Ser amable, relaja. Cómo el ayudar a otros nos protege del estrés. Por: Vanessa Rancaño Supongamos que hoy es lunes y que no es uno muy bueno… dormiste de más y no te bañaste, así que es probable que tu cabello huela y tal vez derramaste un poco de café sobre tu ropa mientras corrías hacia el Metro, lo cual es un accidente especialmente desafortunado ya que tienes una junta con tu jefe a las 9:30. Justo cuando creías que tu torrente sanguíneo había llegado a su máxima saturación de cortisol, un señor de la tercera edad se detiene entre las puertas del Metro y tú. Después deja caer su billetera y la pregunta es, ¿te apresuras para pasarlo porque estás experimentando demasiado estrés como para ayudarle y además hay muchas otras personas además de ti que pueden hacerlo o mejor le ayudas a ese hombre? Emily Ansell opine que deberás ayudarle y no sólo porque es lo más amable que puedes hacer. El profesor de psiquiatría sostiene que ofrecerle tu ayuda a alguien puede ayudarte a experimentar menos estrés. Ansell realizo un reporte en coautoría con dos de sus colegas de Medicina de la Yale, Elizabeth Raposa y Holly Laws en donde le dieron a sus participantes una aplicación para teléfonos inteligentes que les solicitaba grabar experiencias estresantes y pequeños actos de bondad, tales como dar direcciones, detener las puertas del elevador para esperar a alguien o regresar un cartera a su dueño. El efecto de esta conducta prosocial o de ayuda fue emocionante. “Mantuvo a las personas sintiéndose prácticamente similar a los días en que no estaban estresados”, dijo Ansell. Los investigadores ya sabían que las personas que generalmente se inclinan hacia el altruismo tienden a ser más felices y vivir más que lo que no lo hacen. Lo que Ansell y sus colaboradoras descubrieron que fue no importa cuál sea tu nivel de base de antipatía, odiar a las personas un poco menos por un día puede ayudarte a sentirte mejor. “No se trata de ser más altruista que la persona que está a lado”, Ansell dice, “sino que ser más altruista de los usual puede cambiar tu experiencia cotidiana. Se trata de hacer más que tu propio promedio”. El estudio publicado este mes en la revista Ciencia en Psicología Clínica estudio a 77 adultos cuyas edades iban de los 18 a 44 años. Los resultados mostraron que aquellos que ayudaban más a otros a los largo del día reportaban mayores niveles de emocione positivas en ese día. Este comportamiento también tuvo un impacto en la forma en que respondieron al estrés. En los días en que los participantes reportaron menos ocasiones en que ayudaron a otros, tuvieron mayor número de reacciones emocionales negativas hacia el estrés; cuando detuvieron la puerta del elevador más de lo habitual, esto los protegía de los efectos negativos del estrés –reportaban que sus emociones positivas no habían disminuido ese día y disminuyó su respuesta negativa promedio hacia el estrés. Otras investigaciones anteriores han encontrado mejoras similares hacia el estrés en esposas cuidadoras, de acuerdo con Michael Poulin, profesor de psicología de la Universidad de Búfalo quien fue coautor del estudio en 2010. La investigación guiada por Ansell usó una muestra general de la población, lo que nos indica que sus hallazgos pueden aplicarse de forma más universal. Pero ningún estudio aún ha explicado exactamente cómo ayudar a otros funciona para amortiguar el estrés y mejorar el bienestar emocional. “No sabemos cuál es el ingrediente activo”, dice Pulin, “nadie lo ha descubierto aún” Y es precisamente eso lo que está buscando. Poulin y sus colegas tienen evidencia de los estudios que sugieren que pensar en una persona que necesita ayuda reduce la habilidad para evocar palabras relacionadas al yo o al sí mismo. Si tú eres cuidador, tal como sugieren, literalmente no puedes pensar en ti tan rápido como lo harías si no estuvieras en esa situación. Él sostiene que esto es parte de lo que parece único en la conducta prosocial, contrario a pasar tiempo con amigos o cualquier otro tipo de contacto social positivo. “cuando piensas acerca de ayudar a otros, simplemente no estás penando tanto en ti y en tus problemas”, dice Poullin. Y eso puede reducir los efectos de estrés. “En esencia es un tipo de distracción”, agrega, “pero un tipo de satisfacción más satisfactorio que estar navegando en internet o ver compulsivamente House of Cards” Otra investigación indica que ciertas emociones asociadas con el cuidado, como lo es la compasión, estimula la liberación de oxitocina, que es una hormona poderosa que funciona como conductora de la conducta maternal y del apego social, y también estimula otros cambios psicológicos que resultan en un efecto calmante. “Estamos programados para que cuando tengamos comportamientos de cuidado o crianza, afecte nuestra fisiología en una forma positiva”, argumenta el neurocientífico, James Doty, fundador del Centro para la Educación e Investigación en Compasión y Altruismo de la Universidad de Stanford. “Es el la recompensa de cuidar”. Evolutivamente halando, dice Doty, los humanos necesitamos esta recompensa por sobrevivir porque nuestras crías de gran cerebro necesitan muchos años de cuidado desinteresado. Poulin dice que puede parecer exagerado el conectar esa trayectoria evolutiva al hecho de ayudar a un extraño levantando su cartera, pero la teoría parece tener lógica. Él se encuentra reacio a ignorar una explicación más simple, como que como sociedad tendemos a recompensar a quien ha obrado bien, por lo que aprendemos a sentirnos bien cuando ayudamos a otros. “Eso puede que no tenga nada que ver con la evolución”, dice Poulin, “únicamente el hecho de que hemos evolucionado para ser seres sociales” Cualquiera que sea la razón por la cual el ayudar nos aporta beneficios, los autores de este nuevo estudio quieren idear cómo usar esta información para ayudar a más personas. Para Emily Ansell, el siguiente paso es investigar si prescribir conducta prosocial puede ayudar a aquellos que padecen ansiedad, depresión o desórdenes de ánimo. Ansell comenta que usar aplicación para teléfonos inteligentes cuya función sea enviar sugerencias de cómo ajustar el comportamiento puede ayudar a las personas a manejar periodos estresantes o frenar la progresión de problemas de salud mental. Pero antes de que te embarques en una misión para hacer el bien, una advertencia: No lo puedes fingir. “Tienes que hacerlo desde una posición de autenticidad”, afirma Emma Seppala, quien dirige el programa de Stanford como Doty. “Si lo estás haciendo únicamente por razones egoístas, no está claro si podrás tener los beneficios” Artículo Original http://www.npr.org/sections/health-shots/2015/12/17/460030338/be-kind-unwind-howhelping-others-can-help-keep-stress-incheck?utm_source=facebook.com&utm_medium=social&utm_campaign=npr&utm_term=n prnews&utm_content=2044