Visión integral de la crisis. ALOP y Equipo Pueblo. Con el colapso financiero y bancario se está evidenciando la caída de un modelo capitalista. El consumismo, el individualismo y el desperdicio están en el centro de este modelo, los rasgos extremos de codicia y deshonestidad manifiestos en el manejo del sistema financiero y bancario norteamericano no son accidentales, son un comportamiento estructural que se deriva de su concepto depredatorio de acumulación de riqueza y de poder. Es por ello necesario modificar la política, los conceptos y las prácticas, explorar nuevos instrumentos de expansión económica y de control del sistema global, democráticos, incluyentes y socialmente eficientes que den respuesta tanto a la vasta problemática de desigualdad, pobreza, discriminación, exclusión, y falta de crecimiento como a la dimensión ambiental que con la crisis se verán agudizados irremediablemente en todo el orbe, amenazando a la propia civilización. Es indispensable por tanto sostener que la crisis, considerada ya de gravedad extrema y que afecta a la totalidad de los países, tiene consecuencias que van más allá de los planos financiero-económico, con importantes consecuencias negativas en todos los otros niveles de funcionamiento de la sociedad, con una gravedad mayor para los sectores más desprotegidos cuya situación era ya precaria aún antes de la crisis y como consecuencia de un modelo que los ignoró; sin olvidar el impacto sobre las clases medias afectadas tradicionalmente en periodos de reajuste económico y medidas de contención. Asimismo, existe un convencimiento generalizado de que el mundo en su conjunto deberá ser sustancialmente diferente y mejor en el período post crisis, lo que da la oportunidad de realizar los cambios para un ordenamiento adecuado en el funcionamiento de cara al futuro sustentado en una visión integral y de largo plazo, que asegure progreso y bienestar. El funcionamiento de cualquier sociedad en cumplimientos de los objetivos que conforman un desarrollo integral deben superar la sola búsqueda del crecimiento económico, con un énfasis muy particular en garantizar el fortalecimiento de la cohesión social y por tanto un alto nivel de protección social, que incluya temas fundamentales para todas y todos los miembros de una sociedad y el respeto a los derechos humanos en campos del empleo decente, la seguridad social, el acceso a la educación, la salud y la vivienda en pleno respeto a los derechos, económicos, sociales, culturales y medioambientales; es decir comunidades que se dispongan a lograr una reducción sensible de la desigualdad y de la exclusión. Del mismo modo, a nivel global se hace necesario garantizar cuestiones como el medio ambiente, la seguridad y soberanía energética y alimentaria de manera sustentable; y cerrar la brecha digital y el acceso para todas y todos a un conjunto de oportunidades que den cuenta de un desarrollo humano integral. En este sentido hemos recibido propuestas generadas en distintos espacios que incorporan elementos de importancia a este debate, y que dan constancia del interés y preocupación, de la sociedad civil en ampliar el diálogo y el enfoque en torno a este tema. Ejemplo de esto son los Aportes de Social Watch a la Comisión Stiglitz sobre Reformas al Sistema Financiero y Económico, la presentación de la comisión de expertos del presidente de la Asamblea General de ONU sobre Reformas del Sistema Monetario y Financiero Internacional, así como la Declaración de Washington, ambos de la agrupación Global Unions. El éxito de un proceso de este tipo está en crear condiciones estructurales para la más amplia participación de la sociedad en su conjunto a través de sus distintas expresiones, en una labor que permita a la sociedad civil influir activamente en el diseño, implementación, seguimiento y control de las políticas y medidas que permitan consolidar un estado que garantice el ejercicio pleno de derechos humanos de las personas. Dentro de los múltiples aspectos negativos de una crisis como la presente hay que destacar el hecho positivo de que puede llevarnos a: • Adoptar decisiones que difícilmente se darían en tiempos más optimistas, y que permitirían cambios profundos y necesarios. • Pensar los problemas no sólo para el corto plazo y en forma aislada, sino que principalmente permite analizar todo sobre la base de un esquema integral y de largo plazo. • Realizar los indispensables cambios en la arquitectura institucional de los Estados para avanzar en sociedades democráticas, justas, equitativas y cohesionadas. Temas básicos a dialogar En relación a nuestra posición sobre la postura del G20 pensamos en un conjunto de temas. Algunos considerados ya en las propuestas, aunque habrá grandes diferencias en su implementación; y otros no explícitamente considerados pero cuya inclusión es fundamental para la toma de decisiones que afecten considerablemente nuestro futuro. Entre los puntos ya abordados en las reuniones del G20 cabe mencionar: • Reforma de las Instituciones Financieras Internacionales con particular interés en el establecimiento de mecanismos efectivos de control, e incrementar la ayuda y mejorar las condiciones de apoyo para países en desarrollo emergentes y eliminar los condicionamientos que no tengan que ver con el desarrollo y el progreso de los países. • Reglamentación y control sobre un número de instrumentos financieros. • Necesidad de la reforma de la arquitectura financiera internacional. • Definir acciones coordinadas para alentar la producción y proteger el empleo, el ingreso y el consumo básico de las familias. • Posibles esquemas de coordinación y cooperación regional, en particular en América Latina y América del Norte. • Asegurar flujos suficientes de capital para lograr el crecimiento de la economía mundial y el estímulo particular a las economías más débiles. • La necesidad de una coordinación internacional en todas y cada una de las medidas a implementarse. En el tratamiento de estos temas debería enfatizarse la necesidad de un nuevo multilateralismo, y como ponerlo en práctica, esperándose diferencias en su implementación especialmente en temas como: Organismos • Creación y facultades de organismos internacionales de reglamentación y control sobre las instituciones financieras. • La posibilidad del fortalecimiento de organismos existentes o la creación de nuevos organismos, mecanismos y medidas eficaces para garantizar cuestiones tales como medio ambiente, el agua, la seguridad alimentaria y energética, el comercio de armas, las migraciones, legislación laboral, y el funcionamiento más equilibrado y armónico de la economía internacional haciendo énfasis en su funcionamiento transparente. Ética y Transparencia • Que la transparencia y ética sean normas respetadas en el diseño de los nuevos instrumentos bancarios, financieros y comerciales y en el proceso de expansión global. Mecanismo internacional de seguimiento de los acuerdos a adoptarse • Situación actual y cambios necesarios en los organismos internacionales ya existentes. Coordinación • Coordinación monetaria y fiscal. Cuestiones de la mayor importancia Entre los temas no explícitamente considerados, creemos que es de fundamental importancia el que se incluyan en las reuniones del G20 cuestiones que a nuestro juicio, son fundamentales: • El mundo ya no será igual y tenemos la obligación de que en un nuevo esquema de funcionamiento se den las condiciones para la superación de los problemas y desigualdades actuales, lo que crea la necesidad de pensar que además de la salida de la crisis actual, que es lo más urgente, hay que crear las condiciones para un desarrollo sostenido post crisis. • Asegurar una visión prioritaria e integral de los aspectos sociales de la crisis en base a los derechos humanos, incluyendo los civiles y políticos; económicos, sociales, culturales y ambientales; y los temas laborales y de protección social, la situación de los pobres y grupos sujetos a discriminación (indígenas, mujeres, migrantes, jóvenes e infantes); y la ayuda a los países, la vulnerabilidad de sus clases medias, y sectores más necesitados. • Las medidas tomadas para solventar los efectos de la crisis deberán de integrar nuevos elementos que han sido concomitantes de la globalización en las últimas décadas como son los fenómenos migratorios y su relación con la trata y comercio de personas; los cambios demográficos y su efecto en el empleo, envejecimiento de la población, ingreso, ocupación de jóvenes, derechos de los consumidores, precios; así como el actual protagonismo del crimen organizado y su impacto sobre las sociedades, asumiendo que la interpretación de los derechos reconocidos a nivel mundial deben de buscar una nueva perspectiva a partir de las condiciones de intensos cambios y contradicciones actuales. • Que se mantengan los compromisos para el cumplimiento de las metas y los Objetivos de desarrollo del Milenio. • Retomar la reforma de la ONU y convertirlo en un instrumento eficaz para la nueva gobernanza. • Acceso libre a la información y el conocimiento. Los derechos de la propiedad intelectual deben estimular la innovación y la creatividad, reafirmar el acceso libre a la información, a la ciencia y a la tecnología como beneficios claves de un futuro humano justo y sostenible. • De vital importancia será el generar mecanismos e instrumentos que garanticen una relación de congruencia entre los compromisos asumidos a nivel internacional con lo nacional, reconociendo las responsabilidades que se tienen a nivel local de manera que repercutan en beneficio de la vida cotidiana de las personas.