Apuntes muy interesantes sobre Clarín, su trayectoria vital y prosística y un estudio pormenorizado sobre La Regenta. Debes leer este documento y completar su comprensión con la explicación del profesor para su posterior estudio Estudio literario: La Regenta, de Leopoldo Alas "Clarín" 1. El autor y su obra Biografía Leopoldo Alas Ureña es una de las personalidades más fuertes y profunda del último tercio del siglo XIX. Nació en Zamora en 1852, donde su padre, asturiano de procedencia, era gobernador. En 1859 toda la familia se instala en Oviedo. Leopoldo Alas muestra desde muy joven afición a las letras. Se doctora en Derecho y escribe artículos en revistas con el seudónimo de "Clarín", desde entonces será conocido con este nombre en el panorama de las letras españolas. El gobierno liberal de Sagasta, tras numerosos vetos, le concede la cátedra de Economía política de la Universidad de Zaragoza. En 1883 vuelve definitivamente a Oviedo, allí se casa y tiene tres hijos. Será catedrático de Derecho Romano, primero y después de Derecho Natural en la Universidad ovetense, lo que alterna con una intensa actividad literaria hasta la fecha de su muerte ocurrida en 1901. Clarín es hijo de la revolución del 68 y de sus consecuencias ideológicas. Se formó en el liberalismo republicano e intelectual y está ligado a la filosofía krausista de la que defiende sus valores: libertad de pensamiento y de conciencia, el antidogmatismo y antifanatismo. El krausismo es un movimiento que toma el nombre del filósofo alemán Krause, se basa en principios racionalistas y aboga por una cultura laica, respetuosa, tolerante y ética. Burgués y progresista, Clarín rechaza el tradicionalismo reaccionario. Para él, la literatura debe dar cuenta de las claves mentales y sociales de su tiempo y asumir el papel de educar al pueblo. A pesar de su crisis religiosa, Clarín se muestra como un escritor moralista, critica la falsedad y la hipocresía de la sociedad y defiende un ideal de justicia y de verdad. Aunque es conocido fundamentalmente por su novela La Regenta, su producción literaria contiene otros títulos y géneros: Crítica literaria. Formada por numerosos artículos periodísticos recogidos en diversos libros: Sólos, La literatura en 1881, Ensayos y revistas (1892), Palique (1893) o El siglo pasado (1901). En estas obras observa la realidad y critica sus defectos, a veces con una sátira implacable, en la linea de Quevedo y Larra. Fue el crítico más respetado de su tiempo por su imparcialidad de la que daba continuas muestras en sus artículos. Narraciones breves. Escribe relatos cortos a lo largo de toda su vida; son recogidos en 6 libros, entre los que destacan: Pipá, Doña Berta, Cuentos morales o El gallo Sócrates. En unos predomina la sátira y sus protagonistas son falsos intelectuales, en otros abunda el lirismo y la ternura y los personajes son seres indefensos y marginales. Novelas. Además de La Regenta, escribió otra novela larga: Su único hijo, más breve que la anterior, y sin la calidad literaria de la primera. Intenta ahondar psicológicamente en los personajes pero los saca de espacio y tiempo, lo que les hace poco reales. Ideas de Clarín sobre la novela A pesar de su corta producción novelística, Clarín mostró sus teorías sobre este género en sus artículos. Se mostró defensor del Naturalismo, si bien consideraba que éste debía adaptarse a las circunstancias temporales y espaciales, en este caso a la España de la Restauración. Siguiendo la técnica realista, Clarín considera que el escritor debe reproducir la realidad imitando los fenómenos humanos, sociales y psicológicos. La acción debe ser sencilla pero acertada. Los personajes han de ser estudiados por fuera en sus relaciones sociales y por dentro, en su caracterización personal e íntima. El autor no debe interferir en la configuración de esos personajes y dejarlos en libertad para que se expresen a través del lenguaje y de la acción. 2. Estudio de La Regenta Publicación y éxito A finales de 1883, Clarín comienza a escribir La Regenta; al año siguiente, aparece el primer tomo (capítulos del 1 al 15), y ya en 1885, aparece el segundo y último tomo. Clarín había cumplido los treinta y tres años. Su éxito fue inmediato aunque para una parte de la crítica era demasiado provocadora, sobre todo en sus ataques al clero. El propio Clarín era consciente de la importancia artística de su obra y así lo manifestó en varias ocasiones. Hoy se considera una de las mejores novelas de todos los tiempos. Es, después de El Quijote, la obra más universal de nuestras letras. Argumento La historia se desarrolla en una ciudad provinciana: Vetusta (Oviedo). Allí vive Ana Ozores casada con don Víctor Quintanar, ex-regente de la Audiencia. Ana, más conocida por La Regenta, es bastante más joven que su marido, al que le une más un sentimiento de amistad y agradecimiento que de amor conyugal; se debate entre la soledad y el hastío de una ciudad pequeña y sin atractivos. Es una mujer retraída, frustrada por no ser madre y que anhela algo mejor y desconocido. Don Fermín de Pas es el Magistral y Vicario del Obispo; es el confesor de Ana Ozores y tiene una especial fuerza de atracción sobre ella, lo que lleva a la joven a una crisis de misticismo que acaba por enfermarla. Por otra parte, la sociedad ociosa y aristocrática de Vetusta está capitaneada por un don Juan atractivo y seductor llamado Álvaro Mesía que en uno de sus juegos de salón apuesta conquistar a La Regenta. Ana cae en los brazos de Mesía, su fama se destruye, la ciudad le da la espalda, y en el duelo que sirve para limpiar la honra familiar, muere el marido ultrajado a manos del amante. Después, don Alvaro escapa. Ana queda abandonada a su suerte y el propio Magistral la rechaza cuando, llena de dolor, le pide ayuda. Temas Por la complejidad de la obra no es fácil encontrar el tema principal de la misma. En todo caso podemos afirmar que la novela se centra en la pintura moral y social de una ciudad de 25.000 habitantes en la España de la Restauración. Entre esas gentes se vislumbran temas atemporales y universales: el amor, el adulterio, la mediocridad social, la inmoralidad ética, el poder de la Iglesia, el condicionamiento sofocante de un ámbito cerrado, la ambición, el misticismo, los celos, la envidia, la seducción y la religiosidad. Todo ello configura un rico retrato de la sociedad y del alma humana. El mundo moral y social de La Regenta A parte de los temas tratados, se podría afirmar que la trama de La Regenta, como en el caso de Madame Bovary, de Flaubert, es la caída moral de la protagonista. La novela describe el lento proceso psicológico y moral que precede al adulterio que se consuma al final de la obra. El resultado es una crítica de la religiosidad vetustense; dentro de la ciudad, la Iglesia excede lo puramente religioso, el ir a la iglesia no es una actitud religiosa sino una actividad social (capítulo XVIII). Para la clase alta, la religión es un signo de buen tono, una obligación; por eso, la marquesa de Vegallana, por ejemplo, preside cofradías y da limosnas a los pobres; para la clase baja, es casi una costumbre doméstica. La religiosidad interior de Ana Ozores la diferencia del resto. La religión le ayuda a luchar contra la tentación, contra sus frustraciones y contra la monotonía de su existencia. Don Fermín de Pas conoce el valor de la religión y lo utiliza en su propio beneficio: "la salvación era un negocio, el gran negocio de su vida" (capítulo XII). Con Ana utiliza la belleza estética de la práctica religiosa, la música eclesiástica, la meditación en el templo, el olor a incienso, etc. La confesión es el lazo de unión entre los dos protagonistas. La acción se complica cuando aparece el amor, en el más puro sentido humano. La moralidad, por otra parte, que predomina en la ciudad se basa en una desfiguración de los valores éticos. El vacío moral alcanza a todas las clases sociales pero es la aristocracia la que se ve mejor reflejada. En casa de los marqueses de Vegallana se establece un código moral de conducta que no permite la imprudencia de Ana Ozores al reconocer su amor por Mesía; lo malo no es el adulterio en sí, pues otras mujeres y hombres habían caído en ese pecado, sino el desafio que supuso para la sociedad el que La Regenta lo reconociera públicamente. I. Estructura La obra se divide en dos partes bien diferenciadas que además se publicaron por separado. Cada una de ellas tiene 15 capítulos y algunos rasgos estructurales distintos. PRIMERA PARTE: Planteamiento. Responde al planteamiento general de la historia: La Regenta se sitúa entre dos fuerzas contrarias: la Iglesia y el Magistral o la vida y el amor que representa don Álvaro Mesía. Hay, además, escasa acción y lentitud narrativa, se presenta la historia retrospectiva de cada uno de los personajes que van apareciendo. Abundan las descripciones, los datos, reflexiones de los personajes. Y todo ello ocurre dentro de una gran concentración temporal: tres días. Cada día puede representar un subapartado: El primer día (los cinco primeros capítulos) se nos presenta la ciudad, la catedral, don Fermín de Pas y Ana Ozores en su historia pasada y presente. El segundo día (capítulos del VI al X) nos permite conocer otra parte de la sociedad vetustense: el casino, la aristocracia y al frente, don Alvaro Mesía. Mientras tanto, La Regenta empieza a darse cuenta del conflicto: sus relaciones ambiguas con don Fermín de Pas y su atracción inexplicable por don Álvaro Mesía. El tercer día se encuentran, por primera vez, los tres personajes principales y conocemos el interior de don Fermín y sus contradictorios sentimientos por La Regenta. SEGUNDA PARTE: Desarrollo y desenlace. Tras el conocimiento de los personajes, el planteamiento de la trama y la contextualización de la historia en la primera parte, se desarrolla la acción fundamental de la novela. A lo largo de tres años se van desentrañando las relaciones de los personajes entre sí y de éstos con su entorno. A medida que se acerca el final, disminuyen las descripciones y aumenta la acción. Esta segunda parte, algo más compleja, podría también dividirse en apartados: Desarrollo de la acción: Ana se debate entre la duda de querer a don Álvaro o seguir los consejos del Magistral. Gana la tendencia mística de la protagonista que llega a su culminación en la procesión de Semana Santa; más tarde cae enferma y se avergüenza de sus actos. Entre los capítulos XXVII y XXVIII se produce la conquista y caída de Ana en los brazos de Mesía. Desenlace: en los dos últimos capítulos se descubre el adulterio. Muere el marido en el duelo que le enfrenta a don Álvaro y se produce la huida de éste y el abandono total de La Regenta. Estructura de La Regenta Es, pues, una novela de estructura circular y de ritmo creciente: empieza una tarde a la hora de la siesta cuando sopla el viento Sur y se oyen las campanas del coro, allí aparece Ana Ozores. La escena final también se desarrolla en la capilla una tarde en la que sopla de nuevo el viento Sur, terminado el coro. El Magistral, La Regenta y el acólito Celedonio figuran en ambas escenas. ESTRUCTURA TEMAS Planteamiento de Ambición la historia El poder de la Presentación de Iglesia Capítulos los personajes Insatisfacción TIEMPO ACCIÓN Descripciones 3 días Lenta y escasa Frivolidad social Interrelación de los personajes Menos descripción Adulterio Capítulos Desenlace XVI XXX Más narración contemporánea Misticismo 3 años Dinámica Amor/Pasión Duelo/Muerte Narraciones retrospectivas Reflexiones de los personajes I-XV Desarrollo de la acción TÉCNICAS NARRATIVAS Ritmo creciente Psicología profunda de los personajes Huida de don Álvaro Mesía Abandono de La Regenta II. Espacio y tiempo Según todos los indicios, La Regenta es una novela espacial en su primera parte y temporal en la última: los personajes y lugares se presentan en la primera parte, la historia de más de tres años se desarrolla en la segunda y última. El espacio físico, social y psicológico Por novela espacial se entiende que presenta cuadros y ambientes sin que el tiempo transcurra. El espacio puede considerarse desde distintas perspectivas: Espacio físico o de lugar donde se sitúan los personajes y la acción. Es de dos tipos: abierto (Vetusta y su entorno) y espacio cerrado o interior (la catedral, el casino, las casas, los palacios...). Espacio social o lugar que ocupan los personajes paralelamente a la organización social: nobleza, burguesía, clero, pueblo llano. Espacio psicológico son entornos que se crea el propio personaje de forma directa o indirecta y en el que se mueven sus aspiraciones, sus deseos, sus sueños: Don Víctor Quintanar se evade de la realidad con la literatura, el Magistral vive en su propia ambición, Ana Ozores se debate entre un sentimiento religioso y la insatisfacción personal. El espacio condiciona el comportamiento de los personajes. Ana se siente oprimida por el espacio cerrado de su caserón y se siente libre cuando pasea hacia la Vega. Don Fermín se sube a la torre de la Catedral desde donde psicológicamente domina la ciudad. El espacio físico actúa como motivo que genera ira, maledicencia, desánimo, mala intención. Vetusta es el macroespacio donde se mueven todos los personajes, aunque cada uno de ellos tiene su propio microespacio que lo define y caracteriza: el caserón de Ana Ozores, la catedral para el Magistral o el casino para don Alvaro Mesía. Vetusta aparece como un entramado urbano: La Encimada, barrio aristocrático, aunque envejecido, dominado por la catedral; La Colonia, barrio nuevo de la burguesía comercial; El campo del sol, barrio obrero donde están las fábricas. Tiempo En cuanto al tiempo, hay que diferenciar el contexto histórico en el que se sitúa la novela y el tiempo narrativo en el que transcurre la historia novelada. La acción comienza, como ya hemos señalado, a finales de la década de los 70 y se extiende durante tres años. La primera parte se desarrolla en tres días: el día de San Francisco de Asís (4 de octubre) y en los dos días que lo preceden pero no está fechado con exactitud el año. La 2' parte transcurre en tres años. La novela refleja una época y una sociedad conservadoras, es de gran interés el retrato de las clases obreras industriales, el poder e influencia de la Iglesia o el triunfo de las apariencias y de la hipocresía en una sociedad decadente y provinciana. III. Los personajes La nómina de personajes reflejados en la novela es extensa y variada, representan todas las clases sociales y cada uno desarrolla su personalidad en función del espacio y de su estatus social. Vetusta, escenario común para todos ellos, es una ciudad de provincias, conservadora, donde nunca pasa nada. El clero, el comercio, la política, la milicia, la ambición, la envidia, la lujuria, las fuerzas vivas y las fuerzas subterráneas todos ellos se dan cita entre las páginas magistrales de la novela de Clarín. Por otra parte, hay una diferenciación visible entre personajes secundarios y protagonistas: Los personajes secundarios son numerosos pero no ocupan un lugar gratuito en la novela, cada uno tiene su papel; lo más importante es observar las relaciones entre amos y criados, madres e hijos, sectores aristocráticos, eclesiásticos o marginales, etc. Los protagonistas tienen mayor desarrollo psicológico, una vida exterior y otra interior. La acción se centra en tres personajes que presentan un típico triángulo amoroso: Ana Ozores, Don Fermín de Pas y Alvaro Mesía. Pero hay otros importantes cuyo comportamiento determina la acción, como don Víctor Quintanar, marido de La Regenta, o los marqueses de Vegallana, cómplices de la trama hasta el final. Ana Ozores Ana Ozores, La Regenta, es la víctima de una sociedad clasista y frívola. Es un personaje solitario con un gran mundo interior que le hace alejarse de sus conciudadanos. Aparece como una mujer joven, intachable, hermosa y admirada por todos. Su infancia desvalida, huérfana, arruinada y recogida por unas tías le confieren un carácter retraído, desclasado e imaginativo. Sus sueños y su afición a la literatura le permiten resistir la opresión familiar y social. Su matrimonio forzado con un cincuentón la presenta como una mujer carente de afecto y de amor, lo que la lleva a acercarse a la religión y caer en un misticismo erróneo y exagerado. Sus relaciones con el Magistral son ambiguas, es su confesor y confidente, se deja llevar por su aureola de santo y lo considera su salvador particular. Cuando don Alvaro Mesía se introduce en su vida, sueña con una felicidad romántica y desconocida, se enamora y se entrega por primera vez. Luego es imprudente y admite la verdad. La sociedad puede perdonar el adulterio pero nunca el reconocer la verdad; los que antes la habían idolatrado, la abandonan, incluso el Magistral y Mesía. Al final una sociedad conservadora e hipócrita la entierra en su propia soledad. Don Fermín de Pas Clarín consiguió con este personaje uno de los mejores retratos literarios de todos los tiempos. Es Magistral de la catedral de Oviedo, se presenta como un hombre ambicioso desde su humilde condición, su gran poder de seducción atrae irremediablemente a sus feligreses. Su presencia, sus palabras le dotan de una personalidad arrebatadora. Su complejidad humana se muestra en toda su plenitud en sus relaciones con La Regenta. No puede controlar su pasión y se convierte en un hombre celoso, el descubrimiento de sus verdaderos sentimientos le desconciertan, pero al final se comporta como un ser humano humillado y dolido y no como un sacerdote caritativo y piadoso. No puede perdonar como hombre lo que debía estar obligado a hacer como sacerdote y abandona también a La Regenta a su suerte. Don Álvaro Mesía Don Álvaro Mesía es el seductor, en la línea de un don Juan Tenorio cualquiera. Su ámbito es el casino de donde es presidente, y sus admiradores son los jóvenes y las damas. Su entretenimiento, el juego y el amor. Se propone conquistar a La Regenta y triunfa, pero su complejidad humana va más allá. En muchas ocasiones a Mesía se le ve enamorado, él también ha caído en las redes de Ana Ozores, pero su condición le impiden reconocerlo. Al final, la realidad y la cobardía pueden más. Muerto el marido, abandona a la amante dejándola humillada y escarnecida. Su poder de seducción es similar a la del magistral, ambos representan fuerzas contrarias pero que inciden en el mismo fin. Los dos se comportan de la misma manera con Ana Ozores. El triángulo se deshace y los tres quedan, de alguna manera, derrotados.