Monografía Curso de Capacitación Docente en Neurociencias Alumna: Patricia Romero www.asociacioneducar.com Mail: informacion@asociacioneducar.com Facebook: www.facebook.com/NeurocienciasAsociacionEducar LA UCCM y el Placer La Neurosicoeducación surge como respuesta a la imperiosa necesidad del ser humano de conocerse a sí mismo, tanto en sus capacidades como en sus debilidades, para que a partir de ese conocimiento pueda construir su mundo , creando pensamientos, sentimientos y emociones en equilibrio, que lo lleven a vivir una existencia armoniosa y significativa, en convivencia plena con sus semejantes, desarrollando todo su potencial y usando su cerebro de manera adecuada. Para poder lograr este objetivo es indispensable la educación, ya que a través de ella se obtiene una calidad de vida superior para el individuo. Lo primero que debemos identificar en Neurosicoeducación es el concepto de Unidad Cuerpo Cerebro y Mente, cuyas siglas son UCCM y que engloba los tres aspectos del individuo que son indivisibles puesto que sus partes se relacionan siempre entre sí y cuando funcionan adecuadamente, se logra alcanzar una vida plena. La UCCM requiere de dos funciones vitales para la supervivencia. La primera es detectar y evitar el peligro y la segunda es premiarnos cada vez que tenemos éxito en alcanzar un objetivo para sobrevivir como son, la comida, sexo, dinero, educación, trabajo o actividades altruistas. Esta es la razón por la que cuando alcanzamos un objetivo nos sentimos felices y motivados a repetir la experiencia que nos ha sido grata. El cerebro tiene un sistema cerebral de recompensas que es el que busca los premios, basado en la liberación de un neurotransmisor: la dopamina. Los premios pueden ser mayores, medianos o menores en función del esfuerzo realizado para lograr el objetivo. La dopamina nos impulsa a vencer todos los obstáculos que se presentan cuando vamos tras el objetivo propuesto. Según el Dr. Richard Depue, profesor de Desarrollo Humano de la Universidad de Cornell, las personas con buena salud mental exhiben una conducta encaminada a la consecución de un fin, por lo que están motivadas y automotivadas para vencer los obstáculos que aparecen cuando se trata de lograr un objetivo. El optimismo y el entusiasmo por las acciones que estamos realizando suceden cuando nuestro sistema de recompensa libera dopamina. Aquellas personas que tienden a dirigirse hacia un objetivo están más determinadas a superar los obstáculos que aparecen cuando se intenta conseguir un objetivo y por ende, son más felices que las personas que no lo hacen. Cuando la dopamina es liberada por el sistema de recompensa, se genera entusiasmo por las acciones que se están realizando, lo cual lleva a las personas a sentirse más optimistas y realizadas. La presencia de dopamina eleva la sensación de placer, poder, concentración y la percepción de un intenso aumento en la energía física y mental, similar a la observada después de haber absorbido cocaína. En experimentos con ratas se ha podido establecer que estos animales son capaces de ejecutar tareas complejas, a cambio de una dosis de cocaína, una vez que se han vuelto adictos a ella. Sin embargo, una vez que los investigadores bloquean la liberación de dopamina, la motivación desaparece y la cocaína deja de ser atractiva para los animales adictos. La dopamina tiene que ver con el deseo y la búsqueda de recompensa y, a las encefalinas con experimentar el placer. Aún no se conoce con exactitud cómo interactúa la serotonina para generar el estado de felicidad interior, que produce un estado mental de calma y serenidad, en donde las emociones positivas prevalecen. Las investigaciones sugieren que un desequilibrio en los niveles de serotonina puede influir en el estado de ánimo de forma que conduzca a la depresión. Entre los principales causantes de la adicción se ha señalado una alteración en los niveles de dopamina en determinadas áreas del cerebro como causa primordial que provoca la adicción. Es probable que haya cada vez más personas que están imposibilitadas de producir la liberación de estos neurotransmisores de manera natural, y por esa razón recurren a las drogas, las cuales modifican la química, la estructura y el funcionamiento del cerebro. Guerrero (Mayo 2015) señala que el cerebro pierde la capacidad de sentir placer por las recompensas naturales, porque se adapta rápidamente a las dosis masivas de dopamina que se producen al consumir una droga, por tanto, reduce su producción natural, o bien disminuye la cantidad de receptores que captan la señal de este neurotransmisor. Así, cuando falta la droga el cerebro ya no cuenta con dopamina suficiente y la persona deja de disfrutar cosas naturalmente placenteras, lo que conduce a la apatía y a la depresión. También se atribuye a la globalización ser la causante de socavar el sentido del vivir y la manera más significativa de liberar ambos neurotransmisores que es la conducta altruista, la cual está siendo ignorada para dar paso a conductas egoístas que estimulan la competitividad entre los individuos, lo que conlleva a que se vean como enemigos entre sí. Felizmente, la evolución ha equilibrado el sistema de recompensa para que sea quien se comporta altruistamente el que reciba el galardón, por considerar, apreciar y ayudar a las demás personas con quien convive y que de una u otra forma son parte de su vida. Para este tipo de individuos, su mayor gratificación es la satisfacción personal que sienten por haber ayudado a otros. Este es el modelo ideal para una sociedad donde los individuos sean seres humanos que tienen un propósito loable y significativo para su vida, donde la satisfacción personal proviene de los buenos valores que forman su realidad interior y no necesitan recurrir a sustancias que les provoquen placer instantáneo, que como consecuencia, generará estados de depresión y abandono. AFRONTAMIENTO – RESILIENCIA La conducta del hombre frente a las diversas situaciones de vida que se le presentan, se rige por la percepción que tiene de esas circunstancias. Esa percepción se forma en base a la genética personal, al contexto de la situación, a la cultura que ha formado nuestra memoria, nuestras experiencias de vida propias y las experiencias de vida de otros. Por esta razón, es imprescindible conocer qué es la Resiliencia, para poder aplicarla en nuestras vidas, partiendo de la autoobservación y automodelación. La resiliencia es la capacidad para afrontar la adversidad, los traumas, las amenazas o el estrés agudo, superarlos y salir fortalecido y transformado, apoyándose siempre en los valores universales. Las personas que aplican la resiliencia no están exentas de sentir malestar, dolor emocional o dificultad ante las adversidades, sino que saben sobreponerse a esos acontecimientos y adaptarse adecuadamente a lo largo del tiempo. El ser humano se desenvuelve en dos realidades: la realidad interior y la realidad exterior. La realidad interior, la que utiliza el ser humano para percibir todas sus situaciones, es la más importante y determinante. El afrontamiento es la actitud y el proceso que un ser humano adopta ante situaciones que le producen estrés. Como parte del proceso está la conducta observable generada ante el estresor que implica respuestas cognitivas y emocionales. El afrontamiento puede estar dirigido a cambiar la situación y/o reducir la emoción. Los puntos básicos que producen control de la situación son: Capacidad de predecir al posible estresor, lo que provoca una disminución en la respuesta del estrés. Capacidad de tener herramientas de control, lo que permite disminuir los estímulos estresores cuando se cree que se podrá manejarlos y la Capacidad de mantener la autoestima, que se mantiene estable cuando la persona siente que tiene control de la situación y del proceso que está experimentando. Cuando un individuo siente la falta de control, se encamina a la Indefensión aprendida que significa sentir que no se tiene control o que hay ineficacia en las propias acciones para cambiar o manejar las circunstancias adversas, que se manifiesta en: Aceptación abnegada, que es cuando no se intenta ninguna acción pue se considera que no se puede mejorar o modificar la situación. Incapacidad para aprender nuevas respuestas que podrían hacer cambiar la situación y finalmente, Disminución de la autoestima por efecto de los dos puntos anteriores. Martin Seligman, psicólogo estadounidense, fue quien desarrolló la teoría de La Indefensión aprendida, a través de experimentos con perros y luego aplicó el estudio en humanos, indicando que las consecuencias básicas de que una persona o animal genere indefensión aprendida son: A nivel emocional: una sensación de no poder controlar que irá aumentando hasta transformarse en un estado depresivo. A nivel motivacional: dejar de interactuar con el ambiente al comprobar que sus respuestas no generan las consecuencias esperadas. A nivel cognitivo: presenta dificultad en el aprendizaje de respuestas en relación con acontecimientos ambientales debido a la independencia de las respuestas y sus consecuencias, ya que no se ha percatado que ambas están íntimamente ligadas. La autoeficacia es un estudio llevado a cabo por el canadiense Albert Bandura, donde la persona percibe que puede realizar una tarea o lograr un objetivo determinado en base a las estrategias que ha utilizado, lo cual da como resultado el aumento de su autoestima y su nivel de optimismo. Bandura observa que no se trata de los recursos que se disponga, sino de la opinión que tenga el sujeto sobre lo que se puede hacer con ellos. La resiliencia trata de potenciar aquellas condiciones que permiten un desarrollo sano y positivo de las personas, siendo sus componentes básicos la resistencia a las adversidades, manteniéndose íntegro ante situaciones de grandes presiones, conservando esperanza y la capacidad de aprender de la adversidad para reconstruir la vida, convirtiendo los aspectos negativos en nuevas oportunidades y beneficios. Entre las características de los individuos que poseen esta fuerza y que están relacionadas con aspectos individuales y ambientales están: a.- Contar con otro ser humano, que acompañe y ayude a crear vínculos sanos con nosotros mismos, con los otros y con el entorno, de manera que se produce una autoestima consciente. b.- Capacidad para encontrar el significado de lo que ocurre en la vida al lograr pequeños objetivos, identificarse con modelos positivos y la dedicación a los demás, comprendiendo que a pesar de las dificultades hay algo positivo en la vida que es capaz de proporcionarle a ésta una sentido de coherencia y orientación. c.- Aprendizaje de habilidades sociales y de resolución de inconvenientes y de control sobre la propia vida. d.- Respeto y fomento de la autoestima a lo largo del proceso enseñanzaaprendizaje. e.- Sentido del humor, integrando a la vida diaria lo imperfecto, de una manera positiva, asimilando el hecho de que si podemos reírnos de nuestras limitaciones en lugar de juzgarnos, criticarnos o castigarnos, podemos aplicar lo mismo a los otros. f.- Creatividad. Capacidad de crear orden a partir del caos y el desorden. g.- Iniciativa. tareas. Incrementar progresivamente el nivel de desafío de nuestras h.- Moralidad; desarrollar la capacidad de comprometerse con valores y de ampliar el deseo personal de bienestar hacia toda la humanidad. Es trascendental descubrir en nosotros fortalezas, capacidades y recursos para acrecentar nuestra aceptación personal y autoestima. El contexto juega un papel primordial en la generación del estrés, ya que puede ser beneficioso o inadecuado, por tanto, es importante rodearnos de ambientes adecuados y apropiados para impartir una clase o capacitación. El haber realizado el curso de neurosicoeducación ha sido para mí muy gratificante porque me ha permitido aprender, afianzar y recordar conocimientos esenciales para que un ser humano pueda tener una calidad de vida superior en todos los ámbitos en que tenga que desenvolverse. Considero que estos conocimientos son fundamentales para aplicarlos en mí misma en primera instancia y luego, en mis estudiantes y en los demás. De esta manera estoy contribuyendo a que el ser humano dé un paso importante en el camino de la autosuperación y de la autoconfianza, consiguiendo así una UCCM equilibrada lo que redundará en una sociedad más integral, más completa, donde los valores como el altruismo, el respeto y el amor a sí mismo, tengan el sitial que les corresponde. Es así como lograremos conformar una sociedad pacífica, progresista y humanista, lo cual será beneficioso para el desarrollo de la especie humana que cada día va evolucionando hasta llegar a convertirse en superhombres, que honren la creación de Aquel que los creó.