EL EJERCICIO COMO MEDICINA Manuel J Castillo Garzón Catedrático de Fisiología Médica, Facultad de Medicina, Universidad de Granada Importancia del Ejercicio Realizar actividad física de manera regular y mantener un buen estado de forma física son de capital importancia para la salud y el bienestar de la persona. Cuando se realiza de manera adecuada, los beneficios del ejercicio se producen siempre, independientemente de la edad, estado de salud y condición física que la persona posea. La evidencia científica disponible así lo ha puesto de manifiesto de manera inequívoca. El ejercicio físico practicado de manera regular, y en la forma adecuada, ha demostrado ser un medio efectivo para reducir la morbilidad y mortalidad ocasionada por numerosas y frecuentes patologías crónicas. Por otro lado, también se ha demostrado que las personas físicamente activas viven más y mejor (con mayor calidad de vida) que las personas sedentarias. Por último, las personas físicamente activas se encuentran personal y socialmente mejor. Dada esa multiplicidad de efectos beneficiosos para la salud y el bienestar de las personas, los principales organismos de salud de los países desarrollados han puesto en marcha agresivas campañas destinadas a fomentar la actividad física entre los ciudadanos. El propio National Institute of Health americano ha considerado al ejercicio físico como la principal píldora para luchar contra las consecuencias del envejecimiento. En esta misma línea, el Departamento de Salud Norteamericano sitúa la actividad física como el primero de los diez indicadores de salud por delante del sobrepeso/obesidad o el tabaco y lo sitúa como principal elemento de acción de su agenda de trabajo para los próximos años (Healthy People 2010). A pesar del indudable beneficio que representa la práctica de ejercicio, la mayoría de las personas, tanto jóvenes como adultos o ancianos, llevan una vida que puede considerarse como sedentaria. Este problema se va acentuando con el paso de los años y es particularmente llamativo en el caso de la mujer. Esto no sólo tiene consecuencias negativas para la persona también lo tiene para la familia y la sociedad, dada la sobrecarga y el coste económico que determinan las enfermedades ligadas con el sedentarismo y sus graves consecuencias. Se puede decir que la falta de ejercicio acelera el envejecimiento y sus consecuencias, una de las cuales es el propio aspecto de la persona. Entre personas de la misma edad y mismo substrato genético, aquellas que se mantienen físicamente activas, se alimentan saludablemente y evitan la exposición a factores de riesgo presentan un aspecto más joven y saludable. Efectos Beneficiosos del Ejercicio La realización de ejercicio de manera moderada durante al menos 30 minutos, cinco días a la semana, o la práctica de ejercicio intenso durante 20 minutos tres días por semana, son críticos para mantener y mejorar la salud. La práctica de ejercicio tiene efectos beneficiosos en la mayoría, si no en todas, las funciones orgánicas contribuyendo a mantener su funcionalidad e incluso a mejorarla. Dado que la pérdida de funcionalidad que se produce con la edad es, precisamente, la principal consecuencia del envejecimiento, el efecto del ejercicio puede ser considerado como una verdadera terapia que lucha contra las inevitables consecuencias del proceso de envejecimiento. En la mayoría de los casos, el ejercicio actúa retardando o atenuando la pérdida de funcionalidad. Para algunas funcionalidades el ejercicio actúa, incluso, revertiendo una pérdida ya establecida. De manera específica y directa el ejercicio físico mantiene y mejora la función músculo-esquelética, osteo-articular, cardio-circulatoria, respiratoria, endocrino-metabólica, inmunológica y psico-neurológica. Realizar ejercicio físico de manera regular reduce el riesgo de desarrollar o incluso morir de lo que hoy día son las principales y más graves causas de morbi-mortalidad en los países occidentales. Así, el ejercicio físico practicado de manera regular y de forma adecuada es determinante de la mejora de la salud y el bienestar de la persona dado que: • Reduce el riesgo de cardiopatía isquémica y otras enfermedades cardiovasculares, • Reduce el riego de desarrollar obesidad y diabetes, • Reduce el riesgo de desarrollar hipertensión o dislipidemia y ayuda a controlarlas, • Reduce el riesgo de desarrollar cáncer de colon y cáncer de mama, • Ayuda a controlar el peso y la imagen corporal, • Tonifica los músculos y preserva o incrementa la masa muscular, • Hace a los huesos y articulaciones más fuertes y resistentes, • Aumenta la capacidad de coordinación y respuesta disminuyendo el riesgo y • consecuencias de las caídas, • Mejora la actividad del sistema inmune, • Reduce los sentimientos de depresión y ansiedad, • Promueve el sentimiento psicológico de bienestar y la integración social. Estas acciones se presentan a cualquier edad e independientemente del nivel del nivel de forma física del que se parta. En este sentido es preciso diferenciar dos conceptos que aunque inter-relacionados y mutuamente influenciables son claramente diferentes. Estos conceptos son los de Forma Física (o Condición Física) y Actividad Física.