TRATAMIENTO CON UN ANTAGONISTA OPIÓIDE Y PSICOTERAPIA EN PACIENTES ALCOHOLICOS Irma Teresa Gutiérrez Larios, Jorge Juárez González, Felipe Peraza Garay RESUMEN Introducción: Hay evidencia de que la naltrexona (antagonista opióide) combinada con apoyo psicoterapéutico incrementa la eficacia del tratamiento en alcohólicos. Sin embargo, uno de los problemas es el índice de recaídas después del tratamiento y los síntomas colaterales. Objetivo: comparar la eficacia de los tratamientos intermitente y continuo con naltrexona combinados con la psicoterapia cognoscitiva-conductual. Método: Participaron 54 sujetos del sexo masculino, entre 20 y 60 años de edad dependientes del alcohol. Fueron distribuidos de manera aleatoria en dos grupos de 27 sujetos cada uno, uno de ellos fue tratado con 50 mg/día durante 12 semanas (Tcontinuo) y un segundo grupo con naltrexona (50 mg/día) en forma alternada durante dos semanas por una sin tratamiento en 12 semanas (T-intermitente). Ambos grupos tuvieron una sesión psicoterapéutica una vez por semana de 90 minutos. Se midieron los valores de la enzima hepática Gamma Glutamil Transferasa (GGT) antes y después del tratamiento, como un indicador de ingesta crónica de alcohol, el índice de abstinencia, recaída, síntomas colaterales y el deseo de beber (craving). Resultados: Las tasas plasmáticas de la enzima (GGT) se decrementaron significativamente después del tratamiento en ambos grupos, encontrándose también diferencia significativa entre ambos. Se observó disminución en el impulso imperioso por beber y aumento en la abstinencia en los dos grupos. Después del tratamiento, el consumo de alcohol tendió a incrementarse, sin embargo, el tiempo de recaída del paciente fue menor en 4 días en el grupo de T-intermitente que en del T-contínuo. Los síntomas colaterales en los que se encontraron diferencias significativas comparando la semana 1 con la 12 en ambos grupos fueron sudoración, insomnio, disminución del apetito y ansiedad; y en el T-intermitente también en depresión, falta de concentración y dolor de cabeza. Conclusión: En general, el grupo con T-intermitente mostró menor grado de sintomatología colateral. Ambos grupos producen decremento en la conducta de beber, el T-intermitente parece ser una estrategia terapéutica con mayor eficacia.