María Elena en la casa de Doña Disparate Exposición homenaje a la creadora de “Manuelita” en Villa Ocampo 18 de octubre – 18 de noviembre A un año de la muerte de María Elena Walsh, Villa Ocampo inaugura una gran exhibición donde podrán verse materiales originales nunca antes vistos: manuscritos, fotografías originales, cartas, objetos personales, libros únicos, discos, videos y documentos de época provenientes de su propio archivo. Con este tributo, la genial artista vuelve a la casa donde estuvo muchas veces invitada por Victoria Ocampo, amiga entrañable con quien compartió la pasión por la poesía, el humor y el ejercicio público y cotidiano de la inteligencia para defender la libertad. La muestra cuenta con el aval y el asesoramiento de Sara Facio, quien compartió más de 30 años de vida con María Elena Walsh, y a quien designó como heredera de su legado cultural. Además de la exposición, que tendrá lugar en Octubre - Noviembre de 2012, habrá numerosas actividades para chicos como juegos y búsquedas del tesoro, premios y espectáculos musicales, también habrá diálogos públicos con personalidades de la cultura y un libro-catálogo elaborado especialmente para la ocasión en conjunto entre Villa Ocampo y Editorial Alfaguara de distribución nacional. La exposición abre sus puertas al público el jueves 18 de octubre a las 12.30hs. El sábado 20 a las 16 horas será la gran inauguración y presentación del libro catálogo. Con la presencia de Sara Facio, Leopoldo Brizuela y muchos más invitados. Villa Ocampo – Elortondo 1811, Beccar, San Isidro Entrada general: $25 / Menores y estudiantes: $15 Algunos materiales de la exposición Manuscritos y dibujos originales a. Manuscritos de poemas y del epistolario con Victoria Ocampo. b. Dibujos de Hermenegildo Sábat. Fotografías a. Biografía en imágenes seleccionada por Sara Facio. b. Fotos tomadas por Sara Facio de Victoria Ocampo, Silvina Ocampo y María Elena Walsh. c. Fotos de sus álbumes personales. Libros y revistas a. Primeras ediciones y traducciones de sus libros. b. Libros de Victoria Ocampo y de Silvina Ocampo dedicados a María Elena Walsh c. Artículos originales de María Elena Walsh publicados en periódicos d. Números de la revista Sur con colaboraciones de María Elena Walsh Objetos a. Guitarra con estuche b. Poncho usado por María Elena Walsh en el film Juguemos en el mundo c. Material promocional de época: muñecos, pósters, juegos, etc. d. Colección de tortugas “Manuelitas” Material audiovisual a. Proyección de sus films y programas de televisión b. Ambientación musical Ambientación artística a. Muñecos y objetos creados por artistas en homenaje a los personajes de los cuentos infantiles. b. Recorrido con actores y música en vivo. Institucional Organiza - UNESCO Villa Ocampo Participan - Diario Clarín y Editorial Alfaguara Curaduría - Ernesto Montequín Curaduría fotográfica y asesoramiento integral - Sara Facio Prensa y Comunicación - Juan Pablo Correa Villa Ocampo, San Isidro Octubre – Noviembre de 2012 Sara Facio. Fotógrafa argentina. Ciudadana ilustre de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fundó en 1973 La Azotea, primera editorial fotográfica de América Latina, que aún dirige. Miembro fundador del Consejo Argentino de Fotografía en 1979. En 1985 creó la Fotogalería del Teatro Municipal General San Martín. Fue curadora de la colección de fotografía del Museo Nacional de Bellas Artes. Compartió los últimos 30 años de vida de María Elena Walsh y es la albacea de su legado artístico y cultural. Ernesto Montequin. Traductor e investigador. Es curador del archivo Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares; editor de la obra de Silvina Ocampo que publica Random House Mondadori; y ha tenido bajo su cuidado la publicación anotada de libros de J. R. Wilckok, María Rosa Oliver y Eugenio Guasta. Dirige el Archivo y Biblioteca de Villa Ocampo. Editorial Alfaguara. Editorial española fundada en 1964, hoy parte del Grupo Santillana. Publica desde el año 2000 las obras de María Elena Walsh. Dentro de Alfaguara Infantil, ha creado la Biblioteca Infantil María Elena Walsh, donde publica incansablemente la obra dedicada al público infantil. También organiza un programa de extensión que incluye talleres de lectura, espectáculos teatrales, musicales y actividades de arte. María Elena en la casa de Doña Disparate En una de las primeras funciones de Canciones para mirar, en 1962, una figura extraña sobresalía en la marea de niños exultantes que llenaban la sala. Era una señora de aspecto distinguido, de pelo y anteojos blancos, con setenta y dos años recién cumplidos: Victoria Ocampo. “Te escribe Doña Disparate”, comienza la carta que envió al día siguiente a María Elena Walsh para elogiar ese espectáculo que la había hecho reír y casi llorar de emoción por encontrarse frente al “logro perfecto en la expresión de algo […]. De algo que puede ser el canto de una hormiga (si los jardineros la dejaran cantar), la historia de una polilla, o la irrupción en la Casacuberta del majestuoso Teatro San Martín) de Mambrú se fue a la guerra coreado por un público delirante, trepidante, exhalando felicidad”. El humor irreverente, el don para extraer poesía de las pequeñas grandes cosas, la imaginación incansable y fulgurante, y una lucidez que se negaba a rendir tributo a las convenciones, fueron algunos de los rasgos esenciales de María Elena Walsh que Victoria Ocampo supo valorar muy tempranamente. Desde que irrumpió en la escena literaria de Buenos Aires con Otoño imperdonable, su primer libro de poemas publicado a los dieciocho años, María Elena Walsh se convirtió en una las colaboradoras más jóvenes de Sur, donde publicó muchos de sus poemas, artículos sobre fotografía y folklore, notas y reseñas de libros. También se convirtió en una visitante asidua de Villa Ocampo, donde dio recitales de canciones folklóricas, junto con Leda Valladares, y donde incluso llegó a ensayar alguno de sus espectáculos infantiles. Testimonio secreto de esa complicidad amistosa con Victoria, son las cartas y dedicatorias que ambas intercambiaron a lo largo de los años y que reflejan, como un juego de espejos enfrentados, la admiración y el afecto que existía entre ambas, y que también se hacían extensivos a Silvina Ocampo, con quien María Elena compartía la pasión por imaginar historias maravillosas para “niños grandes y grandes niños”. A un año de la muerte de la creadora de Manuelita, Villa Ocampo quiere rendirle un homenaje y ofrecer un recorrido único por su universo personal a través de una exposición que permitirá conocerla en su deslumbrante totalidad: desde la precoz poeta neorromántica, hasta la redescubridora e intérprete de nuestro cancionero folklórico; desde la lectora apasionada y sagaz hasta la luchadora tenaz por los derechos de la mujer; desde la observadora lúcida de nuestra historia reciente hasta la compositora de la banda sonora que acompañó y seguirá acompañando nuestras mil y una infancias. Ernesto Montequin