La compasión divina - Recursos Escuela Sabática

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Segundo Trimestre —Cuarto sábado—
23 de abril
La compasión divina
Tema: Amor al prój imo
Propósito del programa
Enseñar la importancia de mostrar compasión hacia los que se han alejado de Dios.
Al director
En este programa los participantes pueden entrar de dos en dos.
Sugerencias
 Combine esta programación con una salida misionera hacia un barrio sin presencia adventista.
 Invite un cantante especial para que tenga un mini-concierto.
 Coloque carteles que hablen del amor hacia las personas.
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La compasión divina 73
Introducción
La historia de Jonás es de las primeras que un niño pequeño aprende, debido a la fascinación que produce el saber que un
hombre fue tragado por un gran pez. Los predicadores suelen utilizarla como una de las muestras de misericordia de
Dios hacia sus hijos descarriados. La misericordia del Señor mostrada a los ninivitas nos conmueve, al mismo tiempo
que nos llena de esperanza al pensar que así como Dios perdonó esa nación idólatra, también puede perdonarnos a
nosotros.
Hoy queremos llamar la atención a la actitud asumida por Jonás, algunos le llaman el profeta rebelde, por negarse a
obedecer. Pero hay algo más en su reacción hacia Nínive que nos lleva a preguntarnos: ¿Hasta qué punto soy igual a él?
Dios mostró compasión hacia la ciudad impía pero, ¿se alegró Jonás por ello? Les invito a disfrutar del programa.
Primer participante
Buenos días, que la paz de Dios esté con cada uno de ustedes. Al igual que el salmista puedo decir: «Yo me alegré con
los que me decían: ¡A la casa de Jehová iremos!» (Salmos 122: 1). ¡Qué hermoso es estar en la presencia de Dios! Dale
la mano al que está tu lado y dile: «Cristo te ama y yo también». Sean todos muy bienvenidos a la casa de Dios, que la
bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo pueda llenar nuestros corazones.
Segundo participante
Yo también estoy feliz de estar aquí esta mañana. La misericordia de Dios hacia el pecador es el tema que más me
agrada, cada vez que leo historias en las que Dios perdona a un pecador me siento motivado a decir: ¡Alabado sea tu
nombre, Señor, porque tu misericordia es para siempre, grande es tu fidelidad! La historia de Jonás muestra claramente
la compasión del Padre hacia sus hijos descarriados. Nosotros debemos manifestar este mismo amor hacia los que andan
perdidas en este mundo de pecado. Cantemos con gozo el himno N° 55: «Grande, Señor, es tu misericordia», Himnario
Adventista.
Tercer participante
A pesar de que la mayoría de los predicadores enfocan el perdón de Dios hacia Nínive, en el libro de Jonás se refleja
claramente la misericordia de Dios hacia un hijo rebelde, que no solo se niega a seguir sus instrucciones, sino que huye
de su presencia. Sin embargo, el Señor utilizó esa actitud del profeta para revelarse a los marineros que viajaban con
Jonás. Ellos se entregaron a Dios en un momento de temor y él los perdonó, otra manifestación de la compasión divina
hacia el pecador. Busquemos en nuestra Biblias 1 Pedro 3:8, 9.
Cuarto participante
La compasión divina también se manifestó hacia Jonás. Siendo un profeta del Señor y en abierta rebeldía hacia su
mandato se atrevió a ir a otro lugar. Cuando Jonás se vio en el vientre del gran pez apeló a la misericordia de Dios y él le
dio a su siervo desobediente la oportunidad de testificar de su amor. La oración de Jonás muestra su gran arrepentimiento
y en su desesperación Jehová le perdonó. Es tiempo de abrir nuestro corazón a Dios a través de la oración.
Quinto participante
El profeta expresó su gratitud al Señor en el mismo vientre del pez, en su oración declaró: «Más yo, con voz de alabanza,
te ofreceré sacrificios; cumpliré lo que te prometí. ¡La salvación viene de Jehová!» (Jonás 2: 9). La alabanza es parte de
la adoración a Dios, con ella expresamos gratitud y glorificamos el nombre de nuestro hacedor. En este momento vamos
a ser elevados al trono de la gracia con una hermosa canción.
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74 PROGRAMAS PARA LA ESCUELA SABÁTICA
Sexto participante
Lo más sorprendente de la historia de Jonás es que él se enfurece, no solo porque su mensaje fue atendido y creído, sino
porque Dios escuchó el clamor del pueblo idólatra y decidió perdonarlo. Quizás estés pensando mal acerca del profeta
pero muchas veces tú y yo mostramos esa misma actitud. Sí amigo, muchas veces creemos que el perdón y la misericordia de Dios son para nosotros, los que guardamos los mandamientos, damos el diezmo y asistimos a la iglesia en
sábado. Nos molesta que una persona que ha mostrado conductas inapropiadas prospere terrenal y espiritualmente, y
hasta hemos puesto obstáculos para que no sean bautizados. Revisemos nuestros corazones no sea que estemos cometiendo el mismo error de Jonás. Escuchemos el Misionero de esta semana.
Séptimo participante
¡Qué irónica es esta historia! Dios deja el enojo y permite que su misericordia cubra a Nínive mientras el profeta abraza
el enojo y se incomoda porque Dios no actúa como él. A veces se nos olvida que somos criaturas y tratamos al Señor
como si fuera nuestro igual. Este es otro ejemplo de compasión divina. Dios trató con bondad al profeta engreído y
enojado. Escuchemos el Rumbo de esta semana.
Octavo participante
Algunos estudiosos de la Biblia dan diferentes explicaciones a por qué Jonás no quería que Dios perdonara a Nínive. Sin
embargo, independientemente de la buena razón que pudiera tener, Dios, el juez del universo, había determinado que
ellos merecían el perdón. ¿Debía enfadarse el profeta? Desde su perspectiva su decisión es mejor que la de Dios. Una
muestra de que la sabiduría humana es vana es que el profeta pidió morir cuando se le acababa de perdonar la vida.
Sintió compasión por una planta, pero no por los niños y adolescentes de la gran ciudad. ¿Te ha pasado a ti? Vamos a
escuchar el informe secretarial y luego quedamos divididos en clases.
Conclusión
Queridos hermanos, el propósito de la disciplina de Dios no es destruir, es restaurar. A veces somos rápidos para castigar
a un hermano que ha pecado y se nos olvida que lo principal es la restauración de esa persona. Esto solo se logra cuando
mostramos al pecador la compasión y la misericordia que vienen de nuestro Señor. La compasión divina debe ser parte
de nuestro carácter, el perdón hacia quienes nos ofenden y la restauración del pecador deben ser nuestro objetivo
principal. Si Dios mostró su amor por un mundo perdido, ¿quiénes somos nosotros para enjuiciar y rechazar a las
personas por las cuales Jesús murió?
Himno final
N° 558: «Ama a tus prójimos», Himnario Adventista.
Oración
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