C20-12400.ANE CASO CLINICO-PEÑA 12/3/08 09:16 (Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. 2008; 55:175-178) Página 175 CASO CLÍNICO Manejo perioperatorio de un aneurisma de seno de Valsalva roto J. J. Peña1, J. I. Marqués1, E. Mateo1, J. Llagunes1, F. Aguar2, J. de Andrés3 Servicio de Anestesiología, Reanimación y Tratamiento del Dolor. Consorcio Hospital General Universitario. Valencia Resumen Los aneurismas congénitos del seno de Valsalva son una afección muy rara en nuestro medio. La lesión fundamental consiste en un defecto entre la capa media aórtica y el anillo fibroso de la válvula aórtica, en un punto que se dilataría por acción de las presiones arteriales. En su evolución natural existe riesgo de complicarse con una endocarditis bacteriana, con bloqueos de conducción o con isquemia miocárdica. La ruptura del aneurisma a una cavidad, generalmente derecha, origina un cortocircuito izquierda-derecha y da lugar a una insuficiencia cardiaca de pronóstico fatal dejada a su evolución. Presentamos el caso de una paciente de 60 años, previamente asintomática que desarrolla un cuadro clínico diagnosticado como hipertiroidismo que coincide con la rotura de un aneurisma congénito del seno de Vasalva. Ponemos de manifiesto la conducta anestésica y la importancia de la ecocardiografía intraoperatoria durante todo el procedimiento de la resección del aneurisma. Palabras clave: Aneurisma congénito. Seno de Valsalva. Cirugía. Anestesia. Hipertiroidismo. Introducción Los aneurismas congénitos del seno de Valsalva (ACSV) aórtico son una afección rara en el mundo occidental (0,1% al 3,5% de todos los defectos congénitos del corazón)1 siendo más frecuentes en poblaciones de origen asiático donde pueden alcanzar hasta el 1,5% de las intervenciones de cirugía cardiaca con circulación extracorpórea (CEC). Cuando se dejan a su evolución natural existe un riesgo importante de que se compliquen con una endocarditis bacteriana o de Médico Referente. 2Jefe de Sección. 3Jefe de Servicio. 1 Corespondencia: Juan J. Peña Avd. Menéndez Pidal, 11 - pta. 10 46009 Valencia E-mail: juanjopborras@yahoo.es Aceptado para su publicación en febrero de 2008. 51 Perioperative management of a ruptured sinus of Valsalva aneurysm Summary Congenital sinus of Valsalva aneurysms are extremely rare in Spain. The lesion consists of a defect that allows the aortic media to separate from the annulus fibrosus of the aortic valve, causing it to dilate with arterial pressure. The natural course of the aneurysm involves the risk of complication due to bacterial endocarditis, with conduction blocks or myocardial ischemia. Rupture of the aneurysm, usually into a right chamber, causes a left-right shunt that leads to heart failure and death if untreated. We present the case of a previously asymptomatic 60-year-old woman who presented with a clinical picture that led to a diagnosis of hyperthyroidism, and in whom there occurred a coincident rupture of a congenital sinus of Valsalva aneurysm. We describe the anesthetic procedure and emphasize the importance of intraoperative echocardiography throughout the resection of the aneurysm. Key words: Congenital aneurysm. Sinus of Valsalva. Surgery. Anesthesia. Hyperthyroidism. que se rompan a una cavidad cardiaca evolucionando rápidamente a insuficiencia cardiaca muy grave. Existe escasa información sobre el tratamiento anestésico de los ACSV. Presentamos el caso de una mujer de 60 años, previamente asintomática, con un ACSV no coronario roto, que fistulizaba a aurícula derecha. Nuestro objetivo es describir los diferentes tipos de ACSV y su manejo intraoperatorio. Caso clínico Mujer de 60 años de edad, sin antecedentes de interés. La paciente refería ansiedad, cansancio y palpitaciones frecuentes, tras lo cual presentó un cuadro brusco de dolor precordial de características no coronarias y disnea a esfuerzos moderados, motivo por el que fue remitida a nuestro hospital, donde en las exploraciones iniciales se apreció bocio difuso, taquicardia sinusal con extrasístoles auriculares fre175 C20-12400.ANE CASO CLINICO-PEÑA 12/3/08 09:16 Página 176 Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 55, Núm. 3, 2008 cuentes y soplo cardiaco continuo de grado 4/6 audible en la base y que irradiaba al borde esternal derecho. La sospecha de hipertiroidismo quedó confirmada con la determinación de hormonas tiroideas, diagnosticándose como enfermedad de Graves. El resto de pruebas de laboratorio fue normal a excepción de unas cifras de glucosa en sangre elevadas. El electrocardiograma (ECG) demostraba la presencia de una taquicardia sinusal con eje normal y alteraciones inespecíficas del segmento ST. Se realizó ecocardiograma transtorácico (ETT) que reveló la presencia de un ventrículo izquierdo de diámetros en el límite superior de la normalidad con función global sistólica conservada, raíz aórtica de diámetro normal con sigmoideas de morfología y apertura normal y aneurisma del seno de Valsalva no coronario con ruptura y fístula aortocardiaca a aurícula derecha, el resto de la exploración ecocardiográfica fue normal. El cateterismo cardiaco demostraba la presencia de una fístula de seno no coronario a aurícula derecha con flujo izquierda-derecha. La paciente no presentaba hepatomegalia, ingurgitación yugular ni otros signos de insuficiencia cardiaca derecha. Con el fin de estabilizar a la paciente y prevenir la aparición de una crisis tirotóxica se inició tratamiento con carbimazol 10 mg/8 horas, solución de Lugol a 6 gotas/8 horas. Se administró propanolol a dosis iniciales de 20 mg cada 8 horas, que se incrementaron por la buena tolerancia de la paciente hasta 40 mg cada 8 horas. La cirugía se realizó a los 4 días de iniciado el tratamiento. La inducción anestésica se realizó con 20 mg de etomidato, 0,40 mg de fentanilo y la relajación muscular se instauró tras administrar 7 mg de vecuronio. El mantenimiento anestésico se realizó con remifentanilo, vecuronio y sevoflurano. La monitorización intraoperatoria incluyó ECG de 2 derivaciones (II y V5), pulxiosimetría y capnografía, tensión arterial invasiva tras canalizar la arteria radial izquierda y catéter en arteria pulmonar para control hemodinámico postoperatorio. Todas las líneas venosas fueron purgadas concienzudamente para evitar la presencia de aire en las mismas y eliminar el riesgo de aparición de una embolia aérea paradójica por una posible inversión del flujo de aurícula derecha a aorta a través de la fístula. La colocación del catéter de arteria pulmonar se realizó mediante la visualización de las presiones en cavidades cardiacas y se confirmó su correcta colocación con ecografía transesofágica (ETE). El perfil hemodinámico tras la inserción del catéter de arteria pulmonar (Tabla 1), mostraba una elevación de la presión venosa central (PVC), y presión de arteria pulmonar (PAP) típico de las cardiopatías que producen cortocircuitos izquierda-derecha, (los cortocircuitos intracardiacos provocan cifras erróneas en los valores del gasto cardiaco medido por termodilución, por lo cual no utilizamos el catéter para este fin hasta una vez reparada la lesión). La exploración con ETE permitió confirmar el diagnóstico preoperatorio: en la proyección medio-esofágica de la válvula aórtica en eje corto, se apreciaba una imagen de un aneurisma sacular de 10 mm que se originaba en el seno de Valsalva no coronario y que fistulizaba por rotura a la cavidad auricular derecha (Figura 1). Con Doppler-color se observaba un flujo sistólico y diastólico entre seno de Val176 TABLA 1 Valores hemodinámicos tras la colocación del catéter en arteria pulmonar y tras la reparación quirúrgica del ACSV tras salida de CEC Frecuencia cardiaca Tensión arterial Presión arteria pulmonar Presión venosa central Índice cardiaco Tras inducción anestésica Postreparación 72 latidos/min 134/34 mmHg 50/31 mmHg 20 mmHg – 85 latidos/min 100/50 mmHg 20/10 mmHg 7 mmHg 3 litros/min/m2 ACSV: aneurismas congénitos de seno de Vasalva. CEC: circulación extracorpórea. salva no coronario y aurícula derecha. Se evidenció plétora de Cava e hipertensión pulmonar por hiperaflujo de sangre a ventrículo derecho (VD). Los diámetros de la AD y VD se encontraban en el límite superior de la normalidad. El resto de la exploración con ETE no detectó otras anomalías cardiacas. La intervención quirúrgica se realizó con CEC. Se procedió a la resección del aneurisma y al cierre mediante puntos sueltos apoyados en parche de pericardio y resuspensión de comisura entre velo no coronario y coronario izquierdo. El tiempo de clampaje aórtico fue de 62 minutos y la duración de CEC 77 minutos. Tras salir de CEC, en situación hemodinámicamente estable (Tabla 1) y sin necesidad de apoyo inotrópico, se realizó una nueva exploración sistemática con ETE bidi- Fig. 1. ETE (Eje corto de la válvula aórtica) en un caso de aneurisma de seno de Valsalva no coronario (NC). La flecha señala la solución de continuidad en la pared del saco aneurismático protuyente en aurícula derecha (AD). 52 C20-12400.ANE CASO CLINICO-PEÑA 12/3/08 09:16 Página 177 J. J. PEÑA ET AL– Manejo perioperatorio de un aneurisma de seno de Valsalva roto mensional, y ETE Doppler-color en la que no se apreciaron lesiones residuales ni flujo sanguíneo anormal aortoauricular (Figura 2). La paciente fue extubada a las 5 horas de finalizada la intervención y permaneció 48 horas en la sala de reanimación. Discusión Las fístulas de senos de Valsalva a cavidades cardiacas son una patología poco frecuente, suelen producirse por la rotura de un ACSV aunque se han descrito casos en la enfermedad de Behçet, traumatismos, infecciones (sífilis, endocarditis), en enfermedades que afectan al tejido conjuntivo y casos de origen iatrogénico secundario a cirugía aórtica y tras valvuloplastia mitral percutánea3. Los ACSV son más frecuentes en pacientes varones y tienen su origen en el seno coronario derecho en el 65-85% de los casos y en el seno no coronario en el 10-30% de los casos, cuando se rompen fistulizan a AD o VD. Los ACSV localizados en el seno coronario izquierdo son más raros (1-5%)4 y pueden romperse a aurícula izquierda (AI), pericardio5 y AD, además, producen isquemia miocárdica de forma más frecuente al comprimir el tronco coronario izquierdo y sus ramas6. La lesión fundamental de los ACSV consiste en la separación o falta de fusión entre la capa media aórtica y el anillo fibroso de la válvula aórtica, en un punto que se dilataría por acción de las presiones arteriales7, este defecto de la media aórtica se asocia a otras cardiopatías congénitas como la comunicación interventricular (CIV) (40-60%), la insuficiencia aórtica (15-40%)8,9 bien asociada a una CIV, o bien, asociada a una válvula bicúspide. Menos frecuente es la presencia de una estenosis pulmonar subinfundibular y coar- Fig. 2. ETE tras reparación quirúrgica. Ausencia de chorro de regurgitación aorto-auricular en estudio doppler-color. AI: aurícula izquierda, AD: aurícula derecha, NC: seno no coronario, CD: seno coronario derecho, CI: seno coronario izquierdo. 53 tación aórtica (2-6%). La CIV, la insuficiencia aórtica y la válvula bicúspide son más frecuentes en aquellos ACSV que rompen a VD10. La evolución natural es a la dilatación aneurismática progresiva del área debilitada y posterior ruptura que suele acontecer después de la pubertad y antes de los cuarenta años, con un rango entre los 13 y los 65 años11. Los aneurismas que no se han roto no suelen dar clínica, a menos que la presión del aneurisma sobre el sistema de conducción provoque un bloqueo aurículoventricular (BAV) de diferente grado, isquemia coronaria por compresión de arterias coronarias, estenosis o insuficiencias valvulares aórtica o tricúspide o estenosis del tracto de salida del ventrículo derecho o más raramente complicaciones trombóembolicas12. La ruptura de un ACSV a una cavidad, generalmente derecha, origina un cortocircuito izquierda-derecha. La ruptura produce síntomas severos en un 35% de los pacientes, en un 45% se asocia a un comienzo gradual de la disnea y en un 20% de los casos no aparecen síntomas si la ruptura es pequeña5. Los ACSV se rompen de forma espontánea, pero en casi un 30% de los casos existe un factor desencadenante. La clínica típica es la aparición de dolor torácico con o sin características anginosas, disnea y un soplo sistólico-diastólico intenso e insuficiencia cardiaca de pronóstico fatal dejada a su evolución. La endocarditis bacteriana puede ser otra forma de presentación. Cuando un ACSV se rompe, se debe realizar un tratamiento quirúrgico sin demora, ya que sin éste, la expectativa de vida varía de unos pocos días a 1 ó 2 años5. Los resultados de la reparación quirúrgica a largo plazo suelen ser buenos con supervivencias de hasta el 95% a los 20 años13. La indicación quirúrgica en casos de ACSV no rotos, resulta menos clara, sin embargo, la cirugía precoz disminuye el riesgo de endocarditis, fenómenos embólicos, o un crecimiento lesional que puede necesitar de una reparación más agresiva6. Una alternativa a la cirugía sería el tratamiento por cateterismo intervencionista, aunque los resultados a largo plazo no se conocen14. El diagnóstico de esta patología se basa en la sospecha clínica y en la confirmación con ecocardiografía y cateterismo cardiaco, aunque también se han utilizado otras técnicas de imagen como la tomografía angiográfica computerizada y la resonancia magnética. En el caso clínico que presentamos la ETT con Doppler color permitió el diagnóstico que luego fue confirmado por cateterismo cardiaco. Sin embargo, actualmente se considera la ETE como el método diagnóstico más útil en la valoración de la etiopatogenia y anatomía de las fístulas, facilitando un abordaje quirúrgico óptimo3. El hipertiroidismo provoca un estado circulatorio hiperdinámico que puede agravar cualquier enferme177 C20-12400.ANE CASO CLINICO-PEÑA 12/3/08 09:16 Página 178 Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 55, Núm. 3, 2008 dad cardiaca preexistente, además de producir manifestaciones cardiovasculares como taquicardia sinusal, fibrilación auricular, BAV, angina, soplo sistólico, insuficiencia cardiaca congestiva e hipertensión pulmonar; muchas de estas manifestaciones desaparecen cuando se alcanza el eutiroidismo tras tratamiento15. Estas manifestaciones clínicas pueden ser similares a las producidas por una rotura de un ACSV. Suponemos que en este caso la enfermedad de Graves actuó como desencadenante en la ruptura de un ACSV Existe unanimidad en que cuando un ACSV se rompe el paciente debe ser operado cuanto antes, pero una intervención quirúrgica en situación de hipertiroidismo mal controlado, puede desencadenar una crisis tirotóxica. Debe considerarse que los fármacos antitiroideos tardan entre 6-8 semanas en hacer efecto. Los betabloqueantes, particularmente el propanolol, se utilizan para disminuir los efectos de la tirotoxicosis en la fase aguda16 y podrían haber agravado la situación cardiológica de la paciente al tener un efecto inotrópico negativo. Aunque las manifestaciones cardiacas tras la rotura de un ACSV son muy variables, el manejo anestésico de estos pacientes se debe basar en una técnica anestésica que implique la mínima depresión miocárdica, así mismo, es necesario extremar las precauciones para evitar la aparición de una embolia paradójica y la colocación de catéteres intracardiacos debe hacerse con especial cuidado para prevenir su paso a través de la fístula. Comunicamos este caso por la importancia del diagnóstico diferencial preoperatorio, el tratamiento preoperatorio de los factores desencadenantes, en este caso el hipertiroidismo, y en el manejo anestésico con ETE que permite ratificar el diagnóstico, descartar la presencia de lesiones asociadas y confirmar la adecuada reparación quirúrgica. 178 BIBLIOGRAFÍA 1. Takach TJ, Reul GJ, Duncan JM, Cooley DA, Livesay JJ, Ott DA, et al. Sinus of Valsalva aneurysm or fistula: management and outcome. Ann Thorac Surg. 1999;68(5):1573-7. 2. Chu C, Hung CR, How SS, Chang H, Wang SS, Tsai CH, et al. Ruptured aneurysms of the sinus of Valsalva in Oriental patients. J Thorac Cardiovasc Surg. 1990;99(2):288-98. 3. Garrido A, Oliver J, González A, Mesa J, Benito F, Sobrino J. Ecocardiografía transesofágica multiplana en la valoración preoperatoria de fístulas de senos de Vasalva en cavidades derechas. Rev Esp Cardiol. 2002;55(1):29-36. 4. Feldman DN, Gade CL, Roman MJ. Ruptured aneurysm of the right sinus of valsalva associated with a ventricular septal defect and an anomalous coronary artery. Tex Heart Inst J. 2005;32(4):555-9. 5. Amar D, Komer CA. Anesthetic implications of a ruptured aneurysm of the sinus of Valsalva. J Cardiothorac Vasc Anesth. 1993;7(6):730-3. 6. Vallejo J, Sorribas F, Ballester F, Vázquez M, Gutiérrez A, López C, et al. Aneurisma del seno de valsalva izquierdo. Consideraciones clínicas y quirúrgicas. Cir Cardiov. 2004;11(2):239-42. 7. Boutefeu JM, Moret PR, Hahn C, Hauf E. Aneurysms of the sinus of Valsalva. Report of seven cases and review of the literature. Am J Med. 1978;65(1):18-24. 8. Chu SH, Hung CR, How SS, Chang H, Wang SS, Tsai CH, et al. Ruptured aneurysms of the sinus of Valsalva in Oriental patients. J Thorac Cardiovasc Surg. 1990;99(2):288-98. 9. Mayer ED, Ruffmann K, Saggau W, Butzmann B, Bernhardt-Mayer K, Schatton N, et al. Ruptured aneurysms of the sinus of Valsalva. Ann Thorac Surg. 1986;42(1):81-5. 10. Yilmaz AT, Demirkilic U, Ozal E, Tatar H, Ozturk OY. Aneurysms of the sinus of Valsalva. J Cardiovasc Surg (Torino). 1997;38(2):119-24. 11. Au WK, Chiu SW, Mok CK, Lee WT, Cheung D, He GW. Repair of ruptured sinus of valsalva aneurysm: determinants of long-term survival. Ann Thorac Surg. 1998;66(5):1604-10. 12. Shahrabani RM, Jairaj PS. Unruptured aneurysm of the sinus of Valsalva: a potential source of cerebrovascular embolism. Br Heart J. 1993;69(3):266-7. 13. van Son JA, Danielson GK, Schaff HV, Orszulak TA, Edwards WD, Seward JB. Long-term outcome of surgical repair of ruptured sinus of Valsalva aneurysm. Circulation. 1994;90(5 Pt 2):II20-9. 14. Abidin N, Clarke B, Khattar RS. Percutaneous closure of ruptured sinus of Valsalva aneurysm using an Amplatzer occluder device. Heart. 2005;91(2):244. 15. Merce J, Ferras S, Oltra C, Sanz E, Vendrell J, Simon I, et al. Cardiovascular abnormalities in hyperthyroidism: a prospective Doppler echocardiographic study. Am J Med. 2005;118(2):126-31. 16. Farling PA. Thyroid disease. Br J Anaesth. 2000;85(1):15-28. 54