DE LA ENVIDIA AL CONTENTAMIENTO

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DE LA ENVIDIA AL CONTENTAMIENTO
(Salmo 73)
Por Susan Seiferling
Usado con permiso
Definiciones: La envidia es el pesar por el bien ajeno. El envidioso desea mal a la persona que tiene
lo que quisiera tener: belleza, esposo(a), bienes materiales, salud, hijos obedientes, educación, etc.
La persona envidiosa no se contenta con la adquisición de cosas. Más bien, quiere quitárselas a
otros, y hacerles sufrir por haber logrado lo que ella anhela.
La avaricia es el deseo de adquirir más cosas materiales o más dinero. No desea mal a otros, sino
quiere conseguir más y más. La persona avara nunca está satisfecha con lo que tiene.
La codicia es el deseo de obtener lo que tiene otro, aunque el codicioso no desea mal a la persona
que posee lo que él quiere. Se puede codiciar bienes, propiedades, el esposo o la esposa de otro, el
trabajo ajeno, etc. La persona codiciosa vive soñando en lo que tienen otros, y no disfruta de lo que
Dios le ha dado.
El celo es el deseo de guardar algo precioso para sí mismo. Puede ser positivo (como proteger el
matrimonio), o negativo (como sentir celos si el cónyuge apenas habla con otra persona). El celo
positivo protege algo precioso para el beneficio común, mientras el pecaminoso está centrado en los
intereses del celoso.
A. EL PROBLEMA DE LA ENVIDIA. Salmo 73:1-3.
1. El salmista Asaf era el que dirigía las alabanzas a Dios en el templo. Su condición espiritual no
sólo lo afectaba a él, sino a toda la congregación de Israel.
2. Asaf por poco cae espiritualmente al permitir que la envidia entrara en su corazón.
3. La prosperidad material de los impíos lo confundía y lo amargaba.
B. HABLA LA ENVIDIA. Salmo 73:4-5.
1. Los impíos tienen buena salud y no sufren mucho al morir. Vrs.4
2. Los impíos no tienen que trabajar duro, ni sufren graves problemas. Vrs. 5
C. EL ESTILO DE VIDA DE LOS IMPIOS. Salmo 73:6-12.
1. Los impíos están llenos de orgullo y practican la violencia. Vrs. 6
2. Los impíos quieren poseer todo lo que ven, y logran sus anhelos. Vrs. 7
3. Los impíos se jactan de sus engaños, robos y estafas. Son arrogantes. Vrs. 8
4. Los impíos se burlan de Dios y de los hombres. Vrs. 9
5. Los impíos son respetados por todos por su manera de hablar, a pesar de sus actos injustos. Vrs.
10 (Por eso la gente acude a ellos y cree todo lo que afirman. Nueva Versión Internacional)
6. Los impíos piensan que Dios no los va a juzgar. Vrs. 11
D. EL DESESPERO DE ASAF. Salmo 73:12-16.
1. ¡No vale la pena ser honrado! Los malos prosperan y los buenos sufren. Vrs. 12-13
2. Dios no castiga a los malos, pero si yo cometo cualquier infracción, de una vez me azota. Vrs. 14
3. Pensé hacer lo mismo que ellos para prosperar materialmente, pero la conciencia no me dejó.
Vrs. 15
4. Al meditar en estas cosas, me desanimé completamente. Vrs. 16
E. UN NUEVO PUNTO DE VISTA. Salmo 73:17-20.
1. Cuando Asaf se acercó a Dios, el Señor le abrió los ojos. Vrs. 17
Hasta ahí Asaf había estado mirando lo material y terrenal. Al acercarse a Dios pudo ver el lado
espiritual. La situación no cambió, pero su manera de verla fue transformada.
2. Los impíos caerán de repente, y ¿quién los salvará? Vrs. 18 y 19
F. EL REMEDIO PARA LA ENVIDIA. Salmo 73:21-28.
1. Asaf se arrepintió de la envidia y humildemente la confesó a Dios. Vrs. 21-22
2. Asaf reconoció la fidelidad de Dios. El Señor no lo había desamparado. Más bien, lo había
guiado, y prometió recibirle en gloria. Vrs. 23-24
3. Asaf reconoció su dependencia de Dios y su satisfacción en él. Vrs. 25-26
4. Asaf recordó el fin de los impíos. Vrs. 27
5. Asaf afirmó su plena satisfacción en Dios. No necesitaba más sino a él. Vrs. 28
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