Se han desviado catorce barcos Tomado del periódico El País - Agosto 16 de 2006 Redacción de El Pais - Buenaventura El comercio exterior ya comenzó a sentir las consecuencias de la congestión portuaria que desde hace 45 días se vive en el terminal marítimo de esta ciudad. Por esa situación, en las últimas horas catorce embarcaciones internacionales notificaron que no llegarán a este puerto y se desviarán hacia otros terminales de América del Sur, pues, según sus capitanes, no se les garantizaba eficiencia para cargar y descargar. La situación se podría complicar aún más por la sedimentación que se presenta en algunos tramos del canal de acceso. "El problema es muy grave, pues eso golpea a importadores y exportadores que tendrán sobrecostos para poder mover sus productos", dijo David Mantilla, presidente de la Asociación Nacional de Navieros, Asonav. El empresario agregó que la situación que se está viviendo por estos días en Buenaventura no se había presentado jamás. "Ni en los peores tiempos de Colpuertos habíamos tenido tal número de desviaciones de naves", señaló Mantilla. Al terminal marítimo de esta parte del Pacífico arriban más de 1.300 barcos anualmente. "Cuando les notificamos a los capitanes de los barcos que la estadía puede durar hasta 90 horas, muchos de ellos cambian su ruta, dejan la carga que venía para Buenaventura en el Callao (Perú) o en Cartagena, para seguir derecho", señaló preocupado el líder naviero. Lo fundamental La Sociedad Portuaria abrió una convocatoria para el suministro, operación y mantenimiento de cuatro equipos especializados para el manejo de contenedores, con los cuales espera superar la emergencia en el terminal. Frente a esta problemática, el gerente de la Sociedad Portuaria, Víctor Julio González, precisó que si bien no deja de ser preocupante, la situación se controlará lo más pronto posible. "Hemos dialogado con ellos, pidiéndoles que nos den un compás de espera hasta septiembre cuando tengamos un horizonte más claro". Por su parte, el alcalde de Buenaventura, Saulo Quiñones, reconoció no sólo la gravedad de la congestión que vive el puerto sino el dragado, toda vez que el inicio de las obras se dilató. Actualmente, el canal de acceso presenta limitantes en varios tramos, especialmente de las boyas 27 a la 32, donde las profundidades sólo llegan a 8,5 metros, lo que hace que grandes barcos tengan que esperar la marea alta para ingresar a los recintos portuarios.