WENSUE INTERNACIONAL Reinar después de morir EUGENIO NASAKRE Don fian de Barbón y Bailenbcrg, conde de Barcelona, padre del actual rey de España, falleció en Pamplona el 7 de abril pasado. Don Juan mantuvo los derechos históricos de la monarquía, pero no llegó a reinar, porque siempre quiso ser el rey de todos los españoles. Si a algún persona je histórico puede aplicarse el titulo del famoso drama de Vélez de Cuevara: « Reinar desfiués de morir», es a donjuán deBorbón. Nosótoporel oportuno real decreto por el que se le Otorgaron honras fúnebres que corresponden a los reyes de España, sino porque el pueblo español despidió a don Juan como los pueblos despiden a sus monarcas queridos. Don Juan, el rey que no reinó y acaso porque no reinó, ha hecho descubrir a los españoles lo que es la verdadera esencia de la monarquía. 518 Don Juan y su vida han personificado esa idea misteriosa que es la legitimidad del poder. Decía Guglielmo Ferrero que la legitimidad es aquella cualidad que «humaniza y endulza» el poder, que le hace merecedor de obediencia. Y Talleyrand, que vivió una época histórica caracterizada por la quiebra de principios de legitimidad y que puso sus talentos al servicio de poderes que no lograron poseer tal cualidad, finalizó susdíasescribiendoen sus Memorias que el «principio de legitimidad debe ser entendido como un supuesto imprescindible para el reposo y el bienestar de ios pueblos, como la prenda más sólida o, por mejor decirlo, única de su fuerza y para la pacifica convivencia». En un brillante artículo titulado «Don Juan, ¡chapeau!». Osear Alzaga nos recordaba el papel fundamental de don Juan para la recuperación de una legitimidad perdida, una legitimidad que necesitaba la nación española para asentar de nuevo MENSAJE N° *23. OCTUBRE 1M3 MENMJF. INTERNACIONAL sólidamente su convivencia. Don Juan no ejerció n unca el poder a lo la rgo de su vida; no tuvo otro títu lo queel de deposi tn rio de los derechos históricos de la monarquía española. Pero supo consagrar su vida a poner al servicio de los españoles el principio que encarnaba, que, pnra él, era un legado y una carga. Los principios de legitimidad, sin embargo, no tienen validez absoluta; se debilitan o se refuerzan -y en ello consiste su carácter misterioso- en la med ida que sean capaces de suscitar y mantener en el pueblo el sentimiento de que constituyen la justificación del poder. Donjuán supo tener la clarividencia deque la legitimidad de la monarquía estaba indisolublemente unida a su capacidad de ser el factor que aumentase la concordia nacional. Don Juan siempre repitió desde su exilio que sería «rey de todos los españoles» y que procuraría la reconcil iación de los españoles conel único sistema posible en una sociedad moderna: el Estado social de derecho, basado en las libertades y el pluralismo. Era el mejor programa para una nación lacerada por la Guerra Civil y tras el colosal fracaso del régimen republicano. Franco y don Juan representaban el combate entre el poder sin legitimidad y la MENSAJE N»423. OCTUBRE 1993 legitimidad sin poder. Don Juan mantuvo su programa con gran dignidad. Este programa era un legado de valor incalculable, que transmitió a su hijo el rey Juan Carlos, cuando, en la primavera de 1977, renunció a sus derechos históricos. Un pueblo viejo y con historia como es el español se reencuentra mejor consigo mismo si logra aunar la herencia de su pasado con su voluntaddeconstruir una convivencia duradera en la que no haya exclusiones, en la que todos tengan un lugar bajo el sol. Es posible que sólo el largo exilio de don Juan y su programa hicieron posible el triunfo de la legitimidad perdida. Tiene razón Leopoldo Calvo-Sotelo cuando escribía: «se podría contar la historia de la transición empezando como empieza el evangelio según San ¡unn: 'En el principio era el conde de Barcelona'...». Dentro de varios decenios, cuando nuestros nietos visiten el panteón de los reyes del monasterio de San Lorenzo del Escorial, verán una lápida que rezará: «Don ¡unn de Barbón, conde de Barcelona», Y la explicación que recibirán será: fue el único rey que no reinó, porque quiso ser rey de todos los españoles. 519 MtNSXJK INTERNACIONAL La aspiración francesa se había reflejado también en los intentos del propio Miíterrand por retrasar (entrevista con Gorbachov en Kiev) la caída de los socialismos de la Europa del este, después del inicio del derrumbe del muro de Berlín. Mitterrand tue el último líder europeo que visitó l.i moribunda República Democrática Alemana {DDR) e intentó movilizar el sentimiento polaco antialemñn para detener la reunificnción. La reunificación alemana fue un hecho histórico inoportuno para la estrategia francesa. Y la ampliación eventual de la CEE hacia lo Europa del este, específicamente hacia Hungría, Polonia, Repúblicas Checo y Eslovaca, fue considerada como el deterioro del equilibrio europeo en favor de Alemania, en la medida en que estos países constituyeron tradicionalmente la esfera de influencia alemana. 520 MENSAJE N" 423. OCTUBRE 1M3