Capítulo XVI La reencarnación La reencarnación así sea un modo más bien superficial también parece ser autonomasia del hinduismo pero ya está en segundo plano en Ramakrishna, que se sigue debilitando en Ramana Maharshi (24/2/36): - ¿Hay reencarnación? - Sólo puede haber reencarnación si Ud. está encarnado ahora. Aún Ud. no ha nacido. Antes había dicho (5/2/35): No hay nacimiento, no hay una dificultad o infelicidad actual, etc. Todo es ello; todo es Bienaventuranza; de hecho estamos libres del renacimiento ¿Por qué preocuparse de la miseria del renacimiento? Sobre intentos de conocer vidas pasadas (1/10/36), dice tajantemente: Hay una clase de gente que quiere saberlo todo sobre su futuro o sus pasados. Ignoran el presente. La carga del pasado forma la miseria del presente. Los intentos de recordar el pasado constituyen nada mas que una pérdida de tiempo. En efecto, si el jiva, el ego, no tiene él mismo realidad pues es una especie de profesional sin licencia para ejercer las funciones anímicas, aunque de hecho las ejerza ¿cómo puede aceptarse sin 157 más la reencarnación? En Ramana Maharshi, podemos decir, la creencia en la reencarnación no es siquiera falsa, cosa semejante ocurre en Krishnamurti donde resulta sin embargo todavía menos valedera. Ya en segundo lugar en Ramakrishna, secundaria como vemos en Ramana Maharshi, es sujeta a fuertes críticas por Krishnamurti: ante todo es una de esas ideas que separan a los hombres; no importa que aparezcan inmediatamente como religiosas, son tan divisorias como el nacionalismo, tan perniciosas como él, aparte de que la reencarnación sólo tiene sentido en su imbricación con la evolución y el tiempo, aspectos de esa teosofía que Krishnamurti abandonó entre otras cosas porque “la verdad es más importante que la amistad de Platón”. A los auditorios a los que se dirige durante más de 60 años Krishnamurti les dice que la reencarnación es una idea, una creencia; poco o nada tiene que ver con el conocimiento de sí mismo, tal como Krishnamurti lo entiende. Krishnamurti no toca naturalmente la cuestión salvo las veces en que se la suscita: la reencarnación es uno de esos supuestos mapas teosóficos del océano de la realidad del que Krishnamurti nos ha dicho que no los tiene (toda cartografía espiritual es falsa para él). Se pregunta a Krishnamurti por la reencarnación en Madrás (30/11/47) y dice que se va a limitar a considerar ese enorme problema desde el punto de vista del conocimiento de sí mismo. ¿Hay una esencia espiritual en el hombre?.. Todo lo que es espiritual es por esencia sin tiempo, intemporal, es eterno, lo eterno está más allá del nacimiento y de la muerte...si no tiene tiempo significa que no hay continuidad. Uds. dicen que hay una esencia espiritual que es el yo y que continua y a la vez Uds. dicen que es intemporal... lo que es espiritual es sin tiempo y por tanto está más allá de la continuidad. ¿Qué es lo que continúa en nosotros? Nuestras memorias, nuestros hábitos. Evocando al Nietzsche que escribía: Sólo donde hay muertes hay resurrecciones. 158 Krishnamurti nos dice: Porque estamos temerosos nos aferramos a nuestras memorias y un hombre que está viviendo como una continuidad es un hombre muerto y me temo que eso sea lo que estamos haciendo. Considera ahí mismo la reencarnación como problema de causa y efecto: No hay nunca un momento que sea sólo causa o efecto... cuando consideramos la causa aparte del efecto hay un intervalo ilusorio... el momento en que Ud. se da cuenta de lo que es, que es la causa, el efecto está también ahí. Por eso hay transformación. Eso significa que si Ud. comprende lo que es hay una inmediata transformación. Por lo tanto hay un cambio intemporal, no un cambio en el tiempo. Hemos sido adiestrados para creer y esperamos un cambio en el tiempo, llegar a ser algo mañana. Añade que al enfrentar la reencarnación podemos considerarla desde el punto de vista del que cree en ella y del que no cree. Ambos están atrapados en sus creencias, en su estupidez —dice Krishnamurti— y son por eso incapaces de hallar lo que es real. Viaje y penurias de un jiva, en el fondo irreal, por tanto también el fondo irreal la reencarnación, ella misma en Ramana Maharshi como la evolución, que tiene que ser de un estado a otro; cuando no se admiten diferencias, ¿cómo puede haberla?; en cambio en Krishnamurti apreciamos sobre todo la denuncia de sus inconvenientes, de su sinominia con aplazamiento, de un dilatado aplazamiento, así como de nube de tradición sobre el presente que impide captarlo y vivirlo. Esa reencarnación que es además empleada a menudo —írrita e irritantemente— como explicación de la desigualdad social, constituye para Krishnamurti la más insólita forma de mirar la vida... la más brutal y endurecida manera de explicarla (Madrás 7/12/1947). Racionalización de la insensibilidad ahí donde la solución es amor, afecto, bondad y misericordia. 159