El Romanticismo inglés : John Keats En esta ficha vamos a conocer a un poeta esencial para comprender el Romanticismo: John Keats. Si bien es cierto que no gozó de excesivo prestigio en su corta vida, su obra es reconocida, hoy en día, como una de las mejores y más influyentes en lengua inglesa. Keats fue un poeta intenso, tremendamente imaginativo, que aportó al movimiento romántico una nueva forma de comprender la vida interior, íntimamente ligada con la naturaleza, con la mitología y con las experiencias oníricas. No conforme con la corriente byroniana, veía en la poesía la única forma de comunicar lo verdadero que reside en el espíritu humano: las emociones y los sentimientos. La brevedad de su vida no hizo más que acrecentar su mito. Veamos ahora lo más relevante de su existencia y después comentaremos algunos aspectos esenciales de su breve pero fundamental obra. I. Vida de John Keats (1795–1821) John Keats nació en Londres el 31 de octubre de 1795. Era hijo del propietario de una caballeriza que murió debido a una caída de caballo cuando John contaba con tan solo siete años. Ante las dificultades económicas que se le avecinaba a la familia Keats, la madre de John decidió casarse de nuevo, aunque el fracaso de ese matrimonio hizo que pronto se separara de su nuevo marido y se marchara a vivir con sus cuatro hijos a casa de la abuela materna del poeta. En 1810 su madre murió de tuberculosis ―la enfermedad que él también padeció años después―, quedando a partir de ese momento bajo la tutela de su abuela. A pesar de todas esas dificultades, John asistió a buenos colegios y recibió una educación privilegiada. Sus biógrafos aseguran que a la edad de quince años ya traducía a los clásicos del latín y el griego, y que de aquella época datan sus primeros e inéditos poemas. Instigado por los tutores que su abuela había nombrado para que se encargaran de la educación de los Keats, en aquella época realizó estudios de medicina, en concreto fue aprendiz de cirujano, que fue abandonando poco a poco para dedicarse por entero a la Literatura. Tras varios años de estudios logró graduarse en Farmacia, oficio que apenas desempeñó. En esos mismos años conoció al poeta y editor Leigh Hunt, con quien entabló una estrecha relación de amistad y que le dio a conocer a los autores románticos más conocidos de su época, entre ellos Percy Shelley ―el marido de Mary Shelley―y el propio Lord Byron. De 1816 datan los primeros poemas importantes de Keats, entre los que destacan A imitación de Spenser; O, soledad, si pudiera morar contigo y Al examinar por primera vez la traducción de Homero por Chapman. En 1817 publicó su primer poemario completo, Poemas, que no tuvo una buena acogida de público y crítica, y que sumió al autor, ya de por sí inseguro de la calidad de su obra, en un profundo estado de tristeza. En 1818 Keats publicó su segundo libro, Endimión, un extenso poema épico en el que, adaptando el mito griego de Endimión y la diosa Luna, describe la búsqueda de un mundo ideal en el mundo real a partir de las experiencias oníricas. Al igual que la obra anterior, Endimión no recibió buenas críticas por su extensión y complejidad, e incluso algún crítico le aconsejó a Keats que abandonara la poesía. Todas estas críticas venían motivadas por el hecho de que Keats era el protegido del editor Leigh Hunt, quien tenía muchos enemigos contrarios al movimiento romántico. Sin embargo, la mala acogida de sus libros hizo que Keats se sintiera cada vez más inseguro, lo que seguramente condicionó su estado de ánimo y la forma en que afrontó su trabajo posterior. Dos años después, en 1820, Keats enfermó de tuberculosis, enfermedad que ya había acabado con la vida de su madre y con la de uno de sus hermanos. De aquella época data su relación con Fanny Brawne, con quien se comprometió en 1819. Precisamente de este último período de la vida de Keats proceden sus mejores obras, entre las que destaca el libro de poemas Lamia, Isabella, la víspera de Santa Inés y otros poemas (1820), considerada por muchos su mejor creación poética. En 1820, siguiendo consejos de su médico, y ante el agravamiento de su estado de salud, se trasladó a Roma, donde falleció, a la edad de 25 años, el 23 de febrero de 1821. Fue precisamente después de su muerte, y tras la publicación de algunos de sus mejores poemas ―entre los que destacan Vísperas de San Marcos (1848) y La Belle Dame sans merci (1888)―, cuando Keats comenzó a adquirir popularidad y prestigio. Aparte de su poesía, su extenso epistolario es considerado por muchos críticos como de los mejores escritos en lengua inglesa. A pesar de su corta vida, que no hizo más que agrandar su grandeza en el entorno de los autores románticos, la obra de Keats es de una importancia capital para comprender muchas de las inquietudes que movían a los poetas de su generación. En el siguiente apartado vamos a analizar algunos de sus poemas más emblemáticos. II. Poética de John Keats A rasgos generales, la obra poética de Keats se caracteriza por una gran precisión idiomática y unas poderosas imágenes que evocan el lado sentimental del autor. En muchas ocasiones, como en el poema titulado Lamia (1819), la temática es mitológica. En él Keats relata una historia en la que el dios Hermes oye hablar de una ninfa cuya belleza es, en apariencia, inigualable. Por esa razón el dios griego va en su búsqueda, pero se topa una Lamia ―un ser mitológico griego de gran seducción y belleza, el equivalente terrestre de las sirenas― que tiene forma de serpiente. Ésta confiesa a Hermes que conoce la identidad de la ninfa que él anda buscando, y que se la revelará si él le devuelve su forma humana, a lo que Hermes accede. Una vez cumplido el trato, Hermes da con la ninfa de inigualable belleza y se marcha con ella, mientras que la Lamia va en busca de Licio, un joven del que ella está enamorada. Sin embargo, en el banquete de bodas de estos dos últimos personajes, un sabio llamado Apolonio de Tiana revela a todos la verdadera identidad de la Lamia, momento en el que ella vuelve a adquirir su forma de serpiente y su joven amado muere de dolor y de tristeza. En otros poemas, como en Oda a una urna griega (1819), al autor le basta la contemplación de una urna en un museo para dar inicio a una conversación en la que el poeta trata de averiguar los misterios que la urna encierra. Para su sorpresa, la urna le responde con las siguientes palabras al final del poema: ¡Oh pieza ática! ¡Qué bellamente dispones sobre el mármol excelentes varones y labradas doncellas junto a hierbas y ramas! Tú excedes, callada forma, al pensamiento como la eternidad. ¡Oh fría Égloga! Cuando la edad consuma esta generación continuarás en medio de otro dolor que el nuestro como amiga del hombre al que dices: «la belleza es verdad, la verdad es belleza; esto es cuanto sabes y saber necesitas». Un motivo de similar poca importancia, como el encuentro con un ruiseñor, le sirve a Keats para hablarnos de la oposición existente entre los ideales y la fugacidad del mundo natural y físico. Movido por las alas de la poesía, el autor recorre con su canto las principales preocupaciones de un hombre sumido en intensas tribulaciones existenciales. Así son los últimos versos, en los que muestra que todo es efímero, salvo los sentimientos: Pero tú no naciste para la muerte, ¡oh, pájaro inmortal! No habrá gentes hambrientas que te humillen; la voz que oigo esta noche pasajera, fue oída por el emperador, antaño, y por el rústico; tal vez el mismo canto llegó al corazón triste de Ruth, cuando, sintiendo nostalgia de su tierra, por las extrañas mieses se detuvo, llorando; el mismo que hechizara a menudo los mágicos ventanales, abiertos sobre espumas de mares azarosos, en tierras de hadas y de olvido. Como puedes apreciar, nos encontramos ante una poética en la que aparecen los temas más significativos del Romanticismo: la sensualidad, la naturaleza trágica de la existencia humana, la fugacidad de las cosas físicas frente a la inmortalidad de los ideales… Todo ello hace de John Keats un exponente fundamental para comprender cuáles eran las preocupaciones y anhelos de los jóvenes autores del siglo XIX, así como las razones que les llevaban a realizar profundos viajes existenciales hacia el interior de sí mismos. Si te ha interesado esta ficha y quieres saber más sobre la vida y la obra de John Keats, te recomiendo que leas un libro del escritor argentino Julio Cortázar titulado Imagen de John Keats (1996), obra póstuma escrita entre 1951 y 1952 en la que aborda, a modo de diálogo, los aspectos fundamentales de esta figura de la poesía inglesa. No se trata de un libro académico ni de una biografía al uso. Es más bien un paseo estético a través de sus cartas y poemas. ¡No te lo pierdas! Test 1. ¿En qué año nació John Keats?: a) 1800. b) 1795. c) 1788. d) 1780. 2. ¿En qué país nació John Keats?: a) Inglaterra. b) Suiza. c) Holanda. d) Italia. 3. ¿Cómo murió el padre de John Keats? a) Un accidente de coche. b) De muerte natural. c) En una reyerta callejera. d) En un accidente de caballo. 4. ¿De qué enfermedad murieron la madre y el hermano de John Keats? a) Varicela. b) Tuberculosis. c) Gripe. d) Peste negra. 5. ¿Qué estudios realizó John Keats? a) Farmacia. b) Ingeniería. c) Filosofía. d) Artesanía. 6. ¿Cómo se llamaba el editor y amigo de Jonh Keats que le ayudó a publicar sus primeros poemas? a) Julio Cortázar. b) Lord Byron. c) Percy Shelley. d) Leigh Hunt. 7. ¿Cómo fueron recibidas por la crítica las primeras obras de John Keats? a) Fueron muy bien recibidas. b) De forma indiferente. c) Fueron recibidas con indiferencia. d) Fueron mal recibidas. 8. ¿Cómo se titula el libro de poesía más influyente de John Keats? a) A imitación de Spenser. b) O, soledad, si pudiera morar contigo. c) Lamia, Isabella, la víspera de Santa Inés y otros poemas. d) Mensaje en una botella. 9. ¿En qué año murió Jonh Keats? a) 1820 b) 1821. c) 1830. d) 1810. 10. ¿En qué ciudad murió John Keats? a) Roma. b) San Remo. c) París. d) Londres. Respuestas: 1 b / 2 a / 3 d / 4 b / 5 a / 6 d / 7 d / 8 c / 9 b / 10 a