195782. VIII.2o.34 A. Tribunales Colegiados de Circuito. Novena Época. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo VIII, Agosto de 1998, Pág. 912. SUCESIÓN DE DERECHOS EJIDALES. EL REQUISITO DE DEPENDENCIA ECONÓMICA PREVISTO EN EL ARTÍCULO 18, FRACCIÓN V, DE LA LEY AGRARIA VIGENTE, DEBE DARSE HASTA EL MOMENTO DEL FALLECIMIENTO DEL TITULAR DE LOS DERECHOS AGRARIOS. De una interpretación histórica, sistemática y finalista, del artículo 18 de la Ley Agraria, publicada en el Diario Oficial de la Federación el veintiséis de febrero de mil novecientos noventa y dos, que se refiere al caso de la sucesión legítima, se advierte que el propósito que llevó al legislador a redactar en similares términos el artículo 82 de la derogada Ley Federal de Reforma Agraria, en el sentido de que las parcelas se sigan conservando como auténticas unidades familiares integradas al núcleo de población correlativo, para que así, en el caso de que acontezca la muerte del beneficiario original, aquéllas se transmitan a los familiares más próximos o a quien sea dependiente económico del titular de los derechos agrarios, sin duda con la finalidad objetiva de que con el producto que se obtenga de su explotación se provean las necesidades de subsistencia que eran a cargo del titular fallecido. Lo anterior, permite concluir que al referirse el artículo 18 de referencia en su fracción V, como posible adjudicatario de los derechos del titular de la parcela a cualquier otra persona de las que dependan económicamente de él, es evidente que se refiere a la dependencia económica prevaleciente hasta el momento de fallecer el ejidatario, para no dejar desamparados a los dependientes con el deceso del de cujus, por lo que no es dable que la interpretación del mencionado precepto legal sea en el sentido de que puedan ser adjudicados los derechos a todos aquellos que alguna vez tuvieron dependencia económica con el extinto ejidatario, pues si por cuestiones diversas el demandante dejó de depender económicamente del titular de los derechos, ya no existe una obligación de subvenir las necesidades de éste que por un tiempo eran a cargo del titular fallecido y, por ende, aquél ya no formaba parte del núcleo familiar cuya protección tutela el citado artículo 18, máxime que en la redacción de su fracción V, el legislador precisó como posibles adjudicatarios sólo a los que dependan económicamente del ejidatario, no así a todos los que hayan dependido económicamente de él. SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL OCTAVO CIRCUITO. Amparo directo 984/97. Jesús Pauli Rincón. 7 de mayo de 1998. Unanimidad de votos. Ponente: Elías H. Banda Aguilar. Secretario: Rodolfo Castro León. -1-