BIBLIOTECA INFORMA JURISPRUDENCIA IMPOSITIVA ANOTADA Y CONCORDADA ON LINE – ERREPAR 19.02.2013 GANANCIAS. IMPUTACIÓN. DEVENGADO. GASTOS. DIFERENCIAS ENTRE CONDICIÓN Y PLAZO A FIN DE CONSIDERAR LA IMPUTACIÓN DE GASTOS La Corte Suprema ha definido el término "devengar" como “un concepto general del derecho empleado usualmente para dar cuenta de la circunstancia misma del nacimiento u origen de un derecho de contenido patrimonial”, aclarando que este alude “al fenómeno mismo de la génesis de un derecho” y/u obligación. Por ello, concluyó que “cuando el artículo 18 de la ley del impuesto a las ganancias emplea el citado término lo hace para que se realice la imputación de las ganancias y los gastos al ejercicio en que acaecieron los hechos jurídicos que son su causa, con independencia de otras consideraciones que no surjan de lo dispuesto por la ley, pues con arreglo a dichos principios, la ganancia debe apropiarse al período en que acaecieron los hechos que la generaron o son su causa y los gastos deben deducirse correlativamente de la renta que contribuyen a producir. De tal modo, una renta o un gasto son atribuibles según el criterio de lo devengado a un ejercicio comercial determinado cuando se verifiquen actos, actividades o hechos sustanciales que lo generan. Resulta necesario el nacimiento de un derecho u obligación que, aunque no sea exigible al momento de su medición, debe resultar cierto, es decir, no sujeto a condición que pueda tornarlo inexistente o carente de virtualidad. Mientras la condición no se haya cumplido no existirá derecho u obligación cierta, sino que este estará devengado recién cuando se cumpla la condición. Por lo tanto, una determinada obligación solo podrá entenderse como devengada cuando no se encuentre sujeta a condición, es decir, siempre que no se encuentre subordinada a un acontecimiento incierto y futuro que puede o no llegar, la adquisición de un derecho o la resolución de un derecho ya adquirido”. Respecto de lo cual cabe aclarar que, en definitiva, la condición que se refiere a un acontecimiento que sucederá ciertamente no importa una verdadera condición ni suspende la obligación, y solo difiere su exigibilidad (conf. art. 529 del CC). Es esta la diferencia entre “condición” y “plazo”. Si bien ambos son modalidades del acto jurídico, mientras la primera actúa sobre la eficacia del negocio y subordina la adquisición o resolución de un derecho a la realización de un acontecimiento futuro e incierto, la segunda solo suspende su exigibilidad hasta el momento en que se produzca el evento que, fatal y necesariamente, sucederá. Ver: “Compañía Tucumana de Refrescos SA” CSJN 24/5/2012 ENAP SIPETROL ARGENTINA SA (TF 33486-I) C/DGI - CÁM. NAC. CONT. ADM. FED. - SALA III - 28/09/2012 GANANCIAS. IMPUTACIÓN. DEVENGADO. HECHOS CONDICIONALES. IMPUTACIÓN DE LOS GASTOS PRODUCIDOS POR HECHOS CONDICIONALES La cuestión a dilucidar consistió en determinar si los costos vinculados con el taponamiento futuro de los pozos excavados para extraer hidrocarburos -que en el presente pueden encontrarse en estado activo- constituyen un gasto devengado y, por ende, pasible de ser deducido en los términos del artículo 80 y/u 87 de la ley del impuesto a las ganancias. Y para ello será indispensable establecer si la obligación que pesa sobre el actor de taponar, en el futuro, los pozos que se encuentran actualmente activos nace, como él sostiene, desde el momento mismo en que se abre el pozo o, tal como sostiene su contraria, ella se encuentra condicionada al agotamiento de los hidrocarburos que él contiene. Luego de analizar las disposiciones establecidas por la Secretaría de Energía, Transporte y Telecomunicaciones, en su calidad de Autoridad de Aplicación, señala que la obligación de taponamiento a la que está sujeto el concesionario se encuentra condicionada a que, durante el lapso que dure su concesión o permiso, el pozo no se torne inactivo, es decir, que su producción o inyección haya cesado o no comenzado, y respecto de los cuales, en función de razones comerciales, técnicas y operativas, el permisionario o concesionario debe decidir la conveniencia o inconveniencia de proceder a su abandono. La norma es clara en cuanto pone en cabeza del concesionario el deber de calificar como activos, inactivos o de abandonar transitoria o definitivamente los mismos; y claramente, la obligación de taponamiento queda sujeta a que el pozo se encuentre en condiciones de ser abandonado. De allí que el hecho jurídico que actúa como causa de la referida obligación de taponamiento de los pozos de hidrocarburos y a la cual ella se encuentra condicionada no consiste en el inicio de los trabajos de excavación, sino que consiste en que el pozo se encuentre en condiciones de ser abandonado. En consecuencia, en tanto los costos futuros relativos a la obligación de taponamiento se encuentran sujetos a que suceda el hecho o condición (futura e incierta) antes descripta, ellos no pueden ser considerados como gastos devengados y, por lo tanto, tampoco resulta procedente su deducción en los términos pretendidos por la recurrente. ENAP SIPETROL ARGENTINA SA (TF 33486-I) C/DGI - CÁM. NAC. CONT. ADM. FED. - SALA III - 28/09/2012 GANANCIAS. DEDUCCIONES. PREVISIÓN Y PROVISIÓN. DIFERENCIAS Una provisión se constituye ante compromisos ciertos, es decir, se encuentra devengado el gasto, aun cuando todavía no resulta exigible su pago. En cambio, una previsión se constituye ante una contingencia negativa, es decir, se trata de un hecho futuro e incierto y consiste en importes estimados para hacer frente a situaciones que, probablemente, originen obligaciones. Por ello, si bien la diferencia entre ambos conceptos fue eliminada de las prácticas contables, la expresión previsión refiere a riesgos contingentes, mientras que la de provisión ha quedado asociada a la noción de deuda. ENAP SIPETROL ARGENTINA SA (TF 33486-I) C/DGI - CÁM. NAC. CONT. ADM. FED. - SALA III - 28/09/2012 VALOR AGREGADO. CRÉDITO FISCAL. ELEMENTOS PARA SU CÓMPUTO. INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES FISCALES POR PARTE DE LOS TERCEROS Para que el crédito fiscal pueda computarse, debe cumplirse una serie de requisitos, a saber: a) que sea imputable al período fiscal en que se hubiera facturado y discriminado; b) que se encuentre facturado, discriminado en la factura o el documento equivalente; c) que la documentación respaldatoria se ajuste a las normas vigentes sobre emisión de comprobantes; d) que sea computable hasta el límite que surge de aplicar a la base imponible la alícuota respectiva; e) que se vincule con operaciones gravadas; f) que quien esté en condiciones de efectuar el cómputo sea responsable inscripto frente al IVA; g) que las operaciones que originan el crédito hubieran generado para el vendedor, locador o prestador el débito fiscal respectivo. En tales condiciones pesa sobre el contribuyente la carga de acreditar fehacientemente la real existencia de las operaciones realizadas; y que, a su vez, para que el contribuyente pueda computar el crédito fiscal, es necesaria la existencia de la generación de un débito fiscal en la etapa anterior, por esa misma operación, para el vendedor, locador o prestador, pues se supone que el contribuyente puede tomar en cuenta el crédito así constituido, por haber abonado el IVA en la etapa anterior. En ese contexto se confirmó el decisorio del Tribunal Fiscal de la Nación que revocó la resolución determinativa. En efecto, se consideró que se encuentran debidamente documentadas y respaldadas con facturas, recibos, órdenes de pago y se ha comprobado el efectivo pago de las operaciones cuestionadas, que lo fueron con el único argumento de la falta de capacidad objetiva y económica del proveedor para realizarlas. Asimismo, se destaca que no existe precepto alguno que subordine el derecho a la restitución del IVA del contribuyente al cumplimiento de las obligaciones sustantivas por parte de los terceros con los que operó. LA LUGUENZE SRL (TF 31645-I) C/DGI - CÁM. NAC. CONT. ADM. FED. - SALA III - 31/10/2012 PROCEDIMIENTO. DETERMINACIÓN DE OFICIO. PRESUNCIONES. DEPÓSITOS BANCARIOS. PROCEDENCIA DE LA DETERMINACIÓN DE OFICIO CON BASE EN ÚNICO INDICIO El artículo 18 de la ley 11683 habilita al Ente Fiscal a recurrir a cualquier elemento de juicio recabado durante la inspección como los que deben ser proporcionados por los bancos y entidades financieras, no siendo controvertible que las cuentas corrientes bancarias, por su conexión normal con el hecho imponible, constituyan uno de esos elementos a los que la ley se refiere para ser utilizados como base de presunción, ello siempre que el método resulte razonable y no responda a apreciaciones subjetivas del Organismo Fiscal. Aun cuando en principio pudiera merecer reparos que la determinación sobre base presunta se exhiba como fruto de un único indicio, lo cierto es que, en el caso bajo examen, la contribuyente prescindió de aportar elementos fuera de sus propias declaraciones, que justifiquen de algún modo, que los depósitos bancarios tuviesen un origen distinto a los ingresos obtenidos por su actividad, de modo que no se advierte que el método utilizado resulta irrazonable atento a que, conforme surge de las actuaciones, los depósitos bancarios están estrechamente vinculados con su actividad gravada. ANTONUCCI, ENRIQUE FABIÁN (TF 23295-I) C/DGI - CÁM. NAC. CONT. ADM. FED. - SALA IV - 02/10/2012 PROCEDIMIENTO. DEFRAUDACIÓN. CONFIGURACIÓN. ELEMENTOS DE LA FIGURA. PRESUNCIÓN DE DOLO. OBLIGACIÓN DE PRUEBA POR PARTE DEL FISCO NACIONAL Para que la figura de la defraudación fiscal del artículo 46 resultara procedente, debió verificarse la realización del tipo objetivo, la inexistencia de causales de justificación, que el sujeto fuese imputable y que se comprobase en forma directa la presencia del dolo en su accionar. Para la aplicación de dicha figura se debe contar con el sustento de otros elementos que acrediten la existencia de una actividad dolosa tendiente a defraudar los intereses del Fisco, ya que no resultan suficientes los mismos que han sido tenidos en cuenta para determinar el impuesto omitido. Más aún, respecto al elemento subjetivo del ilícito, se ha interpretado que se requiere no solo la intención de evadir el pago del impuesto, sino que también se exige un plus representado por la existencia de un ardid o engaño realizado por el sujeto activo del ilícito con el objeto de generar un error en la víctima del mismo. No toda falta de pago intencional del impuesto adeudado constituye un supuesto de defraudación fiscal, sino solo aquella evasión que va acompañada de un artificio dirigido a evadir el tributo. En ese contexto se consideraron insuficientes los argumentos expuestos en la sentencia recurrida que confirmó la resolución apelada, toda vez que resultan insuficientes para acreditar la conducta dolosa y ardidosa. No se ha probado que las contradicciones entre los libros de la sociedad y sus declaraciones juradas fuesen graves de modo de encuadrarlas en el inciso a) del artículo 47 de la ley de procedimiento fiscal. Asimismo, la pericia producida acreditó que las declaraciones juradas rectificativas presentadas coincidían con los libros IVA, evidenciando la falta de intención de defraudar. RIBAS, FIDELIA D. Y RIBAS, EDUARDO SH (TF 22943-I) C/DGI - CÁM. NAC. CONT. ADM. FED. - SALA III 12/10/2012 PROCEDIMIENTO. TRIBUNAL FISCAL DE LA NACIÓN. NULIDAD DE SENTENCIA POR INCUMPLIMIENTO DE MANDA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACIÓN La sola circunstancia de que el Alto Tribunal dispusiera el reenvío para el dictado de un nuevo pronunciamiento era indicativo de que no se encontraba firme la decisión de la Cámara que había confirmado la sentencia del Tribunal Fiscal de la Nación (TFN). La Corte Suprema, como cabeza del Poder Judicial, tiene facultades para ordenar el dictado de una nueva sentencia. Por ello, no puede afirmarse que había cosa juzgada respecto de la sentencia de la Cámara Nacional de Apelaciones y que solo quedaba decidir una cuestión regulatoria, pues del propio texto de la sentencia de la Corte surge la mención a la presentación de la actora en la que invoca la prescripción declarada en el juicio de ejecución y, más aún, señala que dicha decisión puede modificar las circunstancias constitutivas del pleito y el alcance de las sentencias dictadas. De allí que el TFN debió examinar cómo jugaba la prescripción declarada respecto de las obligaciones tributarias objeto de autos y no escudarse en argumentos formales cuyo único efecto es incumplir la manda dispuesta por la Corte Suprema, por lo que se dejó sin efecto la sentencia dictada por el TFN en abierta contradicción con lo ordenado por el Alto Tribunal. PILAR PROCESAMIENTO INDUSTRIAL DE LAMINADOS (TF 18109-I) C/DGI - CÁM. NAC. CONT. ADM. FED. SALA IV 27/09/2012