Reestructuración de deuda. A.P.E. y suspensión de acciones Di Tullio, José A. Voces QUIEBRA ~ CONCURSO PREVENTIVO ~ ACUERDO PRECONCURSAL ~ ACUERDO PREVENTIVO ~ ACUERDO PREVENTIVO EXTRAJUDICIAL ~ VERIFICACION DEL CREDITO ~ SUSPENSION DE EJECUCIONES Título: Reestructuración de deuda. A.P.E. y suspensión de acciones Autor: Di Tullio, José A. Publicado en: LA LEY 2005-A, 1108 Sumario: SUMARIO: I. El mérito de la reforma. - II. Efectos de la presentación del acuerdo. - III. Pedidos de quiebra. - IV. Remates y medidas precautorias. - V. Juicios laborales. - VI. Juicios hipotecarios y prendarios. -------------------------------------------------------------------------------I. El mérito de la reforma La ley 25.589 (Adla, LXII-C, 2862) al modificar sustancialmente el sistema de acuerdos preconcursales en Argentina, pretendió fortalecer este procedimiento de base extrajudicial, ya no como un medio alternativo del concurso o la quiebra, sino como un instituto de aplicación central en la legislación concursal (1). Con tal propósito, y a los fines de facilitar la operatividad del APE, la reforma produjo las siguientes innovaciones (2) de importancia: (i) Los acreedores que no suscriban el acuerdo no conservan sus acciones individuales, dado que los efectos del acuerdo preventivo extrajudicial homologado se extienden a todos los acreedores quirografarios cuyos créditos se hayan originado por causa anterior a la presentación, aunque no hayan intervenido en el trámite. (ii) La presentación del pedido de homologación del APE suspende todas las acciones de contenido patrimonial contra el deudor acuerdista en los términos del art. 21 incs. 2° y 3° de la ley concursal; de este modo se establecen efectos semejantes a los previstos con motivo de la apertura del concurso preventivo. (iii) Modificó el régimen de mayorías necesarias para que pueda dictarse sentencia homologatoria, excluyendo del porcentaje del pasivo total a los créditos privilegiados, resultando por tanto computables únicamente los quirografarios. Esta modificación, que fuera reclamada desde la doctrina (3), encuentra su cauce en el nuevo art. 73. (iv) En materia de oposiciones, se establece que los únicos acreedores que pueden oponerse al acuerdo son los denunciados y aquellos que demuestren sumariamente haber sido omitidos en el listado previsto en el art. 72 inc. 2° (requisitos que debe reunir el deudor para homologar el acuerdo extrajudicial). Asimismo redujo el plazo para formular oposiciones de 15 a 10 días, desde la última publicación de edictos. Frente a la magnitud de tales novedades legislativas, no se discute que la ley 25.589 ha conferido al acuerdo preventivo extrajudicial una fisonomía propia con especial proyección en la factibilidad de acceso al sistema, y al tiempo que participa de las capitales ventajas que otorgan los efectos del concurso judicial, sortea con éxito sus aspectos nocivos. En el contexto apuntado, la realidad tribunalicia indica que a sólo dos años de su renovada implementación, el APE está siendo utilizado como instrumento idóneo de reestructuración de pasivos empresarios, lo que convierte a esta clase de acuerdos en la herramienta jurídica representativa de este tiempo de crisis post emergencia, dentro del menú de opciones preventivas de la quiebra contempladas por la legislación concursal. Los acuerdos alcanzados por Multicanal (4) y Acindar (5) (por citar dos casos paradigmáticos de compañías líderes del mercado) (6), que recibieran reciente homologación de la justicia comercial capitalina, dan testimonio suficiente de la utilidad de este tipo de procedimiento, que ha alcanzado en todos los sectores de la comunidad (incluso con proyección internacional) (7), y a todo nivel (8), una difusión masiva y naturalmente una aceptación generalizada por las empresas que acudieron a este mecanismo de "renegociación" para revertir sus comprometidas situaciones financieras (9). No obstante lo sostenido hasta aquí, es importante destacar que si bien la nueva reglamentación importa un considerable avance (10) en la regulación de los acuerdos preventivos extrajudiciales, que se traduce en la mayor operatividad de estos procesos de reestructuración de deuda en su faz práctica (11), de otro costado no debe ser soslayado que la ley 25.589 no es ajena a las deficiencias de técnica legislativa que acompañan a las últimas leyes sancionadas en el país, aparejando problemas interpretativos puntuales en la aplicación del APE, los cuales están siendo neutralizados (12) a partir de la solvencia habitual que caracteriza a los jueces concursales (13) en el tratamiento de las carencias normativas (14), según lo exhibe la casuística (15) existente en la materia (16). Uno de los conflictos que ha generado la novedad legislativa de 2002 con respecto al APE, apunta al régimen de suspensión de acciones previsto en el último apartado del art. 72, tema que convoca nuestro análisis en el presente trabajo. II. Efectos de la presentación del acuerdo. Suspensión de acciones A) El texto legal La reforma dejó inalterados los requisitos de índole formal requeridos para tornar viable la homologación del acuerdo preventivo extrajudicial estatuidos por el art. 72. La modificación proviene del último párrafo que incorpora la ley 25.589 y que mereció el rótulo de "Efectos de la presentación". "... Desde el momento de la presentación del pedido de homologación del acuerdo preventivo extrajudicial para su homologación, quedan suspendidas todas las acciones de contenido patrimonial contra el deudor, en los términos previstos en el artículo 21, incisos 2) y 3)" De lo que se infiere que la presentación del acuerdo preventivo extrajudicial para su homologación, genera la aplicación de los incisos 2° y3° del art. 21 de la ley 24.522 (Adla, LV-D, 4381). Rige la prohibición de deducir nuevas acciones de contenido patrimonial contra el deudor acuerdista por causa o título anterior a la presentación (inciso 3°) y naturalmente se produce la suspensión de los actos de ejecución forzada que recaigan sobre activos del apista (inciso 2°) (17). Como se advierte, el régimen de suspensión de acciones, tal como ha sido pensado por el legislador se erige como uno de los aspectos nucleares del sistema en aras del favorecimiento del proceso de reestructuración de pasivos que representa el APE. B) Fundamento La intención del legislador es clara, se trata de impedir la agresión patrimonial y el probable desguazamiento de los activos del deudor por el efecto de las acciones individuales (18). La medida es imperativa y apunta a eliminar obstáculos judiciales durante el período en el que se aspira a la homologación del APE, suspendiendo provisionalmente las ejecuciones que gravan el patrimonio del acuerdista a fin de mantener una suerte de statu quo (19) y asegurar con ello la continuidad de la empresa durante el iter homologatorio El sistema conformado con la presentación del acuerdo para su homologación y el efecto suspensivo de los procesos judiciales es coherente (20) con el propósito revitalizador del instituto, de lo contrario, el propio sistema estaría en riesgo, en tanto no resultaría razonable permitir una zona liberada a los acreedores anteriores a la presentación para ejecutar sus créditos cuando el acuerdo les será impuesto a todos ellos, de ese modo el efecto ventajoso del acuerdo quedaría neutralizado si los acreedores ejecutaran sus acreencias en ese lapso de tiempo previo a la homologación. La previsión legal citada establece efectos similares a los previstos con motivo de la apertura del concurso preventivo, equiparando la naturaleza de ambos procesos, sin embargo y contrariamente a lo que ocurre con el concurso -instituto en el cual sus efectos se generan a partir de la decisión de apertura (art. 21, LCQ)-, la ley aquí indica que ello acontecerá a partir de la presentación del APE para su homologación. C) Cambio de esquema Como puede ser observado, la norma establece una solución diametralmente opuesta (21) respecto de la prevista en el último párrafo del anterior art. 69 de la ley 24.522, el cual disponía "... Los acreedores que no suscriban el acuerdo conservan sus acciones individuales y no están sometidos a los efectos del acuerdo, salvo lo previsto en el art. 76...". En cuya virtud las acciones de los acreedores que se mantenían totalmente ajenos al acuerdo extrajudicial, contara éste con homologación o no, estaban exentas de suspensión temporal alguna. La motivación que llevó al legislador a realizar un cambio tan sustancial, encuentra hoy debida justificación en orden al favorecimiento de los acuerdos de reestructuración extrajudiciales, atribuyendo efectos suspensivos a la presentación del APE respecto del universo de juicios de contenido patrimonial anteriores a ese evento. En esas condiciones, cabe hacer notar que los problemas interpretativos iniciales que trajo la reforma se vinculaban a la defectuosa remisión a los incisos 2° y 3° del art. 21, al plazo de duración de la suspensión (comienzo y finalización) y las eventuales excepciones a la regla genérica. D) Momento en el que resulta operativo el efecto suspensivo Una exégesis literal de la norma recién sancionada llevó a concluir en su momento que la suspensión era automática y operaba desde el propio momento de la presentación de la solicitud de homologación del APE, sin que fuera necesaria decisión judicial alguna que la oficializara y sin que dependiera del cumplimiento de las exigencias formales previstas en los distintos incisos del art. 72. Hoy, tal discusión ha sido superada en tanto se interpreta en forma prudente que una presentación incompleta o ab initio improponible (22) no debiera generar por sí misma efectos de tal magnitud (23) sin un juicio previo de admisibilidad de parte del tribunal (24) y en razón de ello se concluye que el efecto suspensivo opera recién a partir del momento en que el juez despacha la publicación de edictos (25) que hace saber de la presentación del acuerdo preventivo extrajudicial (26), pues ella importa una suerte de admisión del trámite (27) E) Cese de la suspensión Este esquema de suspensión de juicios rige hasta el momento de la homologación del APE (28), oportunidad a partir de la cual según el tipo de acreedor de que se trate, podrá continuar con las acciones para las cuales se encuentre legitimado (29). Ello así, en tanto parece razonable convenir en que la suspensión no debe extenderse "sine die". Por tal motivo sólo deberá mantenerse hasta el dictado de la resolución que homologue el acuerdo extrajudicial o en su caso la que deniegue la petición o la que tenga por desistida la presentación. Frente al rechazo cabe diferenciar si la homologación se previó como condición de eficacia del acuerdo, en cuyo caso el recupero de las acciones individuales será pleno; pero si no se sujetó la suerte del acuerdo a la homologación, por imperio del art. 1197 del Cód. Civil los suscriptores quedarán obligados en los términos del convenio privado. F) Materia de la suspensión Por imperativo legal, la presentación del APE con fines homologatorios suspende todas las acciones de contenido patrimonial de causa y título anterior. La remisión a los incisos 2° y 3° del art. 21 tiene una unívoca finalidad: dejar en claro que la presentación del acuerdo para la homologación no hace nacer el fuero de atracción (30) propio de los juicios universales en tanto no es aplicable la opción del art. 21 inc. 1°, esto es, las acciones se suspenden y no se atraen (31). A esta realidad se suma la ausencia de la etapa verificatoria, circunstancia que impide también sostener la vigencia del fuero de atracción (32). A pesar de tan categórica y en apariencia omnicomprensiva previsión legal, debe ser apuntado que existen tantas acciones excluidas del régimen suspensivo que la regla general ha pasado a ser la excepción. Es el caso por ejemplo de los procesos de conocimiento (33), los cuales si en el concurso preventivo pueden continuarse a opción del acreedor ante el juez concursal, entonces parece razonable propiciar que la misma solución sea aplicada en un acuerdo como el analizado (APE), por lo que también son susceptibles de continuación (34) hasta la etapa de ejecución de sentencia, momento a partir del cual se suspende, sujetándose el acreedor a las condiciones del acuerdo (el límite siempre está atado a la probable subasta de algún bien del acuerdista, allí estará siempre presente el objetivo tuitivo del legislador, enderezado a evitar la desintegración patrimonial del deudor que atraviesa un APE con finalidad homologatoria). Naturalmente también se hallan exceptuados del efecto suspensivo los juicios sin contenido patrimonial, los procesos de expropiación y los fundados en relaciones de familia (35). Una interpretación finalista del art. 72, LCQ, nos permite concluir además que la normativa alude a la suspensión de las acciones que se encuentran en trámite e incluye en su regulación la prohibición de deducir nuevas acciones (36) de causa y título anterior a la presentación (37). Naturalmente las acciones de contenido patrimonial de causa y título posterior pueden ser promovidas sin restricciones, sin que se vean afectadas por la última parte del art. 72, LCQ. La doctrina y la jurisprudencia han delineado convenientemente los alcances y la extensión correcta del régimen suspensivo, limitándolo a los actos de ejecución forzada (38) (porque la interpretación literal de la reenvío al art. 21 inciso 2° conduce a esa solución) y a las medidas que puedan afectar el normal desenvolvimiento de la actividad del acuerdista, dejando libertad de criterio al magistrado -ante la confusión que marca la deficiente remisión normativa- para que juzgue con debida prudencia la procedencia de la suspensión en cada caso y la extensión temporal de la misma, de modo tal de no caer en excesos no queridos por el legislador. En definitiva, de lo que se trata es de no afectar con medidas de agresión patrimonial la suerte del APE, en plena etapa de aspiración homologatoria, con el fin de eliminar obstáculos indeseables y con el noble propósito de allanar el camino a la conclusión favorable del trámite de reestructuración de deuda encarado por el deudor. En esta línea de interpretación, es frecuente encontrar pronunciamientos iniciales (en una suerte de decreto de admisión formal del trámite) en los que se ordena (de conformidad a los términos previstos por el art.72 "in fine"), la suspensión de los juicios de contenido patrimonial contra la deudora acuerdista, salvo, -en principio- las ejecuciones de garantías prendarias e hipotecarias, los procesos de expropiación y los que se funden en relaciones de familia (procesos que se juzgan exceptuados de la suspensión), a cuyo fin se despachan los oficios a los juzgados donde tramitan acciones comprendidas en el presente, haciendo saber la presentación del APE y requiriendo la suspensión de las medidas de ejecución forzada y la de toda otra que afecte el giro de la deudora en desmedro de la solución preventiva destinada a la totalidad de los acreedores (39). La casuística también exhibe casos en los que se dijo que la mera suspensión de los juicios ordenada por el art.72 in fine LCQ sin el consiguiente proceso verificatorio, deja a los acreedores sin protección judicial y se convierte en una norma que lesiona derechamente el art. 18 de la CN y los tratados constitucionalizados, art. 75 inc. 22, como el Pacto de San José de Costa Rica (Adla, XLIV-B, 1250), que asegura la tutela jurisdiccional. En el caso de un APE, al no operar el fuero de atracción, no existe un verdadero desplazamiento de la competencia de los jueces de los procesos singulares al proceso universal de homologación del acuerdo y no permite que el juez concursal se pronuncie sobre los eventuales derechos de dichos acreedores. Frente a lo anterior, se ha juzgado razonable que en virtud de la suspensión de los juicios ordenada por el art. 72 in fine LCQ la intención del legislador fue la de evitar "la agresión patrimonial" y ella sólo podía dar base a la suspensión de los actos de ejecución forzada o de cautelares que implicasen la indisponibilidad del bien, pero nunca afectar la tutela judicial al no establecer vía alternativa de reconocimiento del derecho, mediante el proceso verificatorio (40). (En el caso concreto, el juez ordenó librar oficios sólo a los juzgados donde tramitan acciones correspondientes a "acreedores financieros quirografarios", haciendo saber de la presentación del acuerdo preventivo extrajudicial y requiriendo la suspensión de las medidas de ejecución forzada y la de toda otra que impliquen indisponibilidad de bienes que afecten el giro de la deudora) (41). III. Pedidos de quiebra No existe mayor discrepancia en la doctrina (42) y la jurisprudencia (43) en cuanto se acepta que la suspensión de las acciones de contenido patrimonial alcanza a los pedidos de quiebra (44) promovidos contra el pretensor de homologación de acuerdo extrajudicial (45). Múltiples razones confluyen para justificar tal solución: a) La norma alude a la suspensión de todas las acciones de contenido patrimonial, naturaleza que es propia de los pedidos de quiebra, como vehículo tradicional y extremo de agresión patrimonial, de donde el art. 72 contiene en su amplitud (46) expresamente la hipótesis, asignándole idénticos efectos suspensivos; b) Permitir la continuación del trámite de los pedidos falenciales promovidos contra el acuerdista frustraría el objetivo de facilitar la obtención de la homologación del acuerdo preventivo extrajudicial (47). c) Los principios que informan el derecho concursal argentino otorgan prevalencia a la solución preventiva por sobre la liquidativa (48) (el art. 10, LCQ traduce normativamente este propósito cuando prioriza la petición de concurso preventivo ante las peticiones de quiebra de los acreedores) (49) y la imposibilidad de coexistencia de dos juicios universales (50). Si bien el pedido de quiebra no está específicamente regulado en los arts. 69 y sigtes. LCQ, una adecuada hermenéutica lleva a sostener que el citado art. 10 debe aplicarse analógicamente al APE por cuanto admitir una postura contraria importaría que cualquier acreedor durante el período de suspensión podría frustrar a través de su decisión las posibilidades que la ley brinda al deudor (51). d) Si la regla es la suspensión de todas las acciones individuales de contenido patrimonial, resultaría incongruente y francamente absurdo que se excluyera del efecto suspensivo a las peticiones de quiebra que importan el ejercicio de la opción de agresión patrimonial más extrema (la colectiva) lógicamente más gravosa y nociva que una simple ejecución individual que a su vez estaría negada (52). La jurisprudencia se ha expedido en este sentido, ordenando la suspensión del pedido de quiebra al juzgar improcedente que la peticionaria pretenda el retiro de lo depositado por la defendida (53), pues los fondos fueron entregados a embargo por ésta, y de ese modo quedó demostrada prima facie la inexistencia de la cesación de pagos. Se entendió que la indagación de las cuestiones planteadas exorbitaba el ámbito de ese juicio. Ello así dado que el depósito a embargo supone la existencia por parte del deudor de planteos contenciosos referentes al crédito invocado para peticionar la quiebra que debieron dilucidarse en el marco de la acción individual incoada, de donde no corresponde el retiro de los fondos ante la presentación del acuerdo preventivo extrajudicial de la demandada. IV. Remates y medidas precautorias La suspensión procede en estos casos y tal temperamento se impone no sólo por lo prescripto en el art. 21, inc. 4° sino además y para los supuestos de necesidad y urgencia evidente -como lo señala el art. 24- porque está vigente -vía interpretación integradora- la atribución que ostenta el juez del concurso para ordenar la suspensión temporaria de la subasta y de las medidas precautorias que impidan el uso por el deudor de la cosa gravada, en la ejecución de créditos con garantías prendarias o hipotecarias. En este sentido se destaca un interesante un pronunciamiento de la sala E de la CNCom vinculado al tema abordado en el que se juzgó improcedente supeditar el libramiento de los mandamientos de secuestro prendario, a la previa acreditación de no haberse dispuesto la suspensión de la medida en el acuerdo preventivo extrajudicial del apista, ello así, en razón de que el secuestro pretendido se encuentra expresamente contemplado por el art. 39 de la ley 12.962 (Adla, VII229) y debe ordenarse sin más trámite. Excepcionalmente, la medida podrá suspenderse por decisión jurisdiccional de carácter provisorio. De modo que, habiéndose cumplido el plazo por el que se dispuso la suspensión y no recibida ninguna comunicación de prórroga de aquella por parte del juez interviniente o de la propia interesada, no cupo exigir la acreditación de su inexistencia (54). V. Juicios laborales La doctrina en general acepta que los procesos laborales (incluidos los juicios por accidentes de trabajo) que se encuentren en etapa de conocimiento, están excluidos de la regla genérica (55). Las razones que se brindan para justificar tal aserción radican en que no se suspende el trámite del juicio, dado el carácter privilegiado del crédito laboral y la ajenidad del mismo al acuerdo, y la suspensión tiene lugar para enervar medidas de ejecución forzada o de cautelares que implicasen la indisponibilidad del bien y/o la afectación de la actividad del acuerdista. Estamos de acuerdo con esta tesis en tanto hemos propugnado que si bien la ley asigna efecto suspensivo aparentemente a la totalidad de los juicios de contenido patrimonial, estamos convencidos de que lo que se ha querido proteger es el patrimonio del deudor apista de eventuales agresiones concretas sobre activos que pudieren causar un perjuicio de tal magnitud que llegara a frustrar el proceso de reestructuración iniciado. En opinión contraria a la expuesta, el distinguido tratadista Pablo Heredia (56) recuerda que en el marco del concurso preventivo judicial, los procesos laborales de conocimiento no son susceptibles de ser continuados a opción del acreedor, por más que se trate de juicios de conocimiento y de contenido patrimonial; tal la conclusión que resulta de la simple lectura del inciso 5° del art. 21 LCQ, que no reproduce la opción que para los restantes juicios de conocimiento acuerda el inciso 1°. De tal manera, los juicios laborales son una excepción dentro del régimen general relativo a los juicios de conocimiento, aunque la cuestión ha dado lugar a distintas interpretaciones. Finalmente advierte este autor la atipicidad que se plantea con referencia a los juicios por accidentes de trabajo fundados en la ley especial en la materia. En el marco de un concurso preventivo judicial, estos pleitos son una excepción al régimen de suspensión (y de atracción) pues pueden ser proseguidos en sede laboral para obtener allí la correspondiente sentencia de mérito, que el acreedor laboral deberá después verificar en el concurso del empleador, generalmente mediante incidente de verificación tardía, sin imposición de costas a su cargo. En cambio, la suspensión ordenada por el nuevo art. 72, LCQ, alcanza inclusive a estos pleitos, dado que suponen el ejercicio de una acción de contenido patrimonial. Es decir, lo que no suspende el concurso preventivo, sí lo suspende la presentación del deudor requiriendo la homologación de un acuerdo preventivo extrajudicial (57). VI. Juicios hipotecarios y prendarios En estos procesos -tan delicados al quehacer concursal diario- si bien es cierto que la ley contempla expresamente el supuesto según la remisión al inc. 2° del art. 21 (por lo que quedarían exceptuadas de la suspensión las ejecuciones de garantías reales) (58), lo real y cierto es que lo prescripto en torno a estas ejecuciones no es compatible con la figura del acuerdo extrajudicial si se entendieran comprendidas en la regla genérica omnímoda perfilada en el art. 72 in fine. Recordemos que la suspensión opera hasta tanto se haya presentado el pedido de verificación. Por tanto, a falta de etapa verificatoria en los acuerdos extrajudiciales, éstas acciones, en principio, se suspenderían "sine die" al no poder cumplimentar el acreedor la carga de presentar el pedido de verificación. Estimamos que la solución adecuada es la que sienta como regla la normal prosecución del juicio hipotecario o prendario, y como excepción la suspensión del remate de los bienes asiento del privilegio, cuando tal evento pueda poner en riesgo el APE. Un justificativo adicional a esta tesis lo proporciona la propia ley concursal y proviene del art. 24 LCQ, norma que autoriza la suspensión extraordinaria de las ejecuciones, sin perjuicio de que tal medida no pueda extenderse más allá de 90 días. La razonabilidad de la exclusión del régimen suspensivo radica además en que la garantía ha sido estipulada precisamente para el caso de insolvencia; por tanto resultaría irrazonable que en el momento de hacerla valer fuese limitado su alcance, aún tratándose de un APE. Ha dicho la Corte Suprema que una solución que desconozca el sistema preferencial (59) que ostentan este tipo de créditos, alteraría gravemente el delicado instrumento de las garantías reales, afectando de un modo insospechado la seguridad del tráfico (60). En cualquier caso, siempre podrá acudirse al art. 24 de la ley 24.522 cuando dispone que en caso de necesidad y urgencia evidentes para el concurso, y con el criterio del art. 16, párr. final, el juez puede ordenar la suspensión temporaria de la subasta y de las medidas precautorias que impidan el uso por el deudor de la cosa gravada, en la ejecución de créditos con garantía prendaria o hipotecaria. A los fines de componer adecuadamente los intereses del concurso frente a los de quienes llevan adelante tales ejecuciones, el art. 24, LCQ, faculta al juez a suspender temporalmente, hasta un máximo de 90 días, la subasta de los bienes gravados o las medidas precautorias que recaigan sobre ellos en tanto éstas impidan su uso por el deudor. Frente a tal previsión expresa, el sistema concebido para viabilizar el APE está resguardado y quedará a cargo del magistrado balancear apropiadamente los intereses en juego ante la emergencia, con preeminencia de la solución de la crisis empresaria. Por otro lado debe ser observado que es doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que el juez del concurso ostenta atribuciones suficientes para ordenar la suspensión temporaria de las medidas precautorias dictadas por otro tribunal, que impidan el uso de la cosa gravada, -en el caso, el secuestro dictado por el juez de la ejecución prendaria- con carácter excepcional en caso de necesidad y urgencia evidentes y por un plazo determinado (conforme el art. 24 y 16 último párrafo de la ley 24.522) (61). A nuestro juicio tal solución, vigente para el concurso preventivo, es extensiva sin dificultad a la hipótesis de acuerdo preventivo extrajudicial, sin que el juez se encuentre sujeto al plazo máximo de suspensión de 90 días, en tanto coincidimos con el pensamiento del profesor Alegría (62) cuando sostiene que la interpretación de la ley concursal requiere adaptarse a la finalidad de la regulación específica, dentro de la cual cabe dar relevancia a la conservación de la empresa y a las soluciones preventivas de las crisis, más aún en el momento actual, en el que el país se encuentra emergiendo de una crisis sistémica sin precedentes, deben evitarse rigorismos formales que perjudiquen la recuperación de las empresas o unidades patrimoniales e indirectamente afecten las fuentes de trabajo y la tutela del crédito. Especial para La Ley. Derechos reservados (ley 11.723) (1) DI TULLIO, José A., "Concursos y quiebras. Ley 25.589", ED, 197-783. (2) La ley 25.589 modificó el instituto del "Acuerdo Preventivo extrajudicial (A.P.E.)" con el objetivo de lograr mayor operatividad, estableció entre otras cosas, que: (i) la presentación del acuerdo solicitando su homologación produce la suspensión de las acciones de contenido patrimonial; (ii) el acuerdo tiene por base de cómputo exclusivamente a los acreedores quirografarios; y (iii) su homologación produce los mismos efectos que los del concurso preventivo. (CNCom., sala B, 31/5/2004, "Roitman, Juana M. s/ped. de quiebra en: Microomnibus Norte S.A.", LA LEY, 2004/09/03, p. 7). (3) DASSO, Ariel A., "El concurso preventivo y la quiebra", t. I, p.415, Ed. Ad Hoc, Bs.As., 2000 y ROLDAN BULNES, Facundo, "Dimes y diretes sobre el acuerdo preventivo extrajudicial", ED, 188-1118. (4) CNCom., sala A, 4/10/2004, "Multicanal S.A. s/ Acuerdo Preventivo Extrajudicial", publicado en eldial.com. (5) Juzg. Nac. de 1ª Inst. en lo Comercial N° 9, Sec n° 17, 2/8/2004, "Acindar Industria Argentina de Aceros S.A. s/ Acuerdo Preventivo Extrajudicial". (6) La reestructuración financiera de Multicanal fue aprobada en una asamblea de tenedores de obligaciones negociables que se efectuó el 10 de diciembre de 2003. Más de dos tercios de los acreedores -mayoría establecida por ley- aceptó alguna de las tres opciones ofrecidas por la empresa. La primera consiste en un bono sin quita, a 10 años de plazo, que respeta el capital en dólares e incluso reconoce un 5 por ciento adicional. Esta opción posee una tasa creciente que llega al 4,5 por ciento. La segunda opción es un instrumento que incluye un bono a 7 años, con quita y una tasa del 7 por ciento, combinado con acciones representativas del 35 por ciento del capital de la empresa. Y la tercera alternativa es una recompra de deuda en efectivo. El fallo sienta un importante precedente para las compañías argentinas que emitieron deuda en moneda extranjera y que se encuentran reestructurando la misma bajo las normas del APE. En primer lugar, porque se trata de una de los primeras que llegan a la segunda instancia. Pero también porque confirma la aplicación, en estos casos, de ciertas normas concursales, como las referidas a asambleas de obligacionistas y cómputo de mayorías. Tras la homologación de Cámara, Multicanal comenzará a dar los pasos para operativizar el acuerdo (información periodística extraída de infobae profesional.com) (7) MUÑOZ de TORO, Fernando y D'AIELLO, Fabián, "La justicia de Nueva York reconoció los APE", trabajo publicado en el sitio web del diario Clarín, con especial referencia al precedente ("Board of Directors of Multicanal S.A. in a Proceeding Under Section 304 of the Bankruptcy Code"). En este interesante artículo los autores expresan que el reconocimiento en EE.UU (en función del precedente citado) de los acuerdos entre partes es un importante avance para los procesos de reestructuración de deuda privada. En suma, a pesar de ser habitualmente vapuleada desde el exterior y aún en nuestro país, la legislación concursal argentina, incluyendo ahora al APE, ha pasado la dura prueba de su reconocimiento en el "primer mundo". Ello no implica que el APE no requiera de prontas reformas que mejoren su funcionamiento (ver recuadro). Pero el fallo analizado es una muy buena noticia que ayudará a cerrar las numerosas reestructuraciones aún pendientes de resolución y pondrá un límite a las pretensiones de ciertos acreedores, en un momento en que la Argentina necesita imperiosamente que sus empresas cierren el doloroso capítulo de la crisis y vuelvan a concentrarse en producir y generar empleo. (8) Prueba de ello es que el APE ha sido aplicado sin inconvenientes a una asociación mutual, por lo que se concluye que no está reservado sólo para la mega empresa (confr. Juzgado de 1ª Instancia en lo Civil, Comercial y Familia de 2ª Nominación de la ciudad de San Francisco, Córdoba, "Club Deportivo y Biblioteca Popular Infantil Almafuerte Mutual y Social - Acuerdo Preventivo Extrajudicial", Auto n° 50 del 27/2/2004) (9) Recurrir a una figura extrajudicial que permita llegar a un arreglo previo con los acreedores antes de alcanzar los números rojos, se constituye como una posible salvación. Es así que entra en juego la figura del APE, que en el 2003 fue empleada en 39 casos, mientras que en lo que va del 2004 ya alcanzan 30 los acuerdos. La Ley de Concursos y Quiebras, donde se contempla la figura del APE, implementa reformas que básicamente se dirigen a la suspensión de medidas cautelares y ejecuciones. Asimismo, estipula la derogación del art. 48 de la ley 24.522, que establecía el denominado crowndown o "salvataje", donde se daba lugar a que terceros pudieran realizar una oferta de acuerdo preventivo a los acreedores, cuando el deudor había fracasado en la obtención de mayorías. Esta nueva ley 25.589 (Adla, LXII-C, 2862), promulgada en mayo del 2002, funcionó como un fuerte conector entre el deudor en problemas y sus acreedores, para dar lugar a una estructura de negociación y al arribo de un común acuerdo. Esta normativa, de alguna manera, quitó del medio los obstáculos que impedían la concreción de un acuerdo extrajudicial. De la mano del APE, importantes grupos empiezan a salir a flote nuevamente. Los casos de mayor resonancia que circulan por los pasillos del fuero comercial pertenecen al ya tan famoso APE de Multicanal (Juzgado N° 4, Secretaría N° 8). Otros ejemplos son las renegociaciones de CableVisión (Juzgado N° 11, Secretaría N° 22, u$s797 millones), Banco Hipotecario (Juzgado N° 17, Secretaría N° 23), CTI Holding (Juzgado N° 14, Secretaría N° 27), Acindar Industria Argentina de Acero (Juzgado N° 9, Secretaría N° 17). Datos que revelan que el acuerdo preventivo extrajudicial es una opción que se estableció fuertemente en los últimos tiempos. Los acreedores, que tienen contra las cuerdas a las compañías, optan por renegociar y encontrar una vía más acelerada y simple, para salir de esa caída que puede terminar por perjudicar a ambos bandos. (información extraída del sitio web infobae profesional.com) (10) RIVERA, Julio César, "Instituciones de Derecho Concursal, t. I, 2ª ed. actualizada, Ed. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2003. (11) Con relación a las principales características del nuevo acuerdo preventivo extrajudicial, la doctrina generalizada opina que las modificaciones introducidas a este instituto resultan beneficiosas para su utilización, que hasta el presente se había visto dificultada al requerirse mayoría de acreedores sobre todo el pasivo incluyéndose a los quirografarios, a los privilegiados e incluso con privilegio especial (ALEGRÍA, Héctor: "Nueva Reforma a la Ley de Concursos", La Ley, 2002D, 1054). a) Hoy sólo se requiere la mayoría absoluta de acreedores quirografarios que representen las dos terceras partes del pasivo quirografario total (art.73), independientemente del acuerdo a que haya llegado con cada uno de los acreedores; b) El acuerdo preventivo extrajudicial no requiere como presupuesto objetivo que el deudor se encuentre en estado de cesación de pagos, es suficiente que atraviese dificultades económicas o financieras de carácter general (LC:69); c) La ley otorga amplia libertad al contenido de los acuerdos; las partes tienen real autonomía en pactar las condiciones del mismo, con los límites de cualquier acto jurídico (arts.21, 953, 1198, 1071, Cód. Civil); d) El acuerdo homologado produce los efectos del art. 56, es decir con respecto a todos los acreedores con causa anterior a la presentación, aunque no hayan participado del acuerdo. Este es el efecto fundamental de la nueva normativa; e) Se trata de un proceso extrajudicial que se "judicializa" en la oportunidad de la homologación. La propia ley concursal le impone los mismos efectos del acuerdo preventivo concursal homologado (LC:76). (consideraciones vertidas por el juez concursal en ocasión de la homologación del APE de Lalor SA, confr. Juzgado Comercial N° 7, Secretaría N° 13, 23/9/2003, "Lalor S.A. s/ Acuerdo Preconcursal"). (12) Improcedencia de cautelares previas a la presentación del APE para su homologación: No procede la medida precautoria tendiente a que se impida a la demandada llevar a la práctica su anunciado plan de reestructuración de la deuda a través de un acuerdo preventivo extrajudicial, dado que la referida reestructuración sólo adquiriría virtualidad con la homologación del acuerdo, por lo que no existe peligro en la demora. (CNCom., sala D, 29/4/2004, "WRH Global Securities Pooled Trust). (13) Oposiciones. Designación de perito contador (Sindicatura clase A): "Frente al conflicto suscitado a partir de la oposición deducida que cuestiona las mayorías obtenidas, no sólo resulta necesario sino también apropiado proceder a la apertura a prueba de las actuaciones con el objeto de dilucidar la controversia planteada, con lo cual se impone el rechazo de las oposiciones formuladas por la incidentista. No obstante lo dicho y dada la magnitud, complejidad y trascendencia de la cuestión, se estima que la designación de un perito contador resulta insuficiente para expedirse respecto de un tema de índole concursal tan específico. Por ello y en función de las facultades conferidas por el art.274 de la Ley Concursal y 36 del CPCC, se ha de designar en autos un perito técnico especializado el que será desinsaculado de la lista de sindicatura clase A y ello así con fundamento en las razones dadas en el párrafo anterior y la similitud que guarda la temática en tratamiento con el proceso concursal. Dicha designación es al sólo y único efecto de evacuar los puntos ofrecidos por ambas partes, cotejar con documental respaldatoria el cumplimiento de las exigencias establecidas por el art.72 de la ley 24.522 como así también informar cualquier otro dato de interés que resulte de utilidad a la hora de establecer en debida forma las mayorías exigidas por el art.73 LCQ. La decisión adoptada no desnaturaliza de ninguna manera la génesis ni los principios que orientaron este nuevo perfil del acuerdo preventivo extrajudicial. Es cierto que una de las ideas directrices ha sido la de simplificar el caminos a aquellas personas físicas y jurídicas (arts.2, 5 y 69, LCQ) que desean superar sus dificultades económicas o su estado de cesación de pagos, quienes podrán acordar en forma privada la manera de solucionar tales inconvenientes, recurriendo a la justicia sólo para homologar el acuerdo al que han arribado. Entre otras cosas, no opera el fuero de atracción, no hay verificaciones de créditos ni tampoco sindicatura ni comité de acreedores. Pero no menos cierto es que el Magistrado debe contar con auxiliares especializados en cada una de las cuestiones planteadas y por sobre todas las cosas con experiencia en la materia, todo lo cual redundará -en definitiva- en beneficio de los justiciables (Juzgado de 1ª Instancia Civil y Comercial No. 3 de San Martín, 30/8/2004, "Stantero Ileana Sonia Ruth y Stantero Mario Cesar c. Asociacion Mutual Supervisores Ferroviarios S/ Incidente de Impugnacion" art. 75 Ley 24.522"). (14) Información contable insuficiente. Nombramiento de síndico ad hoc: Ante la falta de información suficiente del juez, necesaria para decidir si el acuerdo alcanzado por la deudora con sus acreedores es merecedor -o no- de homologación judicial y con independencia de que, en principio, la información proporcionada por el deudor debe encontrarse certificada por contador público, se estima necesario establecer algún mecanismo de intervención técnica, bajo la forma de una suerte de veeduría informativa previa a la homologación, que permita conferir al juez un respaldo mínimo de seguridad sobre la veracidad y exactitud de la información que constituye el presupuesto de legitimidad de la solución propiciada por el deudor. Mucho más en este caso en que la certificación contable suministrada por la pretensora no aporta justamente la seguridad necesaria a ese respecto. Frente a este cuadro de situación en que se carece de la debida certeza acerca de las bases esenciales del acuerdo alcanzado, el juez dispone de las facultades de investigación previstas en el art. 52, inc. 4 ley 24.522, como así también las que le competen como director del proceso (art. 274, L.C.Q.), que le confieren las potestades necesarias para esclarecer la verdad jurídica objetiva e investigar sobre todo aspecto que se considere relevante para formar la convicción imprescindible en punto a la legimitidad del acuerdo y la procedencia de la homologación judicial, por lo que en atención a ello se juzga procedente la designación de un síndico "ad hoc" con la finalidad de aportar una constatación, verificación, cálculo y/u opinión profesional -imparcial y fundadaacerca de los elementos de información que permitan conferir sustento de legitimidad al A.P.E. (Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial N° 16, Secretaría N° 32, 18/5/2004, "Modo Sociedad Anónima de Transporte Automotor S/ Acuerdo Preventivo Extrajudicial"). (15) Tasa de justicia: La deudora debe tributar en concepto de tasa judicial por la tramitación del Acuerdo Preventivo Extrajudicial, la tercera parte de la prevista por el art. 3° inc. e) de la ley 23.898 (Adla, L-D, 3751) (con la modificación introducida por el art. 13 de la ley 25.563 -Adla, LXII-B, 1602-) para el concurso preventivo, en el caso, el 0,25%, calculado sobre el pasivo comprendido en el acuerdo propuesto (art. 4° inc. e) de la misma ley) y con las facilidades establecidas en el considerando tercero (art. 13, ley 25.563) (Juzg. Nac. Com. N° 9, Sec. N° 18, 14/7/2004, "Servicios y Calidad SA. s/ Acuerdo Preconcursal s/ inc. de pago de tasa de Justicia -art. 11 de la Ley 23.898-") (16) Integración normativa: "Si bien el APE es un instituto concursal con ciertas características que lo diferencian del concurso preventivo, dado que la regulación del APE deja al descubierto múltiples vacíos normativos, la similar finalidad de ambos institutos impone, mas allá de las remisiones parciales al articulado del concurso que contienen los arts. 69 y sigtes. LCQ, recurrir a una función de integración normativa entre los dos mecanismos que, sin embargo, no debe ser automática sino acotada y razonada. En función de ello, las normas del concurso preventivo serán de aplicación al APE en tanto resulten compatibles con su finalidad como forma de reestructuración de pasivos y con las características del período anterior al pedido de homologación". (CNCom, Sala A, 4/10/2004, "Multicanal S.A. s/ Acuerdo Preventivo Extrajudicial", eldial.com). (17) DI TULLIO, José A., "Concursos y quiebras. Ley 25.589", ED,197-783. (18) RIVERA, Julio César, "Instituciones de Derecho Concursal", t. I, p.552, 2ª ed. actualizada, Ed. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2003. (19) RIVERA, Julio César y ROITMAN, Horacio, "El Derecho Concursal en la Emergencia", p. 402, RDPyC N° 2002-1 (Emergencia y pesificación), Ed. RubinzalCulzoni, Santa Fe, 2002. (20) MOLINA SANDOVAL, Carlos, "Suspensión de las acciones en el acuerdo preventivo extrajudicial (ley 25.589)", ED ejemplar del 2/10/2002. (21) Como primera aproximación, advertimos que la norma establece una solución que, sin discriminar entre acciones promovidas por acreedores adherentes al acuerdo y acreedores no adherentes a él, se distancia conceptualmente de lo que disponía el art. 69, segunda parte, de la ley 24.522, en el sentido de que los acreedores que no suscriban el acuerdo conservaban sus acciones individuales, es decir, se mantenían totalmente ajenos al convenio extrajudicial, contara o no con homologación, sin que sufrieran suspensión temporal alguna en el ejercicio de tales acciones, ni quedaran sometidos al cumplimiento de ningún recaudo previo para deducir las demandas respectivas. Es más: con sujeción a lo previsto por el art. 83 LCQ, los acreedores excluidos del concordato extrajudicial podían -bajo la vigencia del derecho anterior- peticionar la quiebra del deudor, porque no los alcanza el "pactum de non petendo" implícito en el acuerdo preconcursal. (HEREDIA Pablo D., "El acuerdo preventivo extrajudicial, según las reformas introducidas por la ley 25.589", JA, 2002-IIIp.1186 y sigtes.). (22) CNCom., sala B, 16/6/2004, "Ramírez Dolan Serapio Teófilo c. Sideco Americana S.A. s/ ejecutivo". (23) ORCHANSKY, Sebastián y FERNÁNDEZ SAIZ, Pablo, "Acuerdo preventivo extrajudicial, comentario al precedente "Casa Petrini SACIFI s/ acuerdo preventivo extrajudicial s/homologación", del 16/5/2002 (LA LEY, 2003-A, 739), proveniente del Juzgado de 1ª inst. y 3ª Nominación en lo Civil y Com. de Córdoba, RDPyC n° 2002-2, p. 611. (24) RIVERA, Julio César, "Instituciones de Derecho Concursal", t. I, p.552, 2ª ed. actualizada, Ed. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2003. (25) CNCom., sala B, 31/5/2004, "Roitman, Juana M. s/ped. de quiebra en: Microomnibus Norte S.A.", LA LEY, 2004/09/03, p. 7. (26) CNCom., sala B, "in re": "Microómnibus Norte S.A. s/ pedido de quiebra por Marengo María Silvina" fallo del mes de abril de 2004. En doctrina ALEGRIA, Héctor, "Nueva reforma a la Ley de Concursos y Quiebras, ley 25.589", LA LEY, 2002-D, 1055; TRUFFAT Daniel, "El nuevo acuerdo preventivo extrajudicial. Ley 25.589", p. 47 Ed. Ad-Hoc, Bs.As. 2002; DASSO, Ariel A., "El primer Apeado", ponencia presentada en el V Congreso Argentino de Derecho Concursal - III Congreso Iberoamericano de la Insolvencia; JUNYENT BAS, Francisco, "El acuerdo preventivo extrajudicial: ley 25.589", p. 232, RDPyC N° 2002-3 (Concursos -I), Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 2003. (27) RIVERA, Julio César, "Instituciones de Derecho Concursal", t. I, p.552, 2ª ed. actualizada, Ed. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2003. (28) CNCom., sala B, 16/6/2004, "Ramírez Dolan Serapio Teófilo c. Sideco Americana S.A. s/ ejecutivo". (29) CNCom., sala B, 31/5/2004, "Roitman, Juana M. s/ped. de quiebra en: Microomnibus Norte S.A.", LA LEY, 2004/09/03, p. 7. (30) HEREDIA Pablo D., "El acuerdo preventivo extrajudicial, según las reformas introducidas por la ley 25.589", JA, 2002-III- 1186 y sigtes. (31) HEQUERA, Elena Beatriz, "Acuerdo preventivo extrajudicial (¿El tercer y último round?)", RDCO N° 204, p. 967. En el mismo sentido se pronuncia ROUILLON quien sostiene que la remisión expresa a los inciso 2° y 3° lleva a concluir que no opera el fuero de atracción del inc. 1° del art. 21; o sea, los juicios de contenido patrimonial contra el deudor se suspenden pero no se atraen al juzgado ante el cual se pide la homologación del acuerdo preventivo extrajudicial (Régimen de Concursos y Quiebras, p.165, 12ª ed., Ed. Astrea, Bs.As., 2003). (32) JUNYENT BAS, Francisco y MOLINA SANDOVAL, Carlos, "Ley de Concursos y Quiebras", t. I, p. 407, LexisNexis, Desalma, Bs.As., 2003. (33) Pablo Heredia sostiene la posición contraria con apego riguroso a la regla genérica de suspensión, argumentando del siguiente modo: Los procesos de conocimiento en trámite a los que se refiere el art. 21, inc. 1, LCQ, también se encuentran alcanzados por la suspensión que juega a partir de la presentación del deudor requiriendo la homologación del acuerdo preventivo extrajudicial, siempre y cuando se trate de procesos que tuvieran por objeto la obtención de un beneficio patrimonial en favor del actor, es decir, que se trate juicios de contenido patrimonial. Tales procesos de conocimiento de contenido patrimonial que se ven suspendidos, no cuentan, empero, con la opción que confiere el inciso 1° del art. 21, LCQ, pues a tal inciso no remite la parte final del art. 72, LCQ. Dicho con otras palabras, la suspensión es definitiva hasta que se homologue el acuerdo preventivo extrajudicial o se rechace la petición respectiva, sin posibilidad alguna de que el actor pueda continuar con el trámite del proceso. Desde el punto de vista de la continuidad del trámite del proceso de conocimiento, puede verse con claridad que el acreedor-actor tiene una mejor condición en el marco de un concurso preventivo, que frente a la petición de homologación de un acuerdo preventivo extrajudicial, lo que llama a la reflexión sobre el acierto de la solución. (HEREDIA Pablo D., "El acuerdo preventivo extrajudicial, según las reformas introducidas por la ley 25.589", JA, 2002-III-1186 y sigtes). (34) Al respecto se ha expresado desde la doctrina la posición contraria; es el caso de RIVERA, para quien los juicios de conocimiento pueden continuar, es más, deben continuar, no sólo porque el acreedor podría ejercer la opción del mismo art. 21, sino también porque no habría otra alternativa para obtener el reconocimiento de su crédito, desde que en este procedimiento no hay período informativo. Eso sí, llegada la etapa de ejecución, ésta sí se suspende y el acreedor quedará sometido a las consecuencias del acuerdo preventivo (Instituciones de Derecho Concursal, t. I, p. 553, 2ª ed., Ed. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2003). (35) MOLINA SANDOVAL, Carlos, "Suspensión de las acciones en el acuerdo preventivo extrajudicial (ley 25.589)", ED ejemplar del 2/10/2002. (36) RUBIN Miguel E., "La nueva reforma al régimen concursal que trajo la ley 25.589", LA LEY, 2002-C, 1368. (37) HEREDIA Pablo D., "El acuerdo preventivo extrajudicial, según las reformas introducidas por la ley 25.589", JA, 2002-III- 1186 y sigtes. (38) MACIEL, Hugo Darío y VISMARA, Carlos A., "El nuevo concurso preventivo extrajudicial", ED ejemplar del 17/7/2002. JUNYENT BAS, Francisco y MACAGNO, Ariel A.G., "La igualdad de trato también rige en el acuerdo preventivo extrajudicial", ED, 206- 895. (39) Juzgado Nacional Comercial N° 7, Secretaría N° 13, 23-9-2003 "Lalor SA. s/ Acuerdo Preventivo Extrajudicial" (40) JUNYENT BAS, Francisco, "El acuerdo preventivo extrajudicial sólo suspende los actos de ejecucion forzada", t. 1, p. 341, en Derecho Concursal Argentino e Iberoamericano, Ed. Ad-Hoc, Bs.As., 2003. (41) Juzg. Nac. Com. N° 9, 26/2/2004, "Acindar Industria Argentina de Aceros SA s/ Acuerdo Preventivo Extrajudicial". (42) RIVERA, Julio César, "Instituciones de Derecho Concursal", t. I, p.552, 2ª ed. actualizada, Ed. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2003. ALEGRIA, Héctor, "Acuerdo preventivo extrajudicial (Caracterización, problemas y acuerdos privados)", p. 180, RDPyC N° 2002-3 (Concursos I), Ed. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe. (43) CNCom., sala B, 31/5/2004, "Roitman, Juana M. s/ped. de quiebra en: Microomnibus Norte S.A.", LA LEY, 2004/06/03, p. 7. (44) BARREIRO, Marcelo G., "Algunas cuestiones sobre el acuerdo preventivo extrajudicial (¿El infierno tan temido?)", JA, 2003-IV-1457. (45) DI TULLIO, José A. - MACAGNO, Ariel A. G. y CHIAVASSA, Eduardo N., "Concursos y Quiebras. Reforma de las leyes 25.563 y 25.589", p. 240, LexisNexis, Depalma, Bs.As., 2002. Por su parte Juan Carlos Ciminelli encuentra fundamento suficiente para tal conclusión en el propio texto del art. 72 ("Ley 25.589 de Reformas al Régimen de Concursos y Quiebras", p. 115, Ed. Ad-Hoc, Bs.As., 2002). (46) ALEGRIA, Héctor, "Acuerdo preventivo extrajudicial (Caracterización, problemas y acuerdos privados)", p. 180, RDPyC n° 2002-3 (Concursos -I), Rubinzal-Culzoni, Santa Fe. (47) Se desprende la intención de fortalecer al acuerdo preventivo extrajudicial, ya que como medio alternativo al concurso o a la quiebra, sino como un instituto de aplicación central en la normativa concursal; objetivo que no se alcanzaría si se permitiera la continuación de los pedidos de quiebra promovidos contra el deudor hasta alcanzar la homologación del acuerdo preventivo extrajudicial. (CNCom., sala B, 31/5/2004, "Roitman, Juana M. s/ped. de quiebra en: Microomnibus Norte S.A.", LA LEY, 2004/09/03, p. 7). (48) CNCom., sala B, 29/11/1999, "in re":, "Sánchez César, le pide la quiebra Colace José; ídem, CNCom., sala B, 8/- 11/2000, "in re": "Sarkis Kaarian e hijos, le pide la quiebra a Podesca SA (CNCom., Sala B, 31/5/2004, "Roitman, Juana M. s/ped. de quiebra en: Microomnibus Norte S.A.", LA LEY, 2004/09/03, p. 7). (49) CNCom., sala B, 19/4/2004, "Microómnibus Norte SA s/ pedido de quiebra por Sbarra, Juan José" (Sup. Esp. Acuerdo 2004/11/15, p. 135). (50) CNCom., sala A, 26/10/1995, "in re": "Oeste Visión S.A. s/concurso s/inc. de conversión a quiebra". (51) CNCom., sala B, 31/5/2004, "Roitman, Juana M. s/ped. de quiebra en: Microomnibus Norte S.A.", LA LEY, 2004/09/03, p. 7. 52 En el mismo sentido MOLINA SANDOVAL, Carlos A., "Acuerdo preventivo extrajudicial", ,p.375, Ed. Abaco de Rodolfo Depalma, Bs.As., 2003. (53) CNCom., Sala B, 31-5-2004, "Roitman, Juana M. s/ped. de quiebra en: Microomnibus Norte S.A.", LA LEY, 2004/09/03, p. 7. (54) CNCom., sala E, 5/7/2004, "Banco de Galicia y Buenos Aires SA c/ Servicios y Calidad SA s/ secuestro prendario" (55) RIVERA, Julio César, "Instituciones de Derecho Concursal", t. I, p. 558, 2ª ed. actualizada, Ed. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2003. MOLINA SANDOVAL, Carlos, "Suspensión de las acciones en el acuerdo preventivo extrajudicial (ley 25.589)", ED ejemplar del 2/10/2002. (56) HEREDIA Pablo D., "El acuerdo preventivo extrajudicial, según las reformas introducidas por la ley 25.589", JA, 2002-III- 1186 y sigtes.) (57) HEREDIA Pablo D., "El acuerdo preventivo extrajudicial, según las reformas introducidas por la ley 25.589", JA, 2002-III-1186 y sigtes.) (58) BARREIRO, Marcelo G., "Algunas cuestiones sobre el acuerdo preventivo extrajudicial (¿El infierno tan temido?)", JA, 2003-IV-1457 (59) CSJN, 20/12/84, "Textil Azul SA", citado por RIVERA-ROITMAN-VITOLO: "Ley de Concursos y Quiebras", t. II, p. 266. (60) CSJN, 12/11/81, ED, 97-777, citado por RIVERA-ROITMAN-VITOLO, "Ley de Concursos y Quiebras", t. II, p. 266. (61) CSJN, 7/3/2000, "Círculo Cerrado SA de ahorro para fines determinados c. Mar del Plata Sea Food SA y otro", LA LEY, 2001-B, 53, RDPyC 2001-1, 458. (62) ALEGRIA, Héctor, "Breve apostilla sobre la flexibilidad en la interpretación de la ley concursal", Suplemento de Concursos y Quiebras, 2004/09/07, p. 18.