PROPUESTA PARA POSTULACION DE CANDIDATO AL CONSEJO DIRECTIVO NACIONAL DE LA ESAP EN REPRESENTACION DE LOS EGRESADOS PROPONENTE: TERRITORIAL: MIGUEL ANGEL CERON HURTADO VALLE DEL CAUCA INTRODUCCION A mediados del siglo pasado, con muy buen criterio el Gobierno creó la Escuela Superior de Administración Pública –ESAP- que se le conoce como la Universidad del Estado. En su momento era necesario y oportuno, cuando en el país se introducía el modelo de desarrollo basado en la industrialización por sustitución de importaciones, en pleno auge del capitalismo empresarial con relevancia del sector industrial, y el progreso económico necesitaba de un Estado interventor-benefactor, que se asociara con la empresa privada para lograr los objetivos de horizonte nacional. Pero en 1991 la situación cambió. No solo con el auge del capitalismo rentista y la relevancia del sector financiero, sino también con la implantación del Estado Liberal que se apartó de su carácter benefactor para consolidar el Estado Social de Derecho. A la par del fenómeno, se estableció la posibilidad de extender hacia el seno de la sociedad, el manejo de los bienes públicos más allá del monopolio del Estado, que había mantenido su exclusividad durante largo tiempo, con la posibilidad de que la administración y manejo de los bienes y servicios públicos, se pueda realizar a través de organismos privados y civiles, además de los organismos del Estado que desde mucho antes lo venían haciendo. Con ello surgen varios interrogantes. Será que la ESAP debe seguir siendo la Universidad del Estado? O será que esta entidad debe ser la verdadera escuela de administración de lo público, independientemente de que la administración del objeto sea realizada por el Estado, por la sociedad mercantil o por la sociedad civil. Con la relativamente nueva realidad sociopolítica, la formación profesional en el campo de la administración de lo público, debe sobrepasar métodos y modelos que se concentren en la administración del Estado, no porque no sea necesario e importante para Colombia la tecnificación del manejo del ente oficial, sino porque lo pertinente en la actual coyuntura histórica, es responder de manera consecuente con la realidad de los hechos que se observan en el manejo de lo público, tanto por manos privadas como por entidades estatales. La realidad que venimos observando durante los últimos tres quinquenios, es que al manejo de lo público se le está aplicando el paradigma de lo privado. Ese paradigma que nació con los clásicos desde Adams Smith, que fue revisado a finales del siglo pasado por Hammer y Champy cuando propusieron su famosa Reingeniería, y que ha dado buenos resultados cuando se trata de navegar en el mercado para administrar la producción y distribución de bienes y servicios de carácter privado, pero que, los hechos muestran, no se acomoda a la Teoría del Consumidor, cuando este se refiere a los bienes y servicios de carácter público. La solución profesional que vemos frente a esta situación donde lo público debe distribuirse en el escenario del mercado para que las empresas privadas y civiles puedan participar bajo el concepto de democracia participativa, es la de introducir al seno del Estado, el paradigma privado, obligando a que las entidades oficiales se inscriban dentro de los patrones de eficiencia, eficacia y efectividad, pero sin ninguna distinción en la aplicación de los indicadores cuando se trata de bienes públicos o de bienes privados. FUNCIONES DEL CONSEJO DIRECTIVO Si bien es cierto los miembros del Consejo Directivo tienen responsabilidad, compromiso y obligación de participar bajo los parámetros de la ética pública, en el cumplimiento de todas las funciones establecidas en el Artículo 7º del Decreto 219 de enero de 2004, la presente propuesta destaca y se compromete a poner especial énfasis en las relacionadas con las siguientes funciones: a) La formulación, a propuesta del Director, de las políticas académicas, los planes y programas. b) La formulación, a propuesta del Director, de la política de mejoramiento continuo que garantice su desarrollo académico y administrativo. c) La de proponer al Gobierno Nacional las modificaciones a la estructura de la Escuela. d) La de adoptar el estatuto interno y sus reformas de conformidad con las modificaciones de la estructura. e) La de expedir, previo concepto del Consejo Académico Nacional, los reglamentos docente, estudiantil y demás que se requiera para el normal funcionamiento de la ESAP, y adecuar el régimen académico de la misma, a las disposiciones legales. f) La de crear, suspender o suprimir los programas conducentes a título, de acuerdo con las disposiciones legales vigentes y previo concepto del Consejo Académico Nacional. g) La de integrar comités asesores y consultivos en las Direcciones Territoriales y en sus Programas, propiciando la participación de las entidades públicas, en especial las del orden territorial y las del sector educativo y de personas destacadas en la administración pública, y en actividades académicas e investigativas. El estamento de los egresados, el cual debe intervenir constructivamente en todas las competencias funcionales para contribuir al desarrollo integral de la institución, debe tener especial compromiso con las funciones específicas en el vínculo entre el campo académico o de formación profesional, y el sector real, donde opera el mercado laboral y donde se finalmente se concretizan los productos de La ESAP. PROPUESTA DE TRABAJO Un miembro del Consejo Directivo de manera aislada y particular no tiene la institucionalidad necesaria para generar impactos por cuanto las decisiones del órgano son de carácter corporativo. Pero de manera individual sí puede desplegar acciones y promover iniciativas con la finalidad de que sean acogidas en el seno del organismo. La presente propuesta contempla los siguientes ejes como epicentros de las estrategias de acción que se desarrollaran durante el período estatutario: 1) La formación profesional Es necesario partir de la aclaración sobre el génesis de lo público y la precisión sobre sus especificidades, para adelantar un debate acerca del significado sociológico que tiene la norma constitucional que permite que el manejo y la administración de lo público se pueda realizar indistintamente por organismos civiles, mercantiles y estatales. Con ello se debe aclarar el propósito de la entidad en lo que se refiere a la formación de profesionales expertos en administrar lo público, indistintamente si la empresa operadora es mercantil, civil o estatal, o si se continúa generando un perfil profesional básicamente orientado al servicio laboral en el seno del Estado. 2) La construcción de paradigmas Si nos remontamos al origen etimológico de la palabra “ ESCUELA”, su significado proviene de la voz griega scole, pasando por el vocablo latino schola, antecedente inmediato del español, del que tomó los significados del lugar donde se realiza la enseñanza, el aprendizaje, pero sobretodo, donde se produce la doctrina que se enseña. Según el diccionario de la Real Academia, escuela es: Método, estilo o gusto peculiar de cada maestro para enseñar; doctrina, principios y sistema de un autor; conjunto de discípulos, seguidores o imitadores de una persona o de su doctrina; conjunto de caracteres comunes que distinguen de las demás las obras de una época, región, etc.; cosa que en algún modo alecciona o da ejemplo y experiencia. Es decir una escuela se caracteriza por la creación y producción propia de modelos y métodos. Por otro lado, vemos que ante la extensión del manejo de lo público a manos de particulares ha sido necesario que la producción y distribución de bienes y servicios públicos se realice en el escenario del mercado y bajo los cánones de las leyes de oferta y demanda. Pero la teoría del mercado, construida durante dos siglos, ha logrado desarrollar un paradigma que obedece a la conducta del consumidor cuando se trata de bienes privados. Hoy vemos que este mismo paradigma se viene aplicando a los bienes y servicios públicos, y más preocupante aun, se está obligando al Estado a introducir en su seno este mismo paradigma, desconociendo la realidad de que la teoría del consumidor no funciona de la misma manera cuando se trata de bienes públicos. La ESAP debe asumir el compromiso en el campo de la investigación y la construcción de doctrinas, que permitan operar con la diferencia entre bienes públicos y bienes privados. Independientemente de que la empresa operadora sea mercantil, civil u oficial, se debe manejar el lindero entre lo público y lo privado. 3) La proyección profesional Es recomendable que la ESAP desde su interior, propicie condiciones favorables para el posicionamiento de sus egresados. Hoy vemos en el mercado de trabajo que en las empresas privadas operadoras de bienes y servicios públicos, la administración está en manos de administradores privados, llamados Administradores de Empresas, que obtienen su título en muchas universidades diferentes a la ESAP. El carácter de público no está determinado por el tipo de propietario de la empresa, sino por el objeto social, las funciones y la misión. Por ello, independientemente de quién es el propietario, la administración de lo público debe estar en manos de administradores públicos. Los hechos de los últimos tres lustros muestran que la administración de lo público por administradores de bienes privados no ha sido muy afortunada, mientras que decenas de administradores públicos están en otras actividades. Si bien la formación de los administradores públicos aun es deficiente por la falta de perfección del paradigma, estos siguen siendo más idóneos para el objeto público.