b R13 LATERCERA Domingo 12 de junio de 2016 “A mis antiguos abogados y a Isidro Solís les importaba mucho que yo no hablara con la prensa, que ojalá salpicara lo menos posible al gobierno”. rearmarnos. Se ha especulado acerca de la situación familiar que tienen, en particular con la Presidenta. ¿Se ha deteriorado? Somos una familia. Ella es mi suegra, la mamá de mi marido, la abuela de mis niños, y lo que pase fuera de la puerta de la casa es otra cosa, pero para nosotros lo primordial es la familia. Siempre hemos sabido separar los roles. ¿Se ha interrumpido la dinámica familiar desde el estallido del caso? Han inventado muchas cosas. Han inventado que estábamos separados con Sebastián, han inventado que yo era la nuera mala que no la dejaba ver a los niños, cosa que no es cierta, porque ella siempre los ha podido ver; han inventado que hay un quiebre de ella con su hijo, y nada de eso es cierto. No pasan de ser inventos de gente malintencionada que quiere sacar réditos de la manipulación de las relaciones personales. ¿Ha hablado alguna palabra con su suegra -la Presidenta- sobre el caso Caval? No, nunca lo hemos hablado, pero sé que en algún momento es algo que vamos a tener que conversar. Resulta difícil de entender algo así. Finalmente, parte de la baja en la evaluación política de la Presidenta y el gobierno está asociada al caso Caval… Yo le pedí perdón públicamente, porque se vio afectada en un tema que no tenía que estar involucrada. Esto es un tema judicial entre privados, y por hacerle daño a ella ha sido más mediático que otras causas. ¿Ni siquiera cuando la Presidenta debió declarar como testigo en las últimas semanas? No, de hecho, yo misma me enteré de esa declaración por la radio, cuando fue comunicada públicamente. En una de sus declaraciones judiciales planteó su malestar por cómo se había manejado inicialmente el caso desde La Moneda. ¿Influyó la animadversión que existía entre el entonces ministro Peñaili- “Han inventado que yo era la nuera mala que no la dejaba (a la Presidenta) ver a los niños, cosa que no es cierta (...). Nunca he hablado con mi suegra del caso Caval, pero sé que en algún momento es algo que vamos a tener que conversar”. llo y su esposo en ese manejo? Puede ser. Mi impresión es que en un primer minuto no supo cómo enfrentar el problema y terminó tomando malas decisiones. A lo mejor se le escapó de las manos y no pensó que iba a llegar a tanto. ¿Cuál era la relación de ustedes con Peñailillo? Nunca hubo una relación con Peñailillo, nunca. Nunca de conversar, además de “buenos días” o “hasta luego”. Ni siquiera un “¿cómo estás?”. Nunca. ¿Cuál es su situación hoy con su socio Mauricio Valero? Yo a Valero lo consideraba mi amigo, le abrí las puertas de mi casa, a pesar de que con mis amigos somos un grupo muy cerrado, pero él dijo que ya no era mi amigo… La relación está quebrada. Se quebró por desconfianza, se quebró porque de repente te empiezas a enterar de otras cosas, porque hubo malos manejos de las situaciones, por malas interpretaciones, cosas que al final del día van matando las relaciones. Pero él era mi amigo y por considerarlo mi amigo confié en él. El tema es que después, con el pasar del tiempo, te das cuentas de que la mayoría de las personas que están siendo cuestionadas hoy día llegan a trabajar a Caval y a meterse en nuestros temas por Mauricio. El no hizo el filtro de la gente con la que efectivamente nos podíamos relacionar. Siempre traté de ser súper cuidadosa en eso. Pero entiendo que en algún momento mi socio no tuvo ese cuidado e involucró a gente que usó mi relación familiar para conseguir resultados personales. Yo nunca ocupé eso. Nunca lo necesité. Nunca fue un tema entre Mauricio y yo para conseguir los clientes. Los conseguíamos por la pega que hacíamos, porque teníamos relaciones con otras empresas, subcontratábamos mucho, pero jamás se me habría ocurrido decir que era porque estaba la Presidenta metida detrás. ¿Usted alguna vez utilizó su vínculo con la Presidenta Bachelet para hacer negocios? No. Para mí siempre era mejor que no supieran que yo era la nuera de la Presidenta. Porque claro, todo el mundo dice “ah, es que ella usó esto de ser la nuera de la Presidenta”. Pero ¿por qué no hacer la pregunta al revés? ¿Cuántas puertas a mí se me cierran por ser la nuera de la Presidenta? ¿Valero no vio en esa relación un potencial beneficio para hacer negocios? Hoy me siento utilizada. Creo que usó ese vínculo. Al mirar para atrás me pregunto “¿por qué asociarse conmigo?”, si él tenía otras sociedades, tenía otros negocios, tenía otras cosas, pero fue algo que en el momento yo nunca me lo cuestioné, porque trabajábamos, porque yo lo consideraba mi amigo, entonces nunca pensé mal de él, pese a que mucha gente me dijo que sí desconfiara de él. El quiebre con los abogados Su abogado Antonio Garafulic anunció un cambio en la estrategia jurídica de su defensa y que ahora estaba “separada de La Moneda”. ¿Qué significa eso en concreto? Cuando comenzó el caso Caval era la primera vez que yo me veía enfrentada a una causa judicial. No tenía abogados, no sabía de qué se trataba, no sabía cómo era el proceso, ni nada. Tuve reuniones con muchas personas que comenzaron a aconsejarme y me recomendaron a la abogada Jessica Norambuena, que trabajaba con su pareja, que es Felipe Polanco. A ellos les importaba mucho que yo no hablara con la prensa, que siguiera estrictamente el camino judicial en esto, que ojalá salpicara lo menos posible al gobierno, siempre la idea fue separarme completamente de La Moneda. ¿Tuvo un rol La Moneda en su defensa? Creo que la historia completa algún día terminará de contarse, pero hoy no quiero hablar de esto. Mi interés hoy es mi defensa judicial sin intervenciones externas. ¿Su defensa fue pagada desde La Moneda? No. Mi defensa la pagué yo, la cuestión es que lo pactado fue el caso completo. Yo alcancé a pagar un 25% de los honorarios, pero ellos renunciaron antes de que el juicio siquiera comenzara. Si ellos tienen un problema de que existe un pago pendiente, tienen que hablarlo conmigo y no a través de la prensa. En todo caso, yo no estaba conforme con cómo estaban llevando adelante el caso. El abogado Polanco trabaja en el gabinete del ex ministro Isidro Solís. ¿El tuvo algún rol en este equipo? Creo que Isidro tenía un rol de monitoreo, de saber qué era lo que yo hablaba con los abogados, qué iba a declarar. Para mi primera declaración, en la preparación de esa declaración yo estuve en la oficina con Isidro y con Polanco. O sea, con ellos dos preguntándome, haciendo como un ejercicio básico de ‘mira, así es más o menos’. Y yo me reuní con Isidro como tres o cuatro veces. ¿Por qué cree usted que él tenía interés en ayudar a su defensa? Desconozco los reales intereses de la participación de Isidro. Hoy, mirando hacia atrás, me puedo imaginar muchas cosas, pero lo cierto es que terminé muy disconforme con los resultados de mi antigua defensa. Solís es un ex ministro con vínculos con La Moneda. ¿No llegó a pensar que su defensa pudo estar siendo controlada desde el gobierno? Me cuesta creerlo, pero no lo descarto. ¿Estaba la Presidenta al tanto del manejo que llevaba este grupo? No, yo creo que la Presidenta se mantuvo completamente al margen de la situación. Creo que ella hizo lo que cualquier Presidente habría hecho, que es dejar que las instituciones funcionen. Usted ha sostenido que la Presidenta no sabía del caso Caval y también que usted no ha participado de ningún delito. ¿Qué sentido tenía la participación de un político cercano al gobierno en su defensa? Indiscutiblemente, el caso Caval impacta al gobierno. Al yo tener una relación personal con la Presidenta está claro que se va a tratar de involucrarla –como lo han hecho algunos con mentiras-, pero mis antiguos abogados tomaron malas decisiones, y si tuvieron que ver con mejorar la situación del gobierno se equivocaron, porque la evaluación del gobierno no mejoró y siento que me terminaron perjudicando. ¿En qué minuto empezó a pensar que esta estrategia de su defensa la perjudicaba? Hasta el año pasado estaba claro cuáles eran mis acusaciones en la causa, hasta que se presentó la querella de Impuestos Internos. Yo creo que ese fue el punto de inflexión que ha habido en este proceso. Siempre he dicho que voy a asumir mis responsabilidades como cualquier persona, pero también creo que es injusto que por tener una relación con alguien del ámbito político a uno lo crucifiquen. Yo SIGUE EN PÁGINA [14] 3