A C U E R D O En la ciudad de La Plata, a 11 de diciembre de 2013, habiéndose dispuesto en establecido, el Acuerdo de 2078, conformidad que deberá con lo observarse el siguiente orden de votación: doctores Genoud, Kogan, de Lázzari, Suprema Hitters, Corte se de Justicia pronunciar sentencia "Trujillo, César Arroyos. Medida reúnen los en acuerdo definitiva Enrique cautelar señores en contra la jueces ordinario causa A. Municipalidad autónoma o de la para 70.682, de anticipada. Tres Recurso extraordinario de nulidad". A N T E C E D E N T E S I. La Administrativo Cámara con de asiento Apelación en Mar en del lo Plata Contencioso declaró la nulidad de lo actuado por el doctor Matías Bertoncello en representación del actor -señor César Trujillo- en la interposición del recurso de apelación incoado contra la sentencia interlocutoria de grado que rechazó una medida cautelar anticipada (art. 48 del C.P.C.C.). Con costas a cargo del gestor interviniente (ver pronunciamiento a fs. 56/57). II. citado Disconforme profesional con interpuso ese pronunciamiento, recurso extraordinario el de nulidad, con fundamento en la violación de los arts. 168 y 171 de la Constitución provincial; falta de acuerdo y voto individual de los jueces; omisión de las cuestiones esenciales planteadas; violación en exceso del plazo para resolver y falta de negligencia en su labor. III. 88/89), Oído dictada la el señor Subprocurador providencia de autos General (fs. (fs. 90) y encontrándose la causa en estado de pronunciar sentencia, la Suprema Corte resolvió plantear y votar la siguiente C U E S T I Ó N ¿Es fundado el recurso extraordinario de nulidad? V O T A C I Ó N A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Genoud dijo: I. Mediante el recurso extraordinario de nulidad obrante a fs. 61/67 el accionante denuncia la violación de los arts. 168 y 171 de la Constitución provincial, atento que -según alega- se omitió el voto individual y el acuerdo, así como el tratamiento de una cuestión esencial. a) El impugnante plantea, en primer lugar, que el decisorio de la Cámara de fecha 14-VII-2009 ha sido dictado como una sentencia interlocutoria (v. fs. 56/57 vta.), pero que resuelve y deja firme una cuestión de fondo que no podrá ser planteada con posterioridad, omitiendo el acuerdo previo y el procedimiento de los arts. 264 a 267 del Código Procesal Civil y Comercial. Alega asimismo que al tratarse de órganos colegiados, las cuestiones esenciales a decidir deben ser resueltas por cada uno de sus integrantes (voto individual) y en forma de acuerdo, de modo que la solución última represente la voluntad del cuerpo. Explica que, en el caso, la Cámara debía resolver la cuestión de la procedencia de la medida cautelar. Se agravia considerando que, no obstante ello, la decisión aquí impugnada pone fin al pleito, omitiendo el voto individual y el acuerdo, por lo que solicita su nulidad. b) Por otra parte, el recurrente se agravia de la omisión del tratamiento por el tribunal de alzada de cuestiones que considera esenciales como -según asegura- lo son las críticas fundantes del recurso de apelación. Destaca que ninguno de los agravios sometidos a consideración del Tribunal de alzada fueron tratados, pues luego de decidió demorar declarar el de decisorio oficio por la más de nulidad siete del meses recurso ponderando -a su entender, erróneamente- que el actor no había ratificado la actuación del suscripto como letrado patrocinante. Manifiesta que el escrito de ratificación de la actuación haberse fue presentado cumplido con los en tiempo plazos y forma, procesales "pues de vigentes el expediente debió haber vuelto a Bahía Blanca -a más tardar el 20 de febrero de 2009 o como mucho el 1º de marzo de dicho año-". Explica medida cautelar, que en al tratarse caso de que de la una solicitud Cámara se de hubiese abocado al conocimiento del fondo del asunto en tiempo y forma, el expediente hubiera sido remitido al juzgado de origen para que se notifique a la contraria, si el recurso hubiere prosperado. c) Asimismo plantea la nulidad del decisorio impugnado por violación en exceso del plazo para resolver ante la inexistencia de negligencia de su parte, lo cual atenta contra lo establecido en el art. 168 de la Constitución provincial que dispone que "los tribunales de justicia deberán resolver en la forma y plazos establecidos al efecto por las leyes procesales". Sostiene que el plazo que tenía la Cámara para decidir el recurso de apelación era de 5 días desde que recibió las actuaciones y que si lo hubiese hecho en término hubiese tenido efecto la ratificación de gestión que presentó el día 1-IV-2009 en el juzgado de origen, dentro de los cuarenta días hábiles desde su invocación. Manifiesta que no comparte la jurisprudencia que entiende que los plazos a los que se refiere el art. 168 de la Constitución local sólo se aplican para las peticiones o planteos de las partes, más no para que los magistrados se pronuncien. Alega que la norma constitucional del art. 168 no distingue entre partes y jueces, sino que sólo se refiere a los tribunales de justicia. Destaca que el art. 48 del Código Procesal Civil y Comercial no señala en qué secretaría debe presentarse el escrito ratificando la gestión, sino que sólo señala el plazo para ratificar o presentar un poder suficiente. Agrega que la franquicia del art. 48 del Código Procesal Civil y Comercial fue invocada ante el juez de grado y tenida presente por éste, por lo que una interpretación válida es que se ratifique la gestión ante el magistrado ante el cual se invocó, "máxime teniendo en cuenta que el expediente debía regresar necesariamente a dicha instancia, sea porque se hizo lugar a la medida cautelar o sea porque el expediente debía archivarse" (v. fs. 67). d) Finalmente sostiene que la sentencia viola el art. 171 de la Constitución provincial que obliga a los Tribunales a fundar sus resoluciones en el texto de la ley, o principios del derecho consideración las circunstancias que el Tribunal no pero ha siempre del tenido "... teniendo caso...". en en Considera cuenta tales circunstancias, toda vez que al demorar el dictado de la sentencia, generó que no pudiera tenerse presente la ratificación de la gestión procesal, la cual fue realizada en debido tiempo (v. fs. 67). Agrega que tampoco ha considerado que se trataba de una medida cautelar tendiente a preservar la fuente de trabajo, lo que genera un perjuicio mayor a su asistido como a él mismo. Concluye peticionando que se declare la nulidad de la sentencia dictada por la Cámara de Apelación en lo Contencioso Administrativo con asiento en Mar del Plata. II. Adelanto que el recurso interpuesto no puede prosperar. 1. Esta Corte ha manifestado que la formalidad del acuerdo es requisito esencial para la validez del decisorio, pues sin él no puede considerarse cumplida la disposición constitucional que impone la exigencia del acuerdo previo y voto individual de los jueces, a fin de dejar establecida la mayoría de las opiniones que determinará su sentencia definitiva, por lo cual su omisión acarrea la nulidad, como ocurre cuando ha sido dictada en forma de simple auto (conf. Ac. 38.978, sent. del 6-IX1988; Ac. 39.463, sent. del 27-IX-1988; Ac. 77.989, sent. del 21-III-2001; C. 92.869, sent. del 3-III-2010). Se consideró que, ya sea que se trate de una sentencia definitiva en sentido estricto o de una decisión equiparada a tal efecto, a los fines de los recursos extraordinarios, si la misma decide cuestiones esenciales, debe observar la forma del acuerdo y voto individual de los jueces (conf. Ac. 43.237, sent. del 20-XI-1990, en "Acuerdos y Sentencias", 1990-IV-233; C. 92.869, sent. del 3-III-2010). Es decir, las decisiones equiparadas a sentencias definitivas a los fines de la admisibilidad de los recursos extraordinarios sólo requieren voto individual si se pronuncian sobre cuestiones esenciales. Conforme lo ha señalado esta Corte, cuestión esencial es aquélla que, según las modalidades del caso, resulta necesaria para la correcta solución del litigio y se configura por los puntos o capítulos de cuya decisión depende directamente el sentido y el alcance del pronunciamiento, la que por su naturaleza influye realmente en el fallo, como así la vinculada a la dimensión cuantitativa del objeto de la pretensión (conf. Ac. 32.953, sent. del 12-VI-1984; Ac. 42.311, sent. del 31-X-1989; Ac. 43.658, sent. del 17-III-1992; Ac. 57.889, sent. del 17-II1998; C. 92.869 cit.; entre otras). Analizada la naturaleza del tema decidido en los presentes claramente se aprecia que el resolutorio impugnado no reviste tal calidad. No media en el caso la alegada trasgresión del art. 168 de la Carta local, desde que la decisión impugnada que resolvió la nulidad de lo actuado por el recurrente no reviste ese carácter (conf. doct. causas A. 82.249, "Mulán de Orbe", res. del 3-X-2001; A. 91.177, "Saulino", res. del 1-IX-2004; A. 94.487, "Jiménez", res. del 3-V-2006). Por ello, la inobservancia de las formas del acuerdo y voto individual de los jueces que la dictaron no puede aparejar su invalidación formal como pretende el recurrente. 2. Tampoco hay nulidad en la sentencia, cuya argumentación se sostiene en el incumplimiento de una carga procesal que acarrea necesariamente la nulidad de lo actuado conforme el art. 48 del Código Procesal Civil y Comercial. El fallo se encuentra fundado en expresas disposiciones legales (conf. causa A. 71.157, sent. del 2-III-2011). 3. En otro orden, no son de recibo los planteos relacionados con la prueba documental acompañada a fs. 59/60 y su carácter de ratificación de lo actuado por el gestor. Es que los agravios relativos a la apreciación de la prueba o su deficiente examen, resultan ajenos al recurso extraordinario de nulidad (conf. doct. Q. 71.032, sent. del 26-X-2010; A. 71.299, sent. del 15-VI-2011; A. 72.005, sent. del 19-XII-2012; A. 72.156, sent. del 6-III-2013). 4. Para concluir, también resulta ajeno al ámbito del recurso extraordinario de nulidad tanto el acierto con que se haya analizado el asunto, como la forma con que fuera encarado (conf. doct. causas A. 69.038, sent. del 13II-2008; A. 70.197, sent. del 4-V-2011). Asimismo, no es procedente tal remedio si las cuestiones que se dicen preteridas han sido resueltas en forma implícita y negativa para las pretensiones del recurrente, cualquiera sea el grado de acierto que pueda adjudicársele a la decisión, ya que el análisis de un eventual error in iudicando es ajeno al ámbito de ese medio extraordinario de impugnación (conf. causa A. 68.840, sent. del 3-IX-2008). 5. Por lo expuesto, en coincidencia con lo dictaminado por el señor Subprocurador General, opino que el recurso extraordinario de nulidad interpuesto debe ser rechazado (arts. 48 y 298 del C.P.C.C.). Voto por la negativa. Con costas de esta instancia al recurrente vencido (arts. 60.1, ley 12.008 -texto según ley 13.101-; 68 y 298 del C.P.C.C.). Los señores jueces doctores Kogan, de Lázzari e Hitters, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor Genoud, votaron también por la negativa. Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente S E N T E N C I A Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, de conformidad con lo dictaminado por el señor Subprocurador General, se rechaza el recurso extraordinario de nulidad; con costas al recurrente vencido (arts. 60.1, ley 12.008 -texto según ley 13.101-; 68 y 298 del C.P.C.C.). Regístrese, notifíquese y devuélvase. JUAN CARLOS HITTERS LUIS ESTEBAN GENOUD HILDA KOGAN EDUARDO NESTOR DE LAZZARI JUAN JOSE MARTIARENA Secretario