Primera edición, 2013 Carrington, Leonora Leche del sueño (adaptación infantil) / Leonora Carrington. — México : FCE, 2013 48 p. ; ilus. ; 18 × 18 cm ISBN 978-607-16-1218-2 1. Cuentos 2. Literatura infantil I. t. LC PZ7 Dewey 808.068 C1341 Distribución mundial © 2013, Herederos de Leonora Carrington © Estate of Leonora Carrington / ARS, por las imágenes D. R. © 2013, Fondo de Cultura Económica Carretera Picacho Ajusco 227, Bosques del Pedregal C. P. 14738, México, D. F. www.fondodeculturaeconomica.com Empresa certificada ISO 9001:2008 Colección dirigida por Eliana Pasarán Edición: Mariana Mendía Diseño: Miguel Venegas Geffroy Comentarios: librosparaninos@fondodeculturaeconomica.com Tel.: (55)5449-1871. Fax: (55)5449-1873 Se prohíbe la reproducción parcial o total de esta obra, por cualquier medio, sin el consentimiento por escrito del titular de los derechos correspondientes. ISBN 978-607-16-1216-8 (obra completa) ISBN 978-607-16-1218-2 (edición adaptada) Si un monstruo te comparte su pastel de cumpleaños negro, acompáñalo con un poco de Leche del sueño, que se terminó de imprimir en abril de 2013 en Impresora y Encuadernadora Progreso, S. A. de C. V. (IEPSA), calzada San Lorenzo 244, Paraje San Juan, C. P. 09830, México, D. F. El tiraje fue de 6 000 ejemplares. Impreso en México • Printed in Mexico Juan sin cabeza El niño Juan tenía alas en lugar de orejas. Se veía raro. —¡Miren mis orejas! —decía, y la gente se espantaba al verlo. A Juan le gustaba mover las orejas por las noches, y una vez las movió tanto que su cabeza salió volando por la ventana. Juan se quedó sin cabeza y no pudo llorar, pues ésta se había quedado con sus ojos. Entonces se levantó y corrió detrás de ella, pero la cabeza se fue saltando de árbol en árbol como si fuera un pichón. La mamá del niño, que miraba por la ventana, lo vio correr. —¿A dónde vas, Juan? —Es que se fue mi cabeza. —¡Qué desgracia! —exclamó la pobre mujer. —¡Ja ja ja! —la cabeza reía mientras volaba, y por más que Juan corría no podía alcanzarla. —Présteme su lazo, señor —dijo Juan a un hombre. —Sí, niño —le respondió. Y con el lazo pudo por fin pescarla. Juan volvió muy cansado a casa con la cabeza brincando detrás, fuertemente amarrada al lazo. —Mamá —dijo Juan—, pégame la cabeza. Y su mamá se la pegó en los hombros con chicle, pero como era de noche se la pegó al revés. —Que no se te vuelva a escapar la cabeza, hijo —dijo su mamá. Y a partir de entonces Juan tuvo mucho cuidado cuando movía las orejas. 7 El niño Jorge Al niño Jorge le gustaba comer la pared de su cuarto. —No lo hagas —dijo su papá. Pero Jorge no le hizo caso y siguió comiendo pared. Su papá decidió entonces ir a la farmacia y comprarle un frasco de pastillas de pared. Él se las comió todas de un jalón y dentro de su cabeza creció una casa. Jorge estaba muy contento jugando con la casa en su cabeza, pero su papá se puso triste porque le dijeron en la calle: —¡Qué niño tan raro tiene usted, señor! 8 Humberto el Bonito Humberto, el niño más bonito de la ciudad, tenía ojos azules y chinos dorados. A pesar de que era muy bonito también era antipático. Le gustaba, por ejemplo, echar ratas en las camas de sus hermanas para hacerlas llorar. Un día, su hermana Rosa puso un cocodrilo en su cama… —¡Ayyy! ¡Qué miedo! —gritó Humberto—. ¡Hay un cocodrilo en mi cama! Pero Humberto era tan bonito que el cocodrilo, en vez de atacarlo, le sonrió alegremente. Desde entonces, Humberto y el cocodrilo son grandes amigos y, por supuesto, ahora el niño es todavía más antipático, pues siempre va a todas partes con él. 11 El Monstruo de Chihuahua En tiempo de luna pequeña, camina por esta calle el Monstruo. Se llama Chavela Ortiz. No tiene domicilio, ni esposo, ni madre, ni padre, ni hijos. Pero sí tiene seis patas y una joya de oro con perlas, en la que se ve el retrato de don Ángel Gómez Vidrio González, Jefe del Departamento Sanitario. —Cincos y cuatros, cincos y cuatros, cincos y cuatros… —dice el Monstruo, y después saca el total. 12 www.fondodeculturaeconomica.com