Dracaena Massangeana Descripción Este arbusto de hojas perennes, procedente de America tropical, se caracteriza por poseer unos tallos marrones claros que contienen anillos horizontales. Las flores solamente brotan en ejemplares adultos que alcanzan una altura determinada, suele ser los dos metros, y destacan por su embriagador aroma. Suele florecer muy pocas veces. Su uso es ornamental, tanto como planta de interior o de jardín. En ambos casos, es imprescindible que no incida sobre ella directamente el sol, pues podría quemarla. Por otro lado, una acusada falta de luz será igual de nefasta, ya que las hojas perderán color Reproducción y temperatura El tronco de Brasil se reproduce en otoño o primavera y puede hacerlo de dos maneras: mediante esquejes, o consiguiendo que surjan raíces de las hojas. Para ello, el proceso es muy sencillo: desprenderemos un grupo de hojas del tronco y, una vez que dejemos el tronco pelado, lo sumergiremos en agua hasta que produzca raíces, momento en que lo plantaremos en una maceta. Respecto a la temperatura a la que debe permanecer nuestra planta, hemos de recordar que proviene de un clima tropical, por tanto, lo más adecuado será adaptarla a esas características. Si el ambiente es frío, provocará que se le caigan las hojas y deje de crecer. Para que esto no ocurra, la mantendremos a una temperatura que oscilará entre los 20º y los 25º C ¿Cómo tengo que regar? Este arbusto no necesita excesiva agua. De esta manera, se indica tener el suelo húmedo pero sin que se formen charcos. Dependiendo de la temperatura que haga, lo regaremos con mayor o menor frecuencia, más en verano que durante el invierno (aunque si la calefacción de nuestra casa es muy potente, aumentaremos las dosis). Si observamos que el tronco de Brasil está perdiendo hojas, es síntoma de que tenemos que regarlo más. Por el contrario, si éstas pierden el brillo y comienzan a marchitarse, se trata de un problema de exceso de riego. Al proceder de un clima tropical, se recomienda que el ambiente en el que sitúe la planta sea húmedo. Un remedio para lograrlo es que al limpiar las hojas, lo hagamos con un paño húmedo. Además, colocándole alrededor otras plantas o recipientes llenos de agua, se logrará aumentar el nivel de humedad. Cuidados: poda, tierra y abono Para que la tarea de podar resulte todo un éxito, tendremos que cortar la parte superior de la planta y, una vez sellado el corte, surgirán de nuevo dos brotes laterales. Esa sección la podemos volver a plantar y producirá raíces nuevas. Además, cortaremos las zonas que veamos que están secas, teniendo cuidado para no dañar la parte sana y con ayuda de unas tijeras. El suelo idóneo sobre el que crecerá es aquel cuya tierra esté suelta y que, además, cuente con un buen drenaje. Una solución muy efectiva es agregar turba a la superficie del jardín Respecto al abono, los expertos recomiendan que se le administre en forma líquida, que mezclaremos con el agua del riego, durante el verano. Bastará con una aplicación cada 20 días, aproximadamente. Plagas que le acechan Como todas las plantas, el tronco de Brasil es susceptible de ser atacado por diversas plagas. Entre ellas destacan: Botrytis: es un hongo que se encuentra en los troncos de estos arbustos y termina pudriéndolo. Si se extiende mucho, en ocasiones, tendremos que deshacernos de la planta entera. Cochinillas:Estos diminutos bichitos marrones se adhieren tanto a las hojas como al tronco, y la forma de eliminarlas es usando un insecticida específico. Araña roja: suele aparecer en los ambientes más secos y se elimina pulverizando agua. Septoriosis: este hongo provoca la aparición de manchas en las hojas que son de color marrón grisáceo. La forma de acabar con él es empleando un fungicida.