DIPLOMA DE ESPECIALIZACIÓN EN DIRECCIÓN DE ORGANIZACIONES DE ECONOMÍA SOCIAL. DOES (Curso de Especialización en Dirección de Organización de Economía Social) Fundamentos de Economía Social Unidad Didáctica 1: Orígenes sociales e ideológicos de la Economía Social Profesor: Agustín Sancho Sora OBJETIVO DE LA UNIDAD DIDÁCTICA A lo largo del siglo XIX tanto Europa como Estados Unidos entran en la senda de la industrialización, en un contexto político e institucional nuevo configurado en el denominado “Estado Liberal”, que surgió tras el derrocamiento de las Monarquías Absolutistas que caracterizaron los Estados del “Antiguo Régimen”, a través de un periodo de fuertes convulsiones sociales (revoluciones, contrarrevoluciones y guerras entre los diferentes Estados) que marcaron la pauta de las sociedades modernas de aquél periodo en la formación del nuevo Estado. El proceso de industrialización desarrolló importantes transformaciones en el ámbito de la empresa y de las estructuras productivas dentro de un sistema económico nuevo: el Capitalismo. El desarrollo de la economía capitalista provocó una alteración radical tanto de las condiciones socioeconómicas de la población trabajadora como de sus relaciones sociales anteriores. La implantación de estos modelos generó primero una fuerte resistencia y después un progresivo desarrollo del asociacionismo de distintas características (sindicatos, cooperativas, sociedades de socorro mutuo, etc.), que tenía como objetivo la transformación de las condiciones socioeconómicas de una gran parte de la población que las nuevas relaciones capitalistas habían impuesto, y que se desenvolvieron entre la ilegalidad, la persecución y la permisividad vigilada. El objetivo de esta unidad didáctica es analizar los orígenes de las múltiples formas de asociacionismo que se desarrollaron en el entorno político social y económico del Siglo XIX, y que constituirían la base de lo que posteriormente se denominaría Economía Social. Especialmente nos centraremos en los orígenes del Cooperativismo, ya que este movimiento conformaría la columna vertebral de la Economía Social. MATERIALES La exposición de la unidad didáctica vendrá apoyada por la entrega previa de materiales basados en lecturas y será complementada con proyección de un vídeo titulado “Daens”. “Daens” es una película belga realizada en 1992. Esta película refleja las condiciones laborales de ese país a finales del siglo XIX. Bélgica tuvo una fuerte expansión fabril a partir del segundo tercio del siglo XIX y a finales de ese siglo se encontraba en una crisis económica motivada por el proceso de transformación que acompañaba a la segunda revolución industrial. Se observa la gran precariedad y la malas condiciones de vida (dentro y fuera de la fábrica) de la población trabajadora, la lucha por el DIPLOMA DE ESPECIALIZACION EN DIRECCIÓN DE ORGANIZACIONES DE ECONOMIA SOCIAL -1- DIPLOMA DE ESPECIALIZACIÓN EN DIRECCIÓN DE ORGANIZACIONES DE ECONOMÍA SOCIAL. sufragio universal (masculino), la contradicciones en la actuación de las autoridades eclesiásticas tras la encíclica del Papa León XIII “Rerum Novarum”. Se entregará una lectura de gran interés de Regino González, que fue secretario de la Federación Regional de Cooperativas del Centro de España y vicesecretario dela nacional. La lectura corresponde a dos capítulos de su libro “Cómo se hace una Cooperativa”, publicado en los años treinta, en el periodo de la Segunda República española. Es una visión muy interesante desde el punto de vista ideológico socialista. INTRODUCCIÓN A LA UNIDAD DIDÁCTICA Introducción El Estado Liberal, surgido tras los procesos revolucionarios acaecidos a lo largo de finales del siglo XVIII y primera mitad del siglo XIX, eliminó los privilegios estamentales del clero y la nobleza y proclamó los principios de libertad individual (aunque muy restringida), constituyendo regímenes parlamentarios (a través de elección mediante sufragio censitario, es decir restringido, en la mayoría de los casos) y constitucionales. En la sociedad, fundamentalmente agraria, del “Antiguo Régimen” las comunidades campesinas configuraban el marco de sus relaciones sociales de forma comunitaria y determinados recursos (pastos, bosques e incluso cultivos en algunos lugares) se explotaban colectivamente. Desarrollaba sistemas de cooperación y de solidaridad que pudieran hacer frente a los numerosos infortunios que el destino les deparaba (en forma de malas cosechas, enfermedades y otras catástrofes naturales) a la vez que les permitía limitar la arbitrariedad de los estamentos privilegiados que basaban su obtención de rentas en la apropiación de gran parte del excedente campesino. De la misma manera los artesanos que realizaban los distintos oficios desarrollaban a través de los “gremios o hermandades” sistemas de cooperación y ayuda mutua. En el nuevo modelo de sociedad, a la vez que se exaltaban los valores individuales, todos los valores colectivos que predominaban en el modelo de sociedad anterior, que se plasmaban en acciones y utilización de recursos de forma colectiva, quedaron eliminados. El establecimiento de la sociedad liberal y del capitalismo como marco económico en el que se iban a desarrollar las relaciones sociales de producción, no supuso, por lo expuesto, exclusivamente la abolición del absolutismo y de los privilegios de los estamentos superiores, sino también la de las costumbres y tradiciones basadas en la cooperación y la solidaridad, provocando, como se ha dicho anteriormente, una alteración radical tanto de las condiciones socioeconómicas de la población trabajadora como de sus relaciones sociales anteriores. Desde el punto de vista económico la concepción del Estado por parte de los liberales decimonónicos era totalmente contrapuesta a la del Estado recientemente derrocado. El nuevo Estado debía intervenir muy poco en la actividad económica siguiendo los principios del laissez faire es decir, que la DIPLOMA DE ESPECIALIZACION EN DIRECCIÓN DE ORGANIZACIONES DE ECONOMIA SOCIAL -2- DIPLOMA DE ESPECIALIZACIÓN EN DIRECCIÓN DE ORGANIZACIONES DE ECONOMÍA SOCIAL. economía se desenvuelva en un marco desregularizado dejando actuar libremente a las fuerzas del mercado. Se liberalizó la economía eliminando todas aquellas trabas y reglamentaciones que limitaban la libre utilización de los factores productivos (tanto en lo que se refiere a la tierra como al capital y al trabajo). Respecto al mercado de trabajo, se debía actuar como en cualquier otro mercado en el que se intercambia un bien o mercancía. Las propias normas del mercado instituían a cada una de las partes como libres e individualizadas y poseedoras de un bien intercambiable, y establecían una relación en pie de igualdad y beneficio de ambas partes. Desde esta concepción, proliferaron los contratos individuales, impidiendo cualquier acción colectiva (vía negociación colectiva) y organizada de los trabajadores ya que éstas rompían el principio de igualdad entre las partes. Por el mismo principio, el Estado debía mantener una neutralidad sin que formulase leyes generales que definiesen derechos y obligaciones de cada una de las partes. Frente a estas concepciones se contraponían aquellas que negaban el principio de igualdad entre las partes a la hora de llevar a cabo el arrendamiento de la mano de obra, ya que el empresario podía emplear a cualquier obrero y despedirlo sin alterar su situación, mientras que el obrero si que veía alterarse su situación y aceptar las condiciones que se le imponían, y por lo tanto debido a la necesidad no se cumplía la norma de igualdad de las partes en la negociación tal como preveía la teoría liberal. La forma de alterar la desigualdad vino impuesta por la fuerza de las organizaciones obreras. Surgen a lo largo del siglo XIX múltiples asociaciones de distintas características y finalidades, entre las que destacan: -Asociaciones cuyo objetivo era mejorar las condiciones de trabajo (saláriales, jornada, higiene, seguridad, etc.) dentro del centro de trabajo. Este sería el caso de las sociedades de resistencia o sindicatos. -Asociaciones que pretendían paliar la precariedad impuesta por el abandono de la actividad laboral por causas como la vejez, enfermedad, accidentes laborales e invalidez. Sería el caso de las sociedades de socorro o ayuda mutua. -Movimiento cooperativista que pretendían elevar la capacidad adquisitiva de salario mediante el aumento de la capacidad de compra de determinados artículos (cooperativas de consumo), bien acceder a la gestión de los medios de producción (cooperativas de producción). A todas estas hay que unir las asociaciones de educación, de tiempo libre, etc. Todos estos movimientos asociacionistas podían estar relacionados (desde organizaciones sindicales se impulsaba la formación de sociedades de socorro mutuo o cooperativas; o las organizaciones sindicales utilizaban las de socorro mutuo para realizar su actividad cuando estaban ilegalizadas), pero también llevaron caminos diferenciados y paralelos. DIPLOMA DE ESPECIALIZACION EN DIRECCIÓN DE ORGANIZACIONES DE ECONOMIA SOCIAL -3- DIPLOMA DE ESPECIALIZACIÓN EN DIRECCIÓN DE ORGANIZACIONES DE ECONOMÍA SOCIAL. La presión de las organizaciones obreras por un lado y el calado cada vez mayor de las ideas que propugnaban lo que se ha conocido como reformismo social y que defendían una intervención del Estado en materia laboral, mediante el desarrollo de un cuerpo legislativo y con actuaciones tendentes a eliminar las situaciones de injusticia entre la población trabajadora y mejorar su condición de vida, propiciaron un cambio en la actitud del Estado en esta materia en el último tercio del siglo XIX. De hecho dentro del propio liberalismo se alzaban voces que opinaban que le Estado debía tomar cartas en el asunto para frenar los casos de extrema injusticia y arbitrariedad. A finales del siglo XIX se abre, pues, un nuevo contexto en el que se estimuló y propició el desarrollo de organizaciones como cooperativas, sociedades de socorro mutuo, etc. como una fórmula de mejora de la condición de vida de los trabajadores, a la vez que pudiera frenar a los sectores más radicales y revolucionarios dentro del movimiento obrero. El concepto de Economía Social se fue conformando a raíz de lo expuesto anteriormente, paralelo a las políticas de los denominados reformadores sociales y la progresiva configuración del Estado Social. Las influencias ideológicas en los orígenes de la Economía Social son variadas: Desde el los llamados “socialistas utópicos” hasta el socialismo marxista (en su corriente socialdemócrata) y el catolicismo social (sobre todo tras la Encíclica “Rerum Novarum” de León XIII) se va dotando de cuerpo y cobertura a todo un conjunto de organizaciones que en ocasiones en su origen venían cargadas de experiencias con alto grado de espontaneidad. Orígenes y principios de Cooperativismo La diversidad existente en el movimiento cooperativista, el cambio de contexto histórico en que se han desarrollado las cooperativas y la evolución de éstas explica las distintas concepciones que de ellas se han tenido. Parece que en común la Cooperación se entiende como un sistema económico- social, pero según el momento histórico se hace más énfasis en el carácter social o en el mercantil de estas sociedades. Es en el siglo XIX cuando surge el germen del cooperativismo con formas variadas y corrientes ideológicas distintas, pero va a ser en el siglo XX cuando este movimiento cooperativo adquiera un gran desarrollo En origen los principios cooperativistas surgen como una reacción a la alteración radical que el nuevo modelo económico capitalista, en su vertiente liberal, introdujo tanto en las condiciones socioeconómicas de la población trabajadora como de sus relaciones sociales anteriores. Es en el marco de una sociedad que generó crecientes desigualdades lo que llevó a los obreros a buscar alternativas. En principio pues una parte del cooperativismo se nutrió de una corriente que se desarrolló en el seno del movimiento obrero introduciendo aspectos de confrontación contra la economía liberal y los impactos sociales negativos derivados de la revolución industrial y con deseos DIPLOMA DE ESPECIALIZACION EN DIRECCIÓN DE ORGANIZACIONES DE ECONOMIA SOCIAL -4- DIPLOMA DE ESPECIALIZACIÓN EN DIRECCIÓN DE ORGANIZACIONES DE ECONOMÍA SOCIAL. de transformación en el modelo de producción capitalista. A pesar de la progresiva integración del cooperativismo en el modelo de producción capitalista, en algunas escuelas perduraron algunos de estos aspectos. Así por ejemplo Charles Gide, Director que de la escuela de Nimes definía la cooperación de esta manera: “Es un programa de renovación social que representa un esfuerzo colectivo de la sociedad humana encaminado a cambiar el actual estado económico del mundo y a terminar con la explotación que hoy sufre el hombre en sus condiciones de consumidor y productor”. La posición de las corrientes ideológicas del movimiento obrero respecto al cooperativismo fue evolucionando a lo largo del siglo XIX, no sin contradicciones y siempre supeditadas a las asociaciones sindicales y políticas. Las diferencias entre el marxismo y el anarquismo, así como las existentes en el seno del marxismo (corriente reformistas que inspiró el desarrollo del socialismo democrático por un lado y la corriente revolucionaria de inspiración comunista que acabaría escindiéndose de la internacional socialista tras el triunfo de la Revolución Rusa, por otro lado) determinaran posiciones distintas con relación al cooperativismo. Para Marx el trabajo cooperativo solo podía liberar a las masas trabajadoras de la explotación cuando se desarrollase a escala nacional y con recursos de toda la nación. Es decir, con la liquidación del modo de producción capitalista. Consideraba la cooperación como una experiencia social de interés por su defensa de los intereses económicos de la clase trabajadora y por socavar los principios de la iniciativa individual y la posesión privada de los medios de producción, pero siempre supeditadas al fin último que es la emancipación de los trabajadores a través de la revolución y la liquidación del capitalismo. En el seno de la I Internacional (1863-1876) la cooperación es vista como un modelo que logra aliviar la suerte de algunos trabajadores y que ayuda a la consecución del verdadero objetivo que es la transformación del Estado por medio de un proceso revolucionario, pero en absoluto por sí misma se puede alcanzar la emancipación de los trabajadores. La concepción del cooperativismo en el seno de una parte de los representantes políticos del movimiento obrero va progresando hacia un mayor reconocimiento. En el VIII congreso de la II Internacional (socialista) el mayor peso en ésta de las tesis reformistas (socialdemócratas) se declaró: “El Congreso poniendo en guardia a los trabajadores contra los que sostienen que la Cooperación se basta a sí misma, declara que la clase obrera tiene el mayor interés en utilizar en su lucha de clase, el arma cooperativa, y exige que todos los socialistas y obreros sindicados participen activamente en el Movimiento Cooperativo, a fin de desarrollar dentro del mismo el espíritu del Socialismo e impedir que las cooperativas se aparten de su papel de educación y de solidaridad obrera” Por otro lado, se observa la influencia del llamado socialismo utópico y del reformismo social, introduciendo aspectos de igualdad y redistribución equitativa de la riqueza: “ La Cooperación es un sistema de industria universal, con igualdad de privilegios y equitativa distribución de la riqueza nuevamente creada” (Robert Owen). El acceso a los medios de producción es otro de los objetivos del cooperativismo, como indica el desarrollo de la idea de autogestión, puesta en práctica, por ejemplo, DIPLOMA DE ESPECIALIZACION EN DIRECCIÓN DE ORGANIZACIONES DE ECONOMIA SOCIAL -5- DIPLOMA DE ESPECIALIZACIÓN EN DIRECCIÓN DE ORGANIZACIONES DE ECONOMÍA SOCIAL. por Louis Blanc en Francia tras la restauración de la República en 1848 con la creación de los talleres sociales. “La cooperación es una forma económico social y jurídica que, a través de procedimientos determinados en la legalidad, pretende facilitar el acceso del socio cooperador a la propiedad de los medios de producción y de un patrimonio familiar aunque modesto” (Martín Brugarola). En todo caso, los principios de democracia, solidaridad y equidad han estado presentes en el movimiento cooperativista desde sus inicios. Aunque el movimiento cooperativista se extiendió a lo largo del siglo XIX por todos los países industrializados fue en Gran Bretaña y Francia donde antes se inició. Citaremos algunos pioneros: Robert Owen es considerado como el padre de la cooperación en Gran Bretaña y Fourier en Francia. Ambos señalan la importancia de crear cooperativas de consumo que eliminen a los intermediarios entre la producción y el consumo. W. King publicó en 1828 en Inglaterra la revista mensual “El Cooperador” en las que exponía los principios de la cooperación. M. Derrión estimuló la creación de cooperativas de consumo entre los fabricantes de seda de Lyon, donde se aplicó por primera vez el principio de retorno al consumidor en función de las compras. Bouchez, en 1831, desarrolló los principios de las cooperativas de producción, entre ellos el principio de retorno a prorrata del trabajo y el principio de devolución desinteresada del activo neto. El fondo de capital en la disolución pasa a ayudar a otra sociedad semejante. La experiencia de los talleres sociales desarrollada por Louis Blanc en Francia en 1848, antes mencionada. Pero el movimiento cooperativista en este periodo que dejó huella en experiencias futuras fue el que se desarrolló en la localidad inglesa de Rochdale, que en 1840 contaba con unos 50.000 habitantes que se dedicaban a elaborar tejidos de franela, explotar canteras de pizarra y minas de hulla. El objetivo de la sociedad constituida fue procurar a los socios un beneficio pecuniario y mejorar la condición social y doméstica a través de las cooperativas de consumo y producción. En Rochdale se recogen y sintetizan las ideas y experiencias anteriores. Los principios de Rochdale son los siguientes: 1º Control democrático 2º Adhesión libre, voluntaria 3º Principio de retorno a prorrata de las compras en las cooperativas de consumo (un % del excedente en función de las compras) y a prorrata del trabajo en las de producción. 4º Interés limitado al capital. Las cooperativas no podrán pagar al capital más que un interés limitado. 5º Neutralidad política y religiosa. Libre expresión entre los asociados DIPLOMA DE ESPECIALIZACION EN DIRECCIÓN DE ORGANIZACIONES DE ECONOMIA SOCIAL -6- DIPLOMA DE ESPECIALIZACIÓN EN DIRECCIÓN DE ORGANIZACIONES DE ECONOMÍA SOCIAL. 6º Venta al contado (no a crédito) 7º Desarrollo de la educación 8º Devolución desinteresada del activo neto en caso de disolución de una cooperativa 9º Aspiración a conquistar y cooperatizar la organización económica y social del mundo Este último principio internacionalista, que ya era expresado por R. Owen, se plasmó en 1895 con la creación de la Alianza Cooperativa Internacional definida como “Una asociación de Uniones Nacionales de Sociedades Cooperativas que tienen la finalidad de desarrollar un sistema no lucrativo de producción y distribución organizado en interés de toda la comunidad y basado en la autoayuda y en la ayuda mutua.” En 1910 se celebró en Hamburgo un nuevo congreso de la Alianza Cooperativa Internacional (en la que se seguían los principios de Rochdale). En Este congreso se vio como muy positiva la declaración de la Internacional Socialista, cuyo congreso se celebró en el mismo año (ya mencionado), lo que favoreció un acercamiento entre el Movimiento Cooperativo independiente, amparado en los principios de Rochdale, y el socialista. Así, por ejemplo, en Francia en el año 1912 la Unión de Cooperativas Francesas de Consumo (de inspiración Rochdaliana) se unió a la Federación de Sociedades Cooperativas Socialistas de Consumo formando la Federación Nacional de Cooperativas de Consumo de Francia. Pero a pesar de la tendencia a unirse en federaciones a escala nacional e internacional, el cooperativismo fue un movimiento que adquirió formas muy diversas y especializaciones en distintos sectores económicos. No todas las sociedades cooperativas tenían el espíritu de independencia política y religiosa de Rochdale, ni sus principios democráticos, ni iban unidas a una moral distinta del capitalismo, sino que sus fines eran estrictamente económicos. Una figura que tuvo una gran influencia en el desarrollo de cooperativas de crédito y agrarias fue la del alemán Friedrich G. Raiffeisen. Concibió el desarrollo de cooperativas agrarias como medio de defensa de los agricultores contra usureros y comerciantes. Con el fin de evitar que los campesinos se vieran obligados a hipotecar la mayor parte de sus cosechas futuras en manos de usureros, quiso crear empresas agrarias con una fuente de capital propia, surgiendo así un sistema de crédito cooperativo rural, fundándose la primera oficina en la ciudad de Flamerfeld en 1849. En primer lugar se fundaron las Cajas Comunales de Crédito. Debido al impulso que tomaron se agruparon formando el Banco Nacional de Cajas Raiffeisen. El tipo de sociedad Raiffeisen no seguía el modelo de Rochdale en lo que respecta a la neutralidad política y religiosa (eran de carácter confesional) y en cuanto a la inexistencia del principio democrático, ya que en ellas predominaba la intervención superior de los socios de mayor patrimonio económico sobre los demás. Muchas cooperativas agrarias surgieron en Alemania inspiradas en este modelo, fundándose en 1875 la Unión Nacional de Cooperativas Agrarias. DIPLOMA DE ESPECIALIZACION EN DIRECCIÓN DE ORGANIZACIONES DE ECONOMIA SOCIAL -7- DIPLOMA DE ESPECIALIZACIÓN EN DIRECCIÓN DE ORGANIZACIONES DE ECONOMÍA SOCIAL. Este modelo inspiró también al cooperativismo agrario católico en España surgido a partir de la Encíclica “Rerum Novarum” de León XIII de 1891 y al amparo de la Ley de Sindicatos Agrarios de 1906. Respecto a las cooperativas de crédito Raiffeisen, en 1877 se creó la Federación General de Sociedades Cooperativas. Este movimiento se extendió por toda Europa, cuyo equivalente en España son las Cajas Rurales. A pesar de la diversidad de sociedades en le congreso celebrado en Viena en 1930 por la Alianza Cooperativa Internacional, se señaló que los principios de Rochdale estaban vigentes. El Cooperativismo en España Podemos destacar tres fases en le desarrollo del cooperativismo en España: Una primera etapa desde mediados del siglo XIX hasta 1899. Esta fase es la de desarrollo embrionario del cooperativismo en España. Se va a caracterizar por tener: Marco desregularizado. El marco legislativo en el que se van a desenvolver las primeras cooperativas es el de la Ley de libre derecho de asociación de 1868 y la Ley de Asociaciones de 1887. En el Código de Comercio (1869) solo se consideran mercantiles las sociedades ajenas a la mutualidad. Descoordinación Contradicciones ideológicas Las cooperativas pioneras van a surgir en Cataluña, Valencia, Madrid y Andalucía (1856 en Valencia la cooperativa de producción “La Proletaria”; en el mismo año, también en Valencia cooperativa de consumo de ferroviarios “El Compañerismo”; 1865 cooperativa de consumo catalana “La Palafrugellense”; 1864 los tejedores de Mataro) Al final de este periodo se van dando los pasos hacia una cierta coordinación entre algunas de estas sociedades como parece indicarlo la celebración de la 1ª Asamblea de Cooperación Catalanas en 1898 y el I Congreso Cooperativista Catalano - Balear en 1899 de donde surgió la necesidad de una organización en el ámbito nacional, representada en la primera Federación de Cooperativas de España, y se defendió la existencia de una ley especial sobre sociedades cooperativas. Una segunda etapa cubre los periodos que van de 1899 a 1913. En esta fase pueden resaltarse los siguientes rasgos: Se observa un cambio en al actitud del Estado hacia el cooperativismo, pasando de un planteamiento de falta de regulación y escaso apoyo a una progresiva aceptación de este movimiento. Este cambio de actitud, aunque todavía muy tímido, estuvo en consonancia con el cambio de actitud global del Estado DIPLOMA DE ESPECIALIZACION EN DIRECCIÓN DE ORGANIZACIONES DE ECONOMIA SOCIAL -8- DIPLOMA DE ESPECIALIZACIÓN EN DIRECCIÓN DE ORGANIZACIONES DE ECONOMÍA SOCIAL. hacia una mayor participación económica y una mayor implicación en los asuntos sociales y en el ámbito de las relaciones laborales. Desarrollo del cooperativismo agrario, de fuerte inspiración católica, a partir de la Ley de sindicatos Agrarios de 1906. Ya se ha señalado la influencia en este tipo de cooperativismo de las sociedades modelo Raiffeisen que desembocará en le cooperativismo de crédito con la constitución de las Cajas Rurales. Pasos hacia una organización nacional. En 1902 se celebró el II Congreso Cooperativo Catalano – Balear planteándose la necesidad de un congreso nacional. Éste se celebró en 1913 (I Congreso Nacional de Cooperativas) con la asistencia de 255 cooperativas y sindicatos agrícolas con más de 51.000 socios. Un tercer periodo, entre 1913 y 1936, que significó la consolidación del Movimiento Cooperativo y vino caracterizado por la adopción de medidas y promulgación de disposiciones que protegían y estimulaban este Movimiento. Se continuaron dando los pasos hacia una organización nacional. A raíz del I Congreso Nacional, antes citado, se crearon varias federaciones cooperativas de carácter regional: Unión de Cooperativas del Norte de España, Federación Regional Valenciana o la Federación Regional de Cataluña. Estos pasos hacia una estructura federada desembocaron en 1929 en el nacimiento de la Federación Nacional de Cooperativas que en ese año representaba a unas 500 cooperativas con 200.000 socios. Esta federación estaba inspirada en los principios participativos y democráticos de Rochdale (independencia política y religiosa, igualdad de voto, etc.). Formó parte de la Alianza Cooperativa Internacional. Otra de las reclamaciones que se hacían desde todos los foros cooperativos era la necesidad de una ley específica sobre cooperativismo. Esta ley se hizo realidad en 1931 con la Ley de Cooperativas de noviembre de 1931. En conclusión, a finales del siglo XIX se abre un nuevo contexto en el que se estimuló y propició el desarrollo del cooperativismo como una fórmula de mejora de la condición de vida de los trabajadores, a la vez que pudiera frenar a los sectores más radicales y revolucionarios dentro del Movimiento obrero. DEBATE Interesante de cada al debate es ver el papel que jugó el Estado en ese periodo, así como el de las distintas corrientes ideológicas. También se podrían realizar ciertas comparaciones con la situación actual al preguntarse en qué medida el aumento de la flexibilidad laboral y sobre todo el proceso de globalización e internacionalización de la economía no repite ciertos comportamientos (a escala DIPLOMA DE ESPECIALIZACION EN DIRECCIÓN DE ORGANIZACIONES DE ECONOMIA SOCIAL -9- DIPLOMA DE ESPECIALIZACIÓN EN DIRECCIÓN DE ORGANIZACIONES DE ECONOMÍA SOCIAL. internacional) típicos del siglo XIX, y cual puede ser el papel de la Economía Social y del cooperativismo en estas circunstancias. Bibliografía sobre Historia del Cooperativismo Un clásico que se puede consultar es la obra de Antonio D. Soldevilla (1973) “El Movimiento Cooperativista Mundial” editado por la Caja rural Provincial de Valladolid. Da una visión general de cooperativismo en el ámbito mundial con sus antecedentes históricos. Un libro reciente y muy interesante es de los autores Leyre Arrieta, Miren Barandiaran, Alazne Mujika y José Antonio Rodríguez Ranz (1998) “El Movimiento Cooperativo en Euskadi 1884- 1936” , Fundación Sabino Arana y Mondragón Corporación Cooperativa. Se emplea un capítulo breve pero interesante sobre el cooperativismo en España. Posteriormente se alude a todo el desarrollo cooperativo en Euskadi. DIPLOMA DE ESPECIALIZACION EN DIRECCIÓN DE ORGANIZACIONES DE ECONOMIA SOCIAL - 10 -