los cuales han estado centrados en el rigor asociado a la tradicional forma de existencia de las disciplinas y a las rivalidades 20 PEDROZA, FLORES. René. El currículo flexible en el modelo de universidad organizado en escuelas y facultades. Revista de la educación Superior en Línea No. 117. 1998. 51 académicas y profesionales que éstas producen. Numerosos expertos en el tema han considerado que asistimos al surgimiento de nuevos modos de producción del conocimiento caracterizados por la flexibilidad, la transdisciplinariedad y la heterogeneidad, que comienzan a reemplazar las formas de conocer tradicionales de las disciplinas. Por otra parte, también se ha sugerido que el debilitamiento de las normas cognitivas y sociales de la investigación básica y la ausencia de sus objetivos prácticos han erosionado tanto las bases de, como la credibilidad en, las disciplinas y materias académicas constituidas como las principales formas de organización social para la producción y reproducción del conocimiento. Estos proceso han afectado los patrones tradicionalmente organizativos del currículo, el cual ha comenzado a articular nuevos campos y ámbitos de estudio, combinando y reconfigurando los contenidos formativos de diferentes maneras, a partir de diferentes contextos, prácticas y problemas. Bajo esta forma de flexibilidad, la organización del contenido curricular se ha diversificado con interdiscilplinarios el aporte de y, sobre todo, numerosos productos transdisciplinarios multidisciplinarios, que se apoyan fundamentalmente en enfoques centrados en problemas y en su solución. En este caso, el currículo requiere un cambio organizativo que implica pasar del aprendizaje centrado en los imaginarios de las disciplinas a uno centrado en problemas, donde los límites entre los contenidos se debilitan y pueden, de esta manera, subordinarse a una idea o a un problema. Por ejemplo, facilitar la apertura de los límites entre los contenidos de las asignaturas y en consecuencia, sus jerarquías, poderes y estatus. Al mismo tiempo, las nuevas formas de organización del trabajo asociadas con lo que se ha denominado especialización flexible, han producido nuevos criterios para la organización del currículo. En lugar de la tradicional división del 52 conocimiento en asignaturas aisladas, el énfasis tiende a realizarse sobre novedosas formas de articulación entre las áreas de conocimiento en las cuales las formas especializadas se articulan a un núcleo genérico de conocimientos y competencias para todos los estudiantes. Esta forma de flexibilidad implica la posibilidad de construir el currículo a partir de diferentes opciones organizativas. Es posible establecer por ejemplo, una organización curricular por campos, por áreas articuladas, por problemas, módulos o proyectos que convocan la participación o la integración de diferentes disciplinas (o asignaturas); también es posible organizar el currículo alrededor de un tronco básico (o núcleo básico) para una o varias carreras; establecer el grado en el cual se introduce la investigación en la formación, el tipo de práctica profesional que deba realizarse, la articulación de la proyección social a la formación. La segunda forma de flexibilización curricular está asociada con el incremento de la oferta educativa, cada vez más amplia, flexible, diversificada, diferenciada y con la posibilidad que tiene el estudiante (o usuario) de organizar su propio programa de estudios de acuerdo con sus necesidades de formación, con sus intereses y las posibilidades temporales, todo esto dentro de los límites que fije la institución. Esta flexibilidad tiene alguna relación con los sistemas de producción basados en la especialización flexible, los cuales permiten un alto grado de flexibilidad personal y autonomía para la innovación y el trabajo en equipo. La flexibilidad, en este caso, permite: • Más oportunidad para acceder a la formación profesional. Esto significa eliminación – o por lo menos disminución – de las restricciones institucionales para el acceso a los programas de formación. 53 • Mayor adecuación a las posibilidades de acceder a la formación. Este aspecto tiene que ver con la diversificación de opciones de formación y de titulación.21 De la misma manera significa que la formación se adecua a las posibilidades de los estudiantes y que puede organizarse en función de sus tiempos y de los lugares disponibles para la formación. • Dar respuestas a las necesidades formativas de los estudiantes. Esto significa la reducción de los tiempos de formación y como consecuencia, la creación de salidas laterales que permitan dividir dicho proceso en etapas cortas, módulos, o ciclos, con el fin de facilitar al estudiante la solución de sus necesidades laborales y fomentar, igualmente, sus intereses y propósitos vocacionales o profesionales. • Ampliar la oferta de contenidos formativos que posibiliten a los estudiantes una selección más adecuada a sus necesidades e intereses individuales. Esto implica una oferta regulada de cursos compuestos y organizados mediante un sistema de créditos, el cual se asume como uno de los instrumentos más importantes de flexibilidad curricular. Si bien, estas expresiones de flexibilidad curricular hacen hoy parte de las políticas y tendencias que en el escenario mundial se promueven, requieren en la Educación Superior un replanteamiento crítico y autónomo que permita generar en sus instituciones nuevas formas de organización, funcionamiento y capacidad de desarrollo compatibles con sus políticas, sus identidades y su prospectos. Como anota Octavio Barbosa: “la flexibilidad supone estructuras y formas de relación abiertas, organización de los contenidos, implementación del sistema de créditos, contextos de aprendizaje flexibles (sitios de práctica, participación en 21 La diversificación de la educación Superior es una característica básica de nuestros tiempos que está consignada en la Declaración Mundial sobre la Educación Superior (Paris, UNESCO, octubre 1998). 54 eventos regionales, nacionales e internacionales, proyectos de investigación, seminarios complementarios) y estrategia metodológica flexible”22. Entonces, flexibilidad curricular se entiende como el proceso de apertura y redimensionamiento de la interacción entre las diversas formas de conocimiento u objetos de aprendizaje. Para ello, toda estructura curricular se debe constituir por elementos cuya selección, organización y relación tengan implicaciones importantes en las prácticas de formación. Por lo tanto, producir currículos flexibles se fundamenta en el surgimiento de nuevas formas de selección, organización y distribución de los contenidos de formación. 4.2.4. Flexibilidad Pedagógica. En una pedagogía flexible subyacen aspectos como por ejemplo: el reconocimiento del control que puede tener el estudiante sobre su propio aprendizaje, la existencia de diversos contextos de aprendizaje que favorecen nuevas formas de interacción y de acceso al conocimiento, el incremento de los controles por los estudiantes sobre la estructuración personalizada de qué y del cómo de sus aprendizajes, así como de los espacios pedagógicos disponibles para tal efecto, el debilitamiento del énfasis en la transmisión de habilidades y destrezas aisladas, ligadas a conocimientos y prácticas descontextualizadas, a favor del desarrollo de competencias producidas en una diversidad de contextos. Esto supone, pasar de la lógica de la transmisión a la lógica del aprendizaje, la transformación de estructuras verticales (docentes-estudiantes) en estructuras horizontales y personalizadas. Se llega entonces a una reconfiguración de los principios educativos tradicionales. Es importante considerar que adicionalmente al privilegio de la lógica del aprendizaje, la flexibilización pedagógica debe ennoblecer también la lógica del 22 BARBOSA, C. Octavio, Universidad y Desarrollo Local, una lectura desde la ESAP, Bogotá, 2004. p.50 55 aprendiz. Las pedagogías rígidas establecen fuertes tensiones y distancias entre la lógica del aprendizaje y la del aprendiz y la lógica de la transmisión y la del trasmisor, siendo, por lo general, esta última lógica la que se privilegia de manera arbitraria en las prácticas de formación. Estos aspectos que implican, en la Educación Superior, un nuevo clima cultural de las instituciones y que se expresan en “una reconfiguración de los principios educativos tradicionales de los currículos basados en las disciplinas, de los textos canónicos, de los cursos con principio y fin determinado, y de la enseñanza presencial”23, tienen una relación directa con una nueva lógica educativa y con los nuevos modos de producción y reproducción del conocimiento. Dicha lógica responde a cambios en la división del trabajo social, económico y en sus organizaciones, y a la producción de nuevas formas de relación social y nuevas modalidades de control. En congruencia con la nueva lógica social, la flexibilidad constituye un reto de las culturas pedagógicas dominadas no sólo por las tradicionales formas de organización del conocimiento, sino también por los modos tradicionalmente dominantes del aprendizaje, al tiempo que suscita numerosos interrogantes sobre la legitimidad de estas formas. Si el modo dominante de la actuación en las Instituciones de Educación Superior, en general, y en la universidad, en particular, se ha derivado de una estructura académica y de unos contenidos culturales centrados alrededor de estructuras de conocimiento especializadas y diferenciadas en disciplinas, dicho modo se ha ido debilitando con la aparición de diversos campos o regiones del conocimiento que trascienden las fronteras disciplinares y profesionales tradicionales24 . 23 GARRICK, John. Flexible learning, contemporary work and enterprising selves” En: Electronic Journal of Sociology. 2000 24 Véase Estándares mínimos de calidad para la creación y funcionamiento de programas universitarios de pregrado. Capítulo II: “Las profesiones y los estándares mínimos de calidad” 56 El ritmo creciente de la aparición de nuevas regiones del conocimiento ha puesto en cuestión la organización académica y la organización del conocimiento tradicional y ha facilitado, si no el surgimiento, por lo menos la reflexión sobre los cambios necesarios en las estructuras organizativas, en los contenidos de formación y en las prácticas pedagógicas. En este sentido, el debilitamiento de la fuerza de la clasificación de los discursos, expresados en currículos rígidos y cerrados empieza a tener impacto en la organización de las prácticas pedagógicas y en la reestructuración de la cultura y la identidad profesional. Así la flexibilidad pedagógica en la Educación Superior ha dado lugar a una resignificación del aprendizaje, a la generación de nuevos contextos de aprendizaje mediados por múltiples tecnologías y a nuevas modalidades de control, cuyo propósito fundamental es el desarrollo de las competencias y del potencial creativo de los sujetos, con las oportunidades de participar activamente en la construcción de significados y prácticas. La flexibilidad pedagógica se ha entendido, entonces, como una flexibilidad para el aprendizaje traducida en “oportunidades de aprendizaje”. Esto puede comprender una flexibilidad en el modo de aprender y una flexibilidad de contenido en la medida que éste no está ligada al aprendizaje del conocimiento cerrado y atado a las disciplinas. Estas nuevas formas de flexibilidad tienen el potencial de hacer que los estudios se consideren relevantes y auténticos, más ligados a las necesidades y situaciones de ejercicio profesional y autorregulativos en la medida que habilita a los profesionales a sentirse más competentes, informados, autónomos y autodirigidos. Nacen entonces, nuevos modos de producción y reproducción de conocimientos mediante una lógica educativa. El modo de trabajo de la institución superior se ha debilitado por la aparición de nuevas regiones de conocimiento. Estos modos 57 debilitados son aquellos que se ven representados por un currículo rígido y cerrado que esté atado a las disciplinas. Por lo anterior se induce a una resignificación del aprendizaje mediante el desarrollo de competencias, el potencial creativo de los sujetos y las oportunidades de construcción de significados y prácticas. Aspectos de la flexibilidad pedagógica: • Control del estudiante sobre su propio aprendizaje. • Existencia de diversos contextos de aprendizaje. • Énfasis en el desarrollo de competencias. • Relación dialógica, horizontal y respetuosa entre los miembros de la comunidad educativa. • Reflexión permanente de los docentes sobre su práctica pedagógica. En síntesis, la flexibilidad pedagógica presupone un complejo de relaciones sociales en los contextos pedagógicos (institucional y regulativo) donde éstas se activan, generan nuevos significados, prácticas de interacción y formas de producción y reproducción del conocimiento. La flexibilidad pedagógica hace que el discurso instruccional propio de un programa académico de formación se realice con base en principios y prácticas socializantes autorregulativas y cercanas a las formas de exploración e investigación. Los diversos enfoques, métodos y estrategias de la investigación pueden convertirse, entonces, en medios muy importantes de generación y desarrollo de las competencias demandadas a los estudiantes en el campo específico de formación. Así mismo, pueden conducir a la 58 generación de comunidades de práctica que fortalezcan en su desarrollo grupos consolidados de investigación. En este sentido, la flexibilidad pedagógica puede constituirse en un medio generador de “comunidades de práctica”, a mediano plazo, que trasciendan las tareas puntuales de grupos contingentes. Para el contexto pedagógico, esto implica una red de relaciones abiertas, flexibles e interdependientes que actúan sobre las posiciones y disposiciones de los agentes participantes en la formación. 4.3. EL IMPACTO DE LA FLEXIBILIDAD Independientemente de los resultados alcanzados por la flexibilidad en la Educación Superior, la preocupación se centra en analizar lo que se puede denominar, su impacto dentro de las instituciones, o “impacto interno” o institucional. La flexibilidad ha traído nuevos significados, producido nuevos límites dentro de las instituciones, de la misma manera en la que ha influido en la construcción de las nuevas relaciones entre las instituciones y otros ámbitos o contextos. Desde ese punto de vista es igualmente necesario analizar el impacto de la flexibilidad sobre las relaciones entre las instituciones y su entorno (social, económico, cultural, científico y tecnológico).25 El impacto de la flexibilidad dentro de las instituciones puede observarse en transformaciones de las relaciones entre sus categorías y prácticas académicas, curriculares, pedagógicas, administrativas y de gestión. El impacto de la flexibilidad sobre las relaciones entre las instituciones y su entorno se expresa en diferentes realizaciones o manifestaciones ligadas a 25 Un interesante estudio ha sido presentado por CLARK, Burton R. (2000). Creando Universidades innovadoras: estrategias organizacionales para la transformación. México. UNAM. Publicado originalmente en inglés en 1998. 59 estrategias de innovación, apertura y proyección institucional de diferente orden, tales como: • Acuerdos de cooperación interinstitucional (Nacional e internacional) mediante la implementación de convenios y de otras modalidades de intercambio. • Desarrollo de políticas de intercambio profesoral y estudiantil. • Acuerdos sobre transferencias, homologaciones y convalidación de titulación26 • Implementación de un sistema de créditos para fortalecer el intercambio en los procesos de formación.27 • Incremento en las relaciones con el sector productivo y con sus agencias o unidades de formación. • Reestructuración del sistema, ampliación diversificación de la oferta educativa y de los mecanismos de movilidad estudiantil. • Fomento de la investigación y creación de corporaciones mixtas para su desarrollo. • Fomento de la educación continuada como medio flexible de vinculación a los programas regulares de formación profesional. 28 26 Los procesos de globalización han permitido que las instituciones de educación Superior comiencen a asociarse para que la oferta de sus programas y titulaciones tengan validez internacional. Esto va ligado necesariamente a la presentación de propuestas generales de planes de estudio que favorezcan el intercambio y la homologación de títulos. 27 El sistema de créditos, evidentemente, tiene también impacto dentro de las instituciones al estar articulado a las transformaciones académicas, curriculares, pedagógicas y administrativas. 28 La mayoría de estos aspectos tiene que ver con un tema de actualidad: internacionalización del currículo. 60 Estas estrategias y sus correspondientes acciones han debilitado el aislamiento de las instituciones al redefinir las formas de interacción tradicional, que estaban basadas en la rigidez y funcionalidad organizativa y en la impermeabilidad a las demandas externas.29 El impacto de flexibilidad sobre las relaciones entre las instituciones y su entorno tiene que ver con la apertura o mayor permeabilidad de las instituciones de Educación Superior a la interacción, diálogo y cooperación entre ellas y con las demás entidades sociales, económicas, culturales y políticas o científicas de la sociedad. 4.4. FLEXIBILIDAD Y FORMACIÓN ACADÉMICA INTEGRAL. Un objetivo principal de las IES debe ser el de establecer los conceptos básicos, los principios y criterios que regulen la elaboración de políticas y estrategias flexibles en el ámbito de la acción. Si el quehacer esencial de la Educación Superior se concreta en los procesos de reproducción, apropiación, difusión y aplicación del saber, y se realiza en las prácticas de investigación, formación y proyección social – por lo general segmentadas- la flexibilidad será el principio que estimule una integración de todos estos elementos de la vida académica de la Educación Superior. En este sentido, la integración de las prácticas de docencia, investigación y proyección social debieran constituirse en los medios fundamentales de la formación y de la formación integral. Si concebimos la formación como el proceso a través del cual la Educación Superior desarrolla competencias cognitivas de nivel técnico, tecnológico, profesional y avanzado; como competencias para abordar y resolver problemas en forma consciente, crítica y creativa, para 29 SANTOS, Boaventura de Sousa. De la mano de Alicia: Lo social y lo político en la Postmodernidad. Bogotá. Ediciones Uniandes. P. 225 61 contribuir en la misma forma, al desarrollo político, social, económico y cultural de su entorno y del país, se entenderá la formación integral como el proceso a través del cual la persona desarrolla y supera su capacidad intelectual; lo que propone en su seno la flexibilidad; y se va caracterizando como individuo culto, como miembro responsable de una sociedad, como ciudadano consciente de sus deberes y derechos sociales y como profesional idóneo y honesto. En este proceso interviene la familia, los grupos sociales a que pertenece, la escuela en sus diferentes niveles y demás instituciones sociales de su entorno. En el ámbito de este concepto, no es preocupación única la formación de un profesional; lo es, la formación de la persona: ciudadano, miembro de una sociedad, profesional de excelencia, responsable, independiente, crítico y creativo; lo es, la formación de una persona capaz de identificar los problemas y buscar alternativas de solución, capaz de solucionar los problemas y de comprometerse en la solución de aquellos de su comunidad, capaz de mejorar día a día su vida personal, de intervenir en la transformación del medio socio-cultural, de construir su futuro personal y de contribuir a perfilar el de su familia y el de su entorno socio-cultural. Como puede observarse el desarrollo de una formación flexible plantea la necesidad de transformar las relaciones entre los agentes, los discursos y las practicas de formación. Esto requiere la introducción de nuevas formas de organización o división del trabajo y de las relaciones sociales mediadas por el principio de flexibilidad. La flexibilidad como concepto aplicado a los procesos de formación constituye uno de los principios fundamentales de cualquier transformación académica y curricular de una institución. Ella debe generar una serie de acciones en las distintas instancias de las instituciones que convoquen a la reflexión sobre su sentido, propósitos y expresiones materializadas en modelos académicos y curriculares abiertos, pertinentes, coherentes y personalizados. 62 Por lo anterior una de las estrategias fuertes para lograr flexibilizar y sustentar una formación integral en la Educación Superior de Colombia es el establecimiento del sistema de créditos como forma de cualificar y cuantificar el trabajo académico necesario para desarrollar los programas, adoptando criterios de movilidad y transferencia estudiantil dentro del sistema educativo. Sin embargo, este sistema requiere todo un andamiaje administrativo y pedagógico coherente con la propuesta por la flexibilidad, además del compromiso profesional del docente y el buen manejo de la autonomía del estudiante, para que el sistema sea eficiente en su operación y desarrollo. En este instante del proceso se hace necesario que cada uno de los diferentes estamentos de las Instituciones de Educación Superior, generen la llamada cultura de la flexibilidad; para ello las practicas pedagógicas, administrativas y académicas deben interactuar cada una de ellas en sus procesos institucionales; En ambos casos la flexibilidad implica que en las Instituciones de Educación Superior se inicie una reconceptualización de sus discursos, prácticas y estructuras organizativas tradicionales y una mayor articulación de los conocimientos que en ellas se producen y reproducen con los intereses estudiantiles y las demandas del entorno social. 63 5. EL SISTEMA DE CRÉDITOS El sistema de créditos académicos es una medida de tiempo de trabajo de los estudiantes para alcanzar las metas de aprendizaje, que permite disminuir la carga de los planes de estudio, permite concertar y homologar estudios realizados en diversas instituciones y se ha utilizado como instrumento esencial hacia la flexibilidad curricular. 5.1. ANTECEDENTES INTERNACIONALES Y NACIONALES En todo proceso que inicia o que se pretende aplicar, un paso fundamental es tomar referencias en varios contextos donde éste mismo proyecto esté consolidado. Es imprescindible, identificar la pertinencia en aspectos como la estandarización y la globalización y de esta forma trasladarla al contexto colombiano. En materia de educación y flexibilización curricular el sistema de créditos juega un papel muy importante debido a la búsqueda general de estandarizar procesos a nivel mundial. La Unión Europea, líder en procesos de estandarización, adoptó el sistema de créditos como forma de lograr estos objetivos. Los integrantes de la unión, quince en total, no tienen fronteras comerciales ni de movilidad de sus conciudadanos, así como tampoco ofrecen restricciones en materia educativa. Por lo tanto, la homologación de títulos, la promoción y movilidad de los estudiantes es válida en los países de la unión. Lo anterior se logró mediante la declaración de Bolonia, en junio de 1999. Específicamente La Unión Europea creó como parte de las estrategias de integración y movilidad en el ámbito de la Educación Superior, lo que llamo European Community Course Credit Transfer System - ECTS, el cual define la 64 medida de trabajo académico entre los países de la Unión, los niveles máximos de dedicación académica y los créditos mínimos por carrera profesional de pregrado. Adicionalmente, el ECTS define que la ocupabilidad30 y la competitividad son prioridades y deben ser fomentadas, lo cual garantiza la movilidad, la calidad en los programas, la aplicación de metodologías comparables y la integración de los programas de estudio (interdisciplinariedad). Para lograr lo anterior, también se incluye la formación por ciclos propedéuticos, lo cual permite a un estudiante que desee cursar una carrera profesional de dos ciclos o tres años de duración, realizar una maestría o doctorado, adicionando un ciclo más a sus estudios, con lo cuál alcanza el título de magíster o doctor respectivamente. En Estados Unidos, aunque los créditos no se han definido formalmente, y no existe normatividad al respecto, la noción de crédito como medida del trabajo total que realiza un estudiante es compartida unánimemente, en el mismo sentido y con los mismos parámetros de medición como se plantea ahora en Colombia. Estos dos casos responden a la tendencia internacional de promover entre los países y regiones la movilidad académica. Como señala el documento base para la reforma de la Ley de Educación en España “los modernos sistemas se orientan a impulsar la movilidad, tanto de estudiantes como de profesores e investigadores. La movilidad supone una mayor riqueza y la apertura a una formación de mejor calidad, por lo que todos los actores implicados en la actividad universitaria deben contribuir a facilitar la mayor movilidad posible y que ésta beneficie al mayor número de ciudadanos”31 30 Entendida como la tasa de ocupación de los profesionales, técnicos o tecnólogos egresados de la IES, en este caso de la Unión Europea. 31 Ley orgánica de universidades, exposición de motivos. Madrid, diciembre 21 de 2001. 65 De manera progresiva y firme los sistemas educativos del mundo han flexibilizado la educación y la formación del estudiante para que acceda a sistemas abiertos de aprendizaje, mediante las ventajas de los créditos y de esta forma posibilitar la movilidad de los estudiantes dentro del sistema de Educación Superior, dentro de sí y con otros. Particularmente en Colombia y específicamente la IES han iniciado un proceso hacia la estandarización, mediante decisiones políticas que buscan generar este cambio; con ello se intenta que la calidad en la educación este a niveles competitivos mundialmente. Una herramienta para lograr la verificación de los estándares de calidad, que a la vez que brinde un patrón de medida del trabajo académico de los estudiantes, permita valorar la carga académica definida por los distintos programas académicos y sea adecuada para lograr los objetivos de formación es la administración por créditos académicos. Como sistema fija criterios y parámetros claros para definir a nivel nacional la intensidad del trabajo académico de los estudiantes, con el fin de sentar las bases para la cooperación internacional y la movilidad, el intercambio y la transferencia de estudiantes. 5.2. ANTECEDENTES LEGALES Y PROPÓSITOS FUNDAMENTALES. En el terreno educativo un crédito académico se conoce como un instrumento de trabajo que debe ser contextualizado en el marco de una política más amplia de modernización curricular y de generación de cambios culturales al interior de las Instituciones de Educación Superior colombianas, a través de la cual sea posible introducir prácticas académicas y administrativas caracterizadas por la flexibilidad, la pertinencia y el trabajo cooperativo. 66 Los créditos son también un importante referente en la construcción de un Sistema de Educación Superior que posibilite el diálogo interinstitucional y la movilidad de los diferentes actores dentro y fuera del sistema. Por lo tanto, según el decreto 2566 del 10 de septiembre de 2003 y 808 del 25 de abril de 2002 un crédito es una unidad de medida del trabajo académico del estudiante que permite calcular: “el número de horas semanales en promedio por período académico, dedicado por el estudiante a una actividad académica, lo cual constituye un referente común que facilita hacer equiparables las intensidades de la formación académica entre programas de diferentes instituciones, la transferencia y movilidad estudiantil dentro del sistema de Educación Superior, la homologación de estudios y la convalidación de títulos obtenidos en el exterior y el ejercicio de las funciones de Inspección y Vigilancia en la verificación del cumplimiento de los estándares mínimos de calidad de los distintos programas académicos, en lo relacionado con la intensidad del trabajo académico de los estudiantes”.32 En 1980 se dieron los primeros pasos hacia la estandarización. Por medio de la ley 80 de ese año, se promulgaron e implantaron las Unidades de Labor Académica (ULAS). Estas unidades en su naturaleza, tenían el mismo significado de un crédito académico, sin embargo por no existir en su momento la noción de estandarización, por el tipo de actividad presencial, práctica o independiente, cada unidad de tiempo implantaba una forma distinta de establecer el número de ULAS y no se tenía en cuenta el trabajo independiente del estudiante. Debido a esto las instituciones no adoptaron esta medida y desaparecieron con la ley 30 de 1992. Mientras que el propósito de las ULAS estaba dirigido hacia la programación de los diferentes tipos de actividad académica que debía diseñar el profesor; la mecánica de los créditos se dirigió, estrictamente, a constituir una medida del trabajo del estudiante, como lo aclara la definición de las cargas de trabajo y sus 32 REYES Maria Teresa, El Sentido de los Créditos Académicos, No. 32 Interacción revista de comunicación educativa. Año 2004 67 posibles equivalencias con otros programas. Se debe tener en cuenta que el decreto 808 de 2002 ordena expresar en créditos académicos la carga de trabajo del estudiante, para efectos de movilidad o de justificación de la intensidad del trabajo académico programado; nunca con fines de organización académica o curricular, pues esto es competencia de la Institución de Educación Superior, en virtud de la autonomía universitaria. En la práctica, la relación ó la conversión a créditos académicos, dependerá de la asignatura específica, de su unidad teórica y práctica y la metodología que aplique la institución. Usualmente, en asignaturas típicas, una hora de clase debería implicar al menos dos horas en pregrado y tres en postgrado de trabajo independiente por parte del estudiante, para que de esta forma se pueda cumplir con los requerimientos y las expectativas de cada área de aprendizaje. Es entonces donde la institución, dentro de su autonomía define la duración de los periodos académicos, es decir, el número de horas semanales de trabajo por parte de un estudiante. Un crédito esta sujeto al número de semanas del periodo lectivo y de igual forma al número de horas presenciales, más estrictamente, depende de la naturaleza de la asignatura a cursar y de la metodología empleada. Especificando lo anterior, un crédito es aritméticamente igual a 48 horas de trabajo académico del estudiante, incluyendo las horas presenciales y no presenciales, las cuales se denominan: “trabajo independiente dirigido”. En un ciclo o semestre que implique dieciséis semanas, un crédito supone dieciséis horas de trabajo con acompañamiento del docente (una hora presencial por semana) y treinta y dos de trabajo independiente dirigido (dos horas por semana). 68 Es función de la IES, ajustar las metodologías, los contenidos y las prácticas para hacer coherente, pertinente y real la aplicación del sistema de administración por créditos académicos. De igual manera, las instituciones pueden justificar una proporción distinta de horas independientes cuando la naturaleza de la actividad académica y la metodología empleada lo hagan aconsejable. Por otra parte, la carga académica de un programa no podrá exceder de 54 horas de trabajo semanal por parte del estudiante (18 horas presenciales y 36 de trabajo independiente dirigido). Lo cuál supone un máximo de dieciocho créditos en un semestre de dieciséis semanas. En términos matemáticos el producto de 54 horas semanales por 16 semanas nos da como resultado 864 horas de trabajo semestral. Como cada crédito supone 48 horas de trabajo del estudiante, se dividen las 864 horas semestrales entre 48 horas por crédito, lo cual da como resultado 18 créditos por semestre. En estudios de Maestría: El trabajo que realiza un estudiante tiene un carácter más investigativo que en el pregrado y por ello, por cada hora de trabajo con acompañamiento directo del docente, se estiman tres horas de trabajo independiente. En estudios de doctorado no se determina la proporción, pero se señala que se debe tener en cuenta la naturaleza de este nivel de estudios, para su asignación. Las especializaciones se estiman la misma proporción de una hora presencial por dos horas de trabajo independiente dirigido. Esta unidad de medida es adaptable en la formación de Educación Superior; por ejemplo en el caso de prácticas de laboratorio, un crédito puede suponer que todas las horas sean de trabajo con acompañamiento del docente, y en cambio en el caso de prácticas profesionales, un crédito puede suponer que todas las horas sean de trabajo independiente del estudiante. Lo mismo sucede en los programas 69 a distancia en los que el trabajo independiente dirigido del estudiante tiene un valor preponderante; la Institución en este caso, podría definir que la totalidad de los créditos corresponde al trabajo independiente dirigido. Los créditos tienen múltiple funciones, entre ellas están la racionalización del trabajo del estudiante, la promoción del trabajo independiente del estudiante en sus procesos de aprendizaje, el logro de flexibilidad curricular asegurando profundizaciones, opciones en otras áreas de conocimiento, complementaciones, cursar dos carreras simultaneas, evaluación ponderada del rendimiento global, posibilidad de realizar estudios costosos y el manejo financiero en general. Como se ha hecho entrever, el sistema de administración por créditos académicos, propicia los procesos de homologación de estudios parciales y de convalidación de títulos de Educación Superior, adelantados y obtenidos en el exterior. Potencialmente este sistema se convertiría en una herramienta de vital importancia dentro del contexto de la globalización, esto se traduce en aumento de las expectativas de progreso del estudiante, además de facilitar la movilidad y las transferencias. Adicionalmente, la implementación del sistema de créditos permite perfilar al estudiante en la definición de las rutas de formación profesional, en los tiempos de dedicación académica y en la definición de los ritmos y secuencias de aprendizaje. Es más, con su función básica de facilitar las transferencias, en el marco de la autonomía universitaria, el sistema de créditos facilita el manejo financiero y el análisis de costos, permite la introducción de formas flexibles de organización académica, pedagógica y administrativa, proporciona un marco de referencia claro y facilita los convenios de cooperación internacional con pares de otros países. 70 En la normatividad se plasman algunos de los aspectos de la flexibilidad pedagógica, teniendo en cuenta una formación investigativa para que el estudiante tenga control sobre su propio aprendizaje y desarrolle sus competencias. También la proyección social, ya que de esta manera surgirán diferentes contextos de aprendizaje y desde luego unos medios educativos apropiados para que el estudiante tenga herramientas para desarrollar competencias y construir aprendizaje. En cuanto a las Maestría, Doctorados y Post - doctorados el decreto 916 del 2001, enuncia en los artículos 2, 3, 6, 7, 8, 9, 13 y 14 lo referente a la flexibilidad académica dentro de estos programas. Cabe anotar que en este tipo de estudios la investigación es vital para obtener buenos resultados, por lo cual el desarrollo de competencias y el aprendizaje autorregulado es fundamental. Las anteriores normas son herramientas dadas para promover procesos de reflexión y cambio al interior de las Instituciones de Educación Superior, ya que deben contribuir a generar pasos de transformación y mejoramiento académico, para lograr más que una unidad de trabajo colectivo, una Educación Superior moderna, equitativa, de calidad y abierta a los desafíos de la sociedad contemporánea. 5.3. ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DEL SISTEMA DE CRÉDITOS. El sistema de créditos académicos ha cobrado una fuerza de carácter político en los países latinoamericanos en los últimos diez años. Incluso, en la Unión Europea este sistema hace parte de la política general educativa. Como aspecto inherente al principio de flexibilidad del sistema educativo, los créditos se pueden asociar a la punta del “iceberg” de todo el proceso de flexibilización, en donde además se involucran otros elementos como: competencias profesionales, homologación de títulos y de asignaturas, intensidad de formación académica, transferencia entre 71 instituciones, movilidad dentro del sistema educativo, inspección y vigilancia para el cumplimiento de los estándares mínimos de calidad. Las Prácticas académicas y administrativas caracterizadas por la flexibilidad, la pertinencia y el trabajo cooperativo, unidas al diálogo interinstitucional y a la movilidad de los diferentes actores dentro y fuera del sistema son elementos inherentes a la administración por créditos académicos. Dos de los conceptos fundamentales dentro del sistema de créditos son: trabajo académico y actividad académica, por lo cual es importante hacer la diferenciación correspondiente la cual se puede inferir del siguiente aparte: “El crédito es una unidad de medida del trabajo académico del estudiante. Permite calcular el número de horas semanales en promedio por período académico dedicado por el estudiante a una actividad académica”.33 Un sistema de créditos que involucre estos elementos, facilita hacer equiparables las intensidades de la formación académica entre programas de diferentes instituciones, la transferencia y movilidad estudiantil dentro del sistema de Educación Superior, la homologación de estudios y la convalidación de títulos obtenidos en el exterior. Con el objetivo de clarificar los aspectos involucrados, para efectos de la presente investigación, se presentan los conceptos de los elementos implícitos en el sistema de créditos, en forma de “mentefacto conceptual”34, el cuál es una herramienta pedagógica, didáctica y de gestión del conocimiento, creada en el marco de la pedagogía conceptual. 33 http://www.uniautonoma.edu.co/material/oficio_circular.doc 34 DE ZUBIRIA, Miguel. Enfoques pedagógicos y didácticas contemporáneas, Colombia, 2005. 72 Para tal efecto, en la figura No. 1 se presenta un mapa conceptual fundamentado en el artículo, El sentido de los créditos académicos, publicado en la revista interacción, revista de comunicación educativa # 32, del año 2004, que habla sobre el principio de flexibilidad y los elementos que lo componen, en el ámbito de la Educación Superior y específicamente el de los créditos académicos. Otras de las ventajas de la administración por créditos académicos es que permite al estudiante ubicarse en la definición de las rutas de formación profesional, en los tiempos de dedicación académica y en la definición de los ritmos y secuencias de aprendizaje. Figura 1. Mapa conceptual principio flexibilidad y sistema de créditos académicos. Competencias profesionales Homologación: títulos y asignaturas Intensidad en formación Transferencia intra e interinstitucional Créditos académicos Sistema educativo por ciclos Ampliación de la cobertura Diversificación de la oferta educativa Aseguramiento de la calidad Movilidad Inspección y vigilancia Equivalencia entre programas Fuente: Los autores. 73 Principio de Flexibilidad Figura 2. Mentefacto conceptual competencias profesionales Las normas de competencia se conciben como una expectativa de desempeño en el lugar de trabajo. (Revista Nueva época, No. 13 Desarrollo curricular por competencias profesionales integradas, 2000). “Capacidad efectiva para llevar acabo exitosamente una actividad laboral plenamente identificada.” (IBERFOP- OEI, 1998). En el marco de la flexibilidad: Aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser. CRÉDITOS ACADÉMICOS Competencias profesionales Competencias básicas: Cognitiva Técnica Metodológica Fuente: Los autores. 74 Competencias genéricas: Base común de la profesión Habilidades Desempeños Logros Objetivos Destrezas Competencias específicas: Base particular de la profesión. Clasificación según SENA Figura 3. Mentefacto conceptual homologación Convalidación de títulos académicos por medio de comparación de requisitos establecidos por una institución educativa frente a los estudios realizados en otra institución, reconocidas legalmente en el país o en el exterior. Como proceso flexible, propicia la movilidad académica y profesional entre instituciones o países. CRÉDITOS ACADÉMICOS Homologación De títulos: Entre instituciones educativas nacionales o internacionales Fuente: Los autores. 75 Acreditación Transferencia Equivalencia Movilidad De asignaturas: entre instituciones educativas o programas académicos Figura 4. Mentefacto conceptual intensidad de formación académica CRÉDITOS ACADÉMICOS Es la cantidad de horas de trabajo académico, que debe dedicar un estudiante, para alcanzar los objetivos de formación propuestos en una asignatura o módulo. Intensidad formación académica “El crédito académico permite equiparar las intensidades de formación académica entre diferentes programas”. (REYES, María T., El sentido de los créditos académicos, Interacción No. 32) Presencialidad Horas de clase Intensidad horaria Trabajo académico independiente: ejercicios, lecturas, producción escrita, consultas Trabajo académico dependiente: Clases, paneles, seminarios, análisis de casos, prácticas de laboratorio, trabajo en equipo, Investigación. Fuente: Los autores. 76 Figura 5. Mentefacto conceptual transferencia Es el proceso mediante el cual el estudiante de un programa puede cambiar a otro programa dentro o fuera de la institución, utilizando el mecanismo de la homologación de créditos académicos El crédito académico otorga un valor al trabajo de los estudiantes, lo cual permite realizar transferencias por homologación dentro o fuera de la institución. CRÉDITOS ACADÉMICOS Transferencia Interinstitucional: Transferencia de programas entre instituciones educativas Fuente: Los autores. 77 Homologación Traslados Intercambios Convenios Intrainstitucional: Transferencia de programa entre las mismas instituciones Figura 6. Mentefacto conceptual movilidad Es el proceso mediante el cual los estudiantes pueden tomar módulos o asignaturas en instituciones educativas o no, diferentes a la titular del programa académico en el cuál se encuentran matriculados Este proceso requiere de convenios interinstitucionales y se posibilitan gracias a la equivalencia de los créditos académicos CRÉDITOS ACADÉMICOS Movilidad Pasantías: entrenamiento específico dirigido Semestre académico en el exterior Transferencia Homologación Convenios Práctica profesional en instituciones en el exterior Intercambio académico recíproco, puede ser nacional o internacional. (Manual de Movilidad, Universidad Pedagógica Nacional) Fuente: Los autores. 78 Figura 7. Mentefacto conceptual inspección y vigilancia CRÉDITOS ACADÉMICOS El crédito académico posibilita el control de las intensidades horarias en los programas de la educación superior. El crédito académico permite “ejercer las funciones de inspección y vigilancia en la verificación del cumplimiento de los estándares mínimos de calidad de los distintos programas académicos, en lo relacionado con la intensidad del trabajo académico de los estudiantes” (REYES, Inspección y vigilancia Registro calificado de programas (SNA) ejecutado por CNA Auto evaluación institucional, autonomía universitaria Acreditación de programas e instituciones de alta calidad. (SNA) ejecutado por CNA María T., El sentido de los créditos académicos, Interacción No. 32, 2000) Fuente: Los autores. 5.4. UNIVERSIDAD Y FORMACIÓN PARA UN MUNDO GLOBAL- S C A. Desde hace algunos años, la flexibilidad viene jugando un papel específico y determinado en los ambientes universitarios. Hoy en Colombia, aunque sin ir a la par del resto del mundo, se han presentado cambios pronunciados y vertiginosos. Claramente se muestra en los esquemas educativos de las universidades norteamericanas y discretamente emulados por las universidades europeas, un notorio énfasis inicial en la integración de procesos económicos y posteriormente en muchos espacios como el educativo. Esto se evidencia en la administración por créditos académicos, lo cual implica la construcción de unas potenciales instituciones educativas globales. 79 Es claro que las Instituciones de Educación Superior están en la etapa de franca competencia en el propósito por conseguir un espacio sin fronteras: la globalización educativa; se evidencia este suceso en sus implicaciones como el comercio frenético y la emergencia de sociedades de consumo, en donde el conocimiento es un bien que es susceptible de ser mercantilizado. Se sugiere entonces como respuesta a estas implicaciones, una misión cívica para las IES: seguir implementando las herramientas de flexibilización, acudiendo a la pedagogía activa de carácter integral y contextual. Integral, ya que es preciso y pertinente formar profesionales y educar ciudadanos globales, defensores de los valores sociales. Contextualizada, ya que para un proyecto real se debe potenciar el sentido y la congruencia de los contenidos que se enseñan y se aprenden, en un entorno influido por diversos aspectos, en escenarios pertinentes donde exista un despliegue conjunto de los diferentes participantes del proceso formativo. Igualmente, las exigencias en términos de competencias, que enmarcan el sistema de administración por créditos académicos hacia la formación para un mundo global, se deben dirigir hacia la internacionalización, las estrategias de aseguramiento de la calidad y el desarrollo sostenido; Así mismo, se requiere una dinámica de contribución en redes de conocimiento, para que las instituciones universitarias no se derrumben culturalmente, no disminuyan su competitividad e influencia, ni su prestigio ante la sociedad. Esto afectaría la dimensión motivacional de su recurso humano (del cual depende la aplicación del currículo) y el potencial de habilidades que ella origina. Como se puede ver, las universidades tienen el reto de proponer y diseñar propuestas para diversas áreas de intercambio cultural, esforzándose por construir entornos y ambientes donde sus experiencias hacia una vida internacional se desarrollen. Un excelente inicio o estrategia de intercambio cultural hacia la 80 internacionalización, se debe traducir en el ambiente universitario del estudiante, en su cotidianidad, su paisaje y su campus universitario. Es la figura de profesores y amigos-estudiantes de otras nacionalidades, idiomas diversos, formas de pensamiento y modos de vida disímiles, lo que promueve la diversidad y la comunicación intercultural. Esto no implica reducir la actividad de aula; por el contrario, requiere hacer cotidiana la convivencia e interacción social entre sujetos de diversos registros etno-biográficos. Después de este recorrido y en perspectiva a lo que un sistema de créditos propone, se puede considerar y esbozar el diseño para una educación globalizada e internacional, que proyecte y potencialice a los universitarios hacia el acceso a este tipo de conocimiento, desplegando unas destrezas y propiciando unas actitudes que se dirijan hacia el desenvolvimiento en la red globalizada. Con una visión de lo que debe ser la educación global, se avanza ahora en lo que un currículo pertinente debe ofrecer a los estudiantes de las instituciones universitarias una perspectiva social de gran magnitud y desde diversos puntos de análisis. Los que se busca es la apropiación de una nueva igualdad, de una nueva identidad; claro esta siempre complementaria a la que ya poseen y libre de las características que cada uno idealice en su marco de personalización. Es urgente, que las instituciones universitarias asuman, de manera sistemática, metódica y sensata, el reto de educar hacia la construcción de una identidad humana global, fundada en la comprensión de la diversidad y las relaciones integrales que unifican las metas personales sobre la tierra social. Originalmente la educación multicultural y la educación intercultural, la educación global e internacional, eran estudiadas en caminos cognitivos distintos, por senderos de investigación diversos, ahora es evidente que la necesidad contextual ha conectado estos conceptos y sus objetivos apuntan hacia las mismas metas. Son enfoques que desde cualquier punto de vista, en diversas ocasiones y 81 contextos, se encaran y se confrontan contra el prototipo cultural de occidente, donde su filosofía guía hacia la universalidad del conocimiento y, debido a esto, lentos al reconocimiento de los límites de la objetividad. Lo verdaderamente importante, a mediano y largo plazo, es mostrar a los estudiantes su mundo y que se reconozcan, desde epistemologías totalmente diversas; concientizarlo respecto a que su forma de ver la realidad afecta a sus creencias, valores, actitudes y conductas. Se requiere entonces una estrategia y cambio sistémico en todos los aspectos y fundamentos universitarios, donde la ventaja nacional, para nacionales, extranjeros y en general quien se beneficie, será mayor o menor dependiendo de una relación humana con calidad, que acceda al conocimiento de la diversidad cultural, de su eventual capacidad crítica y su desenvolvimiento generador de teoría. Es urgente que a través de políticas acertadas, como lo es el sistema de administración por créditos académicos, se diseñen currículos en instituciones universitarias que tengan en consideración y objetivo el de fomentar las nuevas habilidades de aprendizaje de los estudiantes, adyacente a las competencias básicas o fundamentales, para de esta forma lograr garantizar su preparación profesional en un contexto globalizado. Es posible enfocar los objetivos hacia propuestas concretas con participación intercultural en la Educación Superior, que cuenten con contenidos y perspectivas globales en aras de fortalecer estas ideas. Desde la misma formación de los profesores, se puede lograr un mayor contacto con esta tendencia y de esta forma comprender las dificultades que surjan. Con respecto a lo anterior y mirando en un contexto ajeno al de Colombia ya existen nociones de este tipo de propuestas. Es el caso del Instituto Internacional 82 sobre Educación y Paz (IIPE; por sus siglas en ingles), puesto en marcha a partir de 1982, en el Instituto para Profesores de la Universidad de Columbia. Esta agencia ha sido gestora de redes y proyectos alrededor del mundo. En el caso Europeo se creó la red de Formación del profesorado y desarrollo curricular que lleva por nombre EURED. Bajo la figura de un consorcio universitario, esta propuesta logro esbozar un contenido y un marco conceptual común respecto al tema de la paz y los derechos humanos en una perspectiva tan compleja y desigual como la europea. En España, mucho más cercana al contexto latinoamericano, se evidencian programas educativos pertinentes para el aumento de la tolerancia, dirigidos adecuadamente en pro de la conexión educativa cultural - aprendizaje cooperativo. Este proyecto fue construido y es evaluado por un equipo de la Universidad Complutense de Madrid, dirigido por la reconocida investigadora Díaz Aguado. Lo que este capítulo ha mostrado es un ejercicio de pedagogía universitaria, donde la principal herramienta es la globalización, aclarando las fuertes y arraigadas costumbres culturales de los pueblos que dirigen sus esfuerzos hacia una educación globalizada en el marco del desarrollo intercultural, desde una orientación ética, que tenga en cuenta valores y principios morales. Es necesario que en el tejido las Instituciones Educación Superior se soporte esta idea, de esta forma Colombia irá al ritmo de la globalización. 83 6. LAS COMPETENCIAS 6.1. EL CONCEPTO DE COMPETENCIAS DESDE EL PRINCIPIO DE FLEXIBILIDAD Y EL SISTEMA DE CREDITOS. En el mundo contemporáneo se ha puesto en marcha el diseño de nuevos programas y la introducción de las teorías constructivistas en la educación, esta integración puede entenderse a partir de los objetivos planteados como primordiales para la educación del futuro que se centran en el aprender a aprender. Es así como el enfoque constructivista sitúa, ahora, las relaciones entre enseñanza y aprendizaje desde una perspectiva que sustituye los discursos pedagógicos y privilegia a la psicología del aprendizaje, sobre las que se sustentan las nuevas reformas educativas. Las condiciones del mundo globalizado, la revolución tecnológica mundial, la sociedad del conocimiento y de la información demandan de la educación estrategias que posibiliten la formación del Capital humano que requiere la sociedad contemporánea y uno de los modelos más adecuados, es el de las competencias. El discurso económico con conceptos tales como racionalización, eficiencia, eficacia, efectividad, calidad, competitividad, se ha hecho presente en todos los ámbitos de las preocupaciones sociales y la educación no es la excepción, por lo cual le plantea a la escuela dotar y desarrollar en niños, niñas y jóvenes competencias básicas que le permitan adaptarse a las condiciones del mundo actual y leer a su vez los códigos contemporáneos. Es así como el concepto de competencias pone a las Instituciones de Educación Superior en alerta para modificar sus currículos o construir unos nuevos, para abordar las competencias a desarrollar también en sus estudiantes. Esto pone de inmediato el tema de las competencias en el primer lugar de reflexión en el ámbito 84 educativo, llevando a las Instituciones de Educación Superior a la necesidad de repensar sus procesos curriculares acorde con el nuevo concepto. De esta manera las universidades en Colombia por iniciativa propia o por mandato legal, vienen implementando el enfoque de competencias como base de sus programas formativos. La recuperación del valor instrumental de los contenidos constituye una de las tareas centrales del diseño y el desarrollo curricular. Los contenidos se vuelven relevantes en función de las competencias que se quieren que los estudiantes desarrollen. Otro factor que esta influyendo para que en Colombia se este tratando el tema es la demanda de un sistema de Educación Superior de calidad con el fin de que las I.E.S puedan competir interinstitucionalmente con otras extranjeras en el mercado y así mismo, formar profesionales en un contexto de movilidad internacional. Es por ello que se ha venido estableciendo una serie de normas cuya función es facilitar el libre comercio y transferencia de servicios educativos. En este contexto la misión de las universidades en Colombia es la de formar personas competentes, es decir talento humano idóneo para que pueda competir a nivel nacional e internacional en el marco de la internacionalización económica y de las condiciones mínimas de calidad, con currículos pertinentes acordes con las necesidades de las regiones. Esto responde a los postulados planteados por UNESCO, en conferencias como la realizada en Jontiem, producto de un consenso mundial donde se planteó que la educación para ser viable debería asumir tres dimensiones: formar un sentido vital de la importancia de la cultura para el desarrollo y el bienestar de la sociedad humana, responder a los efectos de los descubrimientos científicos y los cambios tecnológicos a través de los contenidos de la educación y de la relación de esta con el mundo del trabajo; finalmente, fomentar el interés de los individuos por el mejoramiento de la calidad de vida. 85 Es así como las Instituciones de Educación Superior contemporáneas están atravesadas por políticas que posibilitan hablar y poner en práctica el enunciado de las competencias, pues ahora, al hablar de saber no se hace referencia simplemente al conocimiento científico y académico, sino también a un conjunto de habilidades que dotan, en este caso al estudiante, de otros atributos que le permiten hacer frente a las exigencias que el medio actual le demanda. {…] con el término saber no se comprende solamente {…] un conjunto de enunciados denotativos, se mezclan en él las ideas de saber-hacer, de saber – oír {…] unas competencias que exceden la determinación y la explicación del único criterio de verdad, y que comprenden los criterios de eficiencia {…] de justicia y/o de dicha {…] así, el saber es lo que hace a cada uno capaz de emitir “buenos” enunciados {…} permite {…] buenas actuaciones respecto a varios objetos del discurso {…} coincide en una formación amplia de las competencias {…}35 Se hace evidente en la política las condiciones y enfoques que deben seguir las naciones en cuanto a la educación para estar en sincronía con las demandas de la sociedad actual, si se quiere hacer parte activa de la configuración del mundo, donde la sociedad del conocimiento y de la información plantean nuevas formas de ser competitivos “{…} La competitividad de las naciones tiene como base la construcción y el perfeccionamiento de las capacidades y competencias de sus recursos humanos {…}”36, es allí donde se imponen nuevas formas de apropiación de los conocimientos, donde sólo se consideran óptimas las que permitan incrementar la competitividad de los individuos, su formación y acceso a los códigos culturales de la modernidad, las exigencias del desarrollo económico y la 35 LYOTARD, Jean Francois. La condición Postmoderna. Cátedra. Madrid. 2004. p.44 36 MARTINEZ BOOM, Alberto. De la Escuela Expansiva a la Escuela Competitiva. Dos modos de Modernización en América Latina. Op. Cit. p. 195. 86 participación directa de un número continuamente creciente de hombres y mujeres en actividades económicas cada vez más complejas, requieren, más que en otras épocas, la formación y la instrucción de los productores. Las economías necesitan un número cada vez mayor de trabajadores cualificados debido a que el progreso técnico transforma las ocupaciones y crea nuevas categorías de empleo, que exigen amplios medios de formación que presupone un esfuerzo paralelo en el terreno de la educación que tienda a favorecer el “{…} despegue económico de las naciones”37. Este planteamiento da sustento a la implementación, en el campo educativo, de las competencias básicas y laborales en países como Colombia. La sociedad contemporánea tiene el reto de proyectarse y adaptarse al cambio que se está dando con relación a la sociedad del conocimiento dinamizada por el desarrollo de nuevas tendencias en la generación, difusión y utilización del saber atendiendo a las necesidades de desarrollo y de construcción del futuro. En la sociedad del conocimiento están presentes tres procesos: la informatización, la globalización y las nuevas tecnologías. La informatización, es la base técnica del proceso de globalización porque permite superar las distancias y la dispersión geográfica poniendo en contacto grupos sociales de todo el mundo al mismo tiempo. La globalización, se hace visible más en lo económico y en el surgimiento de una verdadera sociedad global con el desarrollo de nuevos valores, actitudes e instituciones sociales y las nuevas tecnologías con su ilimitada aplicación caracterizan a las sociedades modernas como las sociedades de la información. Es así como en el mundo globalizado y en la sociedad del conocimiento se convierte éste en factor crítico para el desarrollo productivo y social y se hace necesario el fortalecimiento del aprendizaje como medio de asegurar la apropiación del saber y su transformación en resultados útiles, “{…} Se produce 37 FAURE y Otros. Aprender a ser. Alianza/UNESCO. Paris. 1972. p. 81 87 así un recorte en la forma de adquisición de los aprendizajes, donde se ponderan sólo aquellos que son “significativos o relevantes””38, jugando la educación un papel fundamental, configurándose así el sujeto escolar de las competencias. 6.2. EL SUJETO DE LAS COMPETENCIAS Llevar a cabo un análisis del discurso de las competencias y sus incidencias en la reconfiguración de un sujeto estudiante, permite ver las traducciones que se han hecho del mismo en el campo del aprendizaje y en las prácticas pedagógicas que determinan posibilidades y formas específicas en que los sujetos leen los saberes y los avances científicos y tecnológicos; es decir, que permite decantar, para la época actual, la construcción y validación que se está haciendo del conocimiento. El modelo de las competencias, siendo un discurso “nuevo”, conserva o hace una adaptación discursiva de muchos de los postulados básicos que han atravesado el campo educativo y que emanan, en su mayoría, de la psicología. Actualmente, como se evidencia en los discursos, las prácticas pedagógicas están centradas en el estudiante, en el aprendizaje por procesos, sofisticándose aún más por el empleo de las nuevas tecnologías de la información en las sociedades de control, siendo éste una estrategia que atraviesa todos los procesos que se dan en una sociedad. La preocupación por las prácticas pedagógicas que circulan a partir de la implementación del discurso de las competencias, se dio inicialmente como medio de evaluación masiva y se evidenció en cambios en el examen de Estado (antes fundamentado en la evaluación de contenidos y ahora se centra en la evaluación 38 MARTINEZ BOOM, Alberto. De la Escuela Expansiva a la Escuela Competitiva. Dos modos de Modernización en América Latina. Op. Cit. p. 8 88 de habilidades), las pruebas censales y el diseño de nuevos currículos con centralidad en el aprendizaje y las competencias; esta preocupación se inició en la educación básica a propósito de los exámenes del ICFES y de manera más reciente en la Educación Superior, en los Exámenes de Calidad de la Educación Superior (ECAES) que producen una reconfiguración del sujeto estudiante, privilegiando nuevas formas de aprendizajes. La transformación y desplazamiento de las facultades en habilidades y su posterior ingreso a la educación y al medio escolar como competencias, dan cuenta de la sofisticación de un discurso que se pretende nuevo y que pocas posibilidades brinda para la superación de la psicologización y economización de la enseñanza, base desde la cual se amarran las políticas educativas en Colombia, como se evidencia en los fines de la educación desarrollados en la Ley General de Educación (115): “{…} La formación en las prácticas del trabajo, mediante los conocimientos técnicos y habilidades, así como en la valoración del mismo como fundamento del desarrollo individual y social {…} La promoción en la persona y en la sociedad de la capacidad para crear, investigar, adoptar la tecnología que se requiere en los procesos de desarrollo del país y le permita al educando ingresar al sector productivo”. Se plantea así mismo, oportunidades de conformación de una subjetividad, que presenta algunas características en términos de las competencias y acorde con las exigencias del mundo actual como: flexibilidad, racionalización, empleabilidad, capacidad de comunicar, de trabajar en equipo, adaptabilidad. Desde la política educativa, a nivel mundial y nacional se hace evidente la relación directa entre la economía y la educación en documentos tales como: Informe Faure de 1972, la Conferencia de Jomtien de 1990, La Educación Encierra un Tesoro de Jacques Delors de 1993, documentos internacionales que se apropian en políticas y reglamentaciones educativas nacionales como: Constitución Política 89 de Colombia de 1991, Ley General de Educación de 1994 y el Plan Decenal de Educación 1996 – 2005. La política internacional plantea varios enunciados pertinentes para su análisis en del presente capítulo: en el Informe Faure publicado en 1972 se afirma que todas las acciones que favorecen la economía conllevan empleo de acciones enérgicas en el campo educativo. En el mismo documento, la UNESCO discute sobre la existencia de lazos estrechos entre los fines máximos de las sociedades y las finalidades de la educación; es decir, que las reformas educativas deben, necesariamente, incidir sobre los objetivos de desarrollo social y económico, pues el desarrollo de las sociedades no se debe concebir sin actualizar la educación; de ello se concluye que las reformas educativas están sometidas a los fines sociales, especialmente a los que tienen que ver con el desarrollo de fuerzas productivas y a lo atinente a la renovación de los recursos humanos. “La educación es a la vez un mundo en sí y un reflejo del mundo. Está sometida a la sociedad y concurre a sus fines, especialmente al desarrollo de sus fuerzas productivas, atendiendo a la renovación de los recursos humanos; de forma mas general, reacciona necesariamente, aunque solo sea por el conocimiento que ello proporciona, a las condiciones ambientales a las que se halla sometida” Este informe concluye con frases en las que advierte y hace un llamado sobre el papel protagónico que puede desempeñar la educación en el futuro de las Naciones como la que: “{…} oriente el pensamiento de los hombres hacia el pasado o el porvenir, hacia el inmovilismo o la mutación, hacia la búsqueda de la falsa seguridad por la resistencia al cambio o cambia el descubrimiento de la verdadera seguridad por la adhesión al progreso”. Con la Conferencia de Jomtien hacia el año 90 se evidencia cierto desplazamiento de los discursos cuando se plantea nuevamente la relación entre la educación y la economía afirmando la existencia de pruebas que permiten constatar la forma 90 como la educación tiene efectos positivos en la salud, la productividad, la protección del medio ambiente, la planificación familiar y los cuidados infantiles, llegando incluso a hacer cambiar la vida cultural, social y económica de las sociedades. Todo ello mediante estrategias de influencia en las actitudes y el comportamiento de los estudiantes, fruto de prácticas y tecnologías de acción sobre el conocimiento. Así mismo, en esta misma conferencia se afirma que para que “{…} la educación básica sea viable en la práctica tendrá que abordar de manera efectiva tres características o dimensiones principales de la vida económica, social y cultural de todos los seres humanos y todas las sociedades {…}”39. Estos elementos son: el rescate de la verdadera importancia de la vida cultural de las sociedades; la respuesta a los efectos de los cambios tecnológicos y científicos que afectan los contenidos y los procesos de la educación, estableciendo relaciones de ésta con el mundo del trabajo y el fomento del interés por la calidad de vida que permita comprender la importancia del desarrollo durable. En el texto la Educación Encierra un Tesoro de 1993, en el marco de las políticas educativas, se habla de tensiones que han venido permeando el campo educativo y que de su análisis y resolución depende, en gran medida, el futuro de la educación. Es así como por ejemplo se aborda la tensión entre la llamada “indispensable competencia”40 y la igualdad de oportunidades; se dice en el documento que éste ha sido un aspecto clásico puesto en escena desde comienzos del siglo y elemento en constante confrontación directa con las políticas económicas y sociales y con las políticas educativas, corroborando las relaciones planteadas en el presente trabajo entre filosofía, psicología y economía frente a las prácticas de la educación formal. 39 DELORS Jacques La Educación Encierra un Tesoro. 1993. p. 14 40 Ibíd., p. 14 91 En el documento, la comisión conformada por miembros de la UNESCO, afirma “{…} que la presión de la competencia hace olvidar a muchos directivos la misión de dar a cada ser humano los medios de aprovechar todas sus oportunidades”41. Esta afirmación hace que en el informe se retome y actualice el concepto de “educación durante toda la vida”, aspecto que posibilita cierta conciliación entre la competencia, la cooperación y la solidaridad, dando un tinte de flexibilidad a los sistemas educativos. Otra de las tensiones abordadas y de gran importancia para el tema que nos ocupa es la existente entre el desarrollo de los conocimientos y las capacidades de asimilación del ser humano, aquí por una parte la comisión propone la creación de disciplinas que se dediquen a: el conocimiento de sí mismo, el mantenimiento de la salud física y psicológica y el conocimiento y preservación del medio ambiente natural; pero en vista de la recarga que ello puede implicar en los programas escolares se hace necesario el esclarecimiento de estrategias de reformas a los sistemas educativos que se comprometan en el mantenimiento de los elementos esenciales para “{…} una educación básica que enseñe a vivir mejor mediante el conocimiento, la experimentación y la formación de una cultura personal”. Queda claro que la educación debe asumir el problema de la mundialización y sus manifestaciones, pues esta problemática refleja hoy más que nunca, el nacimiento de una sociedad mundial en el centro del desarrollo de la persona y las sociedades; es ahí donde la educación debe permitir a todos utilizar sus talentos y capacidades, hecho “{…} que implica que cada uno pueda responsabilizarse de sí mismo y realizar su proyecto personal”. Es aquí donde la comisión hace énfasis en la misión que debe cumplir la educación en el desarrollo económico y social; es frecuente por ejemplo, que se establezca una relación directa entre el sistema 92 educativo y los niveles de desempleo; para la superación de esta tensión la comisión propone la creación de sistemas flexibles que conciban en su interior diversidad de estudios junto con diversos campos de enseñanza o en combinación paralela de periodos de formación y de experiencia profesional como alternativas válidas para una posible adecuación entre la oferta y la demanda de trabajo; reduciendo a su vez el fracaso escolar y el despilfarro de recursos humanos; todo ello unido a la aplicación de modelos de desarrollo sostenibles en cada uno de los países. Dentro del marco de la flexibilidad se plantea la idea de la educación permanente, la cual descansa sobre cuatro pilares que son: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser. Lo primero, aprender a conocer, responde a los diferentes cambios que experimenta la ciencia y las nuevas actividades económicas y sociales. Aprender a hacer se refiere no sólo al aprendizaje de un oficio o a la adquisición de una competencia, sino también a alternar la asistencia a la escuela con las prácticas laborales, que le permitan al estudiante evaluarse y enriquecerse de forma paralela con sus estudios. El aprender a ser es la necesidad de que el estudiante se comprenda mejor a sí mismo, reafirmando su autonomía y su responsabilidad, donde él mismo descubra sus talentos. Por último el aprender a vivir juntos está basado en la comprensión del otro, en la importancia de la interdependencia y en la búsqueda de soluciones a los diferentes conflictos, teniendo en cuenta las características individuales y la pluralidad. Lo anterior se traduciría, para el caso de las competencias, en: un aprender a conocer evidenciado en el acercamiento y uso del estudiante a las nuevas tecnologías de la información y a los cambios tecnológicos; un aprender a hacer que se refleje en las actuaciones y en el uso de las herramientas conceptuales en la resolución de situaciones problémicas y cotidianas; un aprender a ser, donde el 41 Ibíd., p. 14 93 protagonismo de la educación se encuentra en el aprendizaje, es decir, en el hecho que le confiere la posibilidad y el deber de garantizar su formación continua. Y un aprender a vivir juntos relacionado con la concepción de que el hombre es un ser social, ético y político. Las adaptaciones de todos estos discursos internacionales se evidencian en algunos documentos normativos nacionales en: La Ley General de Educación (115), en el Art. 5 que hace referencia a los fines de la educación plantea, entre otros, los siguientes: “{…} el desarrollo de la capacidad crítica, reflexiva y analítica que fortalezca el avance científico y tecnológico nacional, orientado con prioridad al mejoramiento cultural y de la calidad de vida de la población, a la participación en la búsqueda de alternativas de solución a los problemas y al progreso social y económico del país {…}”42. 43 De manera más reciente en Colombia, a través del Plan Decenal de Educación 1996 - 2005, se hacen evidentes los objetivos de la educación contemporánea y la reconversión de las ideas expresadas en el Informe Edgar Faure hacia los años 70. En donde en el primero de los documentos citados se habla de la educación como principal fuente de saber, como bien esencial para la supervivencia y proyección de la nación y como la más cierta posibilidad de desarrollo humano, cultural, social y económico del país; aspectos que en últimas se constituyen en la justificación para la elaboración de planes decenales y en el sustento para el discurso de las competencias. En el mismo documento se observa la relación que se establece entre economía y educación cuando entre los desafíos se plantea la necesidad de construir modelos de desarrollo económico sostenibles en armonía con el medio ambiente, que tengan en cuenta la internacionalización de la economía para insertar los avances 42 CONGRESO DE COLOMBIA. Ley General de Educación 115. Colombia. 1994 94 de la ciencia, la tecnología, la informática y las telecomunicaciones, en la educación; esto unido a los aportes de la psicología hace que se establezca una relación directa entre las formas económicas y su apropiación desde el discurso de las competencias, en el que se le brindan al estudiante distintas herramientas de apropiación de los fenómenos económicos de la sociedad en la cual se haya inmerso y esté en capacidad de asumir una determinada postura. 95 7. DISEÑO METODOLÓGICO 7.1 CATEGORÍAS DE ANÁLISIS. En esta primera fase de la investigación se analizó la política de flexibilización con sus categorías: flexibilización pedagógica, flexibilización curricular, flexibilización académica, flexibilización administrativa y, el Sistema de Créditos Académicos – SCA -. La categoría Estrategia pedagógica se abordará en la fase II. Sin embargo es de destacar que el concepto de pedagogía es interpretado de múltiples formas, el carácter científico y artístico de la pedagogía es ampliamente aceptado y engloba una concepción amplia de lo que implica la actividad pedagógica. Igualmente, como estrategia se asume como el conjunto de acciones encaminadas y direccionadas a la obtención de un objetivo, meta o propósito. Se asocia con la táctica, la habilidad o la planeación pero no con un programa. La estrategia, como la entiende Edgar Morin, en “Educar en la era planetaria”, es todo un proceso complejo de acciones no programadas, sino que por el contrario, obedece a un plan flexible que se puede modificar de acuerdo a la situación y a la emergencia de nuevas condiciones. Por tanto, la estrategia pedagógica se puede comprender como la planeación de un conjunto de acciones que se nutren de la ciencia, el arte y la experiencia humana, encaminadas a proporcionar al educando – sea cual fuere su condición – criterios de decisión frente a las posibilidades que se le presenten en la vida, de forma ética y humana, para que luego desarrolle y administre el conocimiento con el fin de vivir dignamente como sujeto social y ciudadano del mundo. 96 La categoría Educación Superior es concebida en los siguientes términos: la educación en un sentido amplio es una actividad humana que incluye un proceso de modificación de comportamientos, adquisición de conocimientos, acompañamiento y mediación. Es también un derecho constitucional para todos los ciudadanos y el Estado está en la obligación de garantizar el acceso al sistema educativo como servicio público. Al contexto educativo universitario se le ha denominado Educación Superior, más por el nivel dentro del sistema educativo, que por la calidad de la misma; se supone que todos los niveles educativos deben tener carácter superior, desde el preescolar hasta los estudios de post doctorado. 7.2. TIPO DE INVESTIGACIÓN. Es Histórica – descriptiva: Histórica: estudia los hechos ocurridos en el pasado, reconstruyendo los acontecimientos e interpretando su desarrollo según el contexto y la cultura. Descriptiva: estudia los fenómenos abordados detallando su presencia o ausencia en la realidad tal como aparecen en el presente. En la primera fase del proyecto de investigación se realizó, a través del análisis descriptivo, un estudio desde el escenario internacional, latinoamericano y nacional de la política de flexibilización y organización en las Instituciones de Educación Superior y del sistema de créditos que permite dinámicas de innovación pedagógica, administrativa y de gestión. En la segunda fase se busca plantear las estrategias de innovación pedagógica implícitas en la propuesta del sistema de créditos, para determinar cuáles corresponden a la idea de flexibilización, aprendizaje autónomo, desarrollo de competencias, adaptabilidad de espacios educativos que la operativicen. 97 Se presentará una propuesta que viabilice la adopción del sistema. En la tercera fase del proyecto se establecerán los lineamientos del sistema de evaluación que responda al espíritu de la propuesta pedagógica y al sistema de créditos académicos. En cada una de las fases se adelantarán las siguientes actividades: Fase I: Análisis de los escenarios de flexibilización Elaboración de los marcos de referencia internacional y nacional sobre la política de flexibilización y organización en las Instituciones de Educación Superior y del sistema de créditos que permite dinámicas de innovación pedagógica, administrativa y de gestión. Fase II: Revisión y análisis de propuestas pedagógicas. 1. Determinar desde los diversos enfoques pedagógicos la estrategia que permita aperativizar el sistema de créditos en las IES. 2. Diseño de la propuesta pedagógica para la implementación del sistema de créditos en las IES. Fase III: Lineamientos del Sistema de Evaluación 1. Identificar la estrategia de evaluación desde la propuesta pedagógica. 2. Diseñar la propuesta de evaluación pertinente desde la perspectiva del SCA. 98 8. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 8.1. CONCLUSIONES El término de flexibilización no es nuevo, este comienza a ser utilizado en México a partir de los años sesenta, sin embargo en muy pocas instituciones han intentado operarlo. Debido a las nuevas tendencias exigidas por las políticas educativas de la última década, y ante los grandes avances científicos y tecnológicos soportados actualmente por una economía globalizada y una visión multicultural de las sociedades, es que esta tendencia de flexibilidad ha adquirido una mayor importancia en los procesos de formación profesional. La globalización de la economía ha hecho que las IES adopten un enfoque más profundo hacia la competitividad y la calidad, lo que ha obligado a las instituciones a implementar procesos de estandarización curricular. Esto se logra a través de mecanismos de flexibilización que permitan la movilidad de sus conciudadanos, por medio de un sistema de administración de créditos académicos, acorde con el implementado por las IES a nivel mundial. En el marco de las políticas de Educación Superior, existe una clara tendencia hacia la flexibilización de los procesos académico, administrativo, pedagógico y curricular, lo cual busca garantizar la calidad de las funciones de docencia, investigación y proyección social de la IES. Sin embargo, esta tendencia requiere de un andamiaje integral que permita su aplicación en el contexto colombiano atendiendo a las necesidades surgidas de la globalización. La flexibilización es una tendencia presente en escenarios tanto nacionales como internacionales, como el caso presentado de la Unión Europea, Colombia y otros que no se mencionan en este proyecto pero han trabajo propuestas educativas 99 similares desde la década de los años setenta. Para el caso Colombiano, en estos momentos la flexibilidad no ha logrado impactar la transformación general de los programas académicos, pero si ha generado rupturas de los sistemas educativos rígidos, y en pocas IES ha logrado cambios significativos. En este sentido, el principio de flexibilidad educativa esta parcialmente desarrollado en el contexto colombiano, ya que la inercia en los procesos educativos y la fuerte tendencia de rechazo a los cambios que generan las Instituciones en la mayoría de sus estamentos, no han permitido su plena aplicación. La legislación colombiana, desde la Constitución de 1991, Ley 30 de 1992, la Ley General de Educación (115 de 1994), con sus decretos reglamentarios, establece el principio de flexibilidad como una oportunidad para el desarrollo de las Instituciones de Educación Superior, hacia la competitividad y calidad exigidas en el contexto de globalidad. En este sentido, las restricciones comparativas de tipo económico, frente a instituciones europeas o norteamericanas, deben ser superadas a partir de la implementación de estrategias dirigidas hacia la flexibilización de sus procesos como: diversificación de oferta educativa (programas pertinentes y de calidad), movilidad estudiantil y docente, articulación de la investigación con las necesidades sociales del contexto y la oferta de servicios adicionales a la matrícula (asesorías, consultorías, ejecución de pruebas de laboratorio, estudios técnicos, investigación aplicada a la producción, etc.) El sistema de administración por créditos educativos, requiere que las Instituciones de Educación Superior adopten como política institucional la movilidad de los actores involucrados en el proceso pedagógico (estudiante y docente), la transferencia dentro y fuera de la institución a través de la 100 homologación de títulos y estudios parciales. Adicionalmente es necesario reconocer que el trabajo independiente de los estudiantes (dos horas por cada hora presencial), es una labor programada por el docente, lo cuál implica un trabajo de planeación, seguimiento y evaluación del trabajo académico. El impacto de la flexibilización supone un cambio en la cultura pedagógica actual, la flexibilidad como concepto aplicado a los procesos de formación constituye y precisa, en el marco de la globalización, uno de los principios fundamentales de cualquier transformación académica y curricular de una institución. Esta es la que genera una serie de acciones en las distintas dependencias de las instituciones como lo es la reflexión sobre su sentido, propósitos y expresiones, materializando de este modo modelos académicos y curriculares abiertos, pertinentes, coherentes y personalizados. 101 8.2. RECOMENDACIONES Es necesario contar con sistemas organizativos versátiles que respondan con agilidad y calidad a las demandas del medio, estructuras horizontales en las cuales el manejo del poder y el trabajo estén distribuidos en todos sus miembros. Se recomienda analizar desde los diferentes métodos, las estrategias pedagógicas que se ajusten a la propuesta de flexibilización y organización, el sistema de administración de créditos académicos en las instituciones de educación superior. Teniendo en cuenta los objetivos de la segunda fase, se considera pertinente como inicio del proceso de investigación abordando las diferentes propuestas metodológicas que están inmersas en las estrategias pedagógicas. El servicio al “cliente” debe ser el aspecto fundamental en las IES, para este caso son los estudiantes y docentes los clientes directos internos y externos y por consiguiente deben ser la razón fundamental de la organización. Debe existir la consolidación de la cultura organizacional a partir de procesos participativos para buscar la transición moderna. Donde la comunicación, entre la administración tradicional y la el compromiso, el liderazgo, la descentralización generen nuevas formas de actuar , nuevas normas que permitan la estructuración de la organización. Generar proyectos y programas de cualificación permanente, que preparen con calidad a los miembros de la IES en el cumplimiento de sus tareas, para el desarrollo de procesos de mejoramiento continuo en todas las áreas de trabajo de la institución Todos esperan una educación centrada en el profesor porque ese es el estándar que se ha seguido por años y que se ha aprendido a llevar. Por esto es importante 102 empezar por desaprender, cambiando esa concepción y aprender a aceptar y ejecutar adecuadamente nuevas herramientas educativas, en las cuales se busque formar personas en todos sus aspectos. Se recomiendan unos pasos posibles a seguir para lograr un sistema flexible en la Educación Superior: • Pasar del énfasis de las funciones al de los procesos. • Pasar de la estandarización a la flexibilización. • Pasar del presupuesto de la institución a la búsqueda de nuevos ingresos y financiación. • Pasar del enfoque de costos a la efectividad en el ahorro. • Pasar de la comunicación vertical al aprendizaje autónomo. • Pasar del interés monetario solamente al servicio al cliente. • Pasar de la administración cerrada y de poder a estructuras administrativas participativas y de empoderamiento de sus miembros. • Crear relación directa con el contexto: esto permitirá que las IES estén a la vanguardia en el ofrecimiento de servicios que atiendan los requerimientos de calidad que la sociedad demanda. • Trabajo en equipo (descentralización): implica el paso de procesos centralizados hacia la descentralización y delegación de funciones. 103 La presente investigación permite una reflexión sobre la importancia de que las IES trabajen en conjunto a la hora de formular políticas de gestión educativa y de esta forma, lograr una administración de créditos académicos pertinente y viable en la práctica educativa. Se recomienda hacer un análisis del proyecto Tunnig Europeo y Latinoaméricano para complementar y estructurar la propuesta pedagógica que se adecue a los objetivos de la segunda fase del trabajo, definiendo además desde las competencias que se deben desarrollar una estructura coherente que abra el espacio para la tercera fase. 104 BIBLIOGRAFÍA Consultada BARRON, C. La educación basada en competencias en el marco de los procesos de globalización. En: Valle, M. Formación en Competencias y Certificación Profesional. México. Centro de Estudios sobre La Universidad. UNAM. 2000. BENEDITO, Vicenc y otros. La formación Universitaria a debate. Universidad de Barcelona. Publicaciones. 1995. CABALLERO PRIETO, Piedad. Realidades y tendencias sociales y educativas, institucionales, nacionales e internacionales en pedagogía y educación. C.N.A. CORPORACIÓN UNIFICADA NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR, CUN. Documentos anexos flexibilidad y sistemas de créditos, Memorias 2004-2006. DELORS Jacques. 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