TEMA 1: LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL (IA). La inteligencia se puede definir como la capacidad de resolver problemas o elaborar productos que sean valiosos en una o más culturas. Pero la inteligencia no es única, existen distintos tipos de inteligencia: - Inteligencia lingüística. - Inteligencia lógico-matemática. - Inteligencia espacial. - Inteligencia musical. - Inteligencia corporal-cinestésica. - Inteligencia intrapersonal. - Inteligencia interpersonal. - Inteligencia naturalista. - Etc. En un primer momento, los ordenadores se crearon para realizar cálculos numéricos más o menos complejos. Sin embargo, con el paso del tiempo, en la actualidad, se intenta imitar el razonamiento humano. IA es una parte de la informática que pretende que un programa sea capaz de realizar una determinada tarea usando un razonamiento. IA puede tener muchos significados dependiendo del enfoque que se le pueda dar. Entre ellos, encontramos los siguientes: - Si se trata de sistemas que piensan como humanos, tenemos los sistemas que se rigen por modelos cognitivos. - Si se trata de sistemas que actúa como humanos, tenemos los sistemas que pasan el test de Turing. - Si se trata de sistemas que piensan racionalmente, tenemos los sistemas que se rigen por las leyes del pensamiento. - Si se trata de sistemas que actúan racionalmente, tenemos los agentes racionales. Basándonos en esto, podemos decir que la IA es un subcampo de la informática dedicado a la construcción de agentes que muestran aspectos del comportamiento inteligente. IA se puede aplicar en diversos ámbitos, desde trabajos de la vida diaria a tareas de expertos, pasando por tareas formales. En todos estos ámbitos, presentan problemas ya que no son capaces de realizar algunas tareas mejores que los humanos. A partir del Test de Turing podemos conocer el significado de conducta inteligente. Esta es la capacidad de lograr eficiencia a nivel humano en todas las actividades relacionadas con el conocimiento en una máquina, llegando a tal punto que sea capaz de engañar a un evaluador. Un agente es un sistema de ordenador situado en un determinado entorno, que es capaz de realizar acciones de forma autónoma y que es flexible para lograr los objetivos planteados. Cuando hablamos de situación, nos referimos a que el agente recibe por sus sensores una serie de entradas del entorno donde se encuentra y realiza acciones para cambiarlo. Cuando hablamos de autonomía, nos referimos a que el agente actúa sin necesidad de que el ser humano intervenga y que es capaz de controlar sus propias acciones y su estado interno. Cuando hablamos de su flexibilidad, nos referimos a cómo se comporta para lograr sus objetivos, existiendo varios tipos: - Reactivo: El agente percibe el entorno y responde de una forma temporal a los cambios que ocurren en él. - Pro-activo: Al comportamiento del reactivo se le añade la capacidad de exhibir comportamientos dirigidos a lograr los objetivos que sean oportunos. Debe tomar la iniciativa cuando sea oportuno. - Social: El agente debe ser capaz de interactuar con otros agentes, tanto artificiales como humanos, cuando esto sea apropiado para poder alcanzar sus objetivos y ayudar a los otros agentes a conseguir los suyos.