Plan de Desarrollo Distrital, entre aciertos y carencias Por: José Ignacio Vengoechea El Plan de Desarrollo del Distrito de Barranquilla 2016 – 2019, Barranquilla Capital de Vida, es sin duda una gran apuesta por el presente y el futuro de la ciudad y una muestra del compromiso que ha asumido el alcalde Alex Char por atender debidamente muchas de las grandes necesidades que tiene la ciudad en infraestructura para la competitividad, espacio público, renovación urbana y adaptación al cambio climático, para mencionar solo algunas, sin desatender las penurias de los habitantes con menores o con nulas posibilidades de ingresos económicos. Revisar el alcance de los ejes de Bienestar social, Espacio para la gente, Capital de Progreso y Capital de Servicios Eficientes, sobre los que se fundamenta el PDD, resulta ser un ejercicio que motiva y llena de optimismo sobre la pertinencia y buena orientación de la hoja de ruta que la administración distrital se ha trazado y nos ha trazado para el cuatrienio que aún comienza. Quizás lo que más impacta es que el 94% del costo total del Plan de Desarrollo se destina a inversión, tasada en 16,2 billones de pesos, dejando para gastos de funcionamiento el 3% y para atender el servicio de la deuda el restante 2%. Es justo por eso que causa inquietud que no resulte fácil identificar el monto presupuestal requerido para cada uno de los programas y proyectos a desarrollar, dado que en el plan de inversiones la asignación de recursos se hace globalmente por políticas y ejes, sin entrar al nivel de detalle necesario para ello. Así por ejemplo, para el programa Infraestructura para la competitividad, incluido en el eje Capital de Progreso, se destinan 2 billones de pesos, pero al buscar el desglose de los proyectos a desarrollar no se encuentra la información detallada. Igual sucede con el programa Espacios públicos para todos, del eje Espacio para la gente, al que se le asignan casi 2,6 billones de pesos; con los programas Educación de primera y Salud para todos, del eje de Bienestar social, con partidas por montos similares; y con los programas Más confianza en la Alcaldía, y Más movilidad para la gente, que tienen asignados $2.165.474,66 y $2.699.738, respectivamente. Más allá de lo anterior, es igualmente inquietante que al especificar los usos y las fuentes de financiación del Plan de Desarrollo 2016-2019, se proyecten inversiones por más de $2,8 billones de pesos del Gobierno nacional, que representan el 16% del presupuesto del mismo, cuando es bien conocido el ajuste fiscal que este aplica, derivado de la depreciación del peso frente al dólar, la caída del precio del petróleo y el carbón, y el no repunte de las exportaciones diferentes a estos productos. A ello se sumará sin duda, la prioridad que en materia de inversión nacional tendrán los programas vinculados directamente al posconflicto. También resulta incierto atribuirles a las Alianzas Público – Privadas la inversión de más de 3,3 billones de pesos, equivalentes al 19% de los recursos requeridos para financiar el PPD, dado que no se conoce que se hayan presentado iniciativas de esa naturaleza para la ejecución de proyectos en los próximos cuatro años, en la órbita de los programas y planes anunciados por la Alcaldía. Pero aún si se anunciaran en lo que resta del año, todavía se requeriría un tiempo considerable para su estructuración, presentación, evaluación, aprobación y contratación, lo cual significaría que solo en los dos últimos años de la actual administración estarían iniciándose las obras contempladas en ellas. Es clara la alta probabilidad de que dicho tiempo no sea suficiente para su consolidación y ejecución total. Al margen de lo anterior, otra carencia importante del Plan de Desarrollo Distrital 2016 – 2019, Barranquilla Capital de Vida, es la no identificación de líneas de base para ciertos programas y proyectos que permitan tener un punto de partida para la posterior evaluación de cumplimiento de las metas asignadas y del impacto real de los mismos. Si no sabemos de qué realidad partimos, no podremos saber cuánto ni cómo avanzamos. No se entiende la no identificación de esas líneas de base cuando venimos de una primera administración Char y la de la de Elsa Noguera, que fue continuidad político-partidista de aquella. Preocupa además que en el PDD no se especifique la asignación de recursos del Distrito para financiar la gestión de seguimiento, verificación y control de la ejecución del Plan de Desarrollo por parte del Consejo Territorial de Planeación. Por ley, este organismo tiene la responsabilidad de verificar el cumplimiento de los planes y programas incluidos en el PDD, y su nivel de impacto en la comunidad, tarea que es tan importante como la que acaba de cumplir al emitir concepto favorable sobre la hoja de ruta hecha ya acuerdo sancionado por el alcalde Alex Char. Esta primera acción no tendría sentido sin la segunda. Por: José Ignacio Vengoechea Director ejecutivo CCI Seccional Norte