Riesgos en la Iniciativa de Ley de Competencia Económica 4 de marzo 2014 Hola amigos de Coparmex, La apuesta histórica de nuestra Confederación para transformar a México, es la de generar MÁS Y MEJORES EMPRESAS. Así se expresa nuestro compromiso con el desarrollo del país, a través de mercados competitivos. Por eso, el año pasado celebramos el espíritu de la Reforma Constitucional en materia de Competencia y este año, estamos enfocados en presentar nuestras propuestas para su reglamentación. Después de un año de cambios importantes, Coparmex ha insistido en que la implementación de las reformas constitucionales a través de sus leyes secundarias, es de la mayor importancia para que éstas funcionen correctamente. En el caso de la iniciativa de Ley Federal de Competencia Económica, encontramos avances pero también algunos riesgos que en última instancia pueden afectar a los propios consumidores. Desde nuestra perspectiva, la Ley de Competencia y la propia COFECE, deben orientar su trabajo al objetivo de que los mercados funcionen y las empresas compitan y tengan la oportunidad de crecer. Cuando los mercados funcionan correctamente y las empresas pueden participar activamente, los principales beneficiados son los consumidores porque obtienen mejores productos a menores precios, y todas las personas en general se benefician con mejores oportunidades para el desarrollo. En concreto, hay 4 elementos principales de esta iniciativa que los legisladores deben atender en su discusión y que Coparmex señala de la siguiente forma: 1. El proyecto de Ley otorga facultades discrecionales a la COFECE. En algunos casos, la Comisión podría iniciar procedimientos e imponer restricciones a las empresas, sin que efectivamente exista una práctica monopólica previamente comprobada. En particular, sin que se demuestre la existencia de un poder sustancial en un mercado relevante o una conducta anticompetitiva por parte de la empresa investigada. 2. Considerando la posibilidad de discrecionalidad por parte de la Comisión, ésta podría imponer medidas que restringirían la oferta de bienes y servicios en determinados mercados, y así perjudicarían en última instancia a los consumidores porque restringir la oferta nunca beneficia en última instancia al consumidor. 3. Hay un notorio desequilibrio procesal, porque en cualquier proceso entre COFECE y las empresas, la autoridad tiene 600 días para llevar a cabo la investigación y en su caso sancionar, mientras que los agentes económicos, es decir las empresas, sólo tienen 30 días para responder. La propuesta nuestra en Coparmex es que al menos se consideren 60 días para que las empresas puedan defenderse ante la Comisión. 4. El proyecto propone eliminar el derecho de audiencia dentro del proceso de investigación, por lo que naturalmente desequilibra las relaciones entre COFECE y las empresas. Nosotros creemos que el derecho de audiencia no debe desaparecer en aras de procesos justos donde las partes sean escuchadas. Adicionalmente, nos preocupan los “cheques en blanco” que la Ley podría otorgar a la COFECE, al no prever una definición específica de conductas monopólicas como en el caso de “barreras a la competencia”, o dejar a su discrecionalidad la definición de los supuestos en el que aplica el criterio de "insumos esenciales". Para que las economías funcionen adecuadamente es claro que no pueden dejarse definiciones regulatorias clave a disposiciones secundarias con tal grado de discrecionalidad. Es fundamental comprender que el hecho de que una empresa sea grande, NO necesariamente significa que realice prácticas anticompetitivas que deban sancionarse. La legislación secundaria debe entonces asegurar que la COFECE sancione a las empresas únicamente cuando se acredite que efectivamente tienen conductas monopólicas o anticompetitivas; independientemente de su tamaño y no simplemente por ser grandes o por el grado de su participación en el mercado. Es determinante entonces, para que la reforma constitucional en materia de competencia pueda funcionar correctamente, que las atribuciones de la COFECE y los criterios para los cuales va a regir sus determinaciones, queden perfectamente definidas desde la propia ley. Para que México crezca son necesarios los mercados en competencia. Esa es la única manera de generar mejores productos a menores precios, empleos y oportunidades de desarrollo, innovación e impulso tecnológico, más participantes en los mercados. Pero también es cierto que nuestra economía necesita que sus pequeñas y medianas empresas formales crezcan y produzcan más, ganando espacios en sus mercados. Y las grandes que ya participan, lo hagan con reglas claras De igual manera, es necesario que la legislación genere certeza jurídica que se traduzca en una confianza para atraer inversiones de todo tipo en la economía formal. Desde nuestra perspectiva, los riesgos que supone la propuesta para una nueva Ley de Competencia, pueden inhibir el crecimiento de muchas empresas o su participación en los mercados. El año pasado el Congreso demostró su capacidad para lograr acuerdos en beneficio de México, y por eso hacemos este llamado para que los legisladores tomen en cuenta estas observaciones. Trabajando en conjunto, debemos enriquecer la propuesta de ley, de manera que brinde certidumbre jurídica y promueva el correcto funcionamiento de los mercados mexicanos. Les mando a todos un saludo afectuoso, con mis mejores deseos para que esta sea una semana productiva para ustedes, sus trabajadores y sus familias. Act. Juan Pablo Castañón Castañón Presidente Nacional @jpcastanon