This electronic version (PDF) was scanned by the International Telecommunication Union (ITU) Library & Archives Service from an original paper document in the ITU Library & Archives collections. La présente version électronique (PDF) a été numérisée par le Service de la bibliothèque et des archives de l'Union internationale des télécommunications (UIT) à partir d'un document papier original des collections de ce service. Esta versión electrónica (PDF) ha sido escaneada por el Servicio de Biblioteca y Archivos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) a partir de un documento impreso original de las colecciones del Servicio de Biblioteca y Archivos de la UIT. ( ﺍﻹﻟﻜﺘﺮﻭﻧﻴﺔ ﺍﻟﻨﺴﺨﺔ ﻫﺬﻩPDF) ( ﻟﻼﺗﺼﺎﻻﺕ ﺍﻟﺪﻭﻟﻲ ﺍﻻﺗﺤﺎﺩ ﻓﻲ ﻭﺍﻟﻤﺤﻔﻮﻇﺎﺕ ﺍﻟﻤﻜﺘﺒﺔ ﻗﺴﻢ ﺃﺟﺮﺍﻩ ﺍﻟﻀﻮﺋﻲ ﺑﺎﻟﻤﺴﺢ ﺗﺼﻮﻳﺮ ﻧﺘﺎﺝITU) ًﻭﺍﻟﻤﺤﻔﻮﻇﺎﺕ ﺍﻟﻤﻜﺘﺒﺔ ﻗﺴﻢ ﻓﻲ ﺍﻟﻤﺘﻮﻓﺮﺓ ﺍﻟﻮﺛﺎﺋﻖ ﺿﻤﻦ ﺃﺻﻠﻴﺔ ﻭﺭﻗﻴﺔ ﻭﺛﻴﻘﺔ ﻣﻦ ﻧﻘﻼ. 此电子版(PDF版本)由国际电信联盟(ITU)图书馆和档案室利用存于该处的纸质文件扫描提供。 Настоящий электронный вариант (PDF) был подготовлен в библиотечно-архивной службе Международного союза электросвязи путем сканирования исходного документа в бумажной форме из библиотечно-архивной службы МСЭ. con gran placer mi felicitación a S umo las innumerables que ha de recibir ocos son cien añosfrente a la perennidad de una civilización. Pero no por ello el Centenario de la Unión Internacional de Telecomunicaciones deja de ser una efemé­ rides. Y lo es, no como un trofeo más ganado en la carrera universal de aniversarios. Lo es porque marca la primera etapa del caminar de una idea. Una idea que honra a cuantos, durante ese siglo vivido por la Unión, la sembraron y cultivaron. Una idea venerada hoy en las Naciones Unidas, de cuyas instituciones la UIT es la más antigua. Una idea que puede muy bien ser el comienzo de una nueva era. La idea de la cooperación internacional. S e c r e t a r io G e n e r a l U n ió n I n t e r n a c io n a l d e T e l e c o m u n ic a c io n e s de la la UIT, organización realmente afortunada puesto que celebra su Centenario lo mismo por sus realizaciones — de las que puede con toda justicia sentirse orgüilosa — que por los nuevos logros que de ella se esperan. Dos de las tareas por la UIT iniciadas hubiesen dejado verdaderamente atónitos a cuantos se reunieron en París cien años ha para crear una Unión Telegráfica Inter­ nacional. M e refiero a la asistencia que presta dotando de redes nacionales de tele­ comunicación a los países en vía de desarrollo y al aprovechamiento, en beneficio de toda la humanidad, de las posibilidades de comuni­ cación que ofrece el espacio ultratmosférico. El Centenario se cumple en 1965 año que — coincidencia feliz — ha sido designado Año de Cooperación Internacional por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Las comunicaciones son indispensables para la cooperación por ser ésta imposible sin aquéllas. Aun cuando la U IT sea una organización estrictamente técnica, la contri­ bución por ella aportada a la cooperación internacional para el progreso económico y social de todos los pueblos, pedida en la Carta de las Naciones Unidas, ha sido muy valiosa. En vísperas de su segundo siglo de existencia, deseo todo género de éxitos a la Unión. S e c r e t a r io G e n e r a l N a c io n e s U n id a s de las los flancos de las Naciones Unidas, cuyo batallar por el m añana ha entrado ya en el vigésimo año, se encuentran sus instituciones especializadas. Cada una de ellas es, por derecho propio, una organización internacional y trata, como el nombre que las engloba a todas indica, un ramo determinado de las necesidades y de la actividad humanas. En su mayoría nacieron con su actual ser, después de la creación de las propias Naciones Unidas (verbi gratia, la UNESCO y la Organización Mundial de la Salud). Otras pertenecen a generaciones anteriores. La más antigua de todas (la primera que va a celebrar su Centenario) es la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). Quizás parezca esto extraño, pues seguramente no hay nada que pueda ser más moderno que las telecomunicaciones, con el télex, con la televisión, con las radiocomunicaciones que nos permiten adentrarnos por el espacio, y con las perspectivas de comunicaciones telefónicas por haces de luz. Y sin embargo, acaso esta yuxtaposición de lo antiguo y lo moderno no sea tan extraña. Porque, después de todo, ¿ qué es la « telecomunicación » ? A 2 A**« ú C a *9 —-------!>»«« * — » — 3S> » Ame Y » *<« «J ---------<5- ,— __ H<<«< 4 m<vu | ««* 3 —* ~ 5^ «»«.# OM* f*> .... (enfrente) Estación semafórica : Claude Chappe presenta su primer « telégrafo » en 1791 a la población francesa de Pareé. (arriba, derecha) Mensajes M o rse: en el código telegráfico los signos más sencillos corresponden a las letras de uso más frecuente. «... -A c 7» '$****. 0 .« p »**«♦ *»«« (arriba, izquierda) Imagen ancestral: torre rom ana de señales, vista por un artista. V~ C O T «* W T U M **•«•*. M— «— ♦ X. v Q .»•—« . «. . S 99mm9 T U .----fe w vv •* — X —»~ f A medida que las sociedades humanas se desarrollan y empiezan a tener conciencia de la distancia, buscan inge­ niosamente el medio de comunicar a través de las vastas zonas que las separan. Para ello recurren, en su mayor parte, a mensajeros de uno u otro género; pero usan también otros métodos acústicos y ópticos: tambores en la selva, fanales en las costas, señales fumígenas en el horizonte. Estos métodos, hoy día pintorescos, eran soluciones eminente­ mente prácticas ideadas por la industria del hombre para salvar los obstáculos que la distancia oponía a su necesidad fundamental de comunicar. He ahí las primeras teleco­ municaciones. Desde los albores de la civilización hasta hace poco más de 100 años, el hombre, en sus esfuerzos por comunicar a larga distancia, no fue mucho más allá del mensaje escrito, del tam bor, del fanal y de la señal fumígena. Uno de los últimos aparatos de fines del siglo XVIII, fue el « telégrafo óptico » o semáforo del francés Claude Chappe. En la cima de colinas distantes varios kilómetros, se erigían torres de señales provistas de aspas móviles. Dando a las aspas 3 i «. Baviene Norvége Wurtemberg Belgíque Portugal ft.is Bavicre Hanover France Rdgsque '• Secrétaire Smsse Bade Franee C. Suéde fwqofe Prusse Espagne I tal fe Crece Secretaire Espagne Russie A u lric h c S riK si-' 7 París, 17-V-1865: jefes de delegación de la prim era conferencia de la UIT. Todo aprobado en 16 sesiones, incluso el uso del Morse (adaptado más tarde) en las líneas internacionales y una tarifa telegráfica uniforme para casi toda Europa. Enfrente: Convenio de 1865. Primera página. distintas posiciones se iban deletreando los mensajes, que se leían con catalejos en otra torre próxima y se iban retrans­ mitiendo así de torre en torre. El sistema funcionaba perfecta y rápidamente en los días claros, pero era inútil con niebla y por la noche. Los progresos de la electricidad en la primera mitad del siglo XIX centuplicaron súbitamente la capacidad de logros prácticos del hombre, y ninguno fue más espectacular que el invento del telégrafo eléctrico, la primera línea de que se tiene noticia funcionó en 1837, y Samuel Morse inauguró, en 1844 la primera línea abierta al público. Su potencialidad 4 CONVENTION. Sa e t de M a j e s t é l ’E m p e re u r d ’A u t r i c h e , R o í d e B ohém e, S on A lte s s e R o y a le l e H o n g r ie G ra n d -D u c de B a d e , S a M a je s té l e R o í de B a y ié re , S a M a je s té l e R oí d e s B e l g e s , S a M a j e s t é l e R o í d e D a n e m a rk , S a M a j e s t é l a R e in e d e s E s p a g n e s , S a M a j e s t é l ’E m p e r e u r d e s F r a n ­ j á i s , S a M a je s té l e R o í des H e llé n e s , l a A ^ l l e L ib re d e H a m b o u rg , S a M a je s té l e R o í d e H a n o v re , S a M a je s té le Roí d ’I t a l i e , S a M a je s té l e R o í d es P a y s -B a s , Sa M a je s té l e R o í de P o r t u g a l e t d es A lg a ry e s , S a M a je s té le Roí d e P r u s s e , S a M a j e s t é l ’E m p e r e u r d e t o u t e s l e s R u s s ie s , S a M a j e s t é l e R o í d e S a x e , S a M a j e s t é l e R o í de S u éd e e t de N o rw é g e , la C o n fé d é ra tio n S u is s e , S a M a j e s t é l ’E m p e re u r d e s O t t o m a n s , Sa M a je s té l e Roí DE W uR TEM BERG , Egalement animes du désir d’assurer aux correspondances télégraphiques échangées entre leurs Etats respectifs les avantages d’un tarif simple et réduit, d’améliorer les conditions actuelles de la télégraphie internationale, et d’établir une entente permanente entre leurs Etats, tout en conservan!leur liberté d’action pour les mesures qui n’intéressent point l’ensemble du service, Londres, 1874: Oficina telegráfica central. Treinta años antes, Samuel F. B. Morse envió el primer telegrama público. (para el comercio, para el recién nacido ferrocarril, en la diplomacia, en situaciones personales críticas) suscitó inmediatamente tal oleada de entusiasmo que, en 1849, las redes telegráficas de los países europeos se habían extendido hasta los confines nacionales. Y aquí empiezan los pro­ blemas que, dieciséis años más tarde, habían de dar origen a la UIT. Al principio, por ejemplo, los telegramas internacionales tenían que escribirse en una hoja de papel, y un mensajero tenía que pasarlos por cada frontera que habían de cruzar. Además, había que repartir las tasas de los telegramas entre los países que los encaminaban. Estos y otros problemas, totalmente nuevos en su mayor parte en las relaciones inter­ nacionales, indujeron finalmente al emperador Napoleón III en 1864, a invitar a una conferencia a los principales países 6 europeos para dar uniformidad al sistema telegráfico in­ ternacional. Fue en mayo de 1865 cuando se reunieron en París los delegados de veinte naciones. Entre los Estados represen­ tados figuraban Badén, Sajonia, W urttenberg y la Unión de Suecia y Noruega. La delegación turca hizo una parte del viaje a caballo. G ran Bretaña no fue invitada porque sus servicios telegráficos, contrariamente a los de los demás países europeos, se hallaban aún en manos privadas. En París se discutía a la sazón el último libro de Julio Verne, De la Terre á la Lune, cuyo tema había de tener cierta importancia práctica, 98 años más tarde, en una conferencia de la UIT. El 17 de mayo de 1865 se firmó el Convenio que creaba la Unión Telegráfica Internacional y sentaba reglas comunes para el sistema telegráfico internacional de Europa. Se estableció una tarifa de tasas uniformes (salvo, claro es, para las regiones más orientales de los Imperios ruso y turco), y se adoptó el franco oro francés como moneda de pago para las cuentas internacionales. Congo, 1963 : 36 expertos de la U IT enseñan telecomunicaciones, télex inclusive, a 400 estudiantes. 7 1850: el rem olcador Goliath larga en el Canal el prim er cable telegráfico submarino FranciaInglaterra. Lo escolta el paquete inglés Widgeon. 1961: carga del cable tras­ atlántico en el Monarch. A esta histórica conferencia siguió en 1868 la de Viena, que tomó una decisión de casi idéntica importancia en la historia de las organizaciones internacionales : crear la sede, que se fijó en Berna, con una Secretaría denominada Oficina de la Unión, que empezó con una plantilla de tres ciuda­ danos suizos y estuvo bajo el control del Gobierno suizo hasta 1947. Este comienzo fue modesto, pero dejó sentado claramente para lo futuro el principio de que las organiza­ ciones intergubernamentales necesitaban un domicilio y funcionarios. D urante el resto del siglo XIX, la Unión siguió adelante con determinación y fue celebrando conferencias, de más en más grandes, en las capitales de una Europa de tinte romántico hoy día perdido. Revisó y reestructuró el Regla­ mento Telegráfico Internacional, prohibió terminantemente 1963: el Long Lines (EEUU) tiende el cable telefónico entre el Reino Unido y Estados Unidos. 9 10 (izquierda) El primer teléfono inventado en 1875 por Alexander G raham Bell. (centro) Varios discos telefónicos usados en el mundo. La U IT trabaja en su normalización. (abajo, izquierda) Chicago, 1893 : Primitivo locutorio telefónico. U n policía pide socorro en un accidente. (derecha) Teléfono sueco de los años veinte, época en que se introdujo el disco en Europa. (abajo en esta página) Videoteléfono (aún en fase experimental) con teclas para llam ar y accio­ nar la pantalla. El abonado elige entre ver o no, ser visto o no ser visto. Singapur-Hong Kong U RR S Oriente Medio Argentina los telegramas contrarios al orden o a la moral públicos, afrontó sin desmayo problemas jurídicos y económicos y llegó a preguntarse si la multiplicación del uso de códigos privados no impondría un esfuerzo demasiado excesivo a los telegrafistas. En 1885 edicto también reglas interna­ cionales para el teléfono, lanzado en 1876 por Alexander G raham Bell. La Unión siguió creciendo. Unos años antes, en 1895 y 1896, las primeras transm i­ siones satisfactorias de telegrafía sin hilos, coronamiento de decenios de investigaciones y experiencias, habían producido la que sigue hoy día considerándose la revolución más E n fren te: torre transmisora suiza moderna. París, 1898 : primeros experimentos de radiotransmisión en la Torre Eiffel. Los mensajes llegaron a cuatro kilómetros, cerca del Panteón. 12 Julio de 1920: el tenor danés Lauritz Melchior en el estudio de Chelmsford de la Compañía Marconi, dos años antes de nacer la BBC. grande de la historia de las telecomunicaciones. La inven­ ción de la radio, una de las más gloriosas conquistas de la ciencia, estará siempre asociada a los nombres de James Maxwell, Heinrich Hertz, Oliver Lodge, Alexander Popov, Guglielmo M arconi y Lee De Forest. La radio, que se empezó por tom ar como una forma radicalmente perfeccionada de la telegrafía, se extendió por el escenario internacional con mayor rapidez aún que el invento de su antecesora, al poner por prim era vez a los barcos en navegación al alcance de las telecomunicaciones, e inmediatamente se vio la necesidad de su reglamentación internacional. Ya en 1902, cuando el príncipe Enrique de Prusia cruzaba el Atlántico, de regreso de un viaje a Estados Unidos de América, y quiso enviar al presidente Teodoro Roosevelt un mensaje de cortesía, surgió un problema 14 altamente ilustrativo de esa necesidad al serle rehusado el servicio exclusivamente porque el equipo radioeléctrico del barco no era del mismo tipo ni de la misma nacionalidad que el de la estación costera. Como consecuencia, en parte, de este incidente, el Gobierno alemán reunió una confe­ rencia preliminar de radiocomunicaciones en Berlín, en 1903, donde se preparó el terreno para la Conferencia de R adio­ comunicaciones de Berlín de 1906. Esta última redactó el primer Reglamento Internacional de Radiocomunicaciones, sentando en él el principio de la obligatoriedad para las estaciones radioeléctricas costeras y de barco de aceptarse mutuamente los mensajes, y adoptando la señal de socorro SOS. El problema de la eficacia de las radiocomunicaciones en el mar no quedaba ni mucho menos resuelto, como se demostró trágicamente en 1912, cuando, desesperado, el operador del Titanic, que estaba naufragando, fue incapaz de comunicar con un barco cercano que hubiera podido socorrerle, por la sola razón de que el operador de éste no estaba de servicio por la noche. Sin embargo, se había dado un paso hacia la solución. El primer receptor de televisión hecho en Alemania en 1906 con el tubo de rayos catódicos de K. F. Braun. 15 Nueva York, 1890: m araña de hilos telegráficos en el cielo sobre el populoso Broadway, antes de pasar a cables subterráneos. La primera Guerra Mundial activó considerablemente el desarrollo de las radiocomunicaciones, y poco después, en los primeros años veintitantos, nació un nuevo género de servicio, la radiodifusión. Todo esto planteó un nuevo p ro b lem a: cómo habían de utilizarse las frecuencias radioeléctricas que sirven de vehículo a las transmisiones para evitar interferencias perjudiciales entre las estaciones. Como el uso de las radiocomunicaciones se extiende constan16 Vanghárad, Suecia: antena de radionavegación para aviación civil, cerca de Estocolmo. temente, es éste un problema que hay que resolver todos los días, y en el de hoy, al cabo de cuatro decenios y de muchas conferencias, la administración de las frecuencias radioeléctricas en el ámbito internacional sigue siendo una de las responsabilidades más abrumadoras y una de las tareas más vitales de la Unión. El primer paso se dio en la Conferencia de Radiocomunicaciones de Wáshington de 1927, atribuyendo bandas de frecuencias a todos los 17 Siguiendo en un mapamundi, gracias a sistemas internacionales especializados de telecomunicación, a la cosmonave tripulada Faith VII (punto brillante) que acaba de cruzar Zanzíbar en su 16.a órbita. Las estaciones de seguimiento están en un círculo indicador de su alcance. servicios de radiocomunicación, marítimo y de radiodifusión inclusive. En 1932, en M adrid, la organización tomó la medida de cambiar su nombre por el de Unión Internacional de Tele­ comunicaciones, incluyendo así formalmente en su título toda la gama de sus nuevas responsabilidades. La radio iba realmente a abrir una nueva era en las comunicaciones. Los años treinta y tantos alum braron el desarrollo de la televisión y del radar. La segunda Guerra M undial acicateó más aún el progreso tecnológico. La radiodifusión durante las hostilidades enseñó al m undo de manera elocuente que para las frecuencias no existen fronteras. No era difícil percatarse de que en lo futuro se necesitaría un acuerdo internacional mucho más amplio sobre radiocomunicaciones. 18 De ahí que en 1947 se reunieran en Atlantic City dos conferencias de la UIT con la intención de engrandecer y de modernizar la Unión. En virtud de un acuerdo con las Naciones Unidas, la U IT pasó a ser una institución espe­ cializada, y su sede se trasladó de Berna al ámbito tradi­ cionalmente internacional de Ginebra. Como consecuencia de las decisiones adoptadas en Atlantic City, la sede de la UIT alberga ahora al personal de sus cuatro organismos permanentes : la Secretaría General, la Junta Internacional de Registro de Frecuencias (IFRB) y dos Comités consultivos internacionales, conocidos hoy por las siglas de su deno­ minación en francés (CCIR el de Radiocomunicaciones y CCITT el Telegráfico y Telefónico). Con el advenimiento de la era espacial la U IT entra en nueva liza ya que la exploración del espacio ultratmosférico depende de las radiocomunicaciones. Para hacer frente a la nueva demanda, la U IT celebró en 1963, en Ginebra, una Conferencia especial de Radiocomunicaciones Espaciales que ha atribuido más de 6000 megaciclos (el 15 por ciento Ginebra, 7-X-1963: 400 delegados de 70 países en la Conferencia mundial de comunicaciones espaciales de la U IT donde se atribuyeron frecuencias para fines espaciales y se revisaron las secciones pertinentes del Reglamento de Radiocomunicaciones que rige la explotación en todo el mundo. 19 Centro de capacitación de K uala Lumpur, Malasia, obra Fondo Especial-UIT. aproximadamente de la totalidad del espectro de frecuencias radioeléctricas) para los trabajos espaciales. Así, pues, este periodo de cien años que iniciaron quienes querían oír más pronto al extranjero, vienen a cerrarlo quienes quieren oír más de cerca a las estrellas. Cien años de cooperación internacional, reflejada en los Reglamentos por que se rigen la telegrafía, la telefonía y las radiocomunicaciones en el mundo entero; en la acepta­ ción por los países Miembros de la UIT de las atribuciones de frecuencias radioeléctricas determinantes de las asigna­ ciones que ellos mismos hacen a sus propias estaciones de radiocomunicación; en los trabajos de la Comisión del Plan de la UIT, que está preparando el proyecto de una futura red mundial en la que los abonados al teléfono podrán llamarse directa y mutuamente, se encuentren donde se encuentren; en el Programa de Cooperación técnica de la Unión, que está capa­ citando a los ingenieros de los países nuevos en las técnicas más modernas, y, en fin, en el simple hecho de ser posible telefonear ao tropaís o escucharunprogram aextranjeroderadiodifusión. Cien años de cooperación internacional que han permi­ tido realizar los pasmosos progresos científicos y económicos de la última centuria y que, en la ininterrum pida sucesión de sus realizaciones, han hecho de la Unión un prototipo del sensato futuro colectivo que todos anhelamos. 20 La Casa de la U IT en la Place des Nations, Ginebra, Suiza, se inauguró en mayo de 1962. A la derecha, el Palais des Nations. ~.J* '. -nr -....a— T .^ ’ W í - i t - w^^iir^rri^wr-n-T'VTifrfTSwiiw-wrswiiwietim m mm ir — **•*«*— »* i l i a i i «i i wirm li i iii m u Ji'nwf u ii i ihnu i ii 11 n * i i r n n li-U ■ o j j iJ iM l-m iiJ im ■ i * i n m . . «mi i «a i ¡Jni» i i n u a j I : raim a inM JH, « ■ «- •"- * ■' '" ,s , !r« i i ■ ; jL • iy " ' ¿ 3 S ; jfcv T . Editado por la División del Boletín, Biblioteca y D ocumentación de la Secretaría General de la UIT. ILU STR A CIO N ES : Cubierta - U IT ; 2 (arriba y abajo) - « Les merveilles de la science », por L. Figuier; 3 - Smithsonian Institute, W áshington, D C ; 4 - Direction générale des télécommunications, Ministére des postes et télécommunications, P arís; 5 - U IT ; 6 - The Illustrated London News, 12 de diciembre de 1874 ; 7 - Naciones U nidas; 8 (arriba) - The Illustrated London News, 7 de septiembre de 1850 - (abajo) - United Kingdom General Post Office; 9 - Standard Telephones and Cables Limited; 10 (arriba) — American Telegraph and Telephone - (centro, continuá p. \ \ ) - U IT - (abajo) - G rabado contem poráneo; 11 (arriba) - Dirección General de Telecomunicaciones de Suecia - (abajo) - Bell Telephone Com pany; 12 - Compagnie des Lampes, París; 13 - Yves Debraine, Lausana; 14 - The M arconi Company Limited; 15 - Deutsches Museum, M unich; 16 - Western U nion Telegraph Company; 17 - Dirección G eneral de Telecomunicaciones de Suecia; 18 - N A SA ; 19 - U IT ; 20 - U IT ; Contracubierta U IT ; Cubierta posterior - UIT.