DE GOZÓN Inauguración de una iglesia El domingo último se celebro en la parroquia de Cardo, la bendición de una nueva iglesia y su inauguración con la fiesta sacramental. La iglesia es toda de nueva planta, en forma de cruz latina y capaz para 700 personas; tiene dos sacristías laterales, piso de madera, esbelta españada y bóvedas adornadas con nervios y rosetones; en su interior está toda ella pintada al temple con sencillez y delicado gusto. Está emplazada en un sitio elevado, que corresponde al centro mismo de la parroquia, y muy próxima a la casa rectoral. La antigua iglesia distaba un kilómetro de este último edificio, obra también del actual párroco D. Antonio Fernández y Fernández. A las diez y media se dio comienzo a la bendición solemne de la nueva iglesia, que efectuó dicho señor párroco competentemente facultado por el señor Obispo, asistido de casi todos los sacerdotes del Arciprestazgo y de varios otros de Carreño. Terminada esta ceremonia y previa la traslación del Santísimo é imágenes de la capilla, que desde hace tres años venía haciendo su parroquial, a la nueva iglesia, principió la Misa solemne que fue cantada con mucha afinación por la orquesta de Luanco, que dirige el maestro don Eduardo. En los intermedios y durante la procesión ejecutó también bonitas piezas la banda municipal. La oración sagrada estuvo a cargo del M.I. Sr. D. Paciente Méndez Mori, quien, después de una tiernísima salutación de bienvenida a Jesús Sacramentado al posesionarse sobre su nueva casa y de entusiasta felicitación al señor cura y feligreses de Cardo, por la obra que acaban de realizar, exponiendo aquellas palabras del sagrado texto: <<Vero non est hica luid, nisi domus Dei et porta caeli>> que tomara por tema demostró cómo la iglesia es casa de Dios, pues en ella habita Jesús Sacramentado verdadero Dios y Hombres y puerta del cielo, ya que en ella se administran los Sacramentos por los cuales nos salvamos; hizo luego atinadas reflexiones sobre algunas de las partes accesorias del templo, cómo altares, imágenes, pila bautismal, etc.; ponderando su significación y utilidad, y terminó recomendando encarecidamente a sus oyentes que guarden siempre el mayor respeto y reverencia en el templo, como casa que es de Dios, y felicitando nuevamente a cuantos tomaron parte en la construcción del hermoso edificio. Todo esto expuesto con esa naturalidad y sencillez que subyuga, con esa difícil facilidad propia de los que han encanecido en la predicación catequística. La concurrencia de fieles era tan numerosa, que ni aun de pie cabían en la iglesia, a pesar de su notable amplitud. De casi todos los pueblos del concejo, y de varios de Avilés y Carreño, se veían muchas personas, todas las cuales se hacían lenguas de la empresa realizada con tan poco dinero, pues pasó poco de mil duros. Si vieran las manos del Sr. Cura explicarían enseguida el milagro. En los cinco años que duraron las obras de la rectoral y de la iglesia, puede decirse que no soltó la herramienta de las manos. Por eso encontramos muy justificada la frase, <<es un héroe>>, que a la vista de dichas obras era tan repetida en el dia de ayer, aplicada al Sr. Cura, y que vino a reemplazar a aquella otra <<es un loco>>, que tan en boga estuvo haces tres años, cuando daba principio a la obra de la iglesia. Desde estas columnas le reiteramos nuestra sincera felicitación.