Nadie se puede poner nervioso ni histérico porque hay

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POLÍTICA
C6
SÁBADO 20 DE DICIEMBRE DE 2014
Mahmud Aleuy, subsecretario del Interior:
“Nadie se puede poner nervioso ni
histérico porque hay una dificultad”
La autoridad aborda los resultados de la encuesta del CEP y la
situación por la que atraviesa la Nueva Mayoría.
Aleuy despliega críticas hacia la oposición y, de paso, envía
una serie de mensajes al conglomerado oficialista.
DESACELERACIÓN ECONÓMICA:
WALDO DÍAZ
E
n los 80, durante sus años en
la clandestinidad, Mahmud
Aleuy se cambió varias veces de residencia para no ser
capturado por el régimen
militar y era conocido como “Pancho
García”. Sus más cercanos, como Luis
Maira, se enteraron casi una década
después de su verdadera identidad.
“¿Tú no te llamas Pancho García, no?”,
le preguntó Maira, tras el plebiscito.
“No, me llamo Mahmud”, le respondió el actual subsecretario del Interior.
“Hay gente que todavía me reconoce en la calle como Pancho García”,
afirma Aleuy entre risas.
Hace dos semanas, el subsecretario
señaló que le preocupaban las cifras que
entregó la encuesta del CEP, que mostró
la mayor caída en la popularidad de la
Presidenta Michelle Bachelet y del Gobierno. En esta entrevista desglosa sus
causas, efectos y aborda la situación por
la que atraviesa la Nueva Mayoría.
“Es un gran valor que un
ministro de Hacienda
reconozca que puedan haber
existido dificultades propias”
—¿Cuánto influye la desaceleración económica en el apoyo ciudadano?
—Uno de los factores que influyen es la situación económica, porque afecta la
vida cotidiana de las personas. Si las personas viven en un determinado país o
territorio, porque tienen la opción de vivir y surgir en ese territorio, cuando esa
opción se ve amenazada por algún factor, el que sea, un evento natural, la situación económica u otra, lo que se produce es incertidumbre en la gente y la sensación de inseguridad lleva a que la gente tenga una evaluación más mala de la
realidad.
—El ministro de Hacienda, Alberto Arenas, reconoció que existen componentes “internos” en la desaceleración, lo que a su juicio tiene que ver con ruidos que
se generaron por los cambios en políticas públicas.
—Yo no sé exactamente lo que dijo el ministro Arenas, pero es un gran valor
que un ministro de Hacienda reconozca que puedan haber existido dificultades
propias. La resiliencia es muy valorada en los seres humanos, más en un ministro
de Hacienda.
—¿A qué atribuye estos resultados?
—Las mediciones de encuestas, que
si bien son fotografías, manifiestan una
cierta situación. Y lo que importa son al
menos dos o tres cosas. La primera es
que no hay que ponerse nerviosos.
Cuando uno hace en una sociedad modificaciones profundas, efectivamente
existen dificultades. Los procesos complejos requieren tiempo, y en eso la Presidenta ha sido extremadamente clara:
Lo que nosotros tenemos que hacer es
darle certeza a la sociedad, y ese es el
trabajo que estamos haciendo. Tenemos
que hacer las cosas mejor, porque efectivamente el desafío político que significa
instalar reformas profundas en un país
requiere de acuerdos muy amplios.
—Dijo también que no le gustó el video del Gobierno sobre la reforma tributaria, que aludía a “los poderosos de siempre”.
—Hemos conocido en todos los gobiernos ministros de Hacienda que no reconocen los eventuales problemas que pueden haber tenido. Que un ministro de
Hacienda haga un reconocimiento de ese tipo, me parece extraordinario. n
gabinete, debieran saber que los decide la Presidenta. Así está establecido.
Entonces, en eso el ministro Peñailillo
tiene razón. No es un tema de andar
dando recados ni nada; no, esa es una
atribución presidencial. Y, por lo tanto, lo que corresponde es que la Presidenta tome una decisión, y la coalición, la responsabilidad que tiene es
de esperar esa decisión, porque esa es
atribución de ella. En segundo lugar,
lo que corresponde de una coalición
que apoya a un gobierno es que lo
apoye. Eso es lo que ha pasado cotidianamente en los diversos gobiernos, primero de la Concertación y
ahora de la Nueva Mayoría. Eso es lo
que tiene que pasar. Entonces, repito,
no hay que ponerse nerviosos.
—¿No se deben poner nerviosos en el
Gobierno y en los partidos de la Nueva
Mayoría?
—En general en política, si en política siempre hay dificultades.
—Usted es reconocido como un asiduo
lector de Winston Churchill, quien en
una oportunidad señaló: “El éxito es
aprender a ir de fracaso en fracaso sin
desesperarse”. ¿Se relaciona con su llamado a evitar el nerviosismo?
—Implementar políticas públicas
consistentes para que Chile se desarrolle requiere mucha capacidad, y parte
de esa capacidad es convencer a un número muy grande de actores de que eso
es necesario. Y en eso, obvio que hay
problemas; es evidente que va a haber
problemas. No pretendo emular a
Churchill ni mucho menos, pero tampoco es un problema ir de fracaso en
fracaso. Porque no hemos ido de fracaso en fracaso. Ya se aprobó una reforma
tributaria que va a ser muy importante
para el país. Ahora se está en proceso
de aprobar la reforma educacional en
dos o tres aspectos, y está en proceso la
reforma al sistema binominal.
—¿De Gobierno y oposición?
—Gobierno, oposición, Nueva Mayoría. Es parte del buen desarrollo de
las cosas. Nadie se puede poner nervioso ni histérico ni salir de las conductas normales en las relaciones políticas
HÉCTOR ARAVENA
—Usted dijo que se requieren acuerdos amplios, ¿incluye a la Alianza?
—Las oposiciones en los países tienen un rol, no pueden ser espasmódicas. Y el mayor problema que tenemos
con la oposición actual es que es espasmódica. Transforma en show problemas que son sustantivos para el desarrollo de Chile. Eso no puede ser. Cuando hay cosas que son esenciales para
que podamos seguir progresando, tenemos que participar todos. Y eso hay
que hacerlo de buena manera, con buen
tono. El tono en política es esencial.
—¿Esperaría más disciplina de los
partidos de la Nueva Mayoría?
—Esto no es un problema administrativo, es un problema político, y los
problemas políticos, en democracia se
resuelven tomando acuerdos. No es un
problema de disciplina. Se resuelven
teniendo un marco común de acción, y
eso es lo que hay que construir, o reconstruir o reforzar.
porque hay una dificultad. La gente
que frente a cada dificultad arma un
show o tiene una reacción inadecuada,
tiene que dedicarse a otra cosa.
Cambio de gabinete
—El ministro Rodrigo Peñailillo pi-
dió a la Nueva Mayoría que se evitara
“pautear” a la Presidenta Bachelet
frente a un posible cambio de gabinete. ¿Cómo evalúa la forma en que han
operado las colectividades durante el
primer año de gobierno?
—Los que están interesados o preocupados de los temas de cambio de
—El presidente de la DC, Ignacio Walker, planteó que “algunos se han equivocado de diagnóstico, Chile no está
pidiendo un giro a la izquierda”.
¿Existe un error de diagnóstico de lo
que ocurre en la sociedad?
—Si uno quiere construir un puerto,
y alguien dice que la altura media del
mar es de 0,50 y el otro le dice 1,5, lo
que hay que hacer es sentarse en una
mesa, en este caso es un problema técnico, para resolver cuál es la altura media del mar. Eso es lo que hay que hacer, eso es lo que corresponde. Cualquier persona en Chile puede decir,
no, yo tengo otro diagnóstico, eso es
correcto, puede tenerlo. Pero el punto
es que los gobiernos y las coaliciones
que apoyan al gobierno tienen que tener un diagnóstico común sobre las cosas. Entonces, ¿qué hubiera esperado
yo de Walker después de esa declaración? Haber convocado a una reunión
para ponerse de acuerdo sobre eso. Eso
es lo que hay que hacer.
—Usted señaló hace algunos meses
que “no es bueno actuar en política
desde el temor”, al ser consultado por
la preocupación del ex diputado Gutenberg Martínez (DC) respecto a los
subpactos. ¿Se actúa desde el temor en
la Nueva Mayoría?
—No me refería a las opiniones de
Gutenberg Martínez, yo sé que él es
una persona que no tiene temor. Me refería a la conducta de algunos actores
de la Nueva Mayoría, que miraban la
realidad futura de una manera amenazante, y nosotros no somos astrólogos.
—¿Los problemas son de orden político por sobre el comunicacional?
—Lo que pasa es que cuando uno está en una coalición no puede actuar desde la desconfianza. La base de una coalición política es construir confianzas.
—En la clase política se ha instalado la
idea de que exceptuando el gobierno
de Patricio Aylwin, los sucesivos mandatarios no han tenido una buena relación con los partidos de su coalición.
¿Cómo ocurre actualmente?
—Si me guío por las declaraciones
de los presidentes de los partidos todos los lunes que vienen a reunión de
comité político, lo único que puedo
concluir es que hay una buena relación. Es una relación semanal, aparte
de la relación cotidiana que se hace en
el Parlamento, con los principales actores de esos partidos.
—Pero los lunes, en los patios de La
Moneda, se han escuchado críticas a la
falta de conducción política.
—Yo, en eso sería más prudente.
—¿Si fuera dirigente de un partido?
—Así es.
—¿Ha faltado prudencia?
—Lo que pasa es que si tú tienes reacciones histéricas y espasmódicas
frente a cada dificultad que existe, obvio que haces declaraciones imprudentes. Así como en política no hay
que ser histérico, hay que se prudente.
Y vuelvo a la UDI. Una parte de la UDI
tiene un problema. No puede hacer
una política para autodestruirse, que
la UDI se autodestruya no es bueno para el país, porque es parte de la oposición. n
“ACCESO A EFECTIVO”:
CARRERA PRESIDENCIAL:
“Instalación de cajeros en comisarías no
tiene que ver con tema de seguridad”
“ME-O aparece más valorado porque
no está metido en ningún conflicto”
—La delincuencia sigue estando entre las principales preocupaciones de la gente, según las encuestas.
—Lo primero es que desde 1990 a la fecha en
Chile la gente considera tres problemas principales, independiente de si uno es primero, segundo o tercero: educación, salud y delincuencia. En lo que me corresponde a mí, la conjunción entre un aumento real de fenómenos delictivos y su exposición mediática produce un
aumento en la percepción. Segundo, la cooperación y coordinación entre entidades públicas
para enfrentar el tema debe incluir a la empresa
privada y los ciudadanos. Hay analistas que les
asignan responsabilidad a las policías, otros a
los jueces, a los fiscales, al Gobierno. No. Este es
un problema de todos.
—Como señal pública, como imagen del país,
¿no es exagerado colocar cajeros en comisarías?
—No, porque la instalación de cajeros en comisarías no tiene que ver con un tema de seguridad.
De hecho, alguien hizo un estudio que decía que
donde se estaban instalando los cajeros en las comisarías era en donde había menos delitos, eso es
porque no tiene que ver con eso, tiene que ver con
que la gente tenga acceso al efectivo. En Chile hay
77 comunas donde hay un solo cajero, que es de
BancoEstado. Eso es una política pública, que
además involucra a tres entidades públicas: al
Gobierno, a BancoEstado y a Carabineros.
—En su labor de subsecretario del Interior, ¿le ha
servido su experiencia en la clandestinidad?
—No (ríe). n
—¿Por qué Marco Enríquez-Ominami se ha
convertido en la figura mejor evaluada de los
personajes públicos?
—Por una razón súper simple: aparece como el más valorado hoy día porque no está
metido en ningún conflicto. Tú no debes hacer
comparaciones entre aquellos liderazgos que
no están metidos en ningún conflicto versus
liderazgos que están todo el día lidiando con
los conflictos. Esa es una comparación técnicamente inadecuada, y errónea, y también políticamente. Me parece evidente que una persona que no se introduce en ningún conflicto
sustantivo de lo que está pasando en el país
tenga la evaluación que tiene; eso me parece
evidente. Y las carreras presidenciales no son
carreras cortas, y también entonces en eso de
nuevo hay que ser prudente.
—ME-O ha sido un crítico de usted y del ex senador Camilo Escalona. ¿Es una buena idea
que la Nueva Mayoría se expanda desde el PRI
al PRO?
—Yo tengo la impresión de que si hay actores que no son de la coalición, que comparten
los principios de la coalición, y van a tener la
conducta adecuada dentro de la coalición es
obvio que uno esté disponible a que haya más
gente de acuerdo con uno, eso es evidente. Y
respecto a las críticas pasadas, que él ha hecho,
bueno, parte de la política es criticar. En general, lo sensato es tener buen humor frente a las
críticas, los únicos que no tienen buen humor
frente a las críticas son las dictaduras. n
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